sábado, 31 de marzo de 2018

LA TRENZA

Yo podía hacerme el flequillo hasta los veinticinco años. A partir de ahí, de forma rápida el cabello fue escaseando y a pesar de dejarme el pelo más largo tenía que recurrir a mil artificios para deja el cartón medio tapado. Hasta que un día renuncié. Fue imposible. Me resuré y me dejé una barba abisinia. Un aspecto arriesgado que durante un tiempo me conformó, pero que nunca llegó a ocupar el espacio de mis sueños. Me soñaba con mi rostro actual, incluso con la barba pero siempre con el flequillo que con tanta gracia ondeaba hacia al izquierda de mi frente. En la barba empezaron a intercalarse canas. Calvicie y barba canosa era más de lo que estaba dispuesto a soportar. Urgía una solución. El tinte de la barba no me gustaba. Y la calvicie...En el trabajo un par de jefes habían desaparecido un mes y su cuero cabelludo había aparecido más poblado. Primero un sembradico y posteriormente más denso. Sus carreras y su vida marital mejoraron. Una vez pedí presupuesto. Salía por un pico para un salario mileurista. Turquía. Era la solución. Buen precio, buena calidad. La industria del cabello se había convertido en una de las industrias más florecientes de aquella nación. Algunas agencias de viajes ofrecían paquetes turísticos. con algunos ahorros, el precio casi me llegaba. En la estancia allí tendría que reducir los gastos casi a cero, pero el proyecto se podía llevar a cabo. Contento. Ilusionado. Me había deprimido mi aspecto. En el aeropuerto localicé la cola. No fue difícil. La densidad de calvos, y pasajeros con gorro era mucho mayor que en cualquiera de las otras. Como tres veces más. En el aeropuerto de Estambul, los anuncios de clínicas de cabello en todos los idiomas estaban a cada esquina. Bajé desolado. Mi compañero de asiento me explicó que mi presupuessto era erróneo. Aunque los pelos que me pondrían parecían muchos, no daba más que para un sembradillo ralo que no disimularía nada. Tenía que hacerme a la idea, con lo escaso que yo estaba de vello de unas diez veces más. Aqué había venido yo entonces a Turquía. Para cuatro pelos me habría quedado en casa.  Me senté en un parque a la salida del aeropuerto. Se me acercó un muchacho. Que se señaló su cabeza bien poblada. Me señaló. Me dijo que le siguiera. Le pregunté cuanto y  me dijo una cantidad que me dejó satisfecho. Me insistió en que lo acompañase. Le seguí. Le ofrecí coger un taxi. Me dijo que estaba cerca y empezó a atravesar calles estrechas. Si no me devolvía al punto de partida sería incapaz de llegar. Corrió una cortina. Pasé. Era una estancia sólo iluminada por una vela. Una mujer mayor. Me invitó a sentarme en una silla delante suyo. Sentí sus ubres en el cogote. No vi por ningún sitio bisturíes, gasas, betadine, ni  ningún rastro de lo que se puediera considerar asepsia. Me echó aceite y me dio friegas. Después algo que olía  a ajo, luego jenjibre, cilantro, mostaza, ceniza y por último , sacrificó un puercoespín delante mio y me vertió el contenido de su vesícula biliar en la cabeza. Agua y jabón. Me secó. Un poco de crema hidratante y me fui a la calle con mi calva brillante. Me dijo que tenía que poner algo de aceite cada día. En dos semanas vería los resultados. Embarqué sin pelo, como había venido.Dos semanas después, por la noche tuve pesadillas, terribles. Extendí las manos y cogí a ciegas una toalla o algo similar que de inmediato me relajó. DEsperté. Lo que tenía en la mano era un trenza. Una trenza que provenía de mi cogote. Seguía absolutamente calvo pero con un trenza hasta más abajo de la cintura. Vaya una estafa. O bueno tampoco estaba tan mal. Para ir al trabajo era complicado. Me la lié conmo si fuese una ensaimada encima de la cabeza y fui. A nadie le pareció extraño, nadie preguntó y nadie hizo bromas. Lunes después de vacaciones, los papeles se amontonaban en la mesa. empezaba a ponerme nervioso. Cogí la trenza. La sobé entre las manos, la esturjé y la acaricié y me quedé relajado. El trabajo me cundió más que nunca. Y así cada día. Fresco, con buenas ideas, resolutivo. Ascendí. El jefe me felicitó. Me dijo que llevaba un peinado raro, pero me recomendó hacer algo que estaría muy bien visto en la empresa: Donar unos centímetros de mi trenza cuarenta o cincuenta, para pelucas de personas que han perdido el cabello con un tratamiento. Me pareció bien. Allí mismo corté sesenta centímetros y los doné. La prensa inmortalizó el momento. Por la noche volví a tener pesadillas. Busqué mi trenza y no la encontré. Me desperté jadeando con sensación de asfixia. Me fui al baño. Mi trenza había desaparecido de raíz. Ahora estoy desempleado. Cuando trabaje de nuevo intentaré injertarme pelo, si no una trenza, por lo menos un sembradico.

La cota de malla

"Se nos fue de las manos" "Desde luego. Nadie pensaba que fuese a ocurrir aquello" "Podíamos haberlo impedido, pero si los padres estaban de acuerdo ¿qué podíamos hacer?" "Lo consultamos a la asociación de padres, punto por punto y coma por coma como recomiendan los protocolos" "Dijeron que era adecuado. Que se dejara libertd  que no interviniesemos más de lo necesario" "Quizás intervinimos poco" "Sí debimos intervenir algo más" "Pero teníamos las manos atadas con el manual de conducta, nada de decisiones irreflexivas e inopnadas, cualquier reacción se debía reflexionar, ponderar y consultar con un superior" "Y eso hicimos. A rajatabla" "Algún profesor dijo que en caso de urgencias se debn saltar las normas, que incluso los militares no están obligados a cumplir una orden injusta" "Porque en el códigomilitar figura así, pero en nuestro código ético no" "Entonces lo hicimos bien" "Completamente bien, sin una pega en nuestra actuación" "Pero el resultado fue deleznable" "Peor imposible. Nefasto" "Y tú te arrepientes" "Me habría gustado que fuese de otra manera, pero si te atienes a las normas como hicimos, yo estoy completamente tranquilo" "Allá cada cual según su conciencia, yo la mía en paz" "Yo también"

El niño rubio más bajito de la clase mancho inadvertidamente de tinta el cuaderno de la niña rubia pecosa. El niño intentó arreglarlo cogiendo el cuaderno, pero la manacha aún se hizo mayor. La niña se puso furiosa, sus carrillos más rojos que su pelo. Cerró los ojos que quedaron en dos líneas. Apretó los puños. Respiró varias veces muy fuerte. REsopló después. cogió el lápizy se lo clavó en el pecho al niño que le había manchado el cuaderno. el profesor quedó espanado cuando vio el lápiz clavado en el pecho y un rodete de sangre rezumando la camiseta del niño. El niño no lloraba, pero hacía hipidos evitando la respiración por no incrementar los daños. El profesro se acercó. Retiró la camiseta y respiró aliviadocunado el lápiz cayó al suelo sin aumento de la hemorragia. Un orificio redondo en el esternón, que había hecho de escudo. Llamaron a los padres exlicando el incidente. Lo comprendieron. Cosas de niños. El día siguiente el niño tardó en subir a la primera planta donde estaba su clase. Tenía que ayudarse cogiendo el pasamanos. El profesor que subió el último  le empujó en los últimos cuatrocinco escalones. Una cota de malla de cuatro kilos para un peso de unos veinte es demasiado peso. El profesor le ofreció quitársela. el niño dijo que bajo ningún concepto, su padre se lo había prohibido. El niño volvió a su pupitre junto a su compañera. Le vertió la tinta en el cuaderno aposta. La niña se levantó hciendo pucheros. el muchacho se sentía protegido con el metal trenzado, la niña lo volvió  a atacar, en el hombro esta vez. El niño lloraba. EL profesor curó la herida. Llamaron de nuevo a los padres que prefiriern que el incidente se pasar por alto. El día siguiente el niño subió con la cota de malla,  reforzada con un peto de acero con hombreras y en el cito un pequeño puñal. Se acercó a la niña y tiró con violencia el tintero. cogió el cuaderno. lo tiró al suelo y lopisó. La niña cogió el lápiz. Lo clavó por encima del peto por encima del yugulum esternal. El niño comenzó a tener dificultades para respirar, pero sacó fuerzas, cogió el puñal del cinto y se lo clavó en el cuello. El resto de la clase se enzarzó en una pelea, los que stabana  facor del niñño y los de la niña.

"Dos niños de seis años muertos es mucho" "Si se cumplen las reglas no" "Eso es verdad" "Fue una desgracia" "La vida es así"

viernes, 30 de marzo de 2018

RELOJ DE ARENA

Tarde de domingo. Tele y sofá. Un día con un consumo energético de metabolismo basal es necesario. Descanso sin hiperactividad. Perder el tiempo con lasitud. Sin gastar energía en zapear. Rastrear en los videoclubs de pago por internet lo que te ofrecen. Series, películas o documentales. Pulsar y ver. Error. Si está demasiado cansado se dormirá, y sólo varios minutos después de dormirse el programa le pedirá que pulses alguna tecla para continuar. Está cansado de una semana dura. Estás cansadp hoy de no hacer nada. El sueño de la pereza. Cae. se derrumba desde los brazos del sofá. En sueños, retazos de los momentos más subidos de tono de la serie que estaba viendo. Sólo pinceladas que no conducen a un recuerdo concreto. El ruido de fondo del sonido de la serie le condujo al sueño. Dormido. Profundo. Un ruido entre un roce y un tintineo. Se gira en el sillón buscando el silencio con un cambio de la postura. Sigue el roce. sigue el tintineo. Muy suave. Como un susurro. Es por eso que aun capta más su atención. No se puede abstraer. le va a despertar. le va a sacar del sueño. le ha sacado del sueño. le ha despertado de mal humor. Abre un ojo. La televisión se ha parado en el punto en que te demandaba alguna acción para seguir. La misma luz cálida que le gusta. La televisión está en silencio. Busca a su alrededor el origen del sonido que le ha importunado. Bisbisea, sisea como la lengua de una pequeña serpiente blandida en el aire. JUnto al televisor. de unos veinte centímetros, dorado, con dos ampollas de vidrio comunicadas relleno de una arena color ceniza que se cuela por el orificio. Ese es el roce que había oído. El reloj de arena. Pero él no tenía ningún reloj de arena antes de acostarse, ni en el salón ni en ningún sitio. No se explica como ese reloj ha apareceido ahí. Y como ha aparecido marcando el paso del tiempo. Se levanta. Mira las otras dos depensdencias del apartamento. Nadie. La llave está echada y las ventans cerradas. Pero el reloj no estaba y ahora está y marcando acelerado el paso del tiempo. Vuelve al sillón. Se sienta. Deja la serie de la televisión en pausa. El tiempo ene el reloj., pero un reloj de arena marca siempre un tiempo limitado, no es como un reloj de esfera o una reloj digital que cuando termina de hacer un ciclo inica otro. Un reloj de arena es esencialmente como un cronómetro. cuando toda la arena se traslada a la ampolla inferior el tiempo se acabó. Final. Salvo que se gire y se comience así un nuevo ciclo. Es un cronómetro. Pero un cronómetro de qué. aparece en tu casa cunado descanasas en el único domingo que tienes a marcar e tiempo que falta para algo. El tiempo se agota. Quizás es un juego. Un tiempo límite para averiguarlo. Una cámara oculta propiciada por algún amigo. Eso sería divertido. Una cámara oculta. Pero con todo cerrado. IMposible. Ningún ser humano ha podido entrar a colocar ese reloj ahí. Ya ahay más arena en la ampolla inferior que la superior. sigue rozando. Aunque los granos llevan la misma velocidad, con la escasez parece que se aceleran. Está terminado y no sabe qué es lo que culmina con los granos de arena. Y si fuese su vida. Y si cunado tu vida llega a su fin aparece un reloj junto a ti para mostrarte el tiempo restante. su vida está terminando. Se trata de eso. La vida termina y se escenifica en un reloj que ha aprecedio en su casa. Empieza a encontrarse mal. Palpitaciones, diaforesis, se orina, pero no es necesario ir a mear cuando para el colapso de tu organismo pasan unos instantes. Y si le diese la vuelta al reloj. Tendría una prórroga pra vivir. Lo hace. Espera un instant ey no pasa nada. Tiene su prórroga. se siente algo mejor. aprovecha para hacer una llamada su hermano. Hace años queno hablan. Comunica. comunica y la rena se agota. No sabe si darle otra vuelta, pero para qué, la suerte está echada. Espera al último grano. Y no pasa nada.

