domingo, 31 de diciembre de 2017

2017

"¿Qué haces?"" Estoy quitando el calendario par poner el del año nuevo" "No lo quites""Pero si quedan cuatro horas. Un trabajo que llevamos adelantado" "No lo quites  por favor" "Dime por qué" "No puedo decírtelo,peropara mi es importante. El año no ha terminado.¿qué te molesta? Además arriba tienes el mes de enero en pequeño" "Te haré caso pero me va a costar. Soy muy maniática para estas cosas" "Te lo agradezco. Somos compañeros. Gracias. Después de las uvas si quieres lo retiras" "Hagamos algo y así no tendré que estar pendiente. Empieza tú a fregar el pasillo por la derecha y yo por la izquierda. Cuando nos juntemos será casi media noche. Escucharemos las uvas en alguna televisión." "Si no nos llaman de alguna de las oficinas que trabajan veinticuatro horas" "Sólo hay una y bajo mínimos. No creo. Vamos. Empecemos"

Un año antes él no tuvo que trabajar. Tomó el aperitivo por la tarde en el centro de la ciudad con sus amigos. Pero a veces las cosas son distintas, aunque ocurran igual: la misma cadencia, los mismos lugares,la misma gente. Era distinto. Una presencia ausente que no se disipaba con los ojos abiertos o cerrados con más o menos alcohol. Sintió que tenía un hueco en su costado izquierdo un poco alto.

"Hemos terminado antes de lo que lo que había calculado. Te ha cundido" "He venido con ganas de trabajar" Ella miró el calendario que languidecía de reojo. Él la miró "Por favor" "Era broma. No te alteres. Después de las uvas doy cuenta del él.Y le voy a quitar el gusanillo, y voy a arrancar cada hora para no entorpecer su reciclaje" "Si es a partir de media noche yo mismo te ayudaré. Queda muy poco. Vamos al cuarto y preparamos la cena. He traido unos langostinos y un poco de pastel de cierva" "Yo algunas latas y una botellas de sidra. Con dos copas" "¿De plástico?" "No, de cristal""Detallazo" "Nos lo merecemos" "El año pasado trabajé en Noche Buena" "Claro. Estábamos juntos. ¿No recuerdas?""Sí.Perdona.Preparamos una cena improvisada. Pero las compas esa vez fueron vasos de plástico. Mucho más cutre"

Él recuerda cada detalle de aquella cena. No le pareció tan cutre. Le pareció la mejor cena posible entre cachivaches en el rincón de los trastos. A la media luz de un faro cenital. Sumergiendo su mirada en los ojos grises en los que nose había fijado. Hablaron bajo, rieron mucho, y un poco chispados siguieron el trabajo de su turno. Para él la Navidad no fue ya la misma. Coincidieron otro día. Esperó un cambio en el brillo de la mirada que no se produjo. Y llegó el momento de la uvas . Un deseo. Para el año siguiente. Un sólo deseo.

"El pastel estaba delicioso. Pon tu copa" "Gracias" "Toma tus uvas" Los cuartos. Las campanadas. FEliz años 2018. Se felicitaron. Y corrieron cada uno a su móvil. Env.iaron un sólo wasap cada uno. Recibieron muchos pero sólo miraron uno. Se miraron. Sonrieron. Él volvió a ver el brillo en sus ojos. Rieron a carcajadas, ella se bajó el elástico del mono del trabajo y le mostró el hilo de un tanga rojo de encaje. Volvieron a reír.

Él mismo retiró el calendario. de 2017

sábado, 30 de diciembre de 2017

DESPERTAR Anemia 5ª temporada 6 ª entrega

Si algo añoraba de cuando fue humano, era asistit al amanecer después de una noche tórrida con la persona amada. El olor acre, los sabores salados, el aroma del deseo, asistir despierto mientras ella duerme hasta el límite en que en el horizonte se disipa la oscuridad. Y después desaparecer condenado siempre a ser un amante furtivo. Renunciar al compromiso que supone la luz del día. Imaginar desde la cripta a cubierto de los rayos del sol el despertar de ella. La mano que palpa el hueco donde antes hubo un cuerpo. Se gira, se despereza y mira. Lamenta que otra vez no esté. Se levanta en cueros y va al baño. Cierra los ojos y añora un abrazo que necesitaba para comenzar el día que ella sí vivirá. Desde la cripta, el Todopoderoso teme el día. Toda la fuerza,todo el poder, toda la inmortalidad serían insuficientes si uno de los habitantes de la luz rompiese la membrana reseca, la costra que tanto le costó a él romper. Un instante, una mirada, un gesto, sin insistencia y podría perder lo que anhelaba en sus sueños diurnos. Por la noche sí. Renovado su poder llegaría la venganza. Pero después de haber libado el otro fruto, la venganza no se le antojaba un placer tan deseable.Días de insomnio, días de tiempo lento, relojes de arena atorados, segunderos que marcaban horas, instantes que semejaban estaciones, flujo de tiempo detenido, entre instantes fugaces, con el final siempre del instante previo al amanecer. Una tortura dulce. Una trampa blanda. Un castigo del que no deseaba escapar. El sueño no llegaba. Pensamientos arremolinados que alargaban aún más el paso del tiempo. El insominio en un vampiro le despierta una sensación similar a la claustrofobia. Se ahoga en el ataud del que no puede salir. El confor que siente al cerrar la tapa, si el sueño no llega, se convierte en angustia. Y la angustia de un no vivo no se refleja en palpitaciones, ni en sudor frío, ni en que se le duerman las manos o tenga ganas de orinar, sino en el deseo de la luz. La luz y final. Fulguración, sublimación y cenizas. Pasan las horas. ¿Donde estará?. Si pudiera volar la localizaría incluso con los ojos cerrados, como el mejor de los sabuesos. si pudiera, pero la luz, la luz maldita que lo obliga a ocultarse entre maderas como un gusano. Se duerme. Por fin. El sueño frío de los muertos. Un ruido como un roce, a su espalda, otro más por delante, cientos de ellos, miles, abre los ojos, miles de xilófagos deshacen las tablas y entra la luz. Final. Despierta. Silencio. No hay carcoma. Oscuridad. Fresca y maldita oscuridad. Duerme. Una puerta. Este día no cesarán las pesadillas. Los goznes rechinan. Alguien entra despacio. Cierra la puerta a su espalda. Pasos sobre el parquet. Un calzado de goma. Se acerca a la trampilla que abre las escaleras que conducen a la cripta. Silencio. La trampilla se abre con cuidado, pero al final cae al otro lado con un chasquido enorme. Silencio. El intruso permanece quieto e inmóvil. Es experto. Sabe que le ampara el día, pero ha cerrado la primera puerta y no ha abierto las ventanas, renuncia a que la luz le proteja, quizás es un vulgar ladrón. Uno a uno los peldaños. A oscuras. Ha llegado. Sus sentidos de murciélago perciben una forma detenida junto su sarcófago. Levanta la tapa. Despacio. Muy poco a poco. Por la rendija aparece una estaca de limonero. Es ella. LLegó el final del tiempo lento. Prefiere que sea ella. No tiene defensa. Abre mínimamente los ojos. Ella deja la estaca sujetando la tapadera. Ve su cabeza avanzar. Ve sus ojos ligeramente húmedo. Ve su rostro detenido a doce centímetros del suyo. Doce. Ni uno más ni uno menos. Lo mira. sonríe. Acerca la cara y siente un beso húmedo en sus labios que no es capaz de sacarlo de su sopor. Saca la cabeza. Sujeta la tapa. Retira la estaca. Es el momento. La tapadera se cierra despacio. Los pasos deshacen su camino. Escalera. Trampilla que esta vez no choca contra el suelo. Más pasos. Chirrido de los goznes y chasquido muy suave. El resbalón se cierra. Se ha marchado. Todavía le quedan unas horas de día. Duerme. No era una pesadilla. Era un sueño.

