miércoles, 6 de diciembre de 2017

EL BELEN VIVIENTE

"No me gusta la Navidad" "Cada año estás igual" "Es una época sólo de consumo y nosotros somos poca familia y algunos ya faltan" "Si es por eso lo entiendo" "Pero tú no estás mejor que yo. Tus padres murieron y vives sólo, y sin embargo seguro que ya has puesto el árbol enorme de todos los años, lleno de aderezos, tendrás velas en cada rincón y el enorme Belen" "Es cierto. El árbol ya lo tengo puesto, los aderezos me queda la mitad y el Belén viviente se pone esta noche" "¿Se pone? ¿Has contratado a alguien para que lo instale?" "No. La estructura, las casitas y los decorados los pongo yo cada año" "Pero tamibén hay figuras" "Eso es otra cosa" "Y hablas de Belén viviente y , que yo recuerde, sólo se movía la noria y el agua del río" "Así es" "Entonces no es un Belén viviente" "Es complicado" "¿TE ríes de mí?" "Nada más lejos de mi intención. Ven luego a mi casa. Sólo por favor" " ¿A qué hora?" "Al filo de la media noche. No traigas nada"

Llegó a la hora fijada. Una noche fría y seca de diciembre. Llamó a la puerta y no tardó en abrir. "¿Has cenado?" "He tomado algo en casa" "Es pronto. Te apetece cafe o te" "Un té" "Te lo sirvo" "Si quieres te ayudo con los preparativos" "Está ya todo preparado no es necesario... sólo ...esperar" No llegaron a entablar conversación. Diez minutos. No merecía  la pena el esfuerzo "Sólo faltan cinco minutos" "¿Vamos a ver el Belén?" "Lo veremos desde aquí" encendió el televisor. Seleccionó la fuente de imagen. La mitad del despacho apareceía  ocuapado por tablones. sobre ellos dibujados con regueros de tierra y musgo caminos y huertos. Casas. Pero no había figuras. sólo el movimeinto del agua de la fuente. y cajas en los ricones, en el suelo sobre los muebles. El carillón dió las doce campanadas. "Fíjate atentamente" Nada nuevo. En una de las cajas parecía bullir las tiras de papel de periodico que acolchaban su contenido. Enseguida en el borde aparecieron unos manos minúsculas y unos brazos. El bullir se extendió a las otras cajas y decenas de manos y cabezas se asomaron. Su amigo le instó a guardar silencio. cuando regueros de figuritas móviles trepaban por las patas de la mesa, escalaban por los cables de luz o por las sábanas que delimitaban el perímetro del belén. La superficie se llenó de mercaderes, ovejas, caballos, dolorosas, lavanderas, camellos, cabras, romanos y judíos. San José tirando de la mula donde María sujetaba al niño en el vaivén del paso de la mula. Una vez las figuras se situaron en sus posiciones, desapereció el movimiento del Belén.

Había quedado con la boca abierta. "Mañana recogeré las cajas hasta pasado el día de reyes que vuelven a ellas a descansar" "Ha sido increíble" "Te dije que se ponía" "NO me esperaba esto. Lo habrás grabado" "No nunca lo grabo temo que se vuelvan inmóviles del todo y no sabes el trabajazo que llevaría" "Lo supongo. Pasamos a verlo ahora" "Vamos"

No podía evitar sentirse observado por cientos de ojos que inmóviles seguían su paso. El niño abrió los ojos justo en el momento en que se acercó para ver el nacimiento, Le hizo un gesto con la mano, pero ya no estaba seguro ni de lo que veía. Había pensado poner un belén este año. Uno pequeño , un nacimiento y poco más, pero este año no iba a ser. Le daba muy mal rollo tener decenas de espías en su casa

No hay comentarios: