miércoles, 28 de febrero de 2018

LECHE SIN LACTOSA

"Me tomaba un vaso de leche y tenía que ir corriendo al baño" "Qué exagerado" "¿Exagerado? Más de una vez me he cagado" "No tomes leche" "Eso hago, pero es que me gustaba mucho. Menos mal que pude solucionarlo" "No me dirás que tú con lo que predicas de las cosas naturales estás tomando leche de avena o sin lactosa en bricks" "Jamás" "¿Cómo lo has solucionado entonces?.¿ Con la abstinencia?" "Un golpe de suerte. O más que suerte una intuición" "Ahora sí que me dejas despistado" "Fui al campo, donde mis primos. El año pasado ya vi un cabritillo albino. Me llamó mucho la atención. Cuando llegué, lo busqué entre el rebaño, aunque no sabía si lo habrían sacrificado en navidad. Por suerte no. Era una cabra de muy buen porte. Las ubres rezumaban leche. No me preguntes por qué, pero me puse debajo, la ordeñé y me supo a gloria. Estaba en el campo, si me daba un apretón qué mas da un montón de escíbalos que un mojón" "Igual igual no" "No fue necesario, me sentó muy bien. Me dio mucha alegría porque pensé que me había curado. Probé de otra cabra, y ya desde la primera gota supe que aquello no era igual. Salí corriendo y.." "Ahórrate los detalles" "Por la mañana volví a probar la leche de la cabra albina y me sentó mejor todavía que el día anterior. Estaba emocionado. Volver a disfrutar de la leche. Un placer. Me llevé un par de botellas y disfruté toda la semana.Cada fin de semana volvía a traerme más botellas.Me sentaba bien, pero sentía curisidad de por qué la leche de esa cabra podía tolerarla. Lo llevé a la facultad de tecnología de los alimentos, la analizaron y no tenía ni trazas de lactosa. El amigo que me hizo el favor lo comentó con el catedrático, una cabra que producía leche sin lactosa. Se extrañó y lo comunicó a las autoridades veterinarias. Por la mañana se plantó allí el seprona con un veterinario y se incautaron de la cabra. entregaron un auto del juez donde amenazaba de una denuncia contra la salud pública por experimentos genéticos sin autorización" "Si era una cabra natural" "Pero ellos no lo creían. Secuestraron a nuestra cabra. Tomaron muestras de leche. Las enviaron a analizar y la leche era rigurosamente normal" "No es posible" "Es lo que es. Nos devolvieron la cabra." "Entonces tu magnífica tolerancia era pura sugestión" "Nos devolvieron la cabra, certificando que su leche producía una cantidad normal o alta de lactosa. Yo no lo podía creer y pense´lo que tú dices pero no me resistí a ordeñarla y volver a a beber. Supo deliciosa y me sentó mejor que nunca" "Qué raro" "Sí. Unos días más tarde llegó al cortijo una vecina de un cortijo próximo. Había oído que nuestra cabra producía una leche muy buena sin lactosa, nos pidió si podíamos darle un poco, su sobrina había recibido quimioterapia y a resultas no toleraba la lactosa, además el tratamietno había sido un fiasco, después de mucho sufrimiento no había tenido eficacia alguna, si toleraba la leche, al menos tendría un consuelo. Le ofrecimos que viniese la niña así se divertiría con los animales. Subió. La cabra se acercó a ella en cuanto la vió. La niña se agachó, la enseñamos a ordeñarla. Disfrutó mucho con la leche que le sentó muy bien. Y al cabo de varios días sanó" "¿Se curó?" "Del todo. Pero la vecina se fue de la lengua y de nuevo se llevaron a nuestra cabra. Habían analizado una muestra de leche que se había llevado la niña y en su interior había una alta densidad de sustancias químicas muy semejantes a algunos quimioterápicos, sin embargo ordeñaron la cabra y no obtuvieron más que leche normal. Nos la devolvieron. Y aquello fue un no parar. Parkinson , demencias, diabetes descontroladas.. Bebían aquella leche y recuperaban la salud" "Y ¿sigue viva la cabra? , Porque yo tengo una lumbalgia más de un mes" "No. Se la volvieron a llevar. La dirección de farmacia estaba en desacuerdo con aquella cabra dispensador de fármacos sin ningún tipo de licencia o registro sanitario. Debatieron y decidieron que lo  más saludable era sacrificar al animal. Así lo hicieron y donaron sus restos a un albergue regentado por unas monjas para personas sin techo. el estofado no estaba muy bueno de sabor, pero de quienes lo comieron casi todos sanaron de sus males" "¡Increíble!. ¿Y no hay otras cabras de la misma estirpe?" "No. ningun ascendiente o descendiente" "Entonces voy a la farmacia a comprar paracetamol"

martes, 27 de febrero de 2018

LA REBECA

El abuelo no era rico. Poseía algunas cosas, algunos bienes que, los caprichos de la historia, habían revestido de unas plusvalías considerables. El albacea llegaria a la casa de campo con el notario a mediodía. antes de esa hora los familiares y los allegados que habían sido convocados iban llegando a la casa. El abuelo lo había dejado todo preparado, música, bebida, aperitivos. El día acompañaba. Un día de sol brillante, de cielo azul meditérraneo excepcional para un mes de noviembre muy avanzado.Nada de llantos. Seriedad. él había sido un hombre serio, pero con un gusto intenso por la vida, por los placeres y por las sensaciones, por los matices necesarios para apuntalar una buena vida, para conducir a una buena muerte, como había sido la suya, . Los coches llegaban al jardín. El parterre de los rosales estaba cerrado. En ese no quería que se aparcase. Los rosales no. A las once medio centenar de personas pululaban por la heredad. Las puertas estaban todas abiertas. Todos los invitados eran personas de confianza, muchos ajenos entre sí, pero ninguno ajenos a todos. No había necesidad de proteger los bienes, las joyas, la colección de relojes que aun estaban en los cajones. Plena la confianza en quienes había elegido como herederos. Cada uno que llegó paseó por las habitaciones. todos subieron al lecho donde permaneció una vez solicitó el alta del hospital consciente de que todo estaba ya hecho, quedaba por escenificar el último acto. Todos entraron en la habitación, acariciaron la butaca sonde sólo se pudo sentar un rato, la almohada que había sostenido su respiración, y todos, todos se acercaban al perchero, del que de una percha de plástico colgaba la rebeca gris que el abuelo siempre buscaba. Todos la tocaban. Acariciaban el tejido. Unos lo encontraban suave, otros alababan su calidez, otros su comodidad, algunos incluso lo encontraban elegante, pero a nunguno le era indiferente, y cunado abandonaban el aposento todos miraban hacia atrás. La rebeca se había convertido en una pieza apetecida por muchos. la campana los covocó al salón. Medio centenar de sillas. Medio centenar de herederos. En presencia del notario, el albacea comenzó la lectura. La distribución de bienes, de dinero, fue pormenorizada y precisa. Cda uno recibió segun sus gustos, todo se sintieron satisfechos y agasajados con la herencia del difunto, al notario no recordaba una herencia con tantos herederos tan apacible, tan sensatamente distribuida. No hubo protestas. El albacea informó que en la mesa del fondo se serviría la comida que había encargado el difunto y se brindaría al final a su salud con el cava que él mismohabía seleccionado. En cuanto se levantaron, con la excusa de estirar las piernas, o de ir al baño, o de mirar por última vez el lugar en que había fallecido, todos pasaron por la habitación. Todos buscaban el perchero. Todos, cada uno a su manera, cada uno con su deseo querían hacerse con la rebeca. Pero la rebeca había desaparecido. Los hijos, los sobrinos protestaron entre sí, pero en voz baja. No era cuestión de desahcer la magia por una simple rebeca, aunque fuese una prenda tan caliente, aunque fuese tan confortable, aunque fuese tan bonita, o una prenda vintage según quien manifestase su opinión. Se miraban. Cuando habían llegado la prenda estaba donde siempre había estado cuando el difunto no la vestía. Alguien de los convicados e la había apropiado, pero nadia parecía estar en posesión de ella. En la comida todos sospecharon, si podían miraban los bolsos, o debajo de las chaquetas o los abrigos, nadie fue capaz de apreciar nada raro. Pero alguein reparó en que faltaba una persona, en la mesa quedaba el hueco de un comensal. La maestra del pueblo. No se había sentado a la mesa. Nadie recordaba haberla visto después de la lectura de las últimas voluntades. Nadie sabía qué hacía alli. En su tiempo hubo comentarios, pero sin fundamento. Alguien dio la voz de alarma. La señora había desaparecido. Antes de que la noche cayese debían intentar localizarla, Unos buscaron por el bosque, otros por los recovecos de la finca. No tardaron mucho en encontrarla. El invernadero. al fondo, en la caseta, en un jergón. Arropada con la rebeca del abuelo , la mujer dormía. En su boca una sonrisa, en su expresión luz. Sus manos acariciando las mangas a la altura de los brazos. No se atrevieron a despertarla.

lunes, 26 de febrero de 2018

UN MUNDO PERFECTO

"¿Es ese el tipo al que detuvimos hace dos noches?" "Déjame ver que no llevo las gafas. Sí. El mismo" "Y va tan tranquilo. Camina con las manos en los bolsillos" "Mira su mujer lo espera al otro lado de la calle" "¿Que lo espera después de la que la libramos?" "Cada uno hace lo que quiere" "Que tenga libertad para hacerlo no significa que esté obrando bien" "Si la psicóloga lo hizo de tu puta madre. La convenció de que ese tipo es un salvaje, una mala bestia. Firmó la declaración" "Se debió retractar porque está en la calle" "Pero esa tía no ve lo que ese hombre hacía con los niños. sobre todo la mayor. No entiende lo que les espera a esas criaturas con un modelo así" "Mira y lo abraza. Y los niños" "Pero los niños con muy poco entusiasmo. Mira la muchacha" "Estamos seguros que también abusó de la niña de trece años" "Pero el forense no encontró pruebas y la niña no se avino a declarar" "Qué hijo de puta. Todavía declaraban que era un hombre bueno y temeroso de dios" "DE verdad debía temerlo, pero al Dios del Antiguo Testamento, un Dios enérgico y vengador a la altura de una bestia así" "Ya están en el coche camino del hogar" "Hogar dulce hogar" "Dulce o amargo" "Amargo más bien" "Dale un poco de distancia y los seguimos.Que no se de cuenta" "Desde luego, si nos denuncia, el juez en nuestra suspensión sí que será rápido" "Como el viento" "Guarda la distancia. Sabemos adonde va"

Una dúplex de una urbanización de clase media. Pocas flores.El vallado a dos metros para evitar los ojos espías. Las persianas cerradas. En la puerta el vehículo. "Menos mal que denunció el vecino de enfrente, si no.." "Habría matado a la madre y habría violado a su hija" "Pero luego se ha retractado de su denuncia" "El miedo" "No sólo es miedo. Estos tipos son unos encantadores. nadie les culpa de su maldad. Siempre hay una buena excusa para justificarlos" "Siempre" "Tiene todo cerrado" "Esta noche volveremos a pasar. HA estado en el calabozo. Ha quedado fichado por el amago de denuncia de su mujer. No tiene que estar contento y es un tipo peligroso" "Y buen vecino" "Y buen maestro y buen padre, pero un perfecto hijo de puta. La más pura encarnación de Satanás".

Cerca de la media noche. Regresan Dejan el coche en la esquina anterior al duplex. Apagan las luces. sorben un café tibio para entrar en calor. Las luces están apagadas. Dan un par de cabezadas cuando del interior de la casa se escucha un grito. enseguida llantos y gritos desesperados. Se despiertan. Salen del coche. Llaman a la puerta. Nadie abre. Disparan a la cerradura y abren la puerta. Suben corriendo la escalera. Los ruidos vienen del piso superior. Una luz al final de pasillo. Entran cubriéndose con sus armas. El hombre está con el torso apoyado en la cuna, los pantalones bajados, los genitales al aire un cuchillo de carnicero en el costado izquierdo de la espalda, la sangre empapa la cuna. Al otro lado la mujer  en camisón abrazando a su hija de tres años empapada de sangre que ha sacado de la cuna. A la derecha de ellos detrás del muerto y enfrente de su madre la chica de trece años, La cinta de su camiseta desgarrada. Los ojos negros muy abiertos, sangre en las manos . Llora. "A mi hermana no. A mi hermana no. A mi hermana no"

domingo, 25 de febrero de 2018

KINDER

Fue aquel día cuando dejé de comer huevos. Hasta ese momento, los huevos eran mi comida favorita, fritos con puntillas, rellenos con tomate y atún, cocidos, pasados por agua. Eran deliciosos. Eran. El día en que decidí hacer una tortilla de patatas. sin cebolla, a mi me gusta sin cebolla, desde el respeto a los amantes de las cebollas. Tenía las patatas pochadas en poco aceite. Calculé cinco huevos para que la tortilla estuviese jugosa. Eran unos huevos caserros muy hermosos. Los miraba y me imaginaba a la gallina haciendo la puesta. Preparé un plato hondo, tomé el primer huevo con una mano, lo casqué contra el borde del plato , pulsé con los dedos a su  mitad y lo vertí en el plato. Repetí cinco veces. Las cincoyemas estaban en el fondo del plato. Cogí un tenedor para comenzar a batir. Rompí las yemas una a una , primero con cuidado y después con más vigor. Cuando golpeaba con el tenedor, notaba un tacto como de grumos. Loshuevos son blandos, la textiuraes líquida, o como mucho algo cremosa y sí, sin duda alguna sentía un tacto grumoso. Me puse las gafas. Miré el plato. y entre medias de la pasta de huevo había unos restos negruzcos. Olí. el huevo no olía a podrido. Acerqué el tenedor a uno de los grumos. Se movía. Nadaba. Me acerqué y tenía un estilo de croll nada desdeñable. en dos o tres brazadas llegó al borde del plato y se sentó. Un hombrecito. Removí los otros y el resultado fue el mismo, a crol o a braza incluso a espalda llegaron al borde del plato y departían amigablemente entre ellos. el que quedaba permanecía inmóvil flotando boca abajo. Cuanod los otros lo apreciaaron, se lanzaron al huevo batido, lo llevaron al borde del plato y con una coordinación perfecta inicaron maniobras de renimación. Con éxito. Y ahí estaba yo, con las patatas a fuego débil y el huevo batido de piscina de unos enanitos que habían salido de los huevos. Acerqué una cuchara a los hombrecitos y los deposité en un bol. Vertíel huevo sobre la patata y empoecé mi tortilla, después decidiría si aquello era o no comestible. Los hombrecitos no eran conflictivos se sentaron ene el fondo del bol. Uno tiritaba. Le acerqué un trozo de clínex y se tapó. Probé la tortilla. Sabía raro. Quizás me había condiconado lapresencia de los hombrecitos, pero no sabía raro. cogí el huevo y la caja que quedaban, metí los hombrecitos, bueno los cuatro hombrecitos y una mujercita en una taper que tenía un respiradero y me acerqué al súper donde lo había comprado.

"Buenos días señora. Puedo hablar con el encargado" "Los curriculum se presentan por internet" "No tengo ningún interés en trabajar  aquí. Vengo a informar sobre un producto que me he llevado esta mañana" "Otro melindroso" "Señorita. quiero hablar con el encargado" "Si quiete le doy yo otra caja de lo que nosea de su gusto. Es lo que hace siempre y se ahorrará el viaje" "Es una sunto muy importante" "Ah. Entonces. Mire la puerta zul al final de la línea de cajas. Si está es ahí su despacho" Tocó a la puerta. "Es usted el encargado. No no vengo a entregar ningún curriculum" "Me ha leído el pensamiento" "Vengo a formular una queja sobre un producto que he comprado esta mañana" "Dígame" "Mejor se lo enseño" "Oiga. Nosotrosno vendemos personitas aunque sean tan pequeñitas.¡Qué se ha creído! Este supermercado tiene su ética" "No he comprado hombrecitos. Los hombrecitos me han salido de los huevos. De los huevos que he comprado aquí" " Es in posible. Nuestros huevos son fresquísimos, y en cualquier caso si no fuesen frescos saldría un pollito y no un hombrecito" "Le he traido la cja queda uno sin cascar. Compruebelo usted mismo" "Dejeme" Lo cascó en el borde del cenicero y lo vertió en el fondo. en el interior de la yema se veía una motita negra. La rompió y salió otro hombrecito. Llamó por su eléfono para que le trajesen tres docenas de huevosde aquella referencia. Los cascó uno a uno y en todos apreció un hombrecillo,menos en dos de ellos en que aprecieron dos. Los hombrecillosse amontonaban esperando a conocer a su nuevo compañero. "No puede ser" "Usted mismo lo ha comprobado" "Llamaré a la central de compras" Sonó el teléfono "Sí señor dígame. Los huevos, que los empaquetemos y los devolvamos a la central. Que ha habido un error. DE acuerdo. No no habíamos vendido ninguno. Los devuelvo todos" "Ha mentido usted. Qué más da. Quiere un jamón a cambio de sus huevos" "Claro. ¿Y los hombrecitos?" " Me los quedo. Me servirán para limpiar los rincones"

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

"Nunca te había visto así. Si quieres hablar te escucho" "Gracias pero no puedo contártelo. Está amparado por el secreto profesional" "Algo te ha pasado en el hospital. Algo gordo cuando estás tan afectado" "Nunca me había ocurrido algo así, me he sentido impotente" "Puedes contármelo. NO le pongas nombres y así sueltas. No es bueno guardar tanta tensión" "Está bien. Fue ayer"

"Buenas tardes ¿qué le ocurre?" "Mire doctor mi hijo tiene fiebre y ha perdido mucho peso" "Desde cuando te ocurre esto" "Hace un mes" "Lleva todo ese tiempo con fiebre" "NO has consultado antes" "Pensaba que se me iba a pasar" "Se te iba a pasar Se te iba a pasar. Con lo que comes tenías que enfermar a la fuerza hijo" "Papá no empecemos. Lo que como no tiene nada que ver con esto. Como mil veces más sano que tú. Y no me toques más los cojones con la comida. ¡Vale ya!" "Esa manía de no comer carne ni leche ni huevos. Eso no es una alimentación. Los hombre no pastan. Devoran" "Entonces yo no soy un hombre. Y me alegro de no serlo si todos son devoradores como tú y todos los de tu calaña" "Señores. Señores tranquilícense. Vamos a centrarnos" "Si es que mírelo como está, consumido" "Mejor delgado que gordo como tú" "Entonces me has dicho que tienes fiebre de un mes y pérdida de peso" "Quince kilos pero con una dieta muy sana" "Sana . ¿Cómo va a ser sana?" "Señor no empecemos. Déjeme a mi hacer mi trabajo." "Gracias doctor" "¿Entonces eres vegetariano?" "Vegano. Un paso más hacia la paz del ser humano con su entorno. Nada de asesinar animales. Cada ser para lo que ha sido creado" "Pero  ni huevos ni leche" "Ni huevos ni leche" "Vitamina B12 si tomarás" "Claro, es lo único en lo que tengo que llevar cuidado, pero  que no sea animal" "¿Qué te pasa?" "Me he mareado. Me está subiendo la fiebre" "Doctor que no lo embauque, que no come. No come nada. Se está consumiendo. Y yo su padre lo estoy viendo cada día y no puedo hacer nada. Ingréselo y alimentelo como Dios manda" "Mire señor . La fiebre no creo que tenga nada que ver con su dieta." "Ves papá. Te lo he dicho. Mi dieta es más sana que la tuya" "Pero te tienes que quedar ingresado. A priori en la exploración que te he hecho no encuentro ningún focoinfeccioso. En los análisis, tienes bastante anemia y se detecta inflamación. El bazo es grande. Puede ser una mononucleosis" "La enfermedad del beso" "Sí, pero tenemos que confirmarlo" "Gracias doctor me tranquiliza" "Pronto lo suben a planta"

"Tenemos tu diagnóstico" "Ya era hora. llevamos varios días ingresados" "Primero nos centramos en descartar enfermedades hematológicas, tumores de la médula o de los ganglios linfáticos. Y eso se ha descartado. Mientras solicitamos cultivos y  pruebas serológicas para otros diagnósticos. Todo ha salido bien hasta hoy" "No me asuste doctor. Mi hijo ¿Qué tiene?" El bazo grande la fiebre y el test rápido positivo, nos confirman que es una enfermedad causada por un protozoo, una leismaniasis visceral" "Y eso tiene tratamiento" "Sí, un poco complicado pero tiene tratamiento y te recuperarás" "Menos mal hijo. Qué susto he tenido todos estos días" "¿Y en qué consiste el tratamiento?" "Una especie de antibiótico el Glucantime que acabará con el protozoo que te ha enfermado, la leismania" "Gracias doctor" "Doctor ¿se refiere a acabar con un ser vivo?" "Un protozoo. es algo muy pequeño" "Un ser vivo doctor" "sí pero por poco tiempo. TE curarás no te preocupes" "No me preocupa curarme. Me preocupa curarme así, a costa de matar a esos protozoos" "No tenemos otro modo" "Entonces doctor yo no voy a tomar ese tratamiento. No mataré a ningún ser vivo" "¿Estás hablando en broma verdad?" "Me ha visto reírme" "Hijo no digas tonterías. Doctor. Es menor . Póngale lo que tenga que ponerle. Yo le firmo" "Papá , como cada año te olvidas que hoy es mi cumpleaños. Yo decido" "Pero muchacho te puedes morir. Tu cuerpo no va a aguantar mucho tiempo la inflamación" "He decidido doctor" "Llamaré al juez para pedir consejo" "sé que tengo derecho a negarme a tratamientos. Se lo firmaré donde sea necesario. Gracias doctor" HIjo" "¿Estás seguro?" "Sí"

"Y murió al día siguiente. No consintió que le tratara"

viernes, 23 de febrero de 2018

VOCES

La primera vez dudó. Fue un accidente. Que un cirujano de treinta y cinco años , deportista sufra una parada en quirófano mientra tiene a un paciente abierto en canal no es frecuente. Si además es un hospital de La Mancha en un temporal de nieve la cosa se complica. La cirugía estaba avanzada.NO había marcha atrás. Estudiante de quinto. Te había pedido que le ayudases porque eras aficionado a las quirúrgicas. Su padre era amigo del tuyo. La intervención le apasionaba. Cayó al suelo y murió. Afuera nevaba. Dentro, el campo quirúrgico babeaba regueros de sangre cuando el cirujano dejó de coagular.Todos entraron en pánico. Cubrieron con gasas la herida. Llamaron para pedir ayuda. Ninguno de los otros cirujanos estaba en el pueblo. Medio metro de nieve. Los helicópteros no podían volar en la ventisca. Sin solución. La supervisora vino desesperada. El anestesista se echó las manos a la cabeza. Se acercó al campo y clampó el colon con una pinza para que dejara de sangrar y no contaminara el campo. Se miraron. El paciente estaba estable. Pero no iba a seguir así. La nieve no iba a dar tregua hasta la noche, y por la noche los helicópteros no tenías permiso para volar, la nieve seria hielo y la ventisca volvería a tapar lo que las quitanieves liberaran. Ningún chiste en el quirófano. Fue la primera vez que oíste las voces. Claramente. Acércate. No tengas miedo. Coge el bisturí eléctrico y coagula los vasos que sangran. Primero el de la izquierda. Lo estás haciendo bien. Ahora clampa el otro extremo del colon y pide el material de autosutura. Exacto. TErmina de disecar uno a uno los vasos, lleva cuidado con los vasos mesentéricos más grandes. Así diseca el meso. Tienes la pieza. Ahora a hacer una ileostomía de protección. La incisión el fosa iliaca derecha, las anstomosis. Otra sutura. Ahora la prueba de las suturas. Los has hecho muy bien. Y empieza a cerrar la pared por planos. Ya está. Silencio. El anetesista miró sus paneles. Estable. Ordenó que lo llevaran a reanimación. Cuando el paciente salió todos te abrazaron. Estudiante y habías terminado una intervención tan compleja. Era un milagro. No dijiste nada de las voces. TE lo habías estudiado. El cirujano fallecido te lo había explicado antes y tu habías atendido. No te dieron ningun premio, por temor a denuncias por no tener prevista la situacion, pero no te importó. El paciente sí  se enteró cuando en tres días estaba comiendo y te lo agradeció, cada año te enviaba un presente por navidad. TErminaste la carrera. Cogiste tu plaza de cirugía. Cuando llevabas tres meses todos confiaban en ti. Hacías solo intervenciones que algunos residentes mayores no se atrevían hacer. Eras una celebridad. Tu jefe alardeaba de un residente magnífico. Un residente que haría historia. Nada dijiste de las voces que te guiaban en cada intervención. Pero llegó el día de la peritación psicológica. Te llamaron. Lo pospusiste al máximo, pero el jefe te dijo que si no la hacías te suspenderían la residencia. No tenías alternativa. Entraste en un despacho. Fue muy simpático. TE dijo que no tuvieses miedo. Que si tenías algo que contarle. Dijiste no. TE dijo que si estabas seguro que te veía preocupado y no estaba muy convencido de tu mirada. Entonces le dijiste lo de las voces que te ayudaban a operar. Su rostro cambió. Dijo que te tenía que ver el psiquiatra y que tenías que tomarte unos días de descanso hasta que no te viese. El despacho del psiquiatra era mucho más lúgubre. Te preguntó por las voces, le insististe. TE prescribió un tratamiento y te insistió que bajo ningún concepto lo debías abandonar. En tres meses te revisaría y te daría el alta. TE tranquilizó. Se había cogido a tiempo. En efecto volviste en tres meses. TE dio el alta. Te incorporaste. A la semana tuviste tu primera intervención. Una sencilla. Las voces permanecieron en silencio y tú inmóvil. El tratamiento había sido eficaz. Abandonaste la cirugía.

GOGO

En lo alto del escenario. La parte de abajo de un biquini. Un top. Contorsiones. En la pista saltos al ritmo de la música electrónica.Le gusta bailar. Le gusta la música. Le gusta gustar. Le gusta actuar.
Unos años de baile clásico. Cursos de español. Iba para profesional. Cuando no tenía que ganarse la vida. Una noche. Nueve meses. Juanito. Alquiler. Ropa. Pañales. Comida. Todo cuesta. A veces unas monedas otras billetes. Dejó de bailar por placer. Cada gesto ,  cada paso, por pura necesidad.  De disfrutar cada instante, a pasar cada rato. Cuidarse más que nunca para no claudicar tras seis siete horas. Una ducha al amanecer. De vuelta a casa y llevar al niño al colegio. Dormir mientras está en la escuela y despertar con el tiempo justo para recogerlo. Por la tarde sus deberes. Las tareas. Por la noche del fin de semana de regreso. Pasa el tiempo. Un tiempo quieto sobre el que perdió el control. Un tiempo que la arrastra a cada salto de las manecillas del reloj.Un día se sienta. en una silla de anea. en la ventana de la galería que da a un patio de luces. Cansada y perdida. Mira el terrazo que tiene falta de pulir, la lavadora oxidada y las esquinas mohosas de las paredes exteriores. Mira sus manos, reconoce algunos pliegues que antes no estaban. Se levanta para mirarse en el espejo. No se atreve después cuando se arregle. Es la hora. Tiene que salir. No .Es miércoles. Se quedará en casa. Cuando acueste al niño. Tomará una cerveza. Y verá la tele. Intentará ver una película entera como antes. Ahora siempre se queda dormida.

Se queda dormida. Suena el despertador en la habitación de un piso pequeño. El niño al cole. Limpieza del apartamento. Preparar comida para varios días. Comprar. Descansar. Recoger al niño. Y al trabajo. Calentamientos. Estiramientos. Reunión con las gogós para coordinar nuevos pasos, nuevos gestos. Instrucciones del gerente para atender a clientes vip. Hace un gesto al disjokey que comienza con la sesión. Le cuesta seguir el ritmo de la música. No sólo a ella. sus compañeros van claramente desacompasados. En la pista. Los clientes bailan pasodobles o salsa con el sonido de la música electrónica.Intenta engancharse a la música, pero la música se escapa. En la pista están ahora con las sevillanas siguiendo a una sesión imitada de David Guetta. En el techo los juegos de luces led son sustituidos por banderines y farolillos. Apenas ha empezado la sesión y necesita descansar. BEbe. Se detiene y mira los rostros de los clientes. Ancianos. renqueantes unos, más espigados otros pero ancianos. No ha bebido. No se ha drogado. Los otros gogós también han envejecido, las espaldas encorvadas, canas. Se miran unos a otros confundidos mientras en la pista grupos se juntan para bailar Paquito el chocolatero. en los laterales ancianas en minifalda esperan a que alguien las saque a bailar. Hoy la discoteca cierra temprano

Regresa a casa. Entra en la habitación de su hijo. No está . Se alarma. Va a llamar a la policía . Suena el bombín de la puerta. Entra un hombre de más de cuarenta años que la mira con condescendencia. Le dice mamá qué hace así vestida. Le pregunta si se ha tomado las pastillas. Le responde que sí. Le dice que se va a a echar un rato que la noche ha sido dura en el hospital. L e pregunta antes si quiere desayunar. ella le dice que no. Olvida mucho las cosas. Su hijo ha crecido muy deprisa

miércoles, 21 de febrero de 2018

CORREDOR NOCTURNO.

Llegó cansado y salió a correr. Era una noche clara de invierno. Luna llena. No se llevó el frontal. Se senti caer la escarcacha afilada hasta que el cuerpo entró en calor. Trote. REspirción pausda. Mente en blanco. Pensamientos positivos. Lejos quedaron las últimas farolas del pueblo. Lejos los ruidos  de los coches. Los perros de las casas de la huerta aullaban, todos a una. Respiración. pausada., Inspiración y espiración. Media hora . Medio recorrido. Media vuelta. La luna enfrente, poderosa. En el río la niebla. A tu espalda pasos. Pasos a tu espalda. Dejas de respirar uno segundos. Ecuchas tus pasos. Escuchas pasos a un ritomo en todo semejante al tuyo cien quizás doscinetos metros más atrás. No tienes la exclusiva de correr de noche. Cuaquiera puede hacerlo. Pero la noche... Apuras el paso. Unas respiraciones hondas para meter combustible en el horno. Rápido. Miras atrás. Has pasod una curva. NO ves a nadir. Una recta. Miras. Tu perseguidor ha apurado el paso. Vuelves a cambiar el ritmo. Eseras que no sea un gran atleta, proque te acercas a tu límite. Vuelve a no repirar para escuchar. Ritmo idéntico al tuyo. REspiras de prisa. Empiezas a sentir flato. Estás en tu límite y tu perseguidor hace un nuevo cmabio de ritmo. Miras. Avanza sin esfuerzo. Sientes miedo. Podrías confesar que te has asustado No tienes por qué . Es más probable que sea un corredor nocturno como tú  que un maleante. Mucho más. Mucho mucho más. Conoces el reconorrido. Te fijas en las cancelas de las casas. están cerradas. Si necesitases entrar no podrías. Pedir auxilio. Por favor ayúdeme. Quizás no te abrirían, desconfiarían de ti o te atacaría el perro. Sigues . Has avanzado otro kilómetro. Te va comiendo el terreno al ritmo que le conviene. Dos kilómetros sin casas. diez minutos expuesto. Elegirá ese momento para acvalazarte sobre ti, las gafas el reloj, elteléfono, son valiosos, deberías llevar materiales más baratos para no despertar la tentación. El flato. dolro agudo en el hígado. Tienes que aflojar el ritomo en esta zona aislada. La luna se oculta detrás de una nube. El cielo toma un color rojizo. Sientes su aliento a tu espalda. Ni un grito, ni un improperio, ni una amenaza. Pasos firmes y calculados de corredor experto. Tu sudor es frío. Sientes la braga del cuello calada. La gota de la esplada que te enfría. Oyes sus pasos mejor que los tuyos. Su aliento se confunde con el tuyo. Cada vez más debil. No miras. No aceleras para no demostrar el pánico que te embarga. Miras al lado. Tu misma camiesta, tus mismos calzones, tus mismas zapatillas. Tu braga, tu gorra tus gafas, tu relojo y tu rostro junto a ti. Sonríe. Eres tú. Algo más rápido pero tú. Cuando te pasas haces un gesto con la mano de despedida. Un adiós. Si no te encontraras tan débil le devolverías el saludo de corredor. Pero estás muy debil Tienes sueño. TE duele la tripa. La debilidad se extiende por tus miembros. El corredor, tú te alejas hacia tu destino. No puedes más, Tu sombra que sigue corriendo se ha lelvado la fuerza y te ha dejado exhausto. Desaparece o desapareces en la última curva, la que enfila el último kilómetro. TRatas de coger el agua pero el bidón se escpa entre tus manos, las manos se disuelven los pies se disuelven, No quedan más que tus pensamientos, el otro corredor, el corredor tú, ya ha lelgado, estira, estiras como de costumbre. Tú, él te has disuelto.

lunes, 19 de febrero de 2018

ARENA (dos)

Desde la sombrilla veía a su hijo de cuatro años hacer agujeros en la arena. Metía la pala en la arena. Sacaba un montón y lo aplastaba en el lateral. No se preocupaba de la forma. El hoyo profundizó, y el niño tenía dificultad en manejarse con la pala. Empezó a meter la mano y sacar puñados de arena húmeda. Aprovechó las gotas de barro para dibujar formas arboladas como pequeños cipreses. El niño reía.  Al final el agujero engullía el pequeño brazo hasta el hombro. entonces el niño dejó de sacar arena. Miró curioso el fondo. Sacó la mano, retraída, se la tocó y se la limpió. La volvió a introducir y la volvió a sacar. Pusó cara de susto y miró a su madre. Su madre estaba concentrada en la lectura. Como su madre no lo advirtió, él tampoco le dio mayor importancia. Introdujo la mano y sonrió, reía a carcajadas. amplió el hoyo paraintroducir las dos manos y aun reía más. Su madre se sorprendió. Se acercó al hoyo. Por los laterales la gruta colapsaba, un charquito de arena apareciá en el fondo alrededor de los dedos de las manos de suhijo que parecía estar tocando algo. Introdujo la mano. Primero el nuvel del agiua. Después la arena diluida. Sumergió un poco más y la palma de su mano se apoyó en algo ca´lido y mullido, algo vivo. Sacó los brazos del niño por temor a la presencia de algún animal subterráneo, un insecto o un mamífero venenoso. cogió un palo que las olas habían arrastrado a la orilla y pinchó profundamente. Nada. Arena. Ni sangre ni restos. El animal habría huido. Introdujo la mano. el nivel del agua, el baro y el fondo y  de repente el tacto caliente que seguía intacto. con la otra mano pinchó profundamente, varias veces como una posesa. Miró y no había ningun reto en el fonod. Volvió a introducir la mano,amagadno varias veces y el tacto calido y blando seguía ahí. Sacó. Miró Y en el fondo no había más que el charco y la arena del colapso de los laterales del agujero. Con el colapso el hoyo se ensanchaba. Se sentó en el borde. Pinchó el fondo con el palo veinte o treinta veces y sin quitar el palo. Pusó los pies. Cuando llegaron al fondo, notó el mismo tacto caliente que con las  manos. Pinchó el palo sin rsistencia. Movió los dedos y cada movimiento era respondido por otro similar del ser que habitaba la arena. Volvió a salir. Introdujo lamano abierta. profundamnte y la cerró. No veía nada a partir de la muñeca.  Tiró. Cuanto más tiraba, más tiraba el ser de la arena hacia el fonfo. Aflojó y aflojaba. Volvió a tirar y volvió a ser tirado. Apretó y le apretaba. solto y le soltaba. Acarició y le acariciaba. Se quedó quieto y permaneció quieto. Introdujo las dos manos y atrapó y fue atrapado por dos manos que reporducían de forma exacta sus movimientos. Salió y miró . Durante un rato vigiló los movimientos que se pudieran producir en el fondo. Nada. Ni una brizna de aire, sólo los desprendimientos de los laterales. Cansada, aburrida del jeugo. Con su hijo hambriento tapó el hoyo.