jueves, 29 de marzo de 2018

Pizza margarita

"Llegas cuarenta minutos tarde" "Se me ha estropeado el coche. No he podido ni sacarlo del garaje. La batería está agotada" "Ya siempre es igual. He estado a punto de irme. De hecho me había marchado pero he vuelto" "Te lo agradezco, pero esta vez no ha sido culpa mía. Estoy sudando. Vengo corriendo . La camisa la llevo hecha una calamidad. No sé si va para ir aningún sitio" "ïbamos a ir al teatro" "ïbamos" Vamos" "La función ha empezado hace quince minutos" "Estarán pasando todavía los anuncios" "Mira que eres obtuso. En el teatro no hay anuncios" "Lo sé. No era más que una broma para arrancarte una sonrisa" "Ja ja ja ja" "No te gastaré más bromas. sigue amargada" "Cuarenta minutos. No soporto los ladrones de tiempo" "TE he dicho que se me ha roto el coche. Que he tenido que venir corriendo, llevo la camisa empapada. me dejas que me siente al lado tuyo" "Sientate" "Estoy cansado. A ver si recupero el resuello" "No exageres" "¿Exagerar? Mírame" "Eso son gotas" "NO" "Sí son gotas en el asfalto" "Es verdad me ha caído una" "Eso faltaba que lloviese" "Está apretando" "Nos metemos al cien. Al primer pase que proyecten. El caso es ponernos a cubierto y evitar el frío. Vamos. ¿qué buscas?" "Mi cartera" "Has mirado por el suelo" "Si donde creo que me la he dejado es en la guantera del coche. A ver en el bolsillo. Sólo tengo unas monedas" "Vaya perspectiva entonces, yo tengo poco más de diez euros" "Lo siento" "Hoy la suerte no está de cara. Un cine desde luego ya no" "Está apretando pensemos qué hacemos o nos vamos a calar y con la camisa mojada empiezo a tener frío" "Vamos a cobijarnos de momento mientras se nos ocurre algo en la maquesina del autobús" "Aquí no salpica el agua" "Está tronando" "Se han vaciado las calles y las terrazas. Punto y final" "No de ja de ser un consuelo" "¿El qué?" "Jodidos nosotros, jodidos todos" "Eso es una maldad" "Es exactamente lo que pienso" "Con mis monedas y tu billete podemos hacer algo. Voy a acercarme a la pizzeria de la esquina, con la lluvia la terraza ha fracasado y la venta de la calle también. Si le caigo simpático igual por este dinero nos da los dos refrescos y un par de porciones de pizza" "Seguro" "Si no lo intento. Espera aquí" "Todavía llueve" "No importa" Poco después. "Objetivo cumplido. Se ha resisitido mínimamente, pero después  ha claudicado. dos trozacos de pizza margarita. Cuidado que quema. Tu agua y mi cerveza" "Qué rica está" "Aqui la hacen muy buena" "Y hoy la encuentro deliciosa. Mira qué relámpago. Sube los pies. comienzasn de nuevo gotas gordas" "Que chaparrón" "¿Estás ya bien. Se te ha pasado el enfado por mi tardanza?" "CAsi" "Cómo que casi. Me juego la vida para traer la cena. Le traigo una cena opipara por un precio exiguo y sólo casi me ha perdonado. Eso es muy rácano" "Bueno. TE perdono del todo pero te calllas ya" "Si me callo ya no hablo más en toda la noche" "Eso tú no te lo crees"".......Qué frío" "Ves has hablado" "Eso no vale. empecemos otra vez" "No cena. Se te va a enfriar. Me has hecho reír. Ya te he perdonado. Dame un beso y lo sellamos definitivamente. Claro" "No está saliendo mal la velada" "Para mí muy bien" "con cutro cosicas" "Otro día te compenso, sin la cartera ni dinero ni tarjetas. Así podremos salir más veces" "Por supuesto. Ha parado de llover. ¿Paseamos?" "Oh singing in the rain. just singingi in the rain,,," "No chapotees en los charcos" "Acompáñame" "Noooo. Que llevo bailarinas . Ja jaja" "¿Es aquí tu casa?" "Sí. lo he pasado muy bien. ¿Nos veremos mañana?" "Por la tarde. TE invito al teatro" "Por mi con que seas puntual"

martes, 27 de marzo de 2018

CIEGO

"No veo. No veo nada" "Desde cuando le pasa" "Hace un mes aproximadamante" "Consume drogas, ¿cocaína?" "Alcohol , tabaco..." "Lo normal, mucho menos que mucha gente" "Se ha calvado alguna astilla en el trabajo o en el jardín" "Soy informático y vivo en un piso sin terraza" "¿Alguna enfermedad en su familia?" "De la vista no. Todos han leído hasta muy ancianos" "Notó los días o semansa nateriores como moscas en la vista o destellos" "No" "He visto sus análisis, los parámetros de su sangre son nomales. Hay una cifra de vitaminas normal. El fondo de ojo es normal. su retina está adherida a la órbita y su cristalino no tiene ninguna opacidad, quiero decir catararas. ¿Y le pasó en los dos ojos a la vez?" "Desde luego. No he notado ninguna diferencia entre los dos" "La tomografía tamppoco revela ninguna alteración el cortex oxxipital ni en ninguna otra parte de su cerbro. su caso me tiene muy intrigado. He hecho consultas con algunos de mis colegas más expertos de todo el país, y de momento ninguno me ha hecho llegar sus sugerencias. No hay nada que le sugiera por qué ocurrió esto" "Nada" "Cariño, las visiones" "Calla. Te he dicho que no dijeras nada" "¿Qué es lo que no me tenías que decir?" "Esta mujer habla de más" "Todo empezó a la vez que tus visiones. Díselo al doctor. quizás así pueda ayudarte" "¿Qué visiones? dígamelo" "Doctor lo que yo le diga queda amparado bajo el secreto profesional" "Por supuesto. No tenga ninguna duda" "Empecé a tener visiones, rimero eran borrosas, como niebla con formas que se movían, eos fue mientras aún conservaba algo de vista. conforme veíamenos las visione se hicieron más continus y más nítidas" "¿Qué veía?" "Al principio niebla. No era capaz de identificar ninguna forma" "Sí. Pero después, cuandoya perdió la vista" "Veía las imágenes con gran nitidez como veía larealidad delante de mis ojos antes de perder la vista. ¿Cree que tendré cura?" "Espero que sí, pero siga detallándome qué veía. si era n recuerdos, situaciones abstractas o concretas. Esopodría hablarnos de alguna zona del cerebro como causante del problema. si la identificásemos, quizás podríamos encontrar una solución o al menos paliarlo. Dígame qué veía" "Al principio. Retazos del pasado. Fotos en blanco y negro de cuando era niño, de mi padre, de mi madre, de los veranos, de la casa del pueblo" "Recuerdos" "Ahí todaví ditinguía formas. cuando ya dejé de ver por completo, veía escenas en movimiento de un pasado cada vez más reciente. Muchas de esas escenas no recordaba haberlas vivido" "No era consciente de haberlas visto antes" "No doctor. REconocía el escenario, los personajes, yo nunca porque era quien veía, pero no recordaba haber vivido esos momentos, y era yo, porque en las imagenes al mirar al suelo, siempre veía el dedo gordo de mi mano al que desde muy niño le falta alguna falange" "Pasado con movimiento. Un recuerdo complejo" " Sí y  un pasdo cada vez más reciente. Meses, semanas, días" "Perdón que le interrumpa. En ese momento llevaba ya semanas sin ver. NO consultó usted con el médico. La ceguera suele causar angustia a quien la sufre" "Pero yo veía" "El pasado sí, pero no la realidad delante de sus ojos" "El pasado una vez fue presente" "Prosiga" "En la última semana me aparecieron imagenes muy extrañas. YO tengo educacíón la justa, hasta el bachilleer. Empezaron a aparecer fórmulas matemáticas complejísimas con carcters que no comprendía. Los transcribí en una pizarra, y en la facultad aún los están inerpretandon, pero dicen que tiene sentido" "Matemáticas" "Y los poemas queme has dictado . Cariño. Que´bonitos" "En efecto veía poemas, con palabras quejuraría no conocer" "Qué bonitos" "El área del lenguaje también involucrado. Qué interesante" " Y los últimos dos días estoy viendo cosas que no han ocurrido, creo" "Está viendo el futuro" "Sí me vi entrando en esta consulta y fíjese que no le veo" "Pero se puede tratar de un fenómeno de deja vu , el cerebro nos engaña pensadndo que ya hemos visto o vivido algo" "En unos minutos se habrirá la ventana por le viento y tirará el búcaro" "Usted no lo ve, pero no hace viento" "Hará: mire" "Mi búcaro" "Se lo he dicho. Y creo que cada vez se aleja más del presente" "Visones sobre el futuro" "Científicamente no puedo creerlo" "Y lo del búcaro" "Puede ser un truco" "No es un truco. Me marcho" "No se enfade. perdone. Permítame conocer un poco más el futuro" "Me marcho" "¿Por qué?" "NO voy a volver a ver. Nada me interesa. Adiós"

lunes, 26 de marzo de 2018

PROHIBIDO FUMAR

"Lleva cuidado no se vaya a cerrar la puerta" "¿No se puede abrir desde fuera?" "No lleva uno de esos sistemas contraincendios. Se pulsa desde fuera pero si hace click estamos atrapados" "En el exterior" "Sí, es una paradoja, atrapados en el exterior. Ponle el suero de plástico para que no se cierre" "Sigue lloviendo. Sólo chispea" "Hace frío. Menos mal que tenía a mano el pluma" "En el monte tiene que estar nevando. ¿Tienes fuego? " "Sí. Acércate" "No te conocía" "Llevo poco tiempo aquí" "Entonces no te conoces los sitios para fumar" "No. Sólo alguno como éste" "Yo te puedo mostrar más. hay un montón de rincones que usan médicos y enfermeras, aunque los ventilan los puedes encontrar" "¿Fumas cigarrillos?" "No me he podido quitar del winston. Sé que suena muy antiguo, pero mis manos son muñones para liar tabaco" "¿Te costará un pico?" "Lo pagan mis padres. Y como me relajo cuando fumo, lo pagan a gusto, además y esto no se lo he dicho a nadie, albergan la esperanza de que muera un poquito antes. Aunque no lo admiten les gustaría sobrevivirme" "Eso que dices es una burrada" "No. Es exacto. Les he dado mucho cartigo. Queriendo y sin querer. No siempre soy muy consciente de lo que hago. A veces mi cabeza simplemente se va y no me puedo controlar" "Vaya" "Tiene sus ventajas, me pagan el tabaco sin rechistar" "No creo que te compense ni que les compense" "No lo sé. Espero que sí. Ahora que estoy bien me gustaría que tuvieeran alguna satisfacción, aunque sea descansar de mi unos años" "Te pondrás bien" "Lo mío no tiene buen pronóstico. Si no tomo las pastillas broto" "Tómatelas" "Y si me las tomo, mi cerebro se deteriora, estoy tranquilo pero no siento que soy yo" "Es un dilema" "Cuando puedo razonar sí, cuando no simplemente es una mierda. Perdón" "No te preocupes. Lo he entendido" "Qué hábil eres liando" "Llevo mucha práctica" "Me da un poco de envidia" "Te paso unos cuantos y los pruebas" "A mi me gusta el Winston. Lo que me asombra es tu habilidad. Yo entre la enfermedad y los tratamiento, unas veces tengo mucha rigidez y otras temblor" "¿quieres probar?" "Me da mucha vergüenza. Mejor. No. Si no intento hacer cosas que no debo hacer parezco una persona normal. A la larga eso me aburre, pero a veces, sobre todo después de una crisis, me gusta" "Eso está bien" "Y tú como estás" "Yo bien. Bien. Un ingreso más" "Tienes muy buen aspecto. Permiteme que te diga que eres muy bonita. La más bonita de las chicas de esta planta" "Gracias. Exageras. No soy tan bonita. Además para qué. Las cosas no tienen demasiado sentido" "No estás muy animada" "No" "Por eso has ingresado" "Y porque me tomé las pastillas del mes de una sentada" "Qué bruta. tomarías agua al menos" "Claro. Si no no pasaban. Lo que me costó controlar las náuseas" "¿De verdad querías matarte?" "Sí" "Sin medias tintas" "Sin medias tintas" "¿Pero estás algo mejor ya?" "Claro. Si no no estaría fumando. De todas formas no es la primera vez. Mira" "¿Te has cortado las venas?" "Dos veces" "Un día te vas a matar. Y lo lamentarás" "Sí. Pero no lo lamentaré" "No es tan malo" "Tu vida no parece ser precisamente la más alegre del mundo" "No. Pero ahora estoy bien y eso me gusta. No veo todo negro. Ahora por ejemplo he salido a fumar solo y has venido tú. Estoy pasando un rato agradable, sin contar cada minuto que pasa en mi reloj" "A mi  me está pasando lo mismo. Gracias" "Empieza a llover otra vez. Qué frío hace. Estoy temblando" "Eso has dicho que era de la medicación" "No. Esta vez es de frío.Me meto un poco. Estoy en la planta de abajo en la sexta izquierda. La catorce. si te apetece hablar, te pasas" "Gracias. Esto está muy alto" "Un séptimo, la he encontrado abierta por chiripa. ¿Pasas?" "No. me quedaré un rato más" "Hasta luego. Si quieres te pasas" "Adios".Un ruido seco en la lejanía, un chasquido. GRitos. Focos luminosos de una ambulancia. El personal de seguridad que llegó a la planta para sellar el lugar desde el que se había lanzado al vacío.

