martes, 1 de mayo de 2018

MEDIANOCHE EN EL JARDIN DEL BIEN Y DEL MAL.

"Hija si vuelves a ir a uno de esos botellones en el jardín, tendré que hacer algo que te sirva de escarmiento" "Tengo diecisiete años. Puedes llegar a ser ridículo papá" "Tengo pensado lo que voy a hacer" "¿Me vas  a pegar?" "No, nunca lo he hecho" "Entonces te dirigirás a mi a voces delante de mis amigos" "Sabes que nunca te avergonzaría" "No sé. No sé" "Nunca lo haría" "Entonces qué piensas hacer" "Será una sorpresa" "Dímelo. No seas tonto" "No" "Que me lo digas" "Está bien. ¿Has visto la película Media noche en el jardín del bien y del mal" "La de Clint Eastwood" "Sí esa" "En una escena un señor pasea una correa sin perro sin que eso suponga una sorpresa para ninguno de sus vecinos" "¿Y qué pretendes hacer?" "Si te veo beber, cuando el parque esté atestado bajaré y pasearé una correa sin perro" "ja jaja " "Eso es imposible. NO puedes hacerlo. la correa colgaría y no tendría ninguna gracia" "La correa estará completamente tersa como si un perro tirase de ella" "Si lo consigues no ocurrirá como en la película, todos pensarán que estás loco" "Exacto pensarán que tu padre está loco" "Nos reiremos, pero me dará igual. negaré que eres mi padre" "Yo lo desvelaré" "No lo harás" "Lo haré. No te quepa duda. Estoy dispuesto a toda costa a que no bebas alcohol" "Allá tú. No te atreverás" "Lo tomo como un reto" "Eres muy pavo" "Veremos"

Tardó unas semanas en perfeccionar el sistema. Ocultó en el garaje una correa tipo arnés. Trenzó alambres sobre ella, los encoló y consiguió la rigidez que daba el efecto de pasear un perro. Incluso, para dar una imagen más real ató con un aro de metacrilato una correa que parecía suspendida en el cuello de un perro invisible. Tomó distancia. Le encantaba como había quedado. ahora quedaba esperar. Llegó el día. Una convocatoria por twiter en el jardín detrás de casa. Un megabotellón. La temperatura era propicia por lo que sería el primer botellón muy concurrido de la temporada. Vio pasar a los jóvenes con las botellas de alcohol. Vio salir a su hija con dos botellas en el regazo. Disimuló y sonrió. Esperó dos horas a que la concurrencia fuese máxima. cogió la correa. La ocultó debajo del gabán. REspiró. Se puso muy serio y bajó a la calle. Cogió la correa rígida por el extremo y comenzó el paseo de su perro invisible. Silbaba. Los transeúntes lo miraban y miraban alrededor buscando alguna cámara oculta. Nadie se atrevió a interrumpir su paseo. Llegó al jardín. Se metió entre los centenares de jóvenes. Esquivó los cientos de botellas del suelo. En una esquina su hija abrazada a uno de sus amigos. Conforme se acercaba le abrían el paso. Centenares de muchachos lo miraban embobados mientras él aguantaba estoico a quince metros de su hija. Muchos chicos se arremolinaron y empezaron a salir con prisa del jardín. SE quedó solo paseando a un perro invisible. Luces azules intermitentes. Dos municipales se le acercaron. "Buenas noches señor" "Buenas noches agente" "No lleva usted bolsitas para las cacas de su perro" "Agente pero.." "Es obligatorio llevar bolsitas" "Agente, disculpe. Esto no es un perro" "¿Me toma por loco?" "Es solo un arnés rígido, toque" "Ahora ha abandonado a su perro. Se le va a caer el pelo" "Nunca hubo un perro. Era una broma pra mi hija" "Aquí tiene su multa, por no recoger las deposciones de su perro y por abandonarlo" "Lo del abandono es más grave. Le citará el juez" "Pero agente" "Todo es susceptible de empeorar. Si sigue con esa actitud" "Lo he entendido".

"Papá . Te he estado esperando" "Eh...Al final no he ido. Que descanses" "Buenas noches papi" "Buenas noches hija"

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