viernes, 29 de diciembre de 2017

El caganet.

He entrado a la habitación del Belén. He encendido la luz. He pulsado el interruptor que enciende las bombillas y pone en marcha las piezas que son articuladas. Con el sonido  de los riachuelos he recorrido el pueblo, los huertos, el pesebre, la huida a egipto, la degollación de los inocentes y la presentación del niño. siempre hago el recorrido en el mismo orden.si midiese el lugar donde pongo mis pasos seguro que sería una reptición exacta un día tras otro por la mañana y por la tarde. Justo por eso, cuando he terminado sabía que algo no estaba bien. He deshecho mis pasos y los he vuelto a ahcer icrementadndo si cabe el detalle con que he observado las distintas escenas. Nada. Bueno algo fallaba, pero nada cuyo detalle fuese capaz de apreciar. Una nueva vuelta y sí encontré algo. en la tierra que semeja el camino que rodea todas las escenas había huellas. En la instalación, yo no hago huellas. Un roedor. Nunca había tenido roedores en casa. Alisé las huellas. Volví a escudriñar pensba qiue inba a recuperar la sensción de normalidad, pero no. Hada era normal. Faltaba algo. Volví al rincón donde encontré las pisadas. Las pisadas terminaban en una zona de piedras, de chinarros, donde resultaba imposible seguir una huella. Miré el rincón entre la parte posterior del pesebre y la zona lateral de la posada. Había una sombra. Una sombra que un instante antes no estaba.Miré. Nada. Apagué el interruptor, el ruido del agua cesó, las luces de las casas se apagaron. Entorné la puerta y apagué la luz. Uno dos tres cuatro y cinco. Volví a encenderla. Donde estaba la sombra, una figura pequeña corrió y hacia el hueco entre el pesebre y la posada. Me acerqué miré. Y lo encontré. Debajo de una corteza de corcho estaba oculto. "Eh tú quien eres. Contesta" "Déjame en paz" "Ya es raro que este hablando con una figurilla de mi Belén,pero por favor sal de ahí" "No me harás nada" "No. te lo prometo. Sabeís como os cuido" "Bueno sobre eso hay opiniones, salir un mes a hacer la estatua y once meses encerradsos tampoco es  una gran vida" "No haber sido figura de Belén" "Eso es cierto" "Y adonde ibas. Querías huir a correr mundo. je je. Lleva vuidado que eres de loza. Al suelo hay un metro y aunque es de parqué, otros más fuertes que tú han quedado mutilados. No eres de los chinos recuerda" "A veces lamento no ser de plástico" "No recuerdo qué figura eres" "Si me pusiese en cuclillas me recordarías" "Hay sí. Eres el caganet. Los calzones y la camisa blanca. Ahora caigo" "Ese. Que oficio más lindo me dió mi creador" "Eres de los que tiene más fans, todo el mundo te busca" "Cagar en público. Un sueño" "Los romanos lo hacían" "Pero guardaban un poco de intimidad" "NO te voy a poner un vater químico de esos portátiles. Je je" "Podías" "Te has cansado de ser caganet" "En realidad no" "Entonces no alcanzo a entender por qué te has marchado" "Te lo tengo quedecir""Tengo curiosidad" "Que este año voy más suelto" "¿Cómo?" "¡Que me cagaba coño! Y me he tenido que apartar porque no podía seguir más quieto. Prueba tú a tirarte unmes entero así. Luego cuesta otro volver a la normalidad" "No lo había pensado. Me lo podías haber dicho. Yo soy digestivo" "¡De figuras de Belén?" "No creo que haya mucha diferencia. Clacular la dois para un hombre pequeñito" "No  había caído" "No me gusta que no tengas confianza en mi" "El casoe es que me he aliviado y mira se me ha quedado el culo perfecto" "Entonces ya no puedes hacer de caganet" "Lo que queda de año no" "¿Y que hago contigo? ¿Te guardo ya?" "Hombre, aprovechemos la oportunidad y me pongo en otra posición. Déjame que pasee por el mercado." "De acuerdo. Vas tu sólo o te pongo" "Prefiero que me pongas tú" "Vale. No quedas mas"