Al día siguiente. El niño comenzó a hacer un nuevo hoy en el mismo lugar. Ella sintió miedo. Profundizó el hoyo hasta el nivel del agua. Excavó con las manos un poco más y apareció el cieno. Un poco  más y arena más grosera. Pero nada más. Introdujo la mano, la clavó, apretó y la arena se deslizó entre los huecos.Intentó lo mismo dos o tres veces. Sólo arena.

domingo, 18 de febrero de 2018

LOS ULTIMOS DE FILIPINAS

"Sal ya. Casi no hay luz y no queda nadie en la calle" "Déjame un momento" "Ya está. Se acabó. Ya sabíamos que iba a ocurrir" "Lo sé. Calla un momento. Necesito despedirme" "NO has faltado un sólo día menos los domingos de los últimos treinta años. Y los últimos no han sido años precisamente buenos" "No. Hemos llegado a este día a duras penas" "Y tirando de ahorros" "Sí y tirando demasiado de ahorros, pero ha sido mi vida" "Y por poco tu muerte. Aquí te dio el infarto" "Me podía haber dado en cualquier lado" "Pero te dio aquí después de un berrinche tonto que te tomaste" "¿Tonto? que un niño de catorce años se pruebe unos deportivos para ver la talla y luego compare y compre en una tienda de internet lo puedo sufrir, pero que un señor de cuarenta años con cada una de sus prendas con marcas de renombre lo haga me sulfuró" "Y te dio un infarto" "¿Qué podía hacer? No soy una roca" "No podías hacer nada por eso te podrías haber ahorrado el disgusto" "Mira, no me enfades" "No. No te enfades el día del último cierre" "Y mira que el local está bonito" "Mucho" "Y bien iluminado" "Y en una situación envidiable" "Si no fuera porque, salvo los bares, todo el resto de comercios del barrio han ido bajando la persiana en los últimos años" "Sí" "De otro modo podíamos haberlo  traspasado o alquilado. Más habríamos ganado que la facturación de los últimos cinco años" "Desde luego. Pero las cosas son como son. Quizás en un tiempo se ponga otra vez de moda" "Nosotros eso ya no lo vamos a ver" "No lo sabes" "Somos viejos" "Yo no pierdo la esperanza" "Yo tengo fé, pero la esperanza en eso la perdí hace tiempo. A dios gracias que no hemos gastado lo que ahorramos de tiempos mejores" "Qué gusto. La tienda llena. Probando cosas. La caja tintineando, siempre un goteo de visitas" "No había internet. Ni amazon. Ni teléfonos móviles" "No. Mirar, probar y comprar" "Pero las facturas, el IBI, el IVA, el IRPF son los mismos, me gustaría saber si esas compañías en que esos desagradecidos compran ahora...." "Tus nietos tambien compran en Amazon" "Unos desagradecidos. Me gustaría saber si pagan lo que pagamos nosotros. Y encima los proveedores al contado, ya no nos daban ni los tres meses de antes" "Te acuerdas el día del atraco" "El del banco de la esquina" "Que cerró hace también un año" "La tienda se llenó de gente, por el temor de los tiros. Fueron ocho horas. Todo fue bien. diría que divertido" "Divertido lo dices tú ahora que entonces bien que te asustaste" "Mucho. Al final vendimos. A la gente asustada le dio por comprar" "Sí. Díselo a uno de esos expertos de marketing de los grandes almacenes. Nada como un atraco para mejorar la venta" "Apresurate. Una última mirada y vámonos. Hace frío" "Ya apago la luz" "¿Estás llorando? Estás llorando. Me vas a emocionar a mi. Ya estoy" "Una vida" "Una vida" "Momentos buenos y momentos malos" "Una vida" "Te ayudo o a bajar la persiana" "Señores perdonen un momentito. ¿No tendrán cordoneras amarillas? TEngo entrenamiento y se me han roto" "EStamos cerrando" "Vamos. Abre" "Toma muchacho ¿son estas?" "sí. Señor ¿cuanto es?" "Dos euros" "Mañana pasa mi madre a pagarle que no llevo dinero" "No te preocupes" "No le has cobrado" "No seas tacaña. Ya bajo la persiana. Ayúdame que está muy dura" "Ya"

La calle Filipinas quedó a oscuras. el rótulo luminoso se apagó. Las luces tenues de la luz pública mantenían un hilo de vida en la tarde de invierno. En los edificios de alrededor centenares de pantallas refulgían de compras onanistas.

sábado, 17 de febrero de 2018

SORBOS anemia 5ª temporada 9ª entrega y final de la 5 ª serie

Vlad volaba despacio, planeaba en las primeras horas de la noche.Intentaba encontrar palabras. Respuestas en los quinientos años de vida y muerte que arrastraba. Eufemismos, circunloquios, prosa, poesía: huía. El inmortal huía. Silenciaba las voces interiores con la mirada perdida en la luna. Silenciaba los espasmos internos agitando las membranas de las alas. Cerraba los ojos y se dejaba caer girando hasta centímetros del suelo, después agitaba las alas y ascendía. Lento. Pausado con la desgana y la falta de energía de un adiós sin palabras. Buscaba su primera cripta, su cripta más antigua, la primera tierra, los restos del barro de los cárpatos que mecían su cuerpo. Ser hombre por un año y después bestia, era un precio inasumible para alguien acostumbrado a la eternidad, para alguien habituado a la elegancia. Elegante y eterno huía. Buscaba el cobijo en el seno de la tierra que lo vio nacer y morir y empezar la eternidad. Se coló por las grietas de la cripta. levantó la tapa de su primer ataúd desvencijado y se tumbó. La tierra mollar que le acogía, le sabía ahora acre. Miró, quizás los cazavampiros habían echado algún aditamento que reflejara la luz del sol. No la tierra de siempre, pero acre y de mal olor. Cada vez encontraba mayor dificultad en encontrar el acomodo que buscaba. El descanso para un inmortal no llegaría ya nunca. Salvo con la muerte.

Antes había llegado la paz.Por qué gastar energías en ensartar al único vampiro de Murcia si no asesinaba o convertía a ningún habitante. Sostenible.Vlad era un vampiro sostenible que merecía protección y no castigo. Acaso no se protege a los lobos que acosan los rebaños, por qué un vampiro debería ser distinto, por qué un vampiro que no abusase de su poder no podía ser objeto de protección. Así Santi confortada dejó la estaca en sus encuentros fortuitos o provocados con Vlad. Consciente de la tregua Vlad accedió. La misma Santi se ofreció a saciar su sed. A sorbos. Mordiscos en el cuello. Sorbos suaves, canapés excelsos para el gusto de un vampiro. Placer para la cazavampiros. La tregua, la costumbre, hicieron los encuentros más frecuentes, los sorbos más ávidos, más cuantiosos, con ellos Santi palidecía pero no podía resistirse a los encuentros con el todopoderoso que se rendía a sus pies. Encontró en las libaciones del vampiro un placer oculto, una necesidad, una dependencia que echaba en falta y que necesitaba cada noche. Cada día se le hacía más corto. Cada día más necesario y más sabroso. Sabía el riesgo de exponerse a la mordedura de un vampiro, Tan frecunete y tan intenso. A pesar de la cautela de Vlad. Cuando amanecía cada mañana, Santi abría la cortina con cuidado. Se exponía despacio a los rayos de luz. Si no había ningún efecto abría la ventana por completo y se exponía a la resaca de una noche con Vlad.

Vlad sorbía cada vez más, él lo necesitaba y él lo deseaba. Un día, en la dulce inconsciencia, algo lo detuvo.Si seguía pasaría el límite. Si seguía Santi sería carne muerta, como él. Se paró, se apartó. Ella le preguntó si estaba bien. Le respondió sí. Al día siguiente faltó a su cita.

La tierra de los Cárpatos. La tierra que siempre le había acogido como una parte de sí mismo le supo raro.

viernes, 16 de febrero de 2018

EL GRANO DE ARENA

"Señores telespectadores, estamos en el Hospital La Paz en el servicio de oncología pediátrica. Les vamos a contar un caso estremecedor, no sólo por la enfermedad, como comprenderán estamos en un servicio de oncología sino por la condición de nuestro protagonista.Un niño que ingresó en este servicio a los cinco días de su nacimiento, y hoy con ocho año sigue aquí. Su enfermedad está estable según nos cuentan los médicos, con algunas idas y venidas, pero estable. Juanito en un hospital de Madrid no conoce el mar. Un momento, diez segundos, una llamada. Un hostelero de La Manga financia la visita para que Juanito pueda ver el mar"

Juanito tiene la piel blanca casi transparente. Es octubre. UN día nublado de levante. Unos kilómetros antes el olor a salitre le hace abrir de par en par las fosas nasales. Los ojos redondos sin cejas. El cámara que filma cada detalle. Aparcan en el puerto. A la derecha la playa. El locutor le ofrece un cubo, una pala y un rastrillo demasiado grandes. Juanito lo mira. Lo deja en el suelo. Frunce los labios. Los pulmones henchidos del aire del mar. Su madre temiendo que la emoción lo sincope. Las piernas secas con rodillas nudosas tiemblan. No hace frío. Juanito casi no puede hablar después de una de las recaídas. Balbucea.Mira alrededor dando saltos nerviosos. Tenso. La boca se abre y se cierra como la de un pez. El mar le dice el cámara. El mar está ahí. Las olas Juanito. Lo coge en brazos y se lo muestra. El niño protesta y casi cae al suelo. Señala la arena hacia el norte. Salta cada vez más de prisa y grita. Farfulla y mira a su madre que lo abraza. Le grita que esté tranquilo. Que se tranquilice o tendrá de nuevo convulsiones y las convulsiones sabe que siempre anticipan recaídas.
 El niño sigue señalando al norte y grita. Trata de articular palabras que antes olvidó. Sacude la cabeza porque nadie le hace caso. SE agita y se libera. Y corre sobre la arena oscilante inseguro, pero flotando sobre la arena planeando en su poco peso. Sacude las manos y espanta las gaviotas. Y sigue corriendo. Los mayores lo persiguen pero no consiguen alcanzarlo. Juanito que te vas a hacer daño. Juanito para. Y Juanito corre, cojea, también se cae , se arrastra y se levanta. mira atrás y señala hacia delante el punto que sin duda es su destino. Está determinado. Por fin se detiene. No mira el mar. Mira atrás y sonríe. Señala el suelo. Se acuclilla. Acerca un dedo al suelo. Lo levanta erecto. LO gira y se lo pone delante de la nariz. Sonríe de nuevo. Enarca las cejas calvas. Los ojos vizquean. Una carcajada, El dedo siempre erguido. Regresa renqueante. Ríe. Admira su dedo. Desde lejos los mayores no ven nada. Le preguntan al cámara que qué ve con su teleobjetivo, les dice que nada. Algo muy pequeño en el dedo. Sospecha que una hormiga pero no lo puede asegurar. Se acerca. Se acercan a él. Su madre lo va a abrazar y el la aparta. Le pregunta qué es lo que está viendo. Se lo muestra. Ella le dice que no ve nada. Le insiste y señala. Se acerca el cámara con su objetivo. El dedo del niño toma el tamaño de un melón. En el centro, entre dos surcos de su huella dactilar un grano de arena verde brillante perfectamente esférico. Aun aumenta más . El melón es ahora el grano. Es una imagen muy hermosa. Un minúsculo punto verde esmeralda. Realmente hermoso, seguramente el grano de arena más hermoso de toda la playa. el niño se da la vuelta. Se sube a la ambulancia, quiere volver a la única casa que ha conocido, el hospital. Le enseñará a su enfermera favorita el grano de arena más hermoso del mundo

jueves, 15 de febrero de 2018

ANÉLIDOS

Fue paciente al buscar los gusanos. Fue meticuloso al humedecer el fondo de la bolsa con arcilla. Fue valiente para olvidar su fobia e introducir la cabeza en un bolsa medio llena de gusanos.Ceñía la bolsa a los lados de la cabeza. el olor de los gusanos, esencuialmente a humedad con regustos acres se podía considerar un olor desagradable. Sin embargo comprobó que cuando mantenía la cabeza dentro más de cinco minutos, el efecto era embriagador. El bisbiseo del movimiento como pequeñas serpientes, enroscándose unos con otros, enredándose y separándose, deslizándose en la oscuridad , con la única luz del reflejo de sus ojos en un espacio pequeño cerrado. sólo la punta de la nariz entró alguna vez en contacto. Pensó que así habría alguna comunicación, pero el contacto viscoso, efímero no le produjo ninguna sensación que pudiera semejar a una palabra o un gesto. Aun así siguió pasando cada vez más horas de sus días en el mundo de la bolsa. En el silencio le pareció encontrar a ratos algo parecido a una nota musical, un canto breve, un grito silencioso o una vibbracion como un timbre pero sordo. Matices. Cada vez más matices. El movimiento , la forma de enredarse era una danza, a veces caricias, a veces castigo. El mundo exterior cada vez le interesaba menos absorto en la contemplación de los sees de la bolsa. Sólo a gritos conseguían llamar su atención y solo un momento. Un hombre con la cara metida en una bolsa y más sabiendo el contenido ak principio hacía gracia, pero después todos lo tildaban de loco. Avanzó el otoño, pasó el invierno, al final de la primavera, las horas de sol oreaban el suelo y el interior de la bolsa. Cada vez se sentía más incómodo. Sólo por la noche, en cuevas o alcantarillas era capaz de disfrutar. Pero los gusanos cada vez estaban más inmóviles. NO danzaban no se trenzaban y nunca nunca le acariciaban ya la punta de la nariz. Su rebaño llegaba a su fin. SE encontró el mismo cansado contagiado de la astenia de los gusanos. En junio llovió todo el dia, no una tormenta sino un temporal tardío. Aprovechó para ir al parque, los pocos gusanos que aun se movían consiguieron tener algunos espasmos o esterores que les devolvieron el movimiento. Se acostó en el suelo. Apoyó la cabeza en el parterre. Moció el cuello levemente a derecha e izquierda, con una técnica que no sabía que conocía. Se fue clavando en la tierra. Y se sintió agusto en la tierra húmeda. Liberó los tres gusanos que quedaban vivos. Abrió los ojos y ya no vió. comió raices y tubérculos, Se olvidó de la luz, del calor y del mundo seco. Miró a su alrededor y encontró otros humanos como él reconvertidos al mundo somero subterráneo. Se deslizó hacia ellos. se enroscaron, se deslizaron, a veces con caricias y a veces con golpes. Establecieron sy jerarquía, pero una jerarquía que siempre siempre estaba por debajo de las del gigante que desde el cuello de la bolsa los contemplaba.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Lactancia

