jueves, 7 de diciembre de 2017

PUTA NAVIDAD

Una cosa en común:ninguno tenía en sus vidas un solo instante que le invitase a celebrar la Navidad. Para ellos la Navidad era la época en la que se veían. Se juntaban, pasaban un tiempo salvaje en la playa junto a un mar helado. Todo el mundo ponía árboles. Guirnaldas. Musgo. Decorados que parpadeaban por la noche. Luces que algunos rezagados dejaban hasta el verano. "Puta Navidad" " Sí . Puta Navidad" "Podríamos poner un abeto" "Un abeto. Déjalo plantado en el bosque" "O uno artificial" "Peor, plásticos que se amontonan en el mar" "Pues no he dicho nada" "Yo creo que no es tan mala idea" "Vomitiva" "Pésima" "No sé por qué sois tan negativos. Navidad o no. Nosotros nos juntamos ¿No es cierto?" "Sí" "Sí" "Somos amigos. Desde hace mucho tiempo, y eso es un buen motivo para celebrar" "Reconozco que no es tan mala idea. Pero ¿Qué podemos hacer para no traicionar nuestros principios de una época que nos ha dado tan poco?" "Aparte de la amistad" "Aparte de la amistad sí" "Eso no es poco" "No lo he expresado bien. La amistad es mucho. Puta Navidad. Celebremos la Puta Navidad" "Ja ja ja. sí" "¿Qué hacemos?" "Dilo tú que eres el ocurrente" "Un Belén prostibulario" "No. Eso no me hace gracia. Demasiado sacrílego. No me gusta que nos burlemos de eso" "Eres una blanda" "Hagamos algo con el árbol que es más pagano y así no te enfadas" "Me parece muy bien" "Un árbol con neones" ""De colores" "Sí. En casa guardo dos docenas de fluorescentes de cuando los cambiamos por luces led" "Te los traes y los pintamos con espray de colores. Los montamos y quedará muy bien"

"Ha quedado genial" "Sí. tiene más neones que el puticlub a la entrada del pueblo" "¿ABrimos una botella de champán?" "Tenéis todos copa" "Sí" "Por la Puta Navidad" "No no no" "Por nuestra amistad. Porque sigamos viéndonos muchos muchos años" "Por la amistad" Los neones fucsia, rojos, violeta, amarillos comenzaron a parpadear con una frecuencia creciente, con un ritmo alternante como si alguien estuviese tocando una melodía asincrónica en un teclado multicolor. El ritmo se hizo estroboscópico. "Me estoy mareando" "Los cebadores tienen que haberse estropeado" "Qué le has echado a las copas¿ mescal?" "No les he echado nada" "Todo se mueve a mi alrededor. No siento mi cuerpo" "¿Qué me pasa?" "¿Qué te pasa?" Uno a uno cayeron rendidos. Pasaron de ver las luces parpadeantes a reconocerlas inconexas y fusionadas como en la paleta de un pintor, después sombras y después todos los colores fusionados en una luz blanca cegadora. Después el sueño. Un sopor profundo que los depositó a uno junto a otro en el suelo del salón.

Despertaron. Hacía mucho frío. Se arrebujaron unos a otros y se cubrieron con mantas. Miraron a su alrededor buscando una explicación a lo que había ocurrido. Debajo de lo que quedaba del árbol, entre un reguero de cristales de tubos fluorescentes explosionados, había varios regalos envueltos en papel de periódico. Uno para cada uno. En cada uno un nombre. No preguntaron quien lo había traído. Lo abrieron, y uno a uno encontraron aquel juguete que esperaron en balde en la infancia en otra puta navidad. Salieron de la casa. Desde el porche vieron un cielo blanco cubierto. Un viento helado del norte. El suelo cubierto de una fina capa de nieve tan rara en esa zona de la costa. Desde el porche, en el jardín se reconocían claramente las líneas que dejaba un trineo al deslizarse. entre ellas las cagarrutas de los animales que hacían de tracción. Juntos corrieron. Las líneas llevaban al borde del acantilado. Miraron abajo y no había nada. Miraron al horizonte donde se fundía el blanco de las nubes someras de nieve y el azul profundo del mar y les pareció distinguir un punto rojo,pero después de lo de la noche anterior no se atrevieron a afirmarlo. volvieron a casa y no sintieron ningún rubor en jugar  los juegos que les faltaron de alguna puta navidad.

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