miércoles, 27 de diciembre de 2017

LA ENCIMERA

Que el color, los tonos y las vetas del mármol de tu encimera sean el problema que te ha quitado el sueño los últimos meses es extraño. Que te pase siendo uno de los mejores marmolistas de la región pasa a ser inconfesable. Es ridículo. Más de mil referencias de más de cincuenta paises en medio centenar de acabados y eres incapaz de decidirte. De hecho has cortado diez piexas y con las mismas las has retirado. Te vas a volver loco. Pasas la mayor parte de tu día mirando por internet piedras raras de los paises más exóticos del mundo. Ninguna se aadapta a lo que buscas. Tu mujer te dice que te decidas y si no una de madera y  la pintas como quieras. Una encimera de madera un marmolista no. Nunca, Jamás. Marmol. El mármol existía. En algún lugar pero existía. El mármol que conjugase sin llamar la atención pero sin desentonar con el resto de la cocina. Visitó de incógnitocomo un cliente más las exposiciones de sus competidores, de los más potentes a los más modestos. Nada se ajustaba. Viajó a Italia y a Brasil. Nada. Su novia le dio un ultimatum. Se estaba obsesionando. Estaba harta. La tenía desatendida. Le entendía pero le daba dos semanas. Dos semanas no es mucho tiempo cunado llevas un año buscando, pero quizás es eso lo que necesitas: un reto sin un tiempo finito no es un reto. Pero revisó el dossier que había preparado, cada renglón, recrodaba cada piedra,grandes, y pequeñas, originales o vulgares, fisuradas o perfectas. 24 horas para el final del plazo. La quería No quería perderla, pero no podía renunciar a culminar la obra de la encimera.  12 horas. Una llamada. Ella. El plazo. Ha decidio no esperar. Tendrá que decirle adiós. Adiós para siempre por una piedra de mármol. Responde la llamada. Su abuela a muerto. No la habían avisado. En dos horas es el entierro. La acompaña. Después de la misa salen hacia el cementerio. Sacan la caja del coche fúnebre. Se la echa al hombreo, le sorprende el peso tan ligero de la anciana que estaba casi consumida cuando murió. Al final del pasillo rodeado de cipreses a la derecha está la tumba. El enterrador espera con la losa apartad por una retroelevadora. Dejan la cja en un lateral pasan dosmaromas por debajo y la bajan. En la tumba hay seisnicho.s Sella con ladrillos y yeso el segundo. Sale y se mete en la retroelevadora se acerca y  la posa con precisión, después solo la empuja un centímetro y queda encajada. El sol se ha puesto. Mira la piedra brillar, Es su piedra. Ese es el color. Ese es el tono. Esa es la textura.Juraría que el tamaño es exacto a la encimera. Cuando todos se van busca al enterrador. Le pregunta si conoce al marmolista. Le dice que sí. Le pide que le indique. Le señala l aotra esquina del cementerio y se ríe. Murió treinta años antes. Le pregunta por su taller quizás quede alguna piedra. Su taller quedó sepultado por un Leroy Merlin. No hay otra, necesita esa piedra. su piedra. Llega a un trato con el enterrador. Por la mañana antes que amanezca. Vuelve a la tumba de la abuela. Toca la piedra. Es estupenda. Llama a su novia. Todo está solucionado. Mañana tendrá mármol en su cocina. De madrugada cambian la piedra. Ha pasado la noche grabando otra con la letras Familia Sánchez Casas. La lleva al taller y pule las letras y rellena los pocos huecos con resina. Lo transporta y con uno de sus operarios la montan, Le encanta el gris con el negro y grises del resto del mobiliario.La novia está encantada. Una fiesta. Contratan el cetering del mejor restaurante de la ciudad. Tal es la expectativa que no falla ningún invitado. Pasada la medianoche una embarazada sale de la cocina vomitando. Dice que no puede soportar el olor. Entra , se parecia u n cierto tufo pero nada llamativo, pero antes de la madrugada el olor no se puede disimular. Huele a podrido en la cocina. Abre el frigorífico, el lavaajillas, los armarios, un descuido o una broma pero no hay nada podrido. Se van.Nadiep ude aguantar las náuseas. Cierra la puerta y pone una toalla con alacanfor debajo de la puerta para neutralizar el olor. La novia está espantada. duermen en invierno con todas las ventanas abiertas. Ella no se lo explica. él sabe lo que pasa. Por la noche habla de nuevo con el enterrador. Lo que le propone no es barato. Habla con un funerario. SAcan a la vieja del nicho, la llevan a la funeraria y la incineran devuelve las cenizas al nicho. Cuando la novia regresa del trabajo ya no huele a podrido. Quizás un poco a quemado. En los días siguientes el olor a quemado tambien desaparece. La cocina ha quedado preciosa.

martes, 26 de diciembre de 2017

LOTERIA DE NAVIDAD

"¡Qué putada!" "Desde luego, pero esas cosas pasan" "¿Y ahora como se lo digo?" "Depende" "Sé más preciso, cuando un médico da malas noticias tiene que tener en cuenta el contexto del paciente" "Acláramelo algo más" "Es una mujer joven ¿verdad?" "Sí cuarenta años" "A esa edad debes tener en cuenta si tiene pareja, no es lo mismo una madre soltera o una mujer separada con hijos que si está sola. Hay asuntos que se pueden organizar en las semanas que le quedan de vida" "No sé como puedes pensar en eso. El dinero cuando ocurre algo así es absolutamente secundario" "NO sólo es dinero, son responsabilidades que uno contrae, personas que están bajo tu cuidado, trabajos, amistades o deseos que uno desea cumplir. Según eso debes decidir el momento en que le das la mala noticia" "¿Y si  en principio no tiene esas responsabilidades directas?" "Entonces en nuestro medio yo esperaría a tener diseñada una posibilidad de tratamiento. Le resultará más fácil aceptar si tiene un tratamiento aunque no sea absolutamente eficaz pero en el que se tiene que emplear" "Ya"

20623 mil euros 238 mil euros 34567 mil euros 27654 mil euros...