domingo, 25 de marzo de 2018

EL JARDIN

Un trozo de tierra heredado sin ningun valor para nadie que no fuera él. Donde todos veían un erial, él desde niño siempre vio un jardín. Dos almendros medio secos, un un par de oliveras que él mismo plantó con su abuelo. Sin agua poco más se podía hacer, y rezando para que en los años secos o con las plagas de perforadores no se perdieran los árboles. Su jardín. Cada noche se dormía pensando la distribución de los árboles , las zonas de arbustos, los setos, las plantas aromáticas, plantas para llenar el ambiente siempre de flores y de fragancias. Se sentaba en un caballón  y miraba el esqueje de la olivera, pasaba así horas, algunos días, si había llovido le parecía ver crecer las hojas. Se lo decía a su madre que le decía que eso era imposible, el tiempo de las plantas es imposible para los humanos. Le echaba abono, conducía las escorrentías de las lluvias para suplementarle el agua que necesitaba. Y pasó el tiempo. Faltó su abuelo y le legó el trozo de tierra. Sacó sus proyectos de tantos años, y según el tiempo y su exigua economía le permitían fue desarrollando un proyecto. Orden escrupuloso, empexó por la mitad del terreno, con la olivera que ya exhibía un porte de arbol adolescente. Se seguía sentando a observar cad detalle de su tronco rugoso, de las ramas, los nudos entorno a los cortes de la poda. Las cicatrices y las raicez que serpetnteaban por el suelo. En unos años, era una olivera adulta de tronco rugoso y polilobulado. El jardían estaba terminado. Un jardín seco y aromático. Para ese momento, los regadíos se habían ampliado y junto a la finca pasaba una acequia. Era el momento de hacer la otra parte del jardín. volvió a los planos. Hierba. rosas, peonías, albahaca, menta y tambien en un rincon tomates, patatas y hortalizas. Hizo surcos en la tierra. Canalizó las aguas para goteo, diseñó parterres, plantó retama y lo rodeó de una valla de enredaderas. Se subió al tejado. Había quedado muy hermoso, incluso con una fuente que recirculaba el agua. Se sntió orgulloso. Miró al otro lado, la olivera, romero y tomillo. cactus y plantas leñosas que desmerecían el otro lado del jardín. Ampliar el jardín húmedo a costa de talar y podar el seco parecía una solución razonable. Los cambios, las reformas son siempre necesarias, pero talar árboles que plantó desde niño era imposible. Sentiría como si se amputase algo. Sin embargo, la conexión entre las dos partes era imposible. Un muro o un seto en tan poco espacio no eran una buena solución, se perdería la frescura y se perdería la luz.Cada día le hacía sentirse más inquieto, aquella aberración estética no le permitía dormir. REcorriendo con vaguería el televisor se le ocurrió una solución. Con cuatro listones, hizo un marco que separaba los dos lados del jardía. Agua, cerveza, limpiavajillas y azucar.dos palos y una ela circular. lo empapo, lo agitó y obtuvo unas burbujas irisadas enormes, A base de mucha práctica, sopló y consiguió que la burbuja quedase istalada en el marco. Subió al tejado. Mientras la burbuja se mantivo estable, el resultado estético era perfecto. con la práctica simepre conseguí la separación a la primera. Un día intentó atravesar la pompa plana, Lo consiguió. Del jardían húmedo al seco. Una sensación agradable. Fresca, sutil, un placer efímero pero intenso. Pasó muchas veces muchos días. Inadvertidamente el paso se iba haciendo menos fluido. Al principio, el gel parecía más viscoso, pero de forma insignificante. El paso del jardían seco de la olivera al húmedo, era sencillo, pero la vuelta era más costosa. Con la misma composición del gel, la consisencia llegó a ser la de una membrana. A duras penas pudo romperla pero el muro irisado permanecó en pie. Cada día sopló la burbuja. Un día pudo pasar del seco al húmedo. Trabajó. Limpio las hojas, puso tutores a las plantas jóvenes, regó y abonó. Volvió al jardían seco y la burbuja ni siquiera le permitió dibujar la impronta de un dedo. tuvo que esperar a la caída del sol para que el jabón se disipase. Plop. Se repitió durante dos meses. el jardín seco languidecía huerfano de cuidados, el húmedo resplandecía en invierno y en verano. El jardinero veía perderse los árboles que plantó en su infancia. La burbuja que erigía cada mañana se había convertido en el muro que iba a acabar con lo que el huerto fue al principio. No pudo resisitirse a soplar cada día. Al final delante de su vista el huerto se secó. Falto de cuidados los peerforadores acabaron con los árboles, con ellos se fue la sombra y quedí el erial que fue al principio. Aquello no tenía salvación Cortó los árboles. Mantuvo los esquejes para hacer los asientos de una mesa que mandó construir con la madera de la olivera. Extendió el jardín húmedo. Ya no necesitó soplar. Más. Un sinsentido separar dos zonas iguales, o casi.

sábado, 24 de marzo de 2018

DOCE CENTIMETROS

Doce centímetros es la distancia ideal para no desenfocar una mirada. Para apreciar los detalles sin que se deformen, para apreciar el conjunto de un rostro o dividirlo en partes virtuales. Y con cada parte sus detalles, las pecas de una pupila, el lobulillo de una oreja, el color de las raíces del cabello, las cejas , las pestañas, largas o cortas, el color de la piel, los restos de perfilador entre raíces de las pestañas. Doce centímetros, ni uno más ni uno menos. Distancia justa para las caricias, para el juego de los ciegos. Palpar y reconocer los rasgos, los pliegues y promontorios, lo surcos, los valles y las colinas. Los pulpejos de los dedos deslizándose sobre los raíles del rostro. Y parpadeos rápidos como alas de mariposa, coreografía de abanicos. Olores. Fragancias. Aromas. Gestos. Guiños. Sonrisas. Alguna lágrima. Cabello revuelto. Sábanas plegadas. La distancia justa para lo sentidos. Para los momentos, para la complicidad, para el olvido y para el recuerdo. Perfecta para la comunicación en un sentido amplio, muy amplio y exhaustivo.

Doce, once, diez, nueve, ocho, siete, seis cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero. Contacto. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce y vuelta  a empezar una y otra vez. Y después doce de nuevo. doce justos. La perfección más absoluta. Clímax.

Trece, catorce, quince, dieciséis, cien metros, un kilómetro, veinte kilómetros, un año luz. Lejos. Sin olor, con sonidos distintos. Con la intimidad perdida por cientos de personas y miles de objetos que se cruzan en la línea entre las dos voluntades. Calor ausente. Frémito lejano eco infinito. Fuerza centrífuga en pos de un arco iris luminiscente que se aleja a cada avance. Alrededor dos sueños, abajo el mundo negro, una pesadilla, arriba el cielo querubines y sueños húmedos. El arco iris desaparece cuando se alcanza, se va la luz, el universo se acaba y queda el vacío oscuro y gélido, la tierra ignota, el espacio que nadie ha logrado navegar más allá del fin. Sin embargo, en la lejanía, en la fuerza que aleja del origen, las naves confían que en el espacio que no termina puedan de nuevo reencontrarse navegando al pairo o con un viento fresco. Y en medio de dimensiones cósmicas donde lo gigante se queda enano como un virus, suspendidos en el vacío, los seres afines se divisan a lo lejos, flotan en la nada oscura y helada e impulsados por la estela de un cometa giran , se aproximan, despiertan y se ven. Despacio. Muy lento, como ocurren las cosas fuera de la atmósfera, flotan en un lugar sin ruido, un lugar sin luz donde el tiempo es relativo, se expande y se contrae a voluntad del propietario del reloj.Y es así como abren los ojos dentro de las escafandras frente a frente en la distancia justa de doce centímetros, sin olores, sin tacto, sin calor, pero con el contacto de la mirada perdida dentro de un cristal resistente para poder trabajar en el espacio. Y se deslizan hasta encontrar una órbita confortable alrededor de la tierra o de la luna o de saturno cuyos anillos son mucho más hermosos. Doce centímetros girando alrededor de los planetas. Doce centímetros recibiendo calor del sol. Doce centímetros y se mirarán en una estrella, en una supernova. Porque doce centímetros y no trece ni once es la distancia ideal para no desenfocar una mirada.

viernes, 23 de marzo de 2018

Regreso ,Anemia 6 Temporada primera entrega

Vlad consiguió ser humano. Nadie sabe cómo pero lo consiguió. Los sueños cuando se persiguen a veces ocurren, incluso sin perseguirlos. Vlad lo había intentado, lo había anhelado con todas sus fuerzas de un ser eterno. Y lo consiguió. Humano a todos los efectos con sus ventajas y sus consecuencias. Consiguió pasear de día por los sotos de la huerta, Apreció la luz del sol. Durmió de noche y vivió de día, como un humano cualquiera, se sintió mortal y esquivó la muerte por el deseo de vivir que tienen todos los humanos.  Ese deseo de sorber cada instante de saborear cada momento con la intensidad del último. Para un ser acostumbrado a la inmortalidad, el péndulo del tiempo pendiente del techo es un novedad dolorosa pero a la vez cargada de gozo. Vivir. Sentir el tic tac del reloj en la muñeca como algo más que un ruido. Ver desgranarse la arena del reloj con el eco de un derrumbe. El eco que va contigo que te acompaña con el cambio de los días , con el cambio de las estaciones, los momentos, los instantes con nombres, nombres concretos más largos que su duración, el tiempo. El tiempo es la virtud de los vivos, el tedio de los malditos. Vlad había entrado en el carrusel del tiempo. La prisa, la lentitud, la paciencia, la desesperanza, virtudes y problemas gratos de buen sabor a alguien no acostumbrado a sabores amargos. Vlad llegó a ser humano. nadie sabe como, pero fue humano. Esclavo del tiempo, discípulo del tiempo, tiempo mismo, pero tiempo limitado y no eternidad. Por su deseo, por su voluntad no expresada de ser eterno, aunque con una eternidad abandonada, dejada al albur de algún diablo.

Amaneció. La ventana abierta. La luz del sol le dilató las pupilas. Los ojos grises de los muertos habían tomado el color azul de los vivos. Miró a su lado. Sintió el calor de la carne. Estiró la mano y alcanzó el vaso. Bebió un sorbo de agua con constelaciones de burbujas de aire. Agua insípida. Estiró la mano y sintió el calor a su lado. Volvió a sorber el agua y evocó el sabor de la sangre. Miró la venas turgentes del cuello y echó de menos la succión. El placer intenso de los sorbos de sangre roja. La vida sorbida desde un muerto viviente, un muerto eterno tenía un sabor que no alcanzaba ninguno de los manjares que como mortal había degustado. Se sintió triste mirando el sol y que no lo abrasase. Después de tan intenso deseo, echó de menos la quemadura del sol, cerró los ojos. Se abrazó el torso y lloró desconsolado. La etenidad. Había renunciado a la eternidad para tomar unos sorbos de vida. Unos sorbos sabrosos pero cortos. La etenidad, la noche y la luna. Los gatos, los cárabos y los grillos. Ceniza. Fuego y luz de luna. Echó de menos los sueños. Pero los sueños son cosa de humanos Los sueños sirven para los mortales. Los seres inmortales no sueñan. El soñó con ser mortal. y se le concedió y ahora bebido el cáliz de la vida añoraba la libertad, o la esclavitud, o la elegancia de los seres inmortales. Sea en forma de humo, o de lobo, o de seres vestidos en trajes elegantes siempre impolutos, para deslumbrar a los vivos. empezaba la Semana Santa, y quería vivirla no como un cofrade sino como un maldito, con sus contradicciones, con su veneno y su miel, eterno, ceniza y brasas, fuego y hiel, vida eterna. Si un rayo de sol, o unas gotas de agua bendita, o una estaca no se cruzaban en su camino.

Buscó un vampiro del Castellar. Le ofreció la yugular hasta que alcanzó la inmortalidad. De nuevo. Volvió a su alcoba, de noche y sorbió la yugular que había acariciado. Elevó el vuelo iluminado por la luz de luna y llegó a la cripta, en el fondo su ataúd con algunos restos todavía de la tierra de los Cárpatos que lo vio nacer.Eterno. De nuevo.       

jueves, 22 de marzo de 2018

ATERRIZAJE

"¿Qué hemos venido a hacer aquí?" "Investigar" "No hay ni una marca, ni un sólo resto. Esto suena a un gran camelo" "Usted tiene más experiencia, pero el boing procedente de Taipei comenzó su aterrizaje en esta pista" "¿Y donde se supone que está el aparato, la tripulación y el pasaje? ¿Los ve en algún lugar?" "Evidentemente no. Por eso nos ha enviado la IATA, porque el pasaje no aparece y nos jugamos millones de euros en indeminizaciones" "El dinero me la trae floja. La gente ¿donde está la gente?" "Aquí no. Ni rastro de las cajas negras" "Cómo iban a estar. No hay restos de nada" "Se ha intentado pero no hay señales de ningún tipo" "Entonces tenemos sólo las grabaciones de la torre de control" "Sí. Si quiere vamos a escucharlas. Empieza a llover"

"Torre de control. Torre de control. Aquí el vuelo Being 747 procedente de Taipei. Solicitamos permiso para el aterrizaje en la pista 1"" Boein 747 procednete de Taipei. En dos minutos puede inicar las maniobras de aproximación a la pista. Si lo desea el sistema automático se hará cargo del control del vuelo" "Iniciamos la maniobra. DEscenso de treinta pies por minuto. Señores pasajeros abróchense el cinturón de seguridad. Vamos a iniciar la maniobra de aterrizaje. En Madrid está despejado y la temperatura es en este momento de ocho grados centigrados. quinientos pies de altitud. Seguimos el descenso torre" "Afirmativo, mantengan dirección y ritmo de descenso" "Estamos deseando llegar a Madrid. Tengo reservado para cenar". "En una hora estamos allí capitán" "Capitán las luces" "¡Qué! las luces de la pista" "Una apagón" "No hay luces capitán" "Compruebe la dirección quizás los aparatos de navegación  han fallado" "Aborte el aterrizaje hasta que no tengamos alguna referencia" "Demasiado tarde. Estamos bajo control de la torre" "Entonces adonde vamos" "No lo sé" 

"Y eso es todo" "No es mucho" "Las coordenadas del aterrizaje, hasta el momento de la desaparición, fueron en todo momento las exactas" "Y¿ alguna particularidad?" "Sí. cotejando los datos de los sistemas de localización y la grabación, los últimos minutos transcurrieron cuando el avión ya habia desaparecido de cualquier control" "Curioso. ¿Y las luces? ¿Se apagaron en algún momento?" "No. El protocolo exige el registro de cualquier incidencia por nimia que parezca y no hubo ninguna anotación" "¿Usted qué piensa?" "El avión ha desaparecido. No me pregunte como" "¿Qué pondremos en el informe?" "La verdad. Redactada de un modo que deje poco a la imaginacíón" "Algo tendremos que imaginar" "Pero que no lo parezca" "Señores. Hay una llamada para ustedes, de la central de la IATa" "Pásemelo" "El avión ha aparecido en una isla de Nueva Zelanda " "¿Y los tripulantes?" "Todos vivos, pero nadie recuerda el intervalo desde el aterrizaje a la desaparición" "Eso nos aclara todo" "No nos aclara nada, pero ya es cuestión de otros tomar las decisiones. Nosotros nos ahorramos hacer el informe" "

miércoles, 21 de marzo de 2018

EL ACCIDENTE

Salió del parking del edificio deprisa. La puerta del garaje se cerraba justo delante suyo. Había un sensor de infrarrojos que haría que si el coche pasaba por enmedio se detuviese. Pero, y si fallaba. Le daba mal rollo, o le motivaba pasar quemando goma antes que la puerta se cerrase. El problema de acelerar es que debes después frenar si te incorporas a una calle. Para frenar debes tener el coche en condiciones y los reflejos alerta. El coche estaba recién pintado, pero en frenos ni un duro. Los reflejos después de una noche de fiesta dormidos. Inevitable. Y pasó. Se empotró contra el lateral de coche de su vecino que accedía la plaza de garaje. Pabernos matao. Pabernos matao. Ibas muy deprisa. Yooo. Tú entrabas como un loco. Yooo. Tengo una entrevista muy importante esta mañana. No discutamos vecino. Cuando vuelva hacemos los papeles. Estaremos más relajados. No pasa nada. Es razonable. Luego nos vemos.

Vecino vengo a que hagamos los papeles de parte amistoso. VAya un golpe que me has dado. Creo que te equivocas, como voy a ser yo quien te de el golpe si me has metido la puerta del conductor en el habitáculo. Eso es mentira, si llevas el coche hecho una mierda de roces contra las columnas del garaje, no debes culparme a mi, todos los vecinos saben ya como conduces. Pero que tenga yo que oír esto, en esa puerta no llevaba ni un roce, me has embestido tú a mi. No mientas, eres un mentiroso. Mentiroso tú, suéltame, no me toques, no me empujes que te doy una hostia. Que me ha pegao que me ha pegado el tío, ahora mismo llamo a la policia.

Agente mi vecino me ha embestido con el coche esta mañana y me ha destrozado el lateral del conductor, he quedado con él en subir a rellenar el parte amistoso y no sólo se niega sino que me ha pegado. Subamos a ver que es lo que ocurre, señor ha embestido usted con su coche a su vecino. No agente en absoluto, yo esta mañana ni siquiera he cogido el coche. Pero como puede decir eso, lo va a creer agente. No tengo que creer nada, ¿donde están los vehículos implicados?. Lo de implicados lo dice él. Presuntos implicados. Ahora si agente, se ve que es usted todo un profesional. ¿Nos acompaña?. Claro siempre colaboraré con la justicia. Ve agente, ni un rasguño donde él dice. Pero la puerta estaba dentro del habitáculo, mire mis moratones. Señor no veo ningún moratón. Tengo un parte de lesiones de la mutua esta mañana. Muéstrelo. Sí es un informe por diarrea. ¿cómo? Es un esguince cervical. Diarrea señor, diarrea y su coche no tiene daños. Pero los tenía esta mañana. Se ha dado prisa en repararlos. Agente creo que yo aquí ya no hago nada. Disculpe las molestias señor ha sido un error. No hay ningún problema. Pero no puede ser. No hay daños señor no le de más vueltas, buenos días o tendré que sancionarlo.Eso me faltaba lo siento agente no me lo explico.

Subió a casa disconforme. Le habían golpeado. Fue a cambiarse de ropa antes de pasar a la ducha, pero no estaba conforme. Bajó al garaje y su coche tenía los mismos daños que a primera hora. Subió por la escalera. Se detuvo en el descansillo. Miró los buzones. Del de su vecino sobresalía una revista. Leyó: Hipnosis

martes, 20 de marzo de 2018

LA ENTREVISTA

"A ver. ¿Cómo llevas la corbata?" "Mamá no debería llevar corbata. Nadie lleva ya corbata" "El nudo bien apretado" "Casi no puedo respirar!" "Exagerado. ¿Has desayunado?" "Sí" "Dime qué has tomado. No te habrás pasado. Toma algo consistente, pero no te pases. La digestión no te debe importunar cuando llegue el momento de lucirte" "Sí lucirme" "Lucirte sí.¿Qué has desayunado? Has tomado tostadas?" "Sí una tostada" "De pan integral" "NO. No me tiendas trampas, de pan blanco para digerir mejor y una manzana pequeña y un café con leche" "Perfecto. No te rías. Encontrarte flatulento o distendido puede mermar mucho tus posibilidades" "Te he hecho caso. NO te preocupes" "No hables demasiado. Ni demasiado poco. Espera a que te pregunten, cuando lo hagan sé preciso. Como tú sabes. Pocas palabras ajustadas y una o dos frases de adorno" "Sí mama" "Y no hagas chistes. No conoces a esa persona. Un chiste que no es entendido puede ser algo nefasto" "Lo sé" "Serio. La seriedad siempre vende, como tu traje el gris o el azul y la camisa blanca, blanco como el primer día como solo una madre puede dejarla" "No seas machista" "Tu padre no dejaría jamás una camisa como la dejo yo, Planchando todavía se defiende pero lavando, y sobre todo los blancos, en absoluto. Ni acercarse. Mis blancos siempre han sido la envidia. Un blanco de reflejos azulados. Ni se te ocurra ponérmelo en cuestión" "No mamá son unos blancos primorosos. Jajaja. ¿has terminado ya con el nudo?" "Creo que sí. A ver ponte de lejos. ¡Qué porte tienes! Como mi padre" "Todo el mundo ha dicho siempre que soy una gota de agua de papá" "Eso quisiera tu padre" "Termina que llego tarde. Es un edificio del centro y tendré que buscar aparcamiento" "DEbías coger un taxi" "Llegar a una entrevista en taxi para un primer trabajo no es una buena impresión, mejor sería acercarme en bicicleta o en autobús. En taxi parece de señoritos" "Qué exactos. Cómo va a llegar nadie en bicicleta a una entrevista. Cómo se le va a ocurrir a ninguna empresa seria seleccionar un candidato que llegue en bicicleta" "Ahí estás muy equivocada" "Pues anda . Vete en bicicleta. Cuando llegues hecho un ecce homo lo lamentas. Qué cosas tienes" "No voy a ir en bicicleta. Te he dicho que iré en coche por eso me tomaré tiempo para poder aparcar. Me voy ya que no llego" "Llevas la documentación" "Sí" El DNI, la copia compulsada del título, la tarjeta de la seguridad social" "Todo mamá, lo llevo todo" "¿Y un bocadillo?. Te puedo preparar un bocadillo en un momento. Si se alarga después te puede dar hambre" "Llevo dinero. tomaré un café en algún bar" "Es que no quiero que falle nada" "No va a fallar nada. Lo haré lo mejor que pueda, con naturalidad y ya está" "Esa empresa no sabe lo que tendrá si cuenta contigo" "Claro que no lo sabe, por eso convocan una entrevista, para conocerme a mi y a los otros quinientos candidatos para la plaza" "Pero como tú ninguno" "Para ti" "Para mi y para cualquiera que tenga dos dedos de frente" "Dame un beso y deséame buena suerte" "Eso dicen que trae mala suerte" "Eso es en el teatro. Dame un beso para el camino" "Pues eso. Que te vaya bien"

"Ya has vuelto. ¿como te ha ido?" "Al final no han hecho entrevista. Ha sido un test de doscientas preguntas con respuestas múltiples" "¿Y para eso te has acicalado tanto? Te podías haber ido en chandal" "No mamá. Dicen que en la selección había personas observándonos incluso antes de pasar al examen y después miraban nuestra actitud, la disposición ante el estrés, los gestos" "Cuanto sabes" "La teoría si mamá, como tú, pero de momento no ha cuajado ninguna" "No te irás a poner triste" "No. Triste no, pero algo cansado sí" "

lunes, 19 de marzo de 2018

CUBO DE RUBIK

Cincuenta y cuatro facetas. Seis  por nueve. Giros.Seis colores que se deben agrupar en cada una de las caras. "¿Me lo dejas?" "Claro. Lo compré en los chinos, lo moví dos veces y no he conseguido terminarlo. Más de una vez tuve la tentación de desmontar las piezas y volverlo a montar en su orden, pero no he perdido la esperanza de lograrlo de una manera honesta. Lo más a lo que he llegado es a dos coronas" "Yo sabía hacerlo. En mis tiempos de instituto hizo furor.Llegué a hacerlo en treinta segundos" "No te creo" "Voy a intentarlo. He perdido práctica. De algunos movimientos ni siquiera me acuerdo" "Ahora no te puedes volver atrás" "Dame. A ver. Por aquí. Por aquí. Así. Ahora por aquí. Ya me acuerdo. Ahí lo tienes" "Vaya. Serías capaz de repetirlo" "Desordénalo" "¿a ver si eres capaz?" "Mira. La la la. Y aquí está" "NO era casualidad" "Las casualidades no existen" "Sí. las casualidades a veces sí existen" "No creo en las casulidades. Siempre hay una experiencia o un aprendizaje detrás" "Entonces la fábula del burro y la flauta para tí carece de sentido" "Me asombra la potencia de tus argumentos" "No trivialices un clásico. La tradición humana sólo describe nuestro ser. Una fábula es la expresión de una tradición pura y sin artefactos. cultura popular" "¿Cultura y popular?" "Cultura y popular sí. Saber accesible. Los sentimientos, incluso los más elevados no son patrimonio de una élite. Cualquier persona puede crear cultura si es capaz de reflejar sus sentimentos, sus sensaciones en cualquiera de las artes" "Pero hay grados. Al menos eso me lo reconocerás" "Hay grados, pero no siempre en la élite. Lo sublime viene de abajo. La creación, lo más original, la novedad más absoluta en la historia de la cultura" "TE lo acepto, pero siempre con una experiencia detrás, mucho trabajo silencioso de ensayos y pensamiento que hacen que la factura parezca sencilla" "Eso sí. El trabajo siempre está ahí aunque hay quien tiene más facilidad. Bien, pero ¿A qué has venido?" " A hacer tu cubo" "No bromees. Te veo serio" "¿Yo? Estoy bien." "¿Estás seguro de eso? Cuando estás bien no vienes a verme" "Sí. ¿me das el cubo otra vez?" "Estás nervioso" "Puede ser. Dámelo. Necesito tener algo entre las manos" "¿Quieres una copa?" "Desde aquello ya no bebo" "No me puedo olvidar. Disculpa. Ni he querido tentarte" "Ya lo tengo superado. He podido hacer el cubo deprisa con una buena coordinación de los movimientos. Ya no tiemblo" "Quien tiembla soy yo cuando te veo franquear el umbral de la puerta de casa" "Si lo prefieres me marcho por donde he venido" "No te vayas. También me tranquiliza verte entrar. Es cierto que temo verte aparecer, pero cuando te vuelves y te marchas, siempre pienso que va a ser la última vez" "TE quedarías más tranquilo ¿verdad?" "..." "Dudas. Es dura tu duda" "No me quedaría más tranquilo pero..." "Es igual. Lo comprendo!" "¿Qué quieres? No te ofendas. ¿Es como otras veces?" "..." "Ahora dudas tú. Tu duda,me temo, afirma. Espera. No te marches" "Me voy. NO sé si me volverás a ver" "Espera. Toma" "No quiero nada" "Toma. Por favor. Cuidate . Y ven cuando quieras aunque proteste prefiero verte. ¿Te quieres llevar el cubo?Quizás te venga bien para controlar los nervios" "No. Prefiero venir a montarlo. Si no te importa." "Ven cuando quieras. ¿Te quieres quedar a cenar? " "No. Me están esperando" "Ya"

