lunes, 19 de febrero de 2018

ARENA (dos)

Desde la sombrilla veía a su hijo de cuatro años hacer agujeros en la arena. Metía la pala en la arena. Sacaba un montón y lo aplastaba en el lateral. No se preocupaba de la forma. El hoyo profundizó, y el niño tenía dificultad en manejarse con la pala. Empezó a meter la mano y sacar puñados de arena húmeda. Aprovechó las gotas de barro para dibujar formas arboladas como pequeños cipreses. El niño reía.  Al final el agujero engullía el pequeño brazo hasta el hombro. entonces el niño dejó de sacar arena. Miró curioso el fondo. Sacó la mano, retraída, se la tocó y se la limpió. La volvió a introducir y la volvió a sacar. Pusó cara de susto y miró a su madre. Su madre estaba concentrada en la lectura. Como su madre no lo advirtió, él tampoco le dio mayor importancia. Introdujo la mano y sonrió, reía a carcajadas. amplió el hoyo paraintroducir las dos manos y aun reía más. Su madre se sorprendió. Se acercó al hoyo. Por los laterales la gruta colapsaba, un charquito de arena apareciá en el fondo alrededor de los dedos de las manos de suhijo que parecía estar tocando algo. Introdujo la mano. Primero el nuvel del agiua. Después la arena diluida. Sumergió un poco más y la palma de su mano se apoyó en algo ca´lido y mullido, algo vivo. Sacó los brazos del niño por temor a la presencia de algún animal subterráneo, un insecto o un mamífero venenoso. cogió un palo que las olas habían arrastrado a la orilla y pinchó profundamente. Nada. Arena. Ni sangre ni restos. El animal habría huido. Introdujo la mano. el nivel del agua, el baro y el fondo y  de repente el tacto caliente que seguía intacto. con la otra mano pinchó profundamente, varias veces como una posesa. Miró y no había ningun reto en el fonod. Volvió a introducir la mano,amagadno varias veces y el tacto calido y blando seguía ahí. Sacó. Miró Y en el fondo no había más que el charco y la arena del colapso de los laterales del agujero. Con el colapso el hoyo se ensanchaba. Se sentó en el borde. Pinchó el fondo con el palo veinte o treinta veces y sin quitar el palo. Pusó los pies. Cuando llegaron al fondo, notó el mismo tacto caliente que con las  manos. Pinchó el palo sin rsistencia. Movió los dedos y cada movimiento era respondido por otro similar del ser que habitaba la arena. Volvió a salir. Introdujo lamano abierta. profundamnte y la cerró. No veía nada a partir de la muñeca.  Tiró. Cuanto más tiraba, más tiraba el ser de la arena hacia el fonfo. Aflojó y aflojaba. Volvió a tirar y volvió a ser tirado. Apretó y le apretaba. solto y le soltaba. Acarició y le acariciaba. Se quedó quieto y permaneció quieto. Introdujo las dos manos y atrapó y fue atrapado por dos manos que reporducían de forma exacta sus movimientos. Salió y miró . Durante un rato vigiló los movimientos que se pudieran producir en el fondo. Nada. Ni una brizna de aire, sólo los desprendimientos de los laterales. Cansada, aburrida del jeugo. Con su hijo hambriento tapó el hoyo.

Al día siguiente. El niño comenzó a hacer un nuevo hoy en el mismo lugar. Ella sintió miedo. Profundizó el hoyo hasta el nivel del agua. Excavó con las manos un poco más y apareció el cieno. Un poco  más y arena más grosera. Pero nada más. Introdujo la mano, la clavó, apretó y la arena se deslizó entre los huecos.Intentó lo mismo dos o tres veces. Sólo arena.

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