"Buenos días Juani. Disculpe señora puede aflojar un poco la tele,tengo que hablar con su vecina. Muchas gracias." "Dígame doctor" "Tenemos los resultados de las pruebas" "¿Y?" "¿Es usted familiar?" "Soy su marido" "La lesión es maligna. Tenemos diseñado el tratamiento" "¿Cuando me operan?" "No se va a operar al menos de momento, el tratramiento sería demasiado agresivo y no se extirparía toda la lesión"


56001 mil euros 34785 mil euros 234 mil euros

"Cariño te llevaremos donde sea para que te curen" "Pueden pedir una segunda opinión, pero en estos tumores hay muy poca por no decir ninguna variabilidad en los tratamientos en cualquier lugar del mundo desarrollado. Me temo que tirarían su dinero" "Que no nos sobra cariño" "Lo buscaremos de donde sea" "Doctor ¿qué tiempo me queda de vida?" "Eso es difícil saberlo. La medicina no es una ciencia exacta" " Pero, más o menos, no se lo tomaré con el rigor de un contrato. ¿Hablamos de años?" "...no" "Vale" "¿Y con el tratamiento?" "De tres a seis meses más" "¿Y curación?" "Hoy sólo aspiramos a pararlo" "No me lo pone muy bien" "Lo siento mucho señora. Creáme que lo lamento, pero a veces las cosas cambian, surgen tratamientos nuevos con nuevas posibilidades. Ha ocurrido en otros tumores"

12266  cuatro millones de euros  12266 cuatro millones de euros 12266 cuaaatrrrooo miiiillloooooneees de euros


"Cariño es nuestro número" "¿Qué dices? No estaba pendiente. Me he quedado chocado al verte enferma" "Espabila que es nuestro número" "¿El nuestro?" "Sí dos décimos. Nos ha tocado la lotería" "No me atrevo a darles la enhorabuena" "Desde luego doctor. Es una putada" "No es ninguna putada. Doctor. Ya sé lo que quiero" "Podremos ir a Houston o a Maschusets a que te curen" "Y volver como la Jurado en una caja de pino. no. Quiero el alta doctor. Estoy debil, pero aun tengo fuerzas para disfrutar unas semanas. Puedo comer. no tengo dolores. Y si  me pinto me encuentro incluso guapa. Te tengo sólo a ti cariño. Vamos a hacer el crucero que teníamos previsto y en dos o en tres semanas que la ciencia disponga de mi" "Yo quiero que te cures" "No es posible. Has oído al doctor. Doctor el alta ¿Puede ser?" "Sí. En cuanto vuelva venga usted a verme. Le ajustaré el tratamiento por si tuviese náuseas o dolor.. y cuando regrese nos vemos" "Pues perfecto. Ve haciendo las reservas" "No sé si estoy de humor" "Yo tampoco pero lo necesito. Quiero que tengas un buen recuerdo de mi y que después seas mu feliz.. Yo lo soy contigo"

"¿Cómo ha ido la información peque?" "Espera un momento. No puedo hablar" "Vale. Buen médico"

lunes, 25 de diciembre de 2017

Mayday

"Comandante ya he comprobado los testigos y hecho los ajustes" "Bien. Debemos estar atentos. No me gusta volar en Navidad" "A mi tampoco comandante. Prefiero estar de fiesta o con la familia" "Claro. No me refiero a eso" "Entonces" "Hay leyendas que en estas noches ocurren cosas raras en el campo magnético en estas zonas del hemisferio norte" "Las auroras boreales" "No siempre ha habido auroras boreales" "Alguna explicación tendrá o serán habladurías" "Habladurías te aseguro que no""Habrá una explicación entonces" "Algunos lo atribuyen a artefactos producidos por Santa Claus para que los radares no detecten sus movimientos" "Ja ja ja" "Te ríes" "Sí, me parece muy gracioso" "Me alegro que te resulte tan divertido, pero no pierdas la vista de los mandos por si la cosa se complica""Siempre estoy atento. No tenga cuidado" "Señores pasajeros. El vuelo a Helsinki transcurre según el programa previsto. En una media hora aterrizaremos en el aeropuerto de Helsinki, la temperatura es de doce grados bajo cero viento de norte y es de noche, como casi siempre en esta época del año" "Vuelo sc1234 con destino a Helsinki. Le habla la torre de control. estamos teniendo algunos problemas en el control automático del aterrizaje de los aparatos. Permanezcan alerta las señales luminosas de la pista y las recomendaciones que haremos puntualmente por radio" "Aquí el vuelo sc1234 agradecemos la recomendación y permanecemos alerta" "Comandante el compás se ha vuelto loco" "Ya empezamos" "No sea agorero. Pronto recobraremos la normalidad" "Informa al pasaje que se pongan el cinturón y que permanezcan en sus asientos" "¿Qué les digo?" "Di que hay turbulencias. Eso lo entiende todo el mundo, lo que pasa ahora no lo entiende ni Dios" "Ya lo he comunicado al sobrecargo" "¿Cómo vamos de combustible?" "He hecho los cálculos y suficiente para llegar al aeropuerto. No veo las luces de la pista" "Mira tu derecha una luz roja. Es la única." "Le habla la torre de control estamos teniendo problemas con el sistema eléctrico. Hemos marcado la pista de aterrizaje con luces rojas en la cabecera" "Vamos bien. Sigue la luz roja. Fija la dirección y vamos descendiendo""Comandante, pasa el tiempo, descendemos y no nos acercamos a la luz roja""Quizás volamos en círculos. Al no llevar brújula no puedo asegurarlo, pero el rumbo me parece errático" "Más vale que te equivoques. He iniciado la maniobra de descenso. Estamos a escasamente cien pies. ¿Ves el aeropuerto?. No . En la oscuridad la luz roja de la pista" "¿Qué ha sido eso?" "Estamos rozando las copas de los árboles" "Recupera. Sube Sube. May day Mayday, Vuelo sc1234 nos estrellamos" " La luz roja sigue ahí. Justo delante" "Nos estrellamos. Intentaré un aterrizaje forzoso" "Nos vamos a matar comandante" "Ten fe. Ma maldita luz sigue ahí. Ah"