EL PALOMO

Era un campeón. Desde que dejó de ser un pichón, su dueño comprobó que era un superdotado en las sueltas de palomas. Vencía dos de cada tres. Eso era un resultado magnífico. Su dueño no cabía en sí. Recibió ofertas que pocos premios de lotería lacanzaban, pero a un aficonado a la cría y suelta de palomas le cuesta desprenderse de un ejemplar tan excepcional. Un ejemplar que cae en tus manos una vez en la cida y si tienes suerte. Su dueño no era rico, y lo habríasido con la venta, pero no quiso. Su palomo. Su campeón con sus alas llenas de colores. Dos de cada tres carreras. Disfrutar en cada una de las sueltas. El dominio abrumador, desde el inicio, en pos de la paloma, a veces incluso se rezagaba, sabía de sus uspeiroridad y en una vuelta o en dos golpes de alas pasar a zureara a la paloma. Qué orgulloso se sentía.Su palomo. Y sin nombre. Nunca le puso un nombre. Campeón fue una característica. Como campeón se escribía, pero no era su nombre. Pudo ser rico. Muy rico. Supo de ofertas de aficionados  misteriosos. Oscuros representantes. Pudo ser rico, para siempre pero sin su palomo. Lo mantuvo, no sólo por la erótica de la victoria, por la relevancia dentro de un mundo que había saboreado desde niño con su abuelo y su tío. Nunca sospechas que va a ocurrir. Lo temes sí, pero no lo sospechas. Confías que nunca te va a ocurrir a ti, pero ocurre. De repente. Ocurre cuando menos te lo esperas. Definitivo. Y se acabó. O casi. Una suelta en una área descampada. Calor. Mucho a pesar de ser primavera. Un buen día. Lo parecía Una carrera hermosa. Una sombra desde la montaña. Pequeña. Rápida. Descendió sobre el grupo de palomas. Su palomo el Campeón hizo un giro cuando la sombra se aproximó. eláguila le atrapó un ala. Visto y no visto. Cayó al suelo. Agitó el ala que le quedaba pero sin un vuelo gobernable. Se asustó. Corrió. Vio el pájaro malherido entre unos matorreales.Estaba vivo, pero mutilado sin remedio. Un perro se acercó. Lo espanto . Cogió lapaloma. Sangraba. Le hizo un torniquete con cinta aislante y lo puso a la somra en el coche. Todos  los que lo vieron aseugraban que iba a morir. Y si no moría, el veterinario, lo mejor que podría hacer es sacrificarlo. Y fue lo que le propuso. El sacrificio. Pero no. Lo mantuvo. aunque le ponía triste ver a su campeón en tierra. Lo mantuvo. Tenía muchos más palomos. Uno más no era un lujo excesivo. Le ponía triste pensar lo que pudo ser. Las victorias que podrían haberle quedado. O el dinero. Si lo hubiese vendido cuando se lo propusieron. Su mujer se marchó cuando rechazó la oferta. Y ahora tenía razón. Toda la razón de la realidad. El palomo estaba manco de un ala. No podría volver a volar y no valdría nada. Un palomo que no vuela sólo vale para el puchero. Pero lo miraba. Los buenos momentos. Lo cuidó. Lo mimó y no sólo eso sino que lo dejó en su lugar de privilegio rodeado de las palomas. Esperaban que lo rechazasen, pero el palomo seguía hinchando su buche y zureando a las palomas. Y las palomas se acercaban receptivas. En pocas semanas puso a incubar los huevos fecunados por el Campeón caído. Observó cada pichón buscando en sus maneras las de su progenitor. Uno tenía su plumaje, otro tenía su pico ,otro sus trazas al volar, pero ninguna aunaba todas las cualidades que lo coronaran como un campeón. Ninguno. Dos o tres generaciones. Sin éxito. Miró al palomo. El palomo lo miró. Por la noche escuchó un ruido en el corral. Salió con el tiempo justo para ver una comadreja  con el palomo mutilado atrapado por el cuello.

sábado, 17 de marzo de 2018

PICOR

"Desde que ha llegado Juan no para de rascarse" "Ya me he fijado. Me está dando un poco de grima" "No para de rascarse los güevos debajo de la mesa" "Eso no es una novedad" "Me refiero a rascado físico" "Lo sé. Era ironía" "¿Estará enfermo?" "Él nunca ha sido muy aseado" "Tanto no. No es que vista muy bien, pero desaseado no" "Un guarrazo. Tú porque lo tienes lejos, si no, el olor a sobaco te espantaría" "Ya, pero no solo se rasca sus partes. Esta mañana se ha levantado por lo menos diez veces. Ha ido al baño y cuando Miguel ha entrado me ha dicho que lo ha visto rascándose la espalda con el canto de la puerta" "Quizás sea una alergia. Se lo voy a preguntar" "Quita. ¿Cómo se lo vas a preguntar? Lo vas a avergonzar" "¿Por qué?" "Y si fuese sífilis o una gonorrea. Alguna enfermedad inconfesable" "No me lo digas. No había pensado en eso" "Claro. ES un tipo raro. Llevo varios años aquí y no le he conocido pareja. Y sus necesidades tiene, como todo el mundo" "¿Insinúas?" "No insinúo ni afirmo, pero casi" "¿Que va con guarrillas?" "¿O guarrillos?" "No me lo digas.Tan desaseado y ..." "Eso no tiene nada que ver. No todos son atildados. Hay tipos con barbas cerradas y pechos peludos" "Míralo ahora..Mira" "Qué guarro. Venga. ¡A manos llenas! Hala" "Qué disparate. Mira. Se le acerca el director de recursos humanos" "Le tiende la mano. No. no. Puaj qué asco. Del güevo a la mano" "Ahora el director viene para acá" "Es muy sobón. enseguida te echa la mano por el hombro" "A mí no. Yo me voy al baño" "No te vayas que te ha hecho el gesto de que te quedes" "Te vas a quedar tu. A mi no me pone esa mano encima" "Vente al baño" "Chicas. Esperad" "Lo siento dire tenemos un apretón" "Cierra la puerta. Qué poco fina eres. Un apretón" "¿Y qué quieres que le diga?" "¿Se habrá ido ya?" "Espera cinco minutos" "NO llevo reloj" "Cuenta trescientos" "Y no será mejor que lo mire en el móvil" "Como quieras" "¿Salimos?" "Vamos" "Paola, María que gusto veros. Paola que piel más suave tienes" "Juan ¡Juan! No me toques. cochino. NO me toques" "¿Qué os pasa?" "Nada. Nada que me he echado una crema nueva y nose pude tocar" "Yo también" "Perdón. No lo sabía. Os podíais haber puesto un cartel como los bancos. Recién pintado. Jeje" "Tiene gracia" "El director quiere veros en el despacho. A las dos" "¿Esta´enfadado?" "No. Era por un expediente que ha entrado del que quiere que os ocupéis" "Juan deja de rascarte" "Perdonad. No sé que me pasa pero me pica todo hoy. No me doy cuenta" "Juan que estamos delante" "Os lo he dicho no me doy cuenta" "Ve al médico. Eso no es normal" "Me estáis asustando. Ahora te rascas tú también" "Déjame . Ha empezado a picarme" "Por donde te pica más" "No te lo voy a decir" "Así empecé yo y no puedo parar" "Qué comezón. Ráscame la espalda que no llego. Tú no Juan. que me rasque ella" "Sólo quería ayudar" "No puedo más. Voy al baño. No puedo rascarme aquí" "Voy yo también" "NO espera porque sólo hay una cabina" "Claro" "Que te esperes te he dicho" "Nos metemos las dos" "Pero cada una se rasca lo suyo" "Claro. ¿Por quien me tomas?" "Señor director, ya les he dicho que quiere usted verlas" "Estas chicas están siempre en el baño" "DE usted para mí, decían que les picaba todo. Alguna alergia, o el viento de poniente o los pólenes. A mi hasta hace un minuto también me pasaba, pero ahora estoy perfectamente" "Diles que vayan a verme" "Claro señor director" "Juan ¿Qué has hecho? Ya no te pica, nosotras estamos destrozadas" "Me ha desaparecido hace un par de minutos" "A ver si se nos pasa a nosotras" "Tenéis que ir al despacho del dire . Os espera" "Vamos".

Media hora después, cuando salieron ya no se rascaban, A los diez minutos salió el director rascándose la espalda con el borde de un expediente. Al volver, con disimulo, metió la mano por detrás de la bragueta y cerró la puerta a su espalda

jueves, 15 de marzo de 2018

La alcantarilla

"¿Por qué se metió usted en la alcantarilla?" "Cualquiera habría hecho lo mismo" "No me parece que quitar la tapa de una alcantarilla en la calle más centrica de la ciudad y meterse en la alcantarilla sea algo que se pueda considerar habitual" "Podría ser un operario" "Un operario con un traje de chaqueta de dos mil euros" "Un poco más" "Peor me lo pone. Explíquemelo en términos que yo pueda entender" "Llevo ya un rato intentándolo, pero no sé exactamente cuales son los términos que usted prefiere" "Términos de un hombre de la calle" "¿Como yo?" "Con sus hechos no puede considerarsele un hombre de la calle" "¿Y eso es bueno o malo?" "No me desvíe de nuestra conversación. ¿Por qué entró en la alcantarilla?" "Porque la alcantarilla estaba justo delante mío" "Una razón poderosa" "Sí" "No se chotee de mí. La alcantarilla más cercana a los sótanos del banco central. Y es esa precisamente la que elige" "Es la que había en mi camino" "En su camino al banco. ¿quien le ayudaba?" "Ignoro adonde conduce esa alcantarilla, pero yo no me dirigía, por lo menos de manera voluntaria, al banco. Eso estoy en condiciones de asegurarlo" "No esperaba que me dijese otra cosa. ¿quien le esperaba ahí abajo" "Que yo sepa nadie" " Más le vale hablar" "No he parado de hacerlo" "Hemos sellado todas las salidas del alcantarillado del barrio, y vamos a empezar a lanzar bombas de humo. SAlvo que usted hable y delate a sus compinches" "A las ratas eso no les va a gustar" "Vamos avanzando. ¿Quienes son las ratas?" "Roedores" "Volvemos a las andadas. Están selladas. No lo olvide y no estamos dispuestos a abrirlas. Podemos estar así semanas. ¿Tiene idea de lo que supondría para sus amigos?, las ratas o como los llame ese encierro" "¿`Para las ratas? Nada. Es su vida. Una vida de oscuridad, humedad y mierda,  una vida tranquila para ellas. Pero no son  mis amigas" "No se burle más de mi" "De veras no me burlo. Pero no son mis amigas. No son personas. No hay complot alguno, si es eso a lo que se refiere" "Yo no he hablado de ningún complot. Ya sabe excusatio non pedita" "Acusatio manifesta. Pero acusatio ¿de qué? de querer pasear por una alcantarilla en lugar de hacerlo por la superficie como todo el mundo. Pasear en solitario por el centro de la ciudad aunque sea entre los deshechos de sus habitantes.¿Donde está escrito que eso esté prohibido?" "¿Pretende que le crea?" "Me da exactamente igual si me cree o no, pero de que usted me crea depende que yo pueda salir y pasear o seguir aquí encerrado conversando con usted" "¿Le aburro?" "En absoluto. Es usted muy ameno" "¿Está de broma?" "¿No va a aceptar mi halago?" "No suelo" "Teme que le ablande la voluntad" "Mi voluntad es firme" "Pero no tiene nada contra mi" "De momento" "Le voy a dejar libre" "Ya era hora" "Pero en dos días deberá volver a declarar" "Estaré encantado. He pasado un rato delicioso con usted" "¿quiere cambiarse antes de salir. Su traje apesta" "Sí es una buena idea" "Pase al lavabo" "¿Tiene otro traje igual?" "Todos mis trajes son iguales" "Hasta la vista" "ADios. Chicos seguid al hombre del traje blanco"

Sale de la comisaría. Se dirige a la calle más céntrica de la ciudad. Mira atrás. Sabe que le siguen. hace un par de zigzags, vuelve la cabeza y sonríe a sus perseguidores que se dan la vuelta para disimular. Se agacha. Abre la tapadera de la alcantarilla. Y se cuela. La cierra por encima de su cabeza y la asegura con un candado. Los perseguidores corren. No saben como abrirlo. No es cuestión de liarse a tiros en el centro. Esperan que alguien acerque una palanca. Baja. Se marean. Suben de nuevo. El oxígeno es escaso ahí abajo. Llaman a su jefe y le avisan que el desconocido ha desaparecido en una alcantarilla.