"Enhorabuena. Vaya un niño guapo que tenéis" "Muchas gracias. Mi trabajo me ha costado. Seis puntos y casi ocho horas" "Un parto normal" "Normal para usted" "Yo no tengo hijos. No tengo esa suerte" "Lo siento no pretendía molestarla" "No me ha molestado. Soy tu matrona para acompañarte en lo que necesites. ahora lo más importante para tí y para tu bebé es que te lo pongas en el pezón" "Me parece que esto está vacío" "Es muy importante que el bebé succione, así la leche llenará el pecho. Al principio sale muy poquito, los calostros, pero ese poco es muy nutritivo" "Ahora que lo dice mi abuela siempre dijo que en nuestra familia teníamos unos calostros excepcionales" "Cariño, lo diría con segundas, porque tu madre siempre dijo que no le salió de la pera darte de mamar" "No es momento de que te metas con mi madre cariño. No quiso y no quiso. Mira qué bien he salido yo, pero a mi hijo sí que le voy a dar de mamar hasta que sepa hacer raíces cuadradas" "En mi familia hemos sido torpecicos en matemáticas" "Si fuera en matemáticas solo" "Dejen de discutir que los calostros van a coger mal sabor. Eso lo percibe el niño perfectamente. Mira póntelo. Fíjate qué pezón tan formado tienes. Mira ves esa gotita. Si va a ser verdad que tienes unos calostros buenísimos. Mira como se engancha el niño" "Uy como noto la subida de la leche" "Disfrute de ese momento. Los niños crecen muy deprisa" "Si usted no tiene hijos" "Pero lo cuentan todas las madres" "Perdone usted otra vez" ""Qué bruta eres cariño" "No le diga eso que su hijo se pondrá triste. mírelo qué feliz. Si crece a ojos vista" "Está hecho un renacuajo" "Bueno al principio pierden un poco de peso pero después medran sin parar" "Y con mis calostros. je je" "Les dejo. Ha estado usted sobresaliente en cuidados. La felicito. Mañana pasaré a saludarles. No olviden que el niño tiene que comer cada tres horas" "Mis calostros harán que aguante más" "Tan pequeñitos deben comer continuamente" "Era broma. Cada tres horas"

"Cariño. Cariño. Son las siete de la mañana" "¿Las siete? Es imposible" "Las siete. Las siete.¿cuando le diste la última toma?" "A las diez de la noche. Me he quedado dormida" "Nos hemos dormido y nuestro hijo sin comer recién nacido" "No está en la cuna" "Se lo habrá llevado la enfermera a darle un biberón" Se oye la cisterna del baño de la habitación. Miran. Estaban solos. Sale un joven de unos 20 años, velloso de aproximadamente uno ochenta del cuarto de baño en pelotas. "Oiga ¿qué hace usted desnudo en nuestra habitación?" "Papá Mamá. Soy yo" "Está usted loco. Nuestro hijo nació ayer. Es un bebé de dos días" "Mamá ya te has olvidado de mi. Déjame que me acurruque en tu seno. Por favor. echo tanto de menos los latidos de tu corazón" "¿Qué hago?" "Déjalo que se acurruque. A ver si va a ser peligroso" Se acurruca y comienza a sorber del pecho. La madre encuentra alivio al liberarse de la turgencia de sus mamas. "¿No me sientes como yo te siento a ti mamá?" "Ahora que lo dices sí. el latido de tu corazón me resulta muy familiar" "Y es clavadito a mi cariño. Míralo" "Más guapo" "Claro, mejorado" Se abre la puerta. La matrona del día anterior "Qué escena tan tierna. Qué crecidito está su bebé. Es sorprendente lo que ha medrado a lo largo de la noche" "Sí. Al principio nos ha asustado, pero ahora estamos muy a gusto los tres" "Me lo llevo que lo vea el pediatra" "Mire, yo de usted, lo del pediatra me lo ahorraría, llévelo mejora al urólogo que le encuentro el prepucio muy cerrado y en mi familia todos nos hemos operado de fimosis" "Papá" "A callar hijo. Te vas donde te diga esta señora" "Vale"

martes, 13 de febrero de 2018

CROHN

"Seño tengo que ir al baño" "Pedrito tienes que esperar. No debes interrumpirme en medio de la explicación. El objeto directo es  aquel al que se dirige la acción del verbo" "Seño por favor. Es urgente. No me puedo aguantar" "El complemento circunstancial de tiempo ayer" "Por favor" "Y el complemento circunstancial de lugar en su casa. Y así tenemos toda la sintaxis de la frase analizada. ¿Qué pasa ahí detrás?" Los niños de las filas traseras ríen a carcajadas. Se tapan la nariz y aventan el aire delante de sus caras. Todos menos uno, el niño que casi suplicaba salir. La profesora se acerca. No es necesario ser Jean Baptiste GRenouille para saber que huele a mierda. Todos corean se ha cagado. El resto de la clase ríe también menos uno o dos amigos del muchacho que permanecen fieles a su tormento. Clava los ojos en el suelo. Los carrillos rojos. Pegado a su silla para disimular la mancha marrón amarillenta que se extiende y titila por la pata de la silla. Mira al pupitre con los ojos marrones rojos de humedad. Sólo la rabia que siente y la costumbre de no ser la primera vez hace que no rompa en llanto. Tampoco grita, ni insulta, es la costumbre. el silencio, todo pasa, hasta las peores pesadillas. Quizás ella no se ha dado cuenta. Es muy lista, le gusta sentarse delante. O sí se ha dado cuenta y no quiere mirar para no mortificarlo. Lo agradece. Los demás le dan igual, pero ella no. Le costó mucho decirle lo que sentía. Le sorprendió que ella lo aceptase. Sería terrible que algo cambiase del sentido en que había empezado a cambiar. Sigue adelante. Mira a la pizarra mientras todos miran hacia atrás, hacia el alumno que se ha cagado en clase. La profesora se acerca. Guarda silencio. Mira al suelo. Está avergonzada de haber estado más atenta al sujeto y al predicado que al muchacho que se derrumba humillado en su clase. No sabe qué hacer. El olor. En un primer impulso siente náuseas, pero las controla. Náuseas no. Permanece entera. Le gutaría tocarlo, ponerle lamano en el hombro como signo de solidaridad, pero teme que rechace su apoyo. Al lado., en silencio, mientras los otros ríen y la diarrea sigue empapando el suelo. Debe sacarlo de ahí, pero el niño no quiere  mostrar la mancha en la entrepierna de su pantalón claro. Un paseo de la vergüenza por una broma de su naturaleza. "Muchachos la clase ha terminado" "Quedan quince minutos. Expliquenos los verbos" "ja ja ja" "Ha terminado la clase. Id saliendo en fila y en silencio, en las otras clases aun trabajan. Salid por favor" El niño hace ademán de levantarse "Tú no. Espera" Todos abandonan la clase. La niña de la primera fila la última. Mira atrás. Encuentra la mirada compungida de él y le sonríe. Él casi le devuelve la sonrisa. Ella sale. Quedan a solas la profesora y él. "Antes de nada tengo que disculparme" "No se preocupe. Estoy acostumbrado" "He sido intransingente" "Ya le he dicho que no se preocupe. No es la primera vez. ¿Puedo salir ya?" "No, espera. Déjame que te ayude. Me he equivocado. ahora te puedo ayudar" "ES igual" "Debo ayudarte. No lo hice antes. Puedes levantarte que vea como vas" "Sí señorita" "Vas muy manchado. Ponte mi chaqueta. No parece de mujer. Te queda larga y disimulara´la mancha" "Se la voy a manchar" "No te preocupes. Se limpiará. Ven conmigo al baño de profesores. Creo que hay algunas mudas limpias y alguna ropa" "Va a llamar a mi madre" "¿Tú estás bien?" "Ahora sí" "Quieres que la llamemos" "No. Estoy bien. Después del recreo quedan clases. Ya he perdido muchas este año. Ahora estoy bien. ha sido un accidente. He desayunado demasiado" Mira estos pantalones te quedarán bien. Y un bañador que dejaron en la piscina. A falta de calzoncillos te servirá" "Gracias. Me quedan muy bien. Me voy a clase.Siento haber manchado su cazadora" "Estamos en paz" La limpiadora había quitado las manchas de su pupitre. Olía a perfume fuerte y barato. El niño tomó asiento. La niña lo volvió a mirar. sonrieron los dos. El resto se sentaron. Su compañero le preguntó si ya estaba bien. Le dijo que sí.

FRAGIL

Siempre fui frágil. Desde niño. Mi madre me ataba a las silleta hasta los seis años, para prevenir caídas accidentales o agresiones de otros muchachos. Después cuando instigados por los consejos de los profesores accedieron a darme libertad, ya no era necesario atarme. Sabía que de un árbol te puedes caer, que si corres cuanto más veloz más daño te hacías al caer. Que si saltas te puedes torcer un tobillo. Y no solo era frágil para los asuntos físicos, mi fragilidad se extendía también a las cosas de comer, los donuts eran muy grasos, la nocilla también, el embutido obstruía las arterias de los adultos, las golosinas picaban los dientes, las moras de las zarazas daban diarrea, las brevas dolor de tripa... Un bocadillo de jamón de pavo, cada día. Un taco enorme de jamón de pavo bajo en grasa, que dejaría mis arterias como una patena por los siglos de los siglos, como si no hubiese vivido, como si mi vida hubiese pasado en un congelador. Y así seguí. Crecí. No beses a las muchachas que los besos transmiten infecciones. Lávate las manos con desinfectante después de dar la mano a alguien por la calle, y en epidemia de gripe al instituto con mascarilla. No aceptes comida o bebida de desconocidos. NO cojas nada del suelo. No uses internet o el móvil sin la presencia de tus padres. No te mires cuando vayas a orinar. No te toques que se secará la médula. No tengas malos pensamientos que el niño Jesús se pone triste. Y todo de buen grado. Si había algo que era seguro es que no me iba a dañar. Y seguí creciendo acumulando más cláusulas de seguridad que una póliza de seguros, y todas tatuadas a fuego sin deslices, sin excepciones llevadas con rigor, con naturalidad, sin excepción. Llegué ala veintena pálido, débil, caminaba sin separa los pies, algunos pensaban que era por amaneramiento, pero simplemente era para evitar caer, caer al suelo, y los pasos mentales también cortos para no caer en las tentaciones de un mundo arriesgado. Aprendía a leer con libros electrónicos, con las mejores gafas que evitaban las radiaciones. Los libros de papel con sus ácaros eran anatema. A la entrada de casa había una cubeta somera con desinfectante para mantener la casa en un ambiente estéril, Me duchaba con ropa y todo, después una vez empapada de agua y jabón, me desvestía y salía, me secaba con un secador anclado en la pared y me vestía con ropas que no habían tenido contacto con el ambiente hostil e infecto de la calle. Me sentía solo. Mi forma de vivir, sencilla, prístina no era comprendida por nadie. Nadie, el resto del mundo prefería lo hosco, lo sucio lo infecto y lo arriesgado. El ambiente seguro de mi hogar era un lugar poco, nada frecuentado. No me sentía completo. Los seres humanos, incluso los mamíferos necesitan relacionarse con semejantes, amigos o parejas. Mi forma de vida les resultaba hostil y yo me sentía un ser humano incompleto. Pero encontré la solución. Soy frágil. Muy frágil tan frágil como una porcelana china, tan sensible a infecciones como un trasplantado de médula, un olor demasiado fuerte, un ruido podrían dañarme sin remisión, incluso la vibración de pisar demasiado enérgicamente. Era hermoso, vestía bien, relucía como el vidrio, pero como el vidrio también era frágil. investigué posibilidades. Muchas. Pero la mejor y más económica llegó en una caja de galletas. el plástico con burbujas de aire. Esa era mi solución. elegí las burbujas pequeñas. Encargué rollos enormes para envolverme y poder salir. un belcro por dentro y quedaba perfectamente aislado del ambiente, menos ruido, menos olores, menos contacto y acolchado para no fracturarme en caso de golpes inadvertidos. E hice amigos. Siempre dejaba un delantal, o un faldón y quien se puede negar a chafar las burbujas de aire inmersas en el plástico, quien puede dejar de hacer chasquidos. Algunos se hicieron adictos y tuve que evitarlos bajo riesgo de que cegados en su disfrute me hicieran perder mi aislamiento. Ahora soy popular. todos me conocen, incluso he salido en algún programa de televisión, y no lo creeréis, me han propuesto papeles en alguna película, pero todo el mundo sabe que el cine no es algo seguro, `por supuesto he dicho que no, ya he sido demasiado aventurado. Sigo siendo muy frágil , como todas las cosas realmente valiosas.

domingo, 11 de febrero de 2018

AROS OLIMPICOS

"Tómate una de estas por la mañana y otra después del entrenamiento" "Pero qué es" "Energía , que  gastáis mucho" "Estoy harto de toda esta mierda" "Chico ya sabes donde está la puerta. En otras disciplinas tendríamos problema, pero en pértiga hay dos o tres candidatos que matarían por tu puesto" "Sólo hoy. Así llegarésis limpios al controlantidopping. Garantizado" "Estoy harto. Esto no puede ser bueno. Nuestra salud lo pagará" "Sois jóvenes. Vuestro cuerpo guanta esto y más, mejora de hecho. No te gusta la gloria. Estar en lo alto del podium. Y las mujeres. Y el dinero y el agasajo. Además tú no eres un don nadie. Eres bueno estudiando. Me han dicho que te va el mundo de la empresa. A un medallista con tu curriculum, se lo disputan luego en las empresas. Tómatelo y no te calientes la cabeza más. Ah . y no olvidéis tomar un resopón antes de dormir. Un vasico de leche y dos madalenas no os va a hacer nada mal. Sexo no. El sexo lo tenéis recortado hasta que no paséis la final" "Dame. sois unos mierdas" "Toma. Somos unos mierdas, pero nos gusta ganar"

Miró al techo en su habitación de la villa olímpica. Muy pequeña, calurosa, pero por lo menos limpia. Miró su jabalina en una esquina junto al armario. Siempre la llevaba con él. Récord nacional. Sin embargo no suspuso más que un reconocimiento en elmndo del atletismo, a nadie más le interesaba. Podría haberse dedicado a  otros deportes o a discilinas que aunaran varias disciplinas, pero el moomento de trasnmitir el último impulso a la jabalina era un momento cargado de poder y sensualidad. Era capaz de reconocer la distnacia que podía alcanzar el tiro. con una diferencia de unos pocos ceentímetros. La pértiga en el rincón, y en la mesilla las dos pastillas, la de ahora terminado el entrenamiento y la de mañana víspera de la competición. Experimentaban con ellos como si fuesen cobayas. De aficionado no había consumido nada. sólo esfuerzo. Estaba convencido que el efecto de las píldoras y las inyecciones no era más que un placebo químico. Cogió un poco de agua y se la tragó. Estaba amarga. Trató de permeanecer despierto intentato identificar sensaciones que podrían derivarse de haberla ingerido, pero se durmió. El sueño no parecía un efecto secundario del doping de un deportista. Se despertó. Se sentía bien. Descansado. Tomó la segunda cápsula y se levantó. Un desyuno temprano y el almuerzo estaba previsto antes de mediodía. A las cuatro comenzaba la final. El día era magnífico soleado, fresco y en calma. Óptimo para competir.

Almorzaron. Descansaron en la habitación antes de coger el autobús que les dejó en el estadio. La meganofía rugía cuando se anunciaba algún atleta estrella de estados unidos. Sentía la envidia discreta de un atleta de provincias. Entró en los vestuarios. Ahí empezó todo. Se sentía raro. Los músculos tonoficados, las venas delos brazos turgentes, los abdominales y los dorsales tensos como las cuerdas de un arco. El suelo vibraba bajo sus pisadas.Nunca se había sentido tan poderoso. Dos atletas delante de él. buenos tiros. Pero nada que él no puediera superar. Se echó talco en las manos. Rspiró hondo varias veces y un enorme caudal de aire se coló en sus fosas nasales. Temió dejar sin aire al resto del estadio. La hierba se apalsataba bajo sus pies. Cogió la pétiga. Inició la carrera que sintió como más velo que la que nunca había hecho. Identificó un punto rojo en la gradería del otro lado del estadio. Estiró el brazo. Y en el momento sublime de soltar. No soltó la pertiga sino que la cogió y la detuvo. Nulo. Volvió a intentrlo, pero esta vez detuvo incluso la carrera. Renunció al tercer intento.

"¿Qué te ha pasado? Estabas en tu mejor momento de forma" "Tus píldoras" "Callate" "Demasiada dosis. Si hubiese lanzado habría ensartado al espectador del jersey rojo" "Estás loco. Eres un estúpido" "Adiós"

sábado, 10 de febrero de 2018

OMEPRAZOL

"Tranquilo. Tiene una úlcera que está sangrando. El endoscopista le ha puesto un tratamiento y ahora seguiremos nosotros con tratamiento médico por la vena" "¿Qué me va a poner?" "Un buen chute de omeprazol" "No doctor. Omeprazol no. Mi religión me lo prohibe" "No sea exagerado" "Con mi alma hago lo que quiero y todos los de la religión de los benditos sabemos que el omeprazol acaba con nuestro alma" "NO sea supersticioso. Se le ha echado la culpa de muchas cosas, pero es un medicamento seguro usado para sus indicaciones" "A mi no. Mi alma está conmigo mucho tiempo y no me la va a disolver con ese maldito producto" "Está seguro" "¿Me ha visto dudar?""Me firmará el rechazo al tratamiento" "Sin duda" "Allá usted. Yo lo trataré lo mejor que pueda" Se acerca el enfermero."Menos mal que te ha dicho que no quiere. Nos queda lo que tenemos en stock, y se rumorea que lo van a retirar pronto. Los Benditos son cada vez más numerosos y están cogiendo mucho poder" "Los políticos se casarían con el diablo con tal de sisar unos votos" "Nos quedan unas ampollas" "Las dosificaremos si viene alguna hemorragia" "Mientras no lo prohiban" "Claro" "Ya está" "¿Qué?" "Enciende tu ordenador" "Lo han prohibido" "Sigue leyendo, y previene sobre las sanciones si se usa sin excepciones".

Esa misma noche, en los barrios más oscuros de la ciudad, decenas de personas con pirosis, ardores o inflamaciones de esófago caminaban ocultos en las sombras. Habían oído que en la proximidad de lugares en que encontrabas zapatos entrelazados colgados de un arbol o un hilo telefonico, podías encontrar toda clase de estupefacientes. Los yonkis encontraban dificultad de subir a sus establecimientos habituales. Por la mañana los basureros se encontraban con montañas de blisters de la sustancia, al principio, después eran bolsas sucias llenas de humedades y hongos. La policía dejó de hacer redadas. Los trabajos con turnos nocturnos con comidas a deshoras causaban dispepsias y pirosis, los agentes también habían quedado huérfanos y hacían la vista gorda. Al principio. Después las instrucciones fueron serias, se depuró a varios agentes dispépticos que habían colaborado con los traficantes y se demolieron los bloques donde se hacía el tráfico.

Los sucesivos estudios, demencias, cancer, dislolución del alma se difundían a todas horas en los medios. Se empezó a temer que la expulsión tardía a través del sudor de una sustancia tan terrible pudiera contaminar a otros seres humanos, a las mascotas o incluso el ambiente. Se incentivó a quien denunciara a los consumidores más crónicos, hijos denunciaron a su spadres, mujeres a sus maridos, padres a sus hijos. Se construyeron campos de una cuarentena que nadie sabía cuanto iba a durar. En alguno de los campos el terror al contragio fue tal que según iban llegando noticias del peligro, los encargados huyeron con las puertas cerradas, miles de consumidores de omeprazol murieron de hambre y de sed. La solución final omeprazol cero estaba próxima. Oficialmente no hubo muertos. A los desaparecidos nadie los contó.

Hasta que un día. La empresa farmacéutica de la familia del líder comercializó en benditoprazol, que ni producía demencias, ni cancer, ni atacaba al alma y tenía otros efectos colaterales todos ellos beneficiosos. El precio eso sí multiplicaba por diez mil el precio del venenoso omeprazol.Todo el mundo estuvo muy feliz.

viernes, 9 de febrero de 2018

EL SPA

"Vaya un coche que te has comprado" "Un Maserati" "Espectacular" "Bonito, sí" "Te van bien las cosas" "No me puedo quejar" "Este coche vale una pasta y tú siempre fuiste un rata" "Oye" "Quiero decir que si te has gastado esto es porque tendrás mucho más" "Me va bien. El negocio ha sido un éxito" "Hicisteis algo en la finca de tu abuelo" "Sí. Nos dejó en herencia una caseta medio derruida, un erial, cincuenta cabras famélicas que no producían leche ni para un yogourt, un tractor oxidado y un pozo seco" "No suena muy bien" "Era un asco" "Sin embargo habéis hecho fortuna. Os habrá costado mucho trabajo volver a ponerlo en producción. supongo que os habréis aprovechado de la etiqueta ecológico. Las modas dan muchos beneficios a quienes saben aprovecharlas" "No mucho trabajo. si la granja está casi igual. solo hemos adecentado una zona y no demasiado para que no se salga de la armonía del entorno" "Qué suerte" "Sí. Quieres verlo. Sube y ya te doy una vuelta en el coche. Vamos"

"¿Quienes son todas esas personas?" "Es un autobús de suecos que acaban de llegar" "¿Hacen cola?" "Sí. el último empezará el recorrido en unas dos horas" "¿No es mucho esperar?" "Si lo que esperas es realmente bueno no. Y para ellos lo es" "No entiendo nada. ¿Vienen  a ver este cuarto de aperos y todo este secarral?" "Oye. No te burles de nuestro spa" "¿donde hay un spa?"" Todo loque ves. y muy cotizado. Las últimas visitas para dentro de tres meses las hemos tenido que subastar y por un precio de más de cuatro cifras por persona" "Qué hace ese hombre. Se ha tirado al suelo en pelota picada" "En pelota picada no lleva un casco de rugby" "en pelota en el suelo y le van a pasar las cabras por encima. ¡señor apártese!" "Calla. No lodi straigas que está concentrado a ver si nos va a pedir que le devolvamos el dinero" "Pero lo va a pisar el rebaño" "Para eso está ahí. Para eso ha pagado. déjalo que disfrute" "Va mojado de algo pringoso" "Antes de tirarse a la tierra le han ordeñado una cabra encima, por todo el cuerpo, la leche de cabra tiene porpiedades excepcionales para la piel, incluso efectos como crecepelo" "Hala. Lo pisan una a una. Y lo mean y le cagan los escíbalos encima" "LO ha pagado. Tiene derecho a disfrutarlo" "Y otra vuelta más" "Son tres vueltas del rebaño sobre su cuerpo. Si quisiera una cuarta, el precio se multiplica por diez" "Míralo y se levanta tan fresco lleno de cagarrutas orina y leche" "Ahora viene la segunda parte" "SE ha tirado al abrebadero donde comen los cerdos. Lo van a devorar" "No. los cerdos están atados. sóloe stará unos minutos. La baba de cerdo tiene propiedades cicatrizantes, y sus gruñidos a tu alrededor sin muy relajantes. Veinte segundos y fuera" "Tu operario le ha cascado un huevo.." "..ecológico y orgánico" "En la cabeza. ¿DE veras pagan por eso" "Mira su cara" "Sonríe" "Está feliz recibiendo las propiedades terapeuticas del medio natural. Y ahora lo lavan con agua a presión. hace frío" "Sí, debe estar a  unos diez grados" "Está titritando" "Ya ha terminado de disfrutar" "Ahora un bocadillo de panceta, un chatico de vino y al autobús a esperar al resto que le lleven de regreso al hotel" "Una maravilla desde luego" "Es una auténtica mierda, una asquerosidad, pero míralos a los que han terminado. Felices, alardeando de la suavidad de su piel, de la profundiad de su respiración y del bienestar del que gozan" "Y tú un Maserati" "El trabajo duro" "Y el esfuerzo" "También"

miércoles, 7 de febrero de 2018

ASCICTIS

"Doctor desde hace semanas tengo  la tripa cada vez más hinchada" "Tendrá usted gases" "No son gases doctor. Le aseguro que no son gases. ¿No me va usted a explorar? He venido ya tres veces con esto y no me encuentro bien. Algo se me mueve por dentro" "Vale. Venga. Pero ya, que tengo dos minutos por paciente y ya voy con retraso" "¿Qué hace?" "Se llama percusión.  Uy. Creo que tiene usted líquido. Fíjese si está boca arriba el ombligo suena timpánico, sin embargo si se pone de lado. Fíjese. Se pone timpánico en el flanco que está elevado" "Parece divertido" No lo es. Simplemente que el líquido se mueve libremente dentro de su tripa" "¿Eso es normal?" "Pues no. Para nada. La voy a mandar al hospital. tendrán que hacerle más estudios" "¿Debo preocuparme?" "Mira quien se preocupa antes de tiempo se preocupa dos veces. A lo mejor se queda en nada. Una ovulación puede producirlo a veces. ¿Te duele?" "No y no tengo la regla hace cinco años" "Entonces no" "Ve a tu casa que yo creo que te van a dejar ingresada"

"Dígame señora qué le pasa" "Mi médico de cabecera me ha dado este informe para usted" "A ver" "Le parece que tiene usted ascitis. No creo. Serán gases" "Mire que mi médico es muy meticuloso" "Le voy a pedir una ecografía y si fuese verdad, después le van a pinchar" "Ya me lo ha advertido"

"¿Hay líquido doctor?" "Sí señora tiene líquido por toda la tripa. ¿Y esto qué es?" "Doctor. ¿Qué está viendo?" "No se asuste. Llamo a mi adjunto que tiene más experiencia" "A ver déjame que vea. ¡Coño es un pez!" "¿Qué clase de pez doctor?" "Señora . Y yo qué se. Yo no soy pescadero. Esto no lo había visto nunca y llevo varias décadas en esto, pero en su ascitis nada un pez o varios. De ese no hay duda" "Enséñemelo al menos" "Mire" "Qué bonito. Muchas gracias por mostrármelo,  Qué pena que no se vea en color" "Un momento que le haga algunas fotos más, esto tenemos que publicarlo. Ya hemos terminado. Aviso al celador"

"Señora tiene usted ascitis, y el radiólogo mucha imaginación. Je je. Un pez. je je. Tenemos que hacerle una paracentesis para obtener una muestra de ese líquido.Nos dará  muchos datos para el diagnóstico" "Me va a pinchar" "Sí. ¿Me puede mostrar la aguja" "No creo que sea necesario" "Sí. Lo es." "Mire" "Con eso no me pincha usted" "Le pondré anestesia. No se va a enterar de nada" "A mi no me dan miedo las agujas , pero no me arriesgaré a que ensarte usted a mi pez"Señora eso son imaginaciones del radiólogo" "Lo he visto" "La imagen de la ecografía es muy subjetiva" "Un pez" "Mire le coy a hacer un TAC" "Lo que quiera pero con esa aguja tan grande no va a arponear a mi pececito"

"Y qué tal doctor" "No tiene un pez" "No me diga. Me había hecho ilusión" "Tiene dos peces grande sy dos pequeños. La va a ver el cirujano enseguida" "No me voy a operar de nada" "Señora, eso no es ni medio normal, usted no es una pecera" "Si están ahí por algo será. Ya no me encuentro tan mal. Quitenme esto que me voy" "Tendrá que firmar el alta voluntaria. Le tengo que explicar los riesgos qué corre" "Dígame qué riesgos corro" "La verdad no lo sé" "Si le da fiebre o dolor os igue periendo peso no dude en venir" "Lo haré no se preocupe. Me voy que tengo mucho antojo de camarones" "Adios señora"

martes, 6 de febrero de 2018

CONFLICTO

El hombre salió del portal. Estaba nublado de nubes negras. Comenzó a llover sin avisar. Rayo , trueno y después el aguacero. Se cobijó en una parada de autobús, pero la intensidad del agua le caló casi tanto como si hubiese permanecido al raso. Salió el sol. Un sol poniente. Caminó hacia el oeste por una calle recta del ensanche. Caminó deprisa aunque no iba a ningún lugar. Dobló la esquina y sintió un tirón en la espalda. Tiró otra vez. Se encontró liberado . Siguió caminando . Ligero. Demasiado ligero. Miró al suelo. Su sombra no estaba. Se miró en un espejo del escaparate de unos grandes almacenes y se vio sin cambios, pero en el suelo, apoyada en la pared, su sombra no estaba. Volvió a la esquina, miró a la izquierda, y un único transeúnte iba acompañado de su propia sombra y la sombra prestada. Las sombras hablaban apaciblemente , gesticulaban y reían mientras el transeúnte se paraba en su portón. Salió corriendo. Si entraba en su casa perdería su sombra para siempre, y una sombra es algo muy personal ni se presta ni cambia de dueño. El transeúnte caminaba a paso lento al tener que arrastrar dos sombras, aun así llegó a su portal justo cuando el hombre que había extraviado su sombra cerraba la puerta a su espalda. Le dio tiempo a llegar, porque la cabeza de la segunda sombra había quedado atorada. El transeúnte, ayudado por su propia sombra, desenganchó la sombra prestada. Llamó el ascensor. Su sombra prestada puso todas las dificultades que pudo a que la introdujesen. El hombre llegó, golpeó la puerta llamando la atención de quien bien podía ser un secuestrador, un asesino o simplemente un coleccionista de sombras. Como no le hacía caso llamó a un piso al azar. Dijo ser un repartidor ambulante al primer vecino que le atendió. Entró justo a tiempo para bloquear la puerta del ascensor. El transeúnte lo increpó.El hombre le dijo que por qué le había arrebatado su sombra que siempre lo había acompañado desde pequeño. El otro le dijo que no le había arrebatado nada. Señaló el suelo y le dijo que eso qué era, se veían claramente dos sombras y delante sólo tenía un hombre. Le respondió que eso no era algo fijo. El otro le insistió que sí. Un hombre una sombra, sin excepciones salvo si había absoluta oscuridad. Le respondió que no iba a discutir. Si no quería discutir tenía que devolverle la sombra que le había acompañado desde que nació. En un descuido lo empujó para cerrar el ascensor. El otro burlado subió corriendo las escaleras hasta el quinto y lo esperó. Abrió las ventanas para que entrase el sol y poder reconocer su sombra secuestrada. El hombre sin sombra atrapó por el cuello a su contrincante, mientras lo estrangulaba, su sombra se atenuaba, se desleía en un ambiente de penumbra. Aflojó la presión de sus manos. El otro cayó al suelo casi sin sentido. Las sombras se separaron. Comprobó que estaba con vida y se marchó. Se llevó una sombra que claramente no era la suya. No le importaba. Toda la vida con una sombra, cambiar podía resultarle divertido. Hizo gestos y  movimientos y la nueva sombra nunca nunca le acompañaba. Entonces tomó una decisión. Si la sombra se negaba a seguirle, sería el quien seguiría a la sombra. Y así lo hizo.

lunes, 5 de febrero de 2018

AMELIE

Lágrimas en ojos canela. Velas aromáticas en la mesilla. Oscuridad cálida. Manos cruzadas en el vientre. Piel de mármol. Al fondo en la cripta. Las sombras danzando a su espalda. Labios fruncidos. Mirada húmeda. Palabras grises y marfil. Oídos insensibles a los sueños. Sueños imposibles cuando se tornan reales. Amelie. En el aire. Ojos húmedos que miran las palabras brotar de comisuras trémulas. Pasos detenidos. Pliegues de sábanas. Palabras confrontadas. Preguntas y una respuesta. Silencio. Hastío. Desesperanza. Contraataque de palabras . Miradas esquivas. Humo de cera. Olor acre. Oscuridad. Fuego. Amelie. Vino . Palabras suspendidas reverberan en el ambiente cálido de velas. Tic tac. Pasa el tiempo. Efímero. Tic tac. Una prórroga. Palabras que se paran detrás de los dientes. A los lados de la lengua, se diluyen en una saliva reseca. Un cigarro se evapora en dos caladas largas. Miradas. Palabras. Tiempo. Una andanada de sueños. El arco iris a la distancia de una palabra. Las palabras se secan y el arco iris se esfuma. Hagamos un trato. Paremos el tiempo. El fuego de las velas deja de danzar. Una noche sin mañana. Un futuro detenido en un presente sublime. Pero el pasado empuja y el tiempo se mueve. Pisa el futuro  y tira de él hacia el presente de las velas. Palabras repetidas una y otra vez resquebrajan los muros del silencio que escucha. De nuevo el arcoiris en la penumbra danzarina del fuego. Tacto. Piel. Silencios y gemidos. Humedades en los ojos. Dolor supurado. Pasión destilada en gotas y en palabras, mezcladas con humo y con sorbos de vino y caladas de cigarro liado. Tic tac. Se acerca la hora en que los zapatos de cristal se convertirán en simples alpargatas. Tic tac. El mármol se convertirá en barro, el diamante en arena, entre nubes de azafrán que se entrelazan con algunos pétalos violeta.tic tac. las velas se consumen una vez el tiempo ha continuado. tic tac. tic tac. La cera. El marfil, El alabastro y la canela. Los zapatos de cristal reverberan. Se levanta del borde del colchón. Amelie en el aire. Pentagrama para las palabras sentidas. El miedo. La pérdida. El hormigón se resquebraja a cada golpe de humedad, pero los hierros que lo forjan evitan el colapso que se hacía inminente. Los zapatos de cristal le aprietan en los pies. El humo le embriaga. Las llamas bailan. La desolación anega los ojos y la humedad se desliza por el rostro. Y se evapora en las palabras que se repiten y se lanzan sobre el hormigón en que se ha convertido el cerumen de oídos ciegos a los sueños reales. Una y otra vez. las velas en la oscuridad. El arco iris que se colapsa y lo levanta con sus gestos. Un arco iris de blancos negros y grises brillantes. Un arco iris invisible a unos ojos ciegos de los sueños presentes. Tic tac. Tic tac. Los zapatos de cristal empiezan a perder su lustre. Un nuevo arco iris blanco gris negro y gris y negro de nuevo. Una nueva mirada . Un nuevo gesto. Las velas, el humo, el vino, la oscuridad Amelie. Ciego y sordo con los zapatos ceñidos a los tobillos amenazando con estallar. Da la espalda. Mira desvaído el ultimo arco iris dibujado con palabras grises. La imagen hermosa de alabastro , canela, gris de humo amarillo de fuego y tristeza. Imagen grabada para siempre aun cuando al salir los zapatos de cristal pierden el lustre y se vuelven esparteñas. El ultimo arco iris gris blanco negro y gris ha caído, pero queda el humo de las velas, las humedades que brotan de la canela y escurren sobre el alabastro. Esparteñas y barro. Atrás queda el arco iris y los sueños.

ALFA Y OMEGA

La profesora pensó que era un abroma cuando aquel chiquillo de siete años de ojos azules y pelo azabache le dijo que las palabras se borraban según las escribía con su lápiz. Se lo dijo llorando angustiado.  al profesora no lo creyó pero no se atrevió a contradecirlo. El bibliotecario no se explicaba cómo un tomo de los años ochenta que un lector iba a retirar tenía las páginas en blanco. 
Los clientes de un cine en versión original con menor dominio del inglés protestaron por la desaparición de los subtítulos. El encargado de proyección lo comprobó y en la caratula decía con claridad versión origina subtitulada. Fueron incidentes aislados, muy distantes entre sí ni siquiera coincidentes en el tiempo. Nadie pudo establecer una relación entre ellos. Cuando nadie pudo escribir a lápiz, dibujar o calcular sí, pero escribir no, no le importó a casi nadie. En pleno siglo veintiuno Sólo gente rara usaba lápices para escribir. Lo mismo ocurrió cunado todos los subtítulos de todas las películas desaparecieron. Sólo los snobs, o los culturetas con un bajo nivel de inglés se preocuparon. Incluso cuando en las bibliotecas más del cincuenta por ciento de los libros carecían de letras salvo las portadas sólo los ancianos o algún apersona ratón de biblioteca de gafas gruesas y pelo lacio o anillado se preocupó.

El problema comenzó a airearse cuando la primera editorial, después de impresos los libros, después de pasado el control de calidad de la impresión, después de embalados y encaminados a su destino, los libros llegaban a las librerías e hipermercados como si fuesen cuadernillos. Doblaron el control de calidad. Inspeccionaron cajas antes de entrar a los furgones. Todo estaba bien. Introdujeron guardias en los furgones. Nada cambiaba, no había ningún boicot y llegaban a su destino sin letras. Después vinieron las matrículas de los vehículos, las letras desaparecían, sólo números y huecos. Las letras de los números de bastidor e incluso la letra del carnet del DNI. Empezaba a haber un problema que nadie vislumbró porque el papel , los soportes gráficos, se consideraban en extinción. 