Los periódicos de Finlandia del día siguiete hablaban del accidente del vuelo sc1234. El avión había hecho un recorrido extravagante hasta estrellarse en el interior de Laponia. De entre  los restos del avión sacaron un extraño reno con una nariz roja fluorescente, estaba achicharrado menos la nariz, los restos de un trineo vacío y el cadáver de un tipo gordo con un traje rojo ignífugo y un enorma saco vacío o con algunos restos rotos de juguetes. Nadie se explica como con el destrozo enorme del avión, sobrevivieron, todos los viajeros y los tripulantes,

EL DESGARRO

Te encuentras cómoda en la rutina. Es tu casa. De lunes a viernes madrugas antes que salga el sol.Te sientas en la cama.Agachas la cabeza, con la ilusión de una última cabezada. Apoyas los brazos en el borde del colchó. Bostezas. Te levantas. Estiras la espalda y los hombros. Vuelves a bostezar. Tanteas el suelo buscando las zapatillas que dejaste anoche. Te calzas. Caminas hacia el baño. Te sientas en la taza. Cierras aunque vives sola. Momento relax. Cadena. dos veces porque se encasquilla, tienes que llamar para que la reparen. TE pones delante del espejo. Te atusas el pelo encrespado y revuelto. Agua al a cara. Jabón a las manos. Pasta al cepillo. Dos arcadas cuando el cepillo roza las fauces. Tres minutos de agitación . Enjuague. Agua y ya está. El cepillo para desencrespar mientras miras de reojo el reloj del móvil. Siempre un `poco ajustada pero siempre extremadamente puntual. La ropa. Nunca la preparas por la noche. Esperas a que la mañana te entregue un estado de ánimo, a que la ventana te muestre un rayo de sol o la lluvia, o el viento para elegir las prendas que te van a acompañar en tu jornada. Una blusa amarilla con transparencias, un sujetador beis. Corres a la cocina. Hora del desayuno. Una barra de cereales un vaso de leche con miel y un licuado fruta que tengas más a mano. No es un desayuno reposado. Bebes y ordenas a la vez los cacharros de la cocina o doblas las prendas que sacaste de la lavadora y no requieren plancha. Unos minutos de vértigo preciso. Salvo que un pequeño error te lleve a engancharte con el pomo roto de una de las puertas de los armarios de la cocina. Te hace sentir dolor. Intenso. Un dolor que te lleva casi a la pérdida de la consciencia. Te sientas. Recuperas el resuello. Sientes algo húmedo que chorrea por el brazo. No quieres mirar pero tienes que mirar. Sangre. Tu sangre brota de un desgarro en la piel de tu brazo. Lo hace pausada, se concentra en una esquina y gotea hacia tu blusa amarilla que probablemente se echará a perder cuando quites la mancha. Pero eso es secundario. Compruebas que te has recuperado. Haces dos gestos con las rodillas y sí, soportaran el peso de tu cuerpo. Coges un papel de cocina, lo que tienes más a mano y comprimes. Primero que deje de sangrar. Después ya harás las curas que sean necesarias. Ya no gotea. La bola de papel está empapada de rojo pero no gotea. En el baño tiene el botiquín para desinfectar la herida. NO parece grave, pero has revisado el pomo y después de romperse el filo era como el de una cuchilla. Se sienta de nuevo en la taza. El baño es pequeño. coge la caja de lata en la que tiene lo necesario, ordenado sin haber sido usado. Unas gasas. Se quita el papel y la sangre de nuevo fluye. Comprime con las gasas unos minutos. Calcula cinco o diez.vuelve a separar. De un punto brota la sangre. Comprime en la zona cinco diez minutos. Ya llega tarde avisará, pero es una herida evidente. Si es que consigue controlar la hemorragia. sí la ha controlado. La epidermis está arrugada en uno de los lados de un triángulo de unos cuatro centímetros. Echa agua oxigenada. Escuece. Burbujea sobre la superficie dañada. Seca con la gasa. Junto al desgarro otra incisión, esta profunda. el primer golpe a incidido  más delo que pensaba. El punto del que procedía el sangrado tiene una hendidura de más de dos centímetros. la sangre siempre la ha mareado, debería taparlo y acudir a urgencias, pero es un reto, la sangre no le gusta, la suya  menos, en el botiquín hay una pinza. Coge el borde de la herida, la separa ligeramente y vuelve a echar agua oxigenada. Burbujeo, la seca. Separa como si fuer auna valva quirúrgica y casi sin esfuerzo el tejido se separa y el desagarro se agranda sin dolor. Tiene colgando un desgarro de su cuerpo de diez centímetros y no ha sentido el más mínimo dolor. Lava. Procura no aplicar tracción. El agua oxigenada no le escuece, pero sus dedos se mueven. Seca con las gasas. Toca con la otra mano. Es metal, y cables. Lo toca No hay duda. En el interior de su cuerpo hay una estructura articulada de metal. Le vienen mil pensamientos. El primero que es una pesadilla. No. Está despierta en su rutinas. el segundo un delirio sería incapaz de averiguarlo por sí misma. El tercero un ciborg o un humanoide. Recoge el desgarro, cubre la estructura de metal con las gasas y esparadrapo. No sangra. Comprueba los movimientos de los dedos. Se cambia la blusa manchada y se va al trabajo con una camisa de manga larga. DE regreso En la ducha se quita el apósito para hacer una nueva cura. La cicatrización ha sido perfecta. Cambia el pomo fracturado de la puerta.

sábado, 23 de diciembre de 2017

TAN CERCA TAN LEJOS"

"Os dije que no quería volver a veros juntos. Habéis desobedecido mi mandato" "Majestad lo siento. Ha sido mi culpa" "Calla. Fui yo quien te llamó a mi habitación" "Es igual . El hecho es que habéis desobedecido. No puedo tolerarlo. Nadie puede desobedecer. El reino podría volverse ingobernable." "Majestad. Castigadme a mi. Ella es vuestra hija. Podéis ser indulgente" "Debo ser ejemplar.El reino se ha mantenido a lo largo de los siglos con la ejemplaridad, no con la indulgencia joven príncipe" "Quedaréis arrestados. Vuestro castigo será una maldición que arrastraréis a lo largo de vuestra vida. La consultaré con el hechicero. En una semana se ejecutará. Despedíos" Los recluyeron en mazmorras a las que se accedía a través de los pasadizos más recónditos. Gritaron y escucharon. Susurraron. Cantaron las canciones que se cantaban cuando estaban juntos. Guardaron silencio cada uno en su mazmorra. Sólo el silencio y el sonido titilante de las gotas de agua  que se deslizaban desde el vientre de la montaña. Pasó la semana. Estaban demacrados y sedientos. La tristeza de pensar que se acercaba el fin retiraba el brillo de sus ojos. Los guardias los llevaron juntos sin poder tocarse al salón de la torre donde se celebraban los juicios. En el centro el rey. A su derecha, vacío, el trono de la reina enferma. En el lateral, oculto en la penumbra el hechicero del reino. Se levantó. Caminó delante del rey. Fingía pensar. Se quedó quieto. Miró al cielo cuando en una claraboya se vio la luna. Cerró los ojos. Lanzó unas falanges de gorila al suelo. Las miró con detenimiento. Reflexionó y cuchicheó al rey. El rey dijo que ya tenía su veredicto. "Vuestra maldición será el destierro, cada uno a un castillo en un extremo del reino. Pero el destierro no es suficiente. Habéis transgredido una orden real. En vuestros aposentos habrá un cristal a través del cual podréis espiar el día a día de vuestro enamorado, pero él o ella no podrá veros ni oíros ni sentiros. Dicho esto como mandan las leyes. Malditos seáis" No hubo relámpagos, ni truenos, ni fuegos de artificio.Sólo el silencio y los sollozos de la princesa. Esa misma tarde partieron las dos comitivas para su destino. Una vez en sus aposentos, la princesa corrió la cortina. En el cristal de la pared vio la comitiva de su amado príncipe llegando al castillo de destino. Bajó del caballo, escoltado por los soldados. Merodeó alrededor del muro. Se acercó a ella que tenía las manos posadas en el cristal, pero no la veía. Le gritó, pero no la oyó. Acarició el cristal, pero no encontró rastro de las caricias. Lo veía nítidamente cada momento de sus días y de sus noches, pero sin posibilidad de comunicarse ni establecer contacto. Era insufrible, verse les impedía olvidarse. Pero sólo verse les estaba detrozando. No podía más. Ni un día más. ¿Y si en realidad no le hubiesen trasladado al otro confín del estado? Y si en realidad estaba al otro lado del cristal. ¿Quien lo sabía, pero la idea recaía continuamente en su cabeza. Pagó a uno de los guardias para que le consiguiese un diamante. Tardó varias, no podía precisar cuántas semanas, pero lo consiguió. Una noche cuando él dormía muy cerca de la luna de cristal, al otro lado, rayó un área del tamaño de una ventana. La agarró con una ventosa y la retiró. Cuando la quitó y con ella el cristal, detrás solo vio ladrillos. Sólo ladrillos. Dio unos pasos atrás y el resto del cristal se había convertido en un espejo. Se vio reflejada y se vio triste y cansada. Cada día se peinaba y se arreglaba en la esperanza de que él al menos no hubiese deshecho parcialmente el hechizo y pudiese verla.

EL RALLADOR

La noche ha sido mala. Lo nota en que los ojos se le cierran, en que los hombros están caidos hacia delante, en que no ha tenido ganas de perfilarse los ojos antes de salir. En el parking,se tumbaría y dormiría en el coche un rato, una o dos horas antes de salir. Pero tambien quiere llegar a casa. Congoja. Casi ganas de llorar. Tan cansada y un contrato eventual que en unos días renovará o no. Otro más. Al final siempre renueva, pero cada vez lo mismo. Y llegó sonriendo a las diez de la noche cuando comenzó el turno. Feliz. Una buena clave de compañeros y una planta bien organizada. Pero los imprevistos. El timbre chillón. Los gritos de los dementes. Alaridos del agitado. La impertinencia del familiar. Todo un torbellino alrededor de sus ojos y sus oidos. Llegó la una, pasaron las tres, pasó las cinco, amaneció y llegó el relevo. Un relevo sin disfrute. Y ahora está en el parking. Sola, a oscuras. Pulsa la llave.elmotor vibra. Estén en marcha. Necesita fuerzas. No ha desayunado. Un buen desayuno. siente la saliva en la boca. El estómagoda un vuelco. Un mensaje de tranquilidad al cerbro. Una pequeña esperanza para empezar a salvar el día. Un café, de cafeera italiana, el olor. Con leche. Una tostada en tosadora de grill, por los dos lados. Con el pan tostado y endurecido en los surcos, pero tieno en la molla que debe permanecer jugosa. Y aceite de oliva virgen,un aceite fuerte y ácido, aromático. Café y aceite. Y sobre el aceite parmesano recien rallado. Rallado pulverizado no en hilachas como todos los quesos rayados. Una montaña abundante de polvo de queso, mezclado con uno chorro adicional del aceite sobre el pan aun templado. Y orégano, si se tuesta el un papel de cocina ligeramente aun más arómático. Aceite pan parmesano recién rallado y orégano. Traga continuamnete su propia saliva. Está llegando. La ilusión de un buen desayuno la ha reanimado. Le da al mando del parking. Olvida el desayuno. Cada distracción le ha costado un roce con el pilar que queda muy ajustado para maniobrar.El bolso y  el chaquetón. La lleve del ascensor. Rememora el olor a café, a aceite a pan caliente y el parmesano. Abre la puerta. Él duerme. Coge la cafetera, la llena del café suficiente para dos tazas. Pone la tostadora. Mientras espera que el piloto rojo la avise de que la temperatura es adecuada. ABre el armario saca la bolsa de pan. Un trozo delicoso, blando del día anterior. Lo parte en dos.El piloto es´ta en verde. Coloca las dos mitades . La cafetera humea. El café se condensa en el cacillo. Huele el aceite. Saca el pan, tostado y tierno a la vez. Envuelve el orégano en papel de cocina y lo deja en el calor residula de la tostadora. Abre el frigorífico. Saca la cuña de parmesano. En el armario a la derecha está el rallador de cuatro vertientes. El último ingrediente para su desayuno. El rallador no está. No está, Mira a la izquierda. Él no ha fregado. Entre los platos, entre los cubiertos, la copa de vino y el cuchillo jamonero de su cena está el rallador. Sucio. Revestido de restos de pulpa de tomate y húmedo. ¡Húmedo! ¡Húmedo! Imposible rallar un queso seco en un rallador húmedo. Imposible mojarlo y secarlo. la humedad acaba con la textura con la que ha soñado, la que le ha levantado el ánimo en el trayecto. Tiene el pan, tiene el café, el aceite y el orégano, pero no podrá rallar el queso. Vacío en el estómago. Opresión en el pecho. Vuelve al dormitorio.Él duerme. "Me voy" "¿Vas a deayunar al bar? Si te esperas me visto" "No voy al bar. Me voy"

viernes, 22 de diciembre de 2017

EL CRIMEN

Cuando cada día de tu vida has cumplido todas las leyes, has acatado cada una de las normas, cometer un crimen es algo que te parece ahora instantes después una pesadilla. Con las dos manos aferradas al volante, con el torso ligeramente adelantado. En el parabrisas gotas por fuera, vaho por dentro y las escobillas batiendo en un ruido narcótico.Sigues conduciendo sin destino por carreteras secundarias. De vez en cuando mueves el dial de la radio. Música. Noticias. Las lluvias que causan problemas en algunas carreteras. Más música y más noticias. Vuelves atrás, justo cuando has cambiado iban a comentar algo. Un anuncio. Un maldito anuncio de compresas. El estómago te aprieta. La lluvia y el café van hacer que tu vejiga reviente. Apagas la radio. La lluvia arrecia. Se ha acercado a las montañas. La velocidad de las escobillas está muy lejos de ser suficiente. No ve las líneas de una carretera que hierve. Los relámpagos iluminan un paisaje desértico. Se ha equivocado. Siempre es mejor una carretera principal. Nadie sospecha todavía de él. Es imposible cuando no guardas ninguna relación con el crimen que has cometido. Una autopista. Un suelo seco sin charcos. Luces. Los dos arcenes están inundados por dos torrentes que penetran en los dos sentidos de la carretera. Conduce por el centro. Reduce la velocidad. Una curva cerrada. Da señales de larga para evitar colisionar con un conductor que venga de frente. Al otro lado de la curva frena de golpe. El torrente se ha llevado la carretera. Se ha quedado en el borde. Da marcha atrás mas deprisa de lo que debe. Da la vuelta. A la derecha de la carretera hacia abajo a unos cien metros hay una luz. Un camino lleva a la luz. Enfila la dirección , pero las ruedas patinan. Decide dejar el coche sin obstruir el camino. Acercarse a la luz a pie. Se pone el impermeable. Las gotas frías se le clavan en la piel. Unos metros más arriba estará nevando. Procura pisar las piedras para no hundirse en el barro. Llega a un porche de una casa vieja. A través de la ventana la luz anaranjada de una lámpara incandescente. Se asoma . No ve a nadie. Al otro lado un reflejo. Un hogar. Brasas. Una combustión reciente de alguien que estará todavía en casa. Se acerca a la puerta. Va a llamar pero está abierta. Empieza a nevar y está empapado. Pasa. Cierra despacio a su espalda. Pocos muebles. un jergón, una alfombra de esparto y una jarapa al lado. Una olla con el fondo reseco de un guisado. Mete el dedo. Sabe bien a comida grasa, contundente. Se acerca a las brasas. Aguanta hasta que el calor le quema. Escucha. Sólo el viento. Sólo los truenos. Coge la olla y rebana el fondo con su navaja. Un nuevo relámpago ilumina la hoja que acaba de lamer. Sangre, en la base de la hoja y en la empuñadura. No la había limpiado. Ha tomado una comida pasada con el arma homicida de un hombre. A lamido su sangre. Y no le ha sabido mal. Truenos. Viento. Frío. Quizás la sangre tenga algún efecto sobre él. Tal vez le de la forma del monstruo que desde unas horas es. Busca en la alhacena. Queda media hogaza de pan. Corta y come hasta saciarse. Se acuesta en el jergón. Va a dormir. Pero no puede dormir . Antes de cerrar la puerta mira si hay más puertas en la casa. cuando llegó vio una ventana. en esa dirección una puerta. Abre. Nada. Espacio vacío. Hacia el patio otra puerta. La abre. Dos sombras se levantan del suelo. Sale lo más rápido que pude, pero no lo suficiente como para cerrar la puerta. Dos mastines lo miran. El rabo en alto. Muestran los dientes. Al caer se ha torcido el tobillo. Imposible pensar en correr. Imposible salir. Saca la navaja. Un nuevo relámpago alumbra la oscuridad y le muestra a dos perros familiares. Dos perros con su amo en el salpicadero de una furgoneta. El amo ya no regresará. Los perros huelen los restos de su sangre en la hoja y se lanzan. La navaja tintinea en el suelo. Antes su muñeca a crujido con los huesos deshechos. Cae. Mientras uno le destroza el cuello, el otro desgarra su abdomen y desparrama sus intestino por la habitación. Ahora sabe que no es una pesadilla.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