miércoles, 14 de marzo de 2018

LUZ AZUL

Ai despiertas a media noche con el reflejo intermitente de una luz al otro lado de tu cama piensas en elvehículo que recoge la basura o en algina intervención policial. Hay demasiado silencio y aunque te acabas de despertar, al otro lado no hay ventanas. Te has despertado. Es de noche. aun no es hora de levantarse. Te arropas. Miras de reojo los reflejos. El móvil. iras la cabeza y el móvil está en este lado 4:38 marca.4:39. Algún juguete.En la casa no hay niños. Algún aparato eléctrico que avisa del final de su batería. Estás somnoliento. No tienes más paratos eléctricos que el móvil en la habitación. Y si fuese un polizón de su hogar. Un ladrón o un asaltante nocturno. Un escalofrío le recorre la espalda. Se gira. La mesilla es baja, diez centímetros por debajo del colchó. Es de ahí de donde proviene el reflejo intermitente. Mira la pared esperando encontrar magnificada alguna sombra que le de alguna pista. Pareidolias. Imágenes ficticias sin correlacion alguna con una sombra real. Debería acercarse al borde de la cama paara poder averiguar lo que ocurre. Echa de menos un espejo en el techo que actuase como un enorme retrovisor y disipase todas sus dudas. Inmóvil Piensa qué hacer. Esperar que amanezca. Cuando amanezca las luces desaparecerán o no serán perceptibles ensombrecidas por la luz del sol. O quizás no haga falta ni siquiera eso. Las baterías sólas perderána su fuerzas y a un podrá decansar unos minutos más. Va a esperar. Se gira y mira los reelejos en la otra pared. No puede dormir. Está despejado. Intenta identificar una secuencia de puntos y rayas como en el morse. Quizás es un mensaje.No sabe de quien pero un mensaje. O una broma , o una casualidad. No es morse. Si fuera morse serían solo puntos.No puede vivir con dudas. El corazón le estalla en el tórax. Elsudor aparece en sufrente.Repira demasiado deprisa y las manos se le agarrotan. Un giro en la cama y desaparecerán las dudas. Repta boca arriba hacia el lado contrario. Muy despacio. NO quiere que el chasquido de las sábanas en contacto con su cuerpo le delate. Le delate a quien o a qué. No lo sabe. La delación implica alguien. No sabe si hay alguien o algo. Quizás solo su imaginación con unas luces que le han importunado esta noche. LLega al borde. boca arriba. Desde ahí parece escuchar un bisbiseo. Tenue. Si no fuese por el amparo de la oscuridad de la noche sería inaudible. Ruidos y luz. Sonidos e imágenes. Se gira lento lento. Cierra los ojos en la confianca que su ceguera sea un velo ante una amenaza. Está de lado. Respira. Hondo. Echa el aire despacio. Uno dos tres. Abre los ojos. En la mesilla hay un objeto. Un vehículo con ruedas de unos tres centímetros. Una luz en el techo. No hay movimiento alrededor. Todo está tranquilo. Alarga la mano hacia la luz. la luz se apaga por fin. Encandilado todavía por el brillo de la luz escucha un chasquido. De los dos laterales se abren dos puertas.Dos hileras de pequeñas arañas salen por los lados. Se retrepan por la sabana. Hacen un cosquilleo al subir por el brazo.Una punzada. Aguda. Escozor intenso por el brazo. Se encuentra débil. No puede respirar. No va a respirar más.Los latidos acelerados del corazon no se ven atenuados por la ventilación de los pulmones que han exhalado su último hálito. En su pupila aparece enorme un ser minúsculo comouna araña. Espera que sea una pesadilla

martes, 13 de marzo de 2018

LA GRAPADORA

En el despacho. Siempre a la derecha. A unos diez centímetros. Fría. Con la izquierda los folios. Calientes recién salidos de la impresora. En medio la pantalla. El reflejo blanquecino que le ilumina el rostro. En el rostro los ojos brillantes, las pupilas puntiformes, los ribetes rojos  del cansancio, el parpadeo frenético y la sonrisa tranquila de la satisfacción. Ya. Pensaba que hoy no tendría nada y ha surgido. Dos folios. Coge la grapadora. introduce la esquina superior derecha entre sus fauces. Empuja, despacio para no averiar un aparato tan endeble. Así. Coge el folio y el segundo cae planeando al suelo. Esquiva una gota de café por milímetros. Lo coge, mira la esquina superior derecha, donde debería haber dos orificios no hay ninguno. Mira el primer folio. La grapa perfecta, dos agujeros y los dos extremos que abrazan el papel. No se puede explicar el fenómeno que ha condicionado algo así. En lugar de perforar el papel, la grapa ha resbalado y se ha cerrado sobre el primero, un funcionamiento perfecto pero absolutamente inútil para la finalidad para la que se había diseñado: unir dos papeles adyacentes. Toca los folios, ninguno es demasiado grueso, ni siquiera son satinados, papel reciclado de muy baja consistencia. Retira con la tenacilla la grapa del folio en que estaba fijada. Vuelve a unir los folios. Quizás ha sido demasiado suave. Un golpe seco va a ser la solución. Los filos agudos de la grapa perforarán así, rápido, los dos folios y los dejarán unidos. Zas. Un golpe seco. Coge los folios y uno de ellos, de nuevo, se desliza y planea. Por milímetros esquiva la mancha de café que había olvidado limpiar enfrascado en la solución del problema. Lo coge del suelo. Es aun más complicado que antes, la que ha caído es la primera página. Mira la esquina superior donde aun están los agujeros antiguos, si ha habido alguno nuevo se ha superpuesto en todo con los otros. Sin embargo en la segunda, la grapa está perfectamente colocada y abrazada en su dos extremos. No tiene explicación, salvo un despiste de última hora que le haya hecho equivocarse en el orden de los folios. De nuevo la tenacilla. Retira la grapa, une los folios, el primero delante, el segundo detrás. Pone la grapadora en la esquina superior derecha. Zas . Coge los folios y de nuevo un folio que planea: el primero. Y ahora sin lugar a dudas los había puesto en el orden correcto. ¿cómo ha podido la grapa atravesar por completo el primer folio sin dañarlo. Sólo los dos primeros agujeros. Le parece físicamente imposible. Debe tener una explicación. Unas grapas defectuosas. Desmonta la carcasa. Repliega el muelle e introduce otro peine. No solo otro peine sino otro peine de grapas de una caja nueva. Limpia con un cepillo el recorrido y comprueba que el muelle y el vástago interior están firmes e intactos. Todo perfecto. No será necesario golpear fuerte. Un golpe suave que se sigue de un pequeño clic al chocar la grapa contra el suelo y los dos folios que planean cada uno a un lado de la mancha de café. Comprueba que no se han manchado en la mancha que de nuevo olvidó limpiar. Busca la grapa. Debajo de la mesa, junto a la pata de la silla. Una grapa perfectamente plegada. Coge los folios. Cada uno con dos agujeros en la esquina superior derecha. Resopla. Le gustaría gritar si no fuese porque es un hombre tan controlado. Sin explicación. Sin explicación. Sin explicación lógica. Un último intento. Respira. Se concentra. Pero probará sin los folios. Hará varios pilotajes. Golpea flojo. La grapa se pliega perfecta. Golpea con una fuerza intermedia y la grapa se pliega perfecta. Un golpe seco y rápido y también un plegado perfecto. Está solucionado. Coge los folios. Coge las grapas. Las axilas se le empapan. Sudor en la frente. Pone los papeles entre las fauces de la grapadora. golpe intermedio. Localiza la mancha de cafe en el suelo para evitar en caso que sea necesario que el folio que caiga se manche. Pero no cae ningún folio. Ni ningún folio tintinea. Saca los folios que están bajo las fauces. Están unidos, pero los ganchos de la grapa están hacia arriba. sus folios están unidos. Es suficiente.

domingo, 11 de marzo de 2018

VIENTO TERRAL

"El día de los hechos, según informa la agencia estatal de meteorología, la velocidad del viento era de ochenta kilómetros por hora con rachas que pasaban de los cien kilómetros. El viento soplaba de tierra a mar. La temperatura era de veintiocho grados, aumentó catorce desde el día anterior, y la presión atmosférica descendio setenta  hectopascales, que al parecer es una barbaridad en tan poco tiempo" Se quitó las gafas, las sujetó por la patilla derecha, las agitó en el aire mietras se dio la vuelta hacia el jurado. Guardó silencio" El viento terral. Foehn, como se refieren a él en los Alpes. Un viento que enloquece a los sanos y agita a los locos. Un viento que se apropia de nuestro cerebro. No se sabe bien la causa, pero aumenta el índice de suicidios, la tasa de delitos en cualquier parte del mundo sometida a él" De nuevo silencio. Mirada fugaz al reo. Mirada frontal al jurado. "Y si en otros  efectos climáticos adversos, extremos, se considera, la excepcionalidad, por qué no considerar, cómo es un hecho la excepcionalidad en los días de viento, condiciones meteorológicas extremadamente adversas para el cerebro humano" Nuevo silencio. Esta vez mira al juez que gesticulaba con su disertación "Y no digo señor juez, señores miembros del jurado que  se exonere a los delincuentes en estos días de su delito, eso sería un disparate" Nueva mirada al jurado "Pero sí que se escuche a los peritos psicólogos, cuando dicen que el reo se vio influenciado, tuvo una crisis desencadenada por las condiciones meteorológicas del intenso viento terral, con los hechos que se siguieron que desde luego no se pueden negar, pero lo que valoramos aquí, señores del jurado esa intencionalidad, la conciencia del la comisión de los hechos por terribles que fueron, y según han demostrado los peritos, según les he mostrado yo en mi exposición. Y ahora cuando el juez les de las intrucciones se retirarán ustedes a deliberar"

"Absuelto. Mi cliente ha salido absuelto. Un tío capaz de violar y asesinar a una niña absuelto. Es de las ocasiones en que pienso que esta profesión es deleznable. Un poco de viento seco y lo absuelven.A la calle. La culpa a la meteorología. Soy bueno pero la justicia es , no sé ni como definirla. Supongo que el fiscal recurrirá, pero de momento a la calle"

Hace viento. Rachas de casi cien kilómetros hora. La temperatura a mediodía es de veinticocho grados, la presión atmosférica ha bajado en cien hectopascales. Un hombre sale del juzgado por una puerta lateral para no despertar sospecha. Las hojas secas vuelan horizontales y se arremolinan en las esquinas. Un conductor se salta un stop. El hombre cruza un paso de cebra. El coche acelera. Lo mira. Conoce al chófer. Lo averigua justo antes de salir despedido contra un camión que termina de aplastarlo. Hace viento . Hace calor. Detienen al conductor. Familiar de la niña. Hace viento. Calor. La presión atmosférica. Le leen sus derechos

El tenor.

A veces en un local público en el que habitualmente te comunicas con quien tienes al lado, en una voz queda íntima , de confidencias o asuntos importantes, aparece un tenor. El tenor canta, declama o habla para que se entere todo el mundo de su disertación. A veces el tenor deja murmurrar comentar o sugerir algo a su o sus interlocutores. Me gusta la ópera pero detesto esa clase de tenores. En la mesa de atrás de un restaurante. Había cudido sin reserva por lo queno era la mejor mesa, una mesa en una zona de tránsito, demsiado cercana a la mesa contigua. En frente mi interlocutor. Se prometía buena comida y buena conversación en buen compañía. Pero a la espalda.

·"He tenido una oferta reciente para dirigir la filarmónica de Berlín" "Sí" "Lo he estudiado, pero no sé si me va a interesar. Mis proyectos son, de momento, dejar aquí la impronta de mi sonido, que cuando yo no esté, quienes escuchen la música, reconozcan los tonos característicos de nuestra banda" "Sí. Pero.." "Para el sonido que yo quiero necesitamos trompas. Para eso he tenido que decirle que no a las dos flautas dulces. Ya tenemos demasiadas flautas dulces. Quiero dejar un sonido nuevo, puro, que pasen las generaciones y la gente siga reconociéndolo entre las notas que se interpretan" "Y..." "Un sonido absoluto y personal. De hecho ya hemos conseguido mucho, hace un mes nos escuchó el productor de Amaral y quedó encantado. Se quedó con  mis datos para hacer alguna colaboración en el futuro" "entonces.." "Y es que somos muy buenos. soy muy bueno, La dirección que he hecho en esta banda se estudiará en los libros de musica varias generaciones, porque a la banda había que oírla antes. Menudo cambio. Mi trabajo, mi constacia y golpes absolutamente geniales, es difícil reconocer ahora en ls sonidos límpidos aquella banda primitiva. Pero qué duro ha sido. Qué esfuerzo ímprobo" "Claro" "Tú lo sabes" Sí , lo" "No te acordarás de los conflicots del anterior director. Tan aracaico, tan inflexible. Nada que ver con los arreglos de hoy. Nada." "Tu.." "Yo lo he hecho. Y  me he desgastado, pero sabes . Lo de Berlín no va a salir pero en Navarra hay una oferta de subdirectos de una banda, seguramente para tragarse toda la mierda, pero si dan un sueldo decente me voy que allí se come muy bien" "En Navarra se.." "Se come muy bien. Lo único malo, es que le director es un tpo ególatra" "No entiendo" "Sí, un tipo que su te vas a comer con él dirige toda la conversación, es el quein habla y los demás le siguen la conversación.  Si quieres. A mi eso no me gusta. Nada. Pero este tío. Absorbe toda la conversación. No deja hablar a nadie. " "ESe tipo es..." "Pero no durará mucho. Con mi tensón y mis conocimientos, con la experiencia que he cogido aquí y que estoy vendiendo de una manera tan efcicaz, la dirección caerá para mi" "Yo creo que.." "Porque estoy sobradamente capacitado para ella. Sobradamente"

La última parte de la comida de mi acompañante y yo versó  más sobre el tenor. NOs impedía concentrarnos en nuestra conversación. Terminamos la comida antes que él. Dejamos en la mesa el montante de la cuenta. antes de salir Me acerqué a su mesa lo miré y le espeté

-Disculpe ¿Y usted a qué se dedica?"

viernes, 9 de marzo de 2018

ETIQUETAS

De repente decidieron que par amejorar la seguridad de los pacientes, los datos de filiación no debían ser manuscritos. En menos de 24 horas todo el hospital se llenó de folios con etiquetas. Aquel sistema no era práctico. Pocas veces se atinaba de primeras en la posición o en el sentido del folio. En menos de un mes aparecieron junto a las impresoras, otras impresoras de etiquetas de rodillo adhesivo. en el hospital sin papeles, toneladas de etiquetas de tamaño folio quedaron abandonadas a su suerte. Cuando llegaban las últimas etiquetas del rodillo, aparecía una línea roja en el papel que las soportaba. En todas y cada una la misma marca. Insignificante. Rutinaria. Tediosa. Una señal. Y a las señales hay quien les hace caso y hay quien no. Juan les hizo caso. Sin saberlo. Sin mucha fe. sin ninguna fe y mucha chufla. Entro en la administración de lotería. Acababa de salir de trabajr del hospital. Pensó en qué números poner para relenar los cudritos de una primitiva. CErró los ojos., buscó fechas de nacimiento, onomásticas, aniversarios y le vino entre ceja y ceja la última eetiqueta del rollo. NO recordaba bien los números pero sí algunos. los oclocó  y el resto se los inventó. dos días después comprobó qu elos cuatro números que había colocado segun el recuerdo de la etiqueta habían sido un acierto. Un premio modesto. Una casualidad afortunada o.. un descubrimiento imprescindible. ¿Qué podía perder?. Empesó a entrar a cada ssla de endoscopias atento a los cartuchos que estaban proximos a agotarse. Tardó una semana en conseguir otro. Consiguió escatimar la última etiqueta. Así no tnedría que confiar a su memoria los números del siguiente sorteo. A veces se sentía ridículo. víctima de una casualidad como el burro de la flauta en la fábula. Una vez y se había obsesionado. Pero ¿qué perdía? El tiempo. Y el tiempo en su trabajo le sobraba.Copió los números de la etiqueta en las notas del móvil. Las manos le temblaban  mientras plasmaba en los recuadros los números de la historia del paciente. Justo. A esperar. En la radio escuchó que un bote de una lotería había tocado en su ciudad. Bajó. Miró a su alrededor que no hubiese nadie. Pasó el código de barras del boleto por debajo de la línea infrarroja. Una cantidad de siete cifras. Lo retiró de la pequeña pantalla con temor a que en algún lugar saltase una alarma que lo descubriese. Millonario. Su sueño se había cumplido, con creces, sobradamente. Pero necesitaba el sigilo. Lo había ensayado todo desde hací aaños. Un año de silencio, de pequeños lujos que no levantasen sospecha, después a disfrutar de lor réditos de la suerte. Con qué tranquilida veía ahora llegar el fin de mes. Pero por qué conformarse. Y si encada rodillo había un m undo de posibilidades. ¿ Por qué no podría ser así? Localizó veinte maquinas de etiquetas. Aprovechando una guardia colocó cámaras para espiar desde elmóvil cuando llegaba la última etiqueta. En los iguientes tres meses obtuvo otros diez grandes premios. En cada uno obró con el mismo sigilo. El cobró lo llevó cada uno en un banco distinto. En diez meses adiós al trabajo . Hola a la gran vida. cuando faltaban do semanas para el plazo de su salida del silencio, le llegó una carta con acuse de recibo. Hacienda lo citaba a una comparecencia cuarenta y ocho horas después. Llegó solo a la comparecencia. El inspector le felicitó por la enorme suerte de conseguir una docena de premios enormes de distintas loterías. Juan le agradeció el cumplido. No comprendió cuando el inspector malencarado se interesó por el lugar del que un don nadie como él sacaba ingentes cantidades de dinero negro. No entendio la pregunta. Peero cuando se la volvio a repetir la entendió perfectamente. Se rió. A carcajdas. Dijo que no se lo iban a creer. Le dijeron que de hecho por eso estaba ahí , porque no se lo creían. Era estadisticamente imposible su suerte. Vio que se lo decía tranquilo y serio y eso sí que lo asustó. No se lo van a creer. Inténtelo. Entonces les contó lo de las etiquetas. No había escuchado una cosa igual, pero tiene conservar usted las etiquetas. No. no las conservo. Y prentedera que me crea el cuento. Es la verdad. Invéntese otra verdad o colabore. No pudo colaborar. y le condenaron a seis años de carcel y le decomisron todo el dinero.
Semanas después varios inspectores y subinspectores de hacienda se interesaron por la sale de endoscopias y sus últimas etiquetas. Cada uno obtuvo un premio. Pidieron excedencia y viven en paraisos fiscales de donde no pueden ser deportados.

miércoles, 7 de marzo de 2018

LA BAÑERA

Agua hirviendo. El baño lleno de vapor de agua. El ambiente saturado de humedad. Mientras el ritual de los preparativos. Sales y aceites en el agua para tonificar la piel, relajar los músculos y restablecer la homeostasis. Sándalo o lavanda. Velas aromáticas con la elección del aroma después de una cuidada y meticulosa lectura interior del estado de ánimo. Lavanda para el relax, canela para el placer, menta o café contra el desánimo. La ropa al suelo. Pieza a pieza. Del albornoz a las más minúsculas que caían planeando como plumas. Desnuda entre la niebla cálida reflejada en el cristal de la esquina. Se sentía libre y hermosa. Se detenía o se giraba para contemplar las curvas de su cuerpo. Se gustaba, sin el gusto onanista del deseo , pero se agradaba mucho. Con la última mirada, siempre de perfil, había gastado el tiempo justo para que el agua tuviese una temperatura soportable para el resto de la humanidad y agradable para ella. Los dedos del pie derecho en una puntilla que remedaba su pasado de bailarina, la pierna , el apoyo en el fondo. Asir los dos laterales de la bañera. El pelo recogido. Flexionar las piernas y sumergirse suave. Sentir la onda que acariciaba cada uno de los rincones de su cuerpo. Relax. Estabilizar. Oler. Las fragancias del ambiente. Conseguir el estado deseado. Penar, soñar, desear, olvidar o dormir languidamente sobre el respaldo de la bañera. Gozaba capturando gotas de sudor mexacladas con vapor condesnado que se deslizaban por su mejilla. RElax. Como siempre. Le gustaba repetir al detalle el momento íntimo del baño. Estaba segura de la identidad, salvo por las fragancias, de cada segundo del placer, los objetos iguales, en el mismo  lugar. Para qué cambiar algo que te provoca tanto placer. A mitad del tiempo de baño. antes de enjabonarse, cuando el agua alcanza una temperatura que te puede refrescar se sumergía con los ojos cerrados, y abría los ojos debajo del agua para mirar su cuerpo magníficado, los poros erizados. los musculos relajados a merced de los movimientos del agua. Sumergió la cabeza. Abrió los ojos para contempalr su cuerpo magnificado. Abrió los ojos. No sintió el ligero escozor del agua. Ni vio su cuerpo magnificado. Se había sumergido y debajo de la superficie del agua volvía a emerger en una habitación similar en todo a la suya. sumergía la cabeza para ver su cuerpo sumergido. Imaginó la postura extravagante si alguien abriese la puerta. Un amujer joven con una  postura de dar un voltelerta con las nalgas expuestas al aire. Se habías sumergido y podía respirar en lo que debería ser el microcosmos subacuatico de su bañera. El agia quedaba atrás el aire abajo. DEcidió emerger donde debería haber agua y tambien había aire. Acaso el agua se había convertido en uan especie de burbuja plana de jabón. Le gustó el juego y se suemrgió de nuevo y emergió decenas de veces. Tantas que perdió la cuenta de en cual ´había inicado el baño. Le causó un poco de angusta. Ningún detalle le informaba de si salía en el mundo adecuado. El agua estaba fría. Su baño er auna constante. Cuando la temperatura alcan´zó el punto exacto que la hacía salir. Salió. Cogió el albornoz y se miró insinunate en el espejo que ya no estaba empañado

martes, 6 de marzo de 2018

Nubes y claros.

Sentado en el despacho delante de la pantalla del ordenador. Detrás la ventana. A levante. Llegar a ese despacho con luz natural había sido un logro. El sol es siempre una ganancia. La proyección de su sombra sobre la mesa le daba confianza. Tu sombra es siempre, salvo accidentes como  en el mundo de ast, una compañía. Cuando en la silla de enfrente se sentaba alguien, la sombra actuaba de testigo. Si hacía un gesto, lo reproducía, si escuchaba con atención, también lo hacía con la pequeña distorsión del ángulo de incidencia de la luz del sol. La luz natural generaba una única sombra, tan diferente de las luces múltiples que hacían que el cuerpo fuera un eje de múltiples sombras de diferentes identidades. Una única. Sin luz artificial. Compañera y consejera. En los días soleados, sobe todo de invierno cuando el sol ascendía a lo más alto. en los días nublados tenía que conformarse si eran nubes muy negras con la luz artificial. Hoy amaneció nublado. Según avanzaba la mañana, el sol abrió huecos entre las nubes. Unas nubes blnacas algodonosas corrían por el firmamento creando un efecto estrobosópico en el despacho. La sombra aparecía y desparecía según la nube tapara o no lal uz del sol. Si eran nubes pequeñas, el cambio era casi imperceptible, si los bancos de nubes eran grandes le invadía una cierta angustia. Cada nube que ocultaba el sol, los latidos de su corazón se aceleraban. Con el sol se serenaba. Si tenía a alguien delante le costaba mantener la compostura. A veces, si era alguien de confianza, se levantaba, miraba por la ventana elpaso de las nubes, y cuando el sol regresaba volvía a sentarse para recobrar la sombra en el mosmo lugar que la dejó. Pero la sombra no era ya igual. el último banco de nubes la había dejado muy deteriorada, con poca energía, poca intensidad, desvaída nada que ver con la del principio de la mañana. El deterioro, evidente le produjo una gran tristeza. Su compañera, su amiga, estaba enferma, quien sabe si aquejada de una enfermedad mortal. Llamó a su secretario y canceló todas las citas del resto de la mañana. Sin la energía de su compañía no se sentía con fuerzas para proseguir con ningún asunto. Cualquier decisiión en esas condiciones estaba condenada al fracaso. La alernacia de nubes y sol fue pasando. Rápido. Fugaz y a cada tránsito, la sombra aparecía más enedeble, menos nítida, era dificil salvo en el blanco de las paredes reconocer sus formas. ¿Habria enfermado? Sería sólo la suya la que había caído en esa suerte de melancolía, o sería un mal generalizado de la humanidad, sería le adios de los relojes de sol, de las sombrillas de playa, del cobijo de las higueras en las tardes de verano, o sería un mal exclusivo de la suya. Pero los minutos pasaban y la alternacia de nubes con sol aun deterioraba mas una sombra que era ya casi imperceptible. Estaba a punto de una crisis de pánico. Sentía la necesidad de gritar, respiraba muy fuerte, si seguía así entraría en pánico. Pulsó para llmar a su secretario. Se fijaría si también le había abnadonado su sombra. Pasos cansados en el pasillo. La puerta se abre. El secretario mira al frente. Entra en el despacho . Mira en su direccion y no parece verlo. Tiene una sombra perfecta, gris oscura y bien definida. Qué maravilla. Le hace un gesto para que lo mire pero no lo ve. Intenta gritar y no escucha sus palabras. El secretario levanta los hombros, juraría que le habían llamado. Cierra la puerta y sale. sin sombra. Avanza hacia el cristal de la puerta que hace las veces de espejo. No hay reflejo. No es us sombra sino él quien se ha diluido entre nubes y claros.

domingo, 4 de marzo de 2018

LUSTRE

Me gusta ver unos zapatos limpios. Crema, cepillo y bayeta y lucen como nuevos. Me gusta. A quien no. Pero cual es el mejor momento para limpiarlos. Nunca. Pasan días, semanas, meses , años, como mucho les paso un trapo o simplemente con la pata del vaquero. Y así voy tirando. Si tengo que llevar zapatos limpios, al bajo del armario, saco de su caja los de las bodas. Esos sí que suelo guardarlos limpios. Estaba apunto de tirar los zapaatos de diario que más uso. La piel negra, dejaba ver debajo unos desgarros con aspecto de cartón gris. Paa tirarlos. No era algo presentable para un profesional. Unos buenos zapatos siempres on una tarjeta de visita. No han acabado en el contenedor por los pelos. Por los pelos y por la lluvía. Hoy llovía. Débilmente, pero lleva ya varios días lloviendo así. Al salir de casa hay zonas donde los caminos aún no están asfaltados. No era plan sacar los zapatos nuevos, los que aun reservo para usos más exclusivos y que quedasen hechos un Cristo con el aguachicle. Era el día. El momento había llegado. En la galería, enferente de la lavadora, en lo alto del armario la caja imitación delas cjas de los limpiabotas con todo lo necesario. Un trapo para quitar el polvo. El cepillo negro. Crema. y cepillado. Después delar secar un poco uy por último con una camiseta antigua del agodón hecha jirones se frota para que quede bruñido y con lustre. Lad fallas de la piel han desaparecido. Los zapatos parecían nuevos. Tanto que he dudado si sacar a la calle esos o los que tengo en mejor uso. Esos. Me he vestido. Mejor de lo que tenía previsto, unos pantalones casi recien estrenados, una de mis mejores camisas. Y he salido. Cuando le he ido a poner el arnés ami perro me ha gruñico. Coco que soy yo. Sólo cuando he abierto la puerta y ha escuchado el ruido de las llaves me ha seguido. He salido por el bulevar , como siempre. El perro me seguía en  lugar de tirar de mi como siempre. Saludaba a las personas con las que coincidía y me devolvían el saludo.¿Como simepre? No.Me miraban más tiempo, me sonreían más y muchos hacían el amago de detenerse sonrientes a conversar conmigo. Paranoico. soy un paranoioco. O no. Al cruzar la calle. El alcalde de la ciudad se detuvo en un paso de cebra, bajó de su coche oficial y me abrazó de modo efusivo, me dejó la tarjeta y me invitó a pasarme por el ayuntamiento. Siempre paso desapercibido. Me encanta pasar desapercibido. Necesito pasar desapercibido y sin embargo tenía la sensación desagradable de ser una persona popular. Paré en una de mis zapaterías paforitas y me miré el el espejo del fondo del escaparate. Me costó reconocerme. No sabría como describirme, pero no era gris. Y yo siempre soy gris. No sabría qué colores describir pero desde luego mi imagen reflejada no era una imagen en blanco y negro ni en escala de grises ni en sepia. Saqué el móvil del bolsillo. Busqué una foto en que apareciera vestido con la misma ropa que llevaba. La confronté con la imagen del espejo rasgo a rasgo. Ojos. Nariz. sonrisa. Mentón. Cuello. Jersy, pantalon. Todo igual. Todo. Menos los zaptos que en el espejo relucían. sin embargo incluso yo mismo con la foto y el reflejo, con ser idénticas habría dicho que eran de personas distintas. Menudo cambio. Regresé sin resonder a los saludos. Antes de entrar a casa en un descuido metí los zapatos en un charco. Entré en el portón. Mi vecina del primero no me saludó, ni la peluquera del segundo ni el abogado de la puerta de al lado de mi casa. Entré. Me miré en el espejo de la entrada y se me reconocí, ese sí que era yo. El día siguiente, por la mañana, con los zaptos secos pasé un trapo para quitar los restos del barro pero nada más. Puse la correa a la perro que me lamió la mano, paseé por el bulevar y nadie reparó en mi. Mentiría si dijese que no echaba de menos la popularidad del día previo. El día siguiente volví  a lustrar los zapatos y la gente volvió a regalar mi ego. Así, según quería o no pasar desapercibido, los lustraba o no. Si quería conseguir una entrada para el futbol, o un palco en en teatro lustrados si quería huir de mis deudores, sucios. Pero un día los zapatos se rompieron. La suela se rajó. Al contenedor orgánico. Por la mañana al calzarme me invadió la angustia. Qué pasaría hoy. Zapatos nuevos. Seguiría el mismo ritmo del par anterior. Me asomé por la ventana a la calle. Me calcé y no me gustaron las sensaciones. Podía ocurrir cualquier cosa. Antes era yo quien decidía, ahora era incapaz de adivinar que iba a pasar. Con los zapatos puesto estudié el rostro de los viandantes. No pude leer nada en su expresión, solo prisa. Me encontraba incapaz de decidir. cómo salir sin saber como reaccionará elmundo. ¿Y si es una reacción agresiva y me golpean? ¿Podrían cebarse y al actuar en grupo llegar a matarme? Es una locura. No podía aguantar. Bajé corriendo. Localicé la bolsa en el contenedor. Saqué los zapatos que estaban manachados de fideos  y caldo de cocido. Subí a casa los limpié los lustré y salí a la calle con aplomo  

UNA LATA DE COCACOLA

Llueve. Débilmente. Gotas dispersas en el pavimento se reflejan con la luz tenue de las farolas. Llueve poco, pero lo suficiente para hacer cambiar los planes. Cena. Un local cálido. Una comida frugal. Vino. Una propuesta de tomar la copa en el restaurante. Desestimada:bailar. Afuera llueve. No hace frío, pero la humedad hace que tengas escalofríos. Has bebido demasiado. Con el fresco la euforia se apaga. Si bebes más mañana no estarás para nada. Te vuelves. Te insisten. Te vas a casa. Dices adiós. Regresas. Las manos en  los bolsillos, los hombros echados hacia adelante para guardar algo de calor. Evitas los charcos pero la humedad llega ya a los calcetines. Hace un momento estabas eufórico. Ha pasado. Sólo quieres llegar. Recuerdas tus palabras. Intentas no recordar las que no deberían haber atravesado tus labios. Pero las recuerdas. Un coche que pasa te salpica con el agua de un charco. Te estremeces. Lo increpas. Una peineta. Frena y se para unos metros más adelante. Te detienes. La noche aun se pude complicar. No vas a correr. Lo miras. La puerta se abre pro se vuelve a cerrar y sigue su camino. Respiras. Varias veces para bajar la adrenalina que se ha disparado. Palpitas. Una papelera vacía. DEbajo una bolsa llena de botellas de alcohol y refrescos. Junto a ella un lata roja de cocacola. Tu víctima. Extiendes la pierna y golpeas. Golpearla y ponerla en órbita. No llega a despegar. La lata se encaja en tu zapato. A punto estás de resbalar al volver a dejarlo en el suelo. La arrancas con la mano y la vuelves a dejar en el suelo. Amagas el disparo, detienes la pierna. Sigue ahí. en el suelo aplastada en el centro. Amagas de nuevo y esta vez sí el sientes que la energía cinética de tu pie se transmite casi sin disiparse a la lata que sale disparada. Unos transeúntes salen de una esquina. Te vuelves temiendo que les golpee. Algo te golpea la nuca y cae al suelo. Es la lata. No sabes como pero la lata está de nuevo allí. Los peatones siguen por la acera. O disimulan o no han sido ellos. Avanzas dando pequeños toques a la lata. Llegas a un espacio abierto de una plaza. Nadie. Tres pasos atrás. Corres. disparas. La lata dibuja una parábola, llegas a perderla de vista pero de repente vuelve. Se te acerca. Das dos pasos atrás, levantas la pierna y la detienes. No hay viento. Las hojas más finas de los árboles están quietas. No puedes explicar el extraño efecto. Vuelves a repetir el disparo y vuelve a ocurrir. No deliras, porque un grupo de muchachas aplauden tu malabarismo. Has empezado a sudar con el esfuerzo. El sudor se hiela y sientes frío. Miras alrededor. Una papelera debajo de un tilo. Golpeas con la puntera y haces canasta. Saltas y giras impresionado de tu propia destreza. Caminas. A casa. diez minutos a paso rápido. Doblas una esquina. Un ruido detrás tuyo. Miras y no ves a nadie.Otra esquina más iluminada. Te vuelve y sigue sin haber nadie. Esperas un poco más y rodando llega la lata que se detiene junto a la puntera de tu zapato. Caminas unos pasos más. Te paras. La lata rueda y se queda en tus pies. La lata tiene movimiento propio. O quizás en su interior hay algún insecto o un minúsculo roedor. La tomas y la sacudes. Nada en su interior. La dejas en el suelo y corres. La lata rueda detrás tuyo. Te persigue. O te acompaña. Llegas a casa. Ensayas cinco llaves antes de dar con la llave del portón. Por fin. Entra. Miras a través de los cristales la lata. No se mueve. Quizás se agita ligeramente. Pasa un vecino. La mira. La coge y la lleva hacia el contenedor soterrado de reciclaje de envases, el amarillo. Desde detrás del cristal ves la imagen de una lata entre centenares de latas de otros colores aplastada por una prensa para convertirse en un bloque informe de aluminio. Corres. Le coges la mano al vecino. Le dices que por favor no. El vecino se extraña. Le reiteras la súplica. Le pides que te de la lata. Te dice que no te pongas así. Te la da. Te la metes en el regazo . La acaricias. En casa la dejas en el suelo calentita sobre la alfombra, te acuestas. Si su padre la ve ahí montará la de San Quintín y  la tirará a la basura, a la orgánica porque no recicla y te reñirá por sucio. Enciendes la luz y la dejas en el estante. Ahí tiene un pase como icono pop. Por la mañana la sacas a pasear cada día. Le has preparado un arnés con un plástico de los que contienen seis latas. Los días de helada la sacas abrigada con un calcetín afelpado. En los paseos te alejas de los contenedores amarillos porque sabes que le afecta. No has visto en ningún lugar una lata tan bonita como la tuya

viernes, 2 de marzo de 2018

ASCENSOR (DOS)

No me gustan los ascensores inteligentes. No me gusta que las máquinas tomen decisiones por mi. si subo a un ascensor y pulso el seis, no quiero que pare en el uno , en el dos , en el cinco porque otros usuarios también hayan llamado. Si marco el seis quiero que el habitáculo no se detenga hasta la sexta planta. No tengo por qué romper mi soledad con la visita de un vecino o un extraño ( casi todos los vecinos son extraños para mi y tampoco quiero que eso cambie). Y menos con dos. Y menos con personas que quieran entablar conversación conmigo. Qué lento es este ascensor. Hace calor o frío aquí. Ha cambiado el tiempo. Por fin llueve o por fin llegó la primavera. Qué más me da a mi si llueve o truena. Estoy en la cabina de un ascensor. Quiero llegar al sexto si no me interrumpen las personas que también quieren subir Dios sabe adonde. Por qué no dicen oiga le huelen los sobacos o mantenga la boca cerrada que tiene usted halitosis o guárdese los gases para cuando esté en casa o incluso es usted realmente feo. NO. El tiempo. La lluvia o la niebla y mi viaje interrumpido o retrasado.  Respondería más a la realidad, sería más original y contribuiría a la mejora del aseo personal y colectivo. Un aporte a la vida vecinal. Por otro lado yo podría usar la escalera. Pero el repiqueteo de los pasos al bajar o el golpe sordo al subir me destroza los tímpanos, que puedan ver mi persona aparecer desde arriba o desde abajo en una planta y que un vecino que abre la puerta , ralentice sus movimientos para esperar a ver de quien es ese cuerpo apuesto que aparece por el hueco de la escalera, me parece lo más vulgar y desagradable del mundo. Peor cuando oyes el click del resbalón de la puerta cuando después de haber espiado por una rendija , consistentes de quien baja se ocultan para seguir por la mirilla tu evolución en ascenso o descenso. Aburridos. Raros. Personajes. Me gusta este ascensor. Le doy al sótano y me lleva al sótano. Pocas veces tengo que cruzarme con alguien. Sin más olor que el rancio a humedad del yeso de los sótanos de edificios viejos. Al sótano. Cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero y menos uno. Nadie me ha interrumpido, Menos mal. Soledad. La puerta está dura. TEngo que apoyar el hombro para abrir los primeros centímetros. Hay más resisitencia de lo normal. Si no  abro pueden llmarme y tener que pasar por la vicisitud de dos vueltas con multitud de vecinos que quieren importunarme. Abro un poco, suficiente al menos para que no llamen el ascensor. SE abre de golpe. Casi me caigo. ¿quien es usted? Por qué me coge del cuello. Deje mi falda . Dejen mi falda por favor. Déjenme. Van encapuchados. NO puedo salir al pqrking sin abrir con la llave. Espero que venga algún vecino. Alguien que me ayude. No me toque. Se lo ruego. No me hagna daño. Soco.... Me tapan la boca. Es inutil. Que entre alguien. Nadie puede bajr la puerta del ascensor está abierta. Han dejado una pata de cabra en el suelo bloqueándola. Me arranca las bragas. Me manosea y me hace daño. Me estiro y cojo la pata de cabra. Le doy en la cara. Se duele. El que me iba a follar se ve sorprendido con los pantalones en las rodillas y se cae. Salto al ascensor y cierro. Marco el sexto. Ojalá algún vecino llame. Pero si llaman podrían ser ellos que me persiguen escaleras arriba. No sé qué prefiero. NO oigo nada afuera. La alarma del ascensor. Pulso el stop ente dos pisos y toco la alarma. Una voz al otro lado. Han intentado violarme. No saldré hasta que me rescaten.