Microsof recibió una alerta. Un estudiante Sueco trataba de escribir en su tablet con el Word y en cuanto escribía diez letras , progresivamente se borraban. Comprobaron el código, inspeccionaron la programación y no encontraron en apariencia fallo alguno, pero no habían terminado cuando los informes sobre fallos similares se extendieron por todos los rincones del mundo. NO solo eso, sino que los archivos existentes, incluso en medios in conectar como discos, pens, por discos removibles se dañaban a una velocidad cada vez más acelerada. El problema se llevó a la UNESCO. Se dijeron bellas palabras que no pudieron ser transcritas. Pero el debate de verdad se llevó en el Pentágono. El problema era real.Sólo se podía trabajar con códigos cifrados numéricos, con el problema de que era imposible transcribirlos, el lector debía aprenderlos y resultaba un aprendizaje sólo apto para mentes brillantes. Se investigó a Corea a Rusia,  a Venezuela o incluso al Isis, todos tenían el mismo problema. La humanidad se quedaba sin memoria. Sin memoria sería casi imposible transmitir el conocimiento y no había ninguna explicación. Ninguna sensata o acorde a los paradigmas de la ciencia. El mundo corría un serio riesgo de involucionar con los riesgos de tensiones y conflictos entre comunidades y territorios que por otra parte estaban sin nombre.

Pero se encontró una solución. Un egiptólogo propuso un alfabeto de símbolos, los dibujos que representaba no desaparecían. El azteca o el egipcio. Funcionó. Los programas se adaptaron. La gente aprendió en  pocos meses. En algo más de un año. El mundo funcionaba con normalidad con símbolos distintos. A los siete años el problema desapareció como había empezado. El mismo niño en el que inició el problema encontró en un rincón de la clase una vieja caligrafía sin terminar. Escribió las letras una a una como un amanuense y las letras permanecieron. La profesora esta vez sí publicó el hallazgo que se reprodujo en todos los medios del mundo. Se podía volver a escribir. 

sábado, 3 de febrero de 2018

EL GOYA

"Y el premio al mejor guión es para....." Aplausos en una gala sosa y aburrida. Un hombre delgado en traje gris y camisa blanca de seda sin corbata. Alza el brazo. Más aplausos. Algunas sonrisas fingidas de los perdedores. Se sitúa detrás del micrófono. Recoge la estatuilla negra y pesada. Inclina el cuello hacia adelante para acercarse al micrófono. Agradece a la Academia, a su compañero, a su familia que siempre le apoyó, a todos sus amigos y a las instituciones. Con su silencio escenifica unos puntos suspensivos. Parece que quiere enfatizar su discurso pero calla. Su sonrisa se ha nublado. El silencio de segundos se vuelve incómodo. El presentador veterano hace un quite que el homenajeado agradece. Baja rápido con la cabeza baja y regresa a su asiento. Ha olvidado el goya. La presentadora corre tras él. El público sonríe. Piensan que es una gracia de la gala, pero no es una gracia. Se ha puesto muy nervioso. Ha estado a punto de desvelar su secreto, pero no lo ha hecho. Si al menos hubiese tenido la temática reivindicativa de otros años, su premio habría pasado casi a un segundo plano. Antes de sentarse,mira todo el patio de butacas. Le espantaría que estuviese ahí. Pero cómo iba a a estar, sería una locura. Alguien así no sale de su entorno, no sería capaz de aparecer de improviso y reclamar lo suyo. Se sienta. Está incómodo. El pantalón parece tener más pliegues. La sisa de la chaqueta se le ajusta en las axilas y juraría que se está humedeciendo. Apoya la espalda en el resplado y después  se desliza. Se inclina a la derecha apoyado sobre el codo y después con el mismo gesto hacia la izquierda. La actriz del asiento de al lado le lanza una mirada incómoda por sus movimientos. Desea que termine. Por fin. Aplausos. Algunos salen. Primero los que se consideraban acreedores a un premio que se les ha negado. Él ha obtenido un premio pero también sale en el momento en que encuentra que  la muchedumbre es  mayor. Se camufla entre la multitud. El hall de entrada. La puerta. Afuera llueve. Sólo unas decenas de personas se aventuran a esperar a los actores. Los escudriña uno a uno desde detrás de una columna. Ninguna. NO está. Puede empezar a respirar. Hace el alto a un taxi. Se mete con el busto negro de Goya. Le indica a la chófer la dirección. "Enhorabuena ha sido usted premiado" "Gracias" "¿en qué categoría" " Mejor guión original" "Qué envidia.Tiene que ser un gusto que una obra tuya conduzca a un éxito de ese calibre. ¿Verdad ?" "Sí." "Que las palabras que escribes pasen a otros oidos, a otros ojos bien sea a través de la lectura o del cine sería un placer extraordinario. Claro usted estará acostumbrado" "Uno nunca se acostumbra al éxito" "Sí pero es famoso.Los que escribimos desde el silencio de nuestros días tristes, o de nuestras preocupaciones o simplemente de las pasiones que nos dejan los momentos que no trabajamos nunca sabremos eso" "¿Usted escribe?" "Eso es mucho decir" "¡Ha publicado algo?" "Ya le he dicho que no tengo tiempo. Tampoco creo que sea lo suficientemente bueno" "No le puedo decir. Estamos llegando" "Casualmente llevo una copia de una novelita que acabo de terminar. Sería tan amable de leerla y me comenta" "Voy muy liado" "Yo se la doy. El no ya lo tengo. Me encantará conocer su opinión" "De acuerdo. Hemos llegado. ¿qué le debo?" "Tendría que pagarle yo a usted por la amabilidad de llevarse mi novela. Se la deja en el asiento" "Ah sí. Pues muchas gracias por su invitación. Tendrá noticias mías"Ya no llovía. Subió al hotel y se quedó en calzoncillos sobre la cama. La temperatura era demasiado alta. Abrió la encuadernacion en gusanillo. Y leyó. Y se le hizo la madrugada leyendo. Y lamentó haber terminado de leer. Una gran novela. Sentimiento directo. Miró el Goya. Acostado en el mismo lecho. Recordó al alumno que en un ejercicio escolar le entregó el guión que él sólo había maquillado. Un Goya. La gloria. Ahora tenía delante otra novela que le había traído el destino. Era un hermoso guión para una gran película. Se acomodó en la cama. Sonrió. Por qué no un oscar. Se durmió.

EL ENCHUFE

No recordaba su primera vez. Tampoco recordaba si fue algo intencionado o fruto de una casualidad. Creía que fue una casualidad. Sí sin intención. Estaba poniendo una lámpara de techo en una posición incómoda. Luchaba por encontrar los agujeros donde había introducido los tacos para poder atornillar la base. Era la única luz del baño. No recordaba si había apagado la luz y no tenía ganas de bajar de la escalera para bajar el interruptor general. Fijó la base introdujo los cables conectó el cable marrón al capuchón. Giró el tornillo de cobre y la muñeca contactó con el cable azul. Un rayo viajó por su cuerpo y a la altura del tobillo lo sintió claramente salir. Saltó el automático de toda la casa. Sin la luz del pasillo no podía ver nada. Bajó y lo volvió a activar. Sonreía. Había sido divertido. El cosquilleo del rayo eléctrico al salir. Conectó los cables a una de las bombillas. y se puso con los siguientes. El marrón. El tornillo de cobre. Y el azul. El azul. Cogío el tornillo de cobre del marrón y se acercó el azul a la muñeca. De nuevo el rayo que recorrió su cuerpo. Esta vez salió por un dedo. El automático falló. Rió a carcajadas. La electrocución había sido muy agradable. Los músculos relajados. El vello ligeramente erizado. Y un estado mental cómo diría yo... de reseteo, sí , la mente refrescada para funcionar con más intensidad. Recogíó los trozos de cable, las pìedrecitas de yeso y comprobó que la lámpara funcionaba. Orden. Tenía ganas de leer. Jung. El LIbro Rojo. Un libro iniciado mil veces y abandonado otras mil. Y música Carmina Burana. Y abrió las ventanas para percibir los olores. Y devoró el libro en unas horas. LO comprendió. Lo asimiló y recordaba párrafos y páginas enteras. Estaba deliz de su estado mental. Comió. Echó una siesta y se levantó cansado. Espeso. Intentó leer y las plabras se amontonaban, se puso música y la cabeza le dolía, abrió la ventana y sólo le llegaba el olor agrio del fondo de los contenedores de basuras. Puso la tele y no se paraba en ningún programa. Pasó la tarde zapeando hasta que frustrado , poco antes de las diez se fue a dormir. Despertó a las siete. Ligeramente recuperado. Un par de tostadas. Introdujo las dos rebanadas y estuvo muy atento a que no se ennegreciesen. Le gustaban tiernas. Palpó el borde y una nueva rampa le recorrió el brazo hasta poco más arriba del tobillo izquierdo. Le escocía. Miró y vio en la zona dos puntos negros. Devoró las tostadas. El mismo pan, la misma mermelada de marca gene´rica y bite de kilo pero le supieron deliciosas. Abrió la ventana, gorjeos,trinos y arrullos, rosas claveles y azahar. Música Las danzas Polovsinas del príncipe Igor y retomó una novela que abandonó de Umberto Eco, La Isla del Día de Antes. Tres horas. La encontró deliciosamente elegante. Recitó sus párrafos favoritos. Se sintió feliz. Comió y echó una nueva siesta. Tres horas. Se despertó pesado con dolor de cabeza, mal sabor de boca, la ventana que había quedado abierta no le traía más que ruido de la calle y olor a humo. La cerró. Zapeó. Pidió una pizza que encontró asquerosa y se acostó poco antes de las diez.
Amaneció. Hambre. Tostadas. Estaba deprimido, incluso se había despertado con náuseas agrias de un estómago vacío. Recordó la tostadora. Extrajo las tostadas del mismo modo. REcibió con goxo la coprriente que le hizo cerrar los ojos y le enarcó una sonrisa en el rostro. Después leyó, escuchó música, deguistçó , olfateó todo lo que le rodeaba. Por la tarde el bajón. Por la noche a pesar de encontrarse espero estuvo seguro de la relación entre la electricidad y su bienestar o malhumor. Estaba hundido. Ideas de suicidio rodeaban su cabeza. ya que la electricidad le había producido ese placer efímero que mejor forma que la electricidad para acabar con su vida. Cogió una lámpara de la mesilla, la enchufó en el lavabo y se metió en la bañera. Aida, en pleno aria cogió la radio y la sumergió en el agua quehabía cargado de sales. el placer fue sublime. como si el rayo saliese y entrase cientos de veces por cada centímetro de su cuerpo. Había hecho bien en elegir aquel método para acabar con una tarde tan desabrida. Se fue la luz. No había muerto. Eran las siete. Aun podía llegar al teatro a las diez y antes releería las Inquietudes de Shanti Andía de Pío Baroja y escucharía la voz de Fredy Mercury . Acarició a su gato hasta que el animal se marchó. Abrió un lata de Caviar que guardaba para navidad y abrió una botella de Champán. Se puso muy elegante y se fue al teatro donde gozó como nunca había gozado. Después en la tertulia con sus amigos estuvo locuaz, sensato y brillante a la vez que escuchó más y mejor que lo había hecho nunca. Exultaba cuando regresó a casa. Nunca más la depresión. Esa misma noche cogió la caja de herramientas. Localizó los puntos dle tobillo donde le habían quedado las dos señales. Atornilló don tornillos de cobre bien anclados en la tibia. Fue doloroso, pero en su estado cualquier dolor era soportable. Anudó dos cables que conectó a un enchufe macho. Nunca más. cuando notase bajón se enchufaría a cualquier lugar y adiós tristeza. Y así lo hizo, pero cada vez necesitaba más conexiones y más fuertes. en apenas un mes sólo obtenía el placer con electricidad trifásica y después con enchufes industriales. Al final, antes que lo detuvieran sólo conseguía algo de efecto enchufándose a torres de alta tensión. Lo detuvieron. Lo aislaron en una celda de madera. Lo envolvieron en cinta aislante y quitaron las bombillas. Se retorció de dolor. Gritó . Tuvo retortijones , hipo y bostezos. Palpaba las paredes, se dejó las uñas excavando buscando las rozas ocultas que contuviesen algún cable. Un mes y no mejoró. ERa apenas piel y hueso y unos ojos sin brillo hundidos. Temieron por su vida.  El juez lo alimentó a la fuerza. Una noche se declaró una tormenta en la comarca. Miles de rayos y todos parecía caer en el mismo lugar. Se escucharon aullidos unos dicen que de dolor y otros que de placer. Por la mañana la celda estaba vacía