GENESIS

Yahvé dijo a Adán y Eva que podían ser felices en el paraíso, disfrutando en paz de todas las criaturas, pero debían mantenerse alejados del arbol del bien y del mal y así se lo transmitió. Además Adán que era un poco obsesivo, reforzó la orden con un cartelón de madera con un aspa  para indicar la prohibición al pie del árbol.  A veces sintió tentaciones al ver las frutas tan hermosas, pero miraba el cartel, pensaba lo duro que había sido prepararlo y volvía al césped a rezongar con Eva, sin ningun pensamiento lascivo, porque recordad que en ese momento ADán ignoraba que Eva estaba desnuda. Pero Eva, a la que Yahvé había creado quitando una costilla a Adán era de otra manera. Con frecuencia se acercaba al árbol. Admiraba lo frondoso de sus hojas, la solidez de sus ramas y admirada sobre todo el carmín brillante de sus frutos prohibidos. Más de una vez, de noche, o al terminar una tormenta cuando los rayos de sol despertaban un arco iris perfecto sobre el árbol había resistido sólo por un instante la tentación y había encogido la mano. Alguna vez fue el propio Adán quien la previno. Pero el día llegó. Adán dormía. Claro, un tío que no trabaja, que no es consciente de  la desnudez de su pareja y cuya unica tarea es pasear y respetar una prohibición ¿qué va  a hacer? Dormir. Adán dormía. De día y de noche. Cuando tenía el sueño más profundo, un ronquido despertó a Eva. Eva se levantó y fue corriendo al árbol. El aroma de sus frutos la extasiaba. UNo en especial en el centro refulgía. Y detrás apareció la serpiente. " Tú eres Eva ¿verdad?" "Sí" "Eres muy hermosa" "No lo sé. Nadie me lo ha dicho" "ES que ADán no se fija, no tiene detalles" "No importa" "Te gustaría comer ese fruto" "Serpiente es un fruto prohibido. Además aunque quisiera no lo alcanzo" "ESo no es problema guapa. Te lo doy yo" "¿Harías eso por mí" "Claro. Ahora mismo" "Pero es el fruto prohibido" "Eso es que Yahvé quiere reservarse para sí los mejores frutos. Pero ¿quien va a notar que falta uno?" "NO sé . No sé" "Toma. Es tuyo" "Es tan hermoso" "Y su sabor delicioso" "No sé. No sé" "Pruébalo. ¿Qué tienes que perder?" "Sólo un poquito. Hum qué rico. Otro poco más" "No seas tímida" "Estaba delicioso" "Pero te lo has comido todo" "Sí. Y me siento muy bien" "´¿Cómo has hecho eso? tenías que haberle ofrecido a Adán" "No he caído, estaba tan  bueno, que me lo he comido yo" "Dame otro para él" "NO no y no era ese. Sólo era ese. Ahora no tengo la menor idea de como va a acabar esto . Adiós Apáñatelas tu sola" Y en ese momento Eva apreció que estaba desnuda. Sintió vergÚenza y cogió una hoja de una parra y se la puso entre sus muslos. Adán la vio llegar. "Eva ¿qué te has puesto?" "NO me mires que no voy vestida" "No sé de qué hablas" "Debes tener una pesadilla. Quizás tengas fiebre. VEn y recuestate conmigo" "Cuando Eva sintió el calor de Adán a su costado se activaron varias cosas en su interior que Adán dsifrutó sin ser consciente del cambio le la malvada Eva había sufrido" Por la mañana estaba exhausto. Eva cogía flores por el Jardín del Edén. Elaboraba ramos para ella y para los animalitos del bosque. De repente un trueno abrió los cielos. El Jardín se sumió en la oscuridad y de nuevo la luz. Se escuchó atronadora la voz de Yahvé. " Eva me has desobedecido" Adán replicó "NO Yahvé no hemos comido del árbol del bien y del mal" "Tú no gandul pero ella sí se ha comido la fruta entera" "Yahve. Yo no quería, la serpiente me obligó" "Yo no quería la serpiente me obligó, la serpiente me obligó, la serpiente me obligó. Mentira. Me has deosbedecido. REcibirás un castigo para toda la eternidad, tú y todos tus descendientes"

Y desde ese día las mujeres paren con dolor ( hasta que llegó la epidural) y los hombres no necesitan trabajar para vivir.

martes, 19 de diciembre de 2017

Polonia (propofol 5)

"Manu pasa a la siguiente paciente" "Es una colonoscopia" "ASt ¿has visto el nombre?" "A ver. Inés Arrimadas. Sebas,se llama igual que la política catalana" Se abre la puerta corredera que da entrada al quirófano cuatro. Entra una mujer joven con una melena no muy larga con unos rasgos agradables pero node una belleza extremada." Buenash tardesh. Bona tarda. señor Ast y señor Sebas" "Buenas tardes. Doña INés" "Shin don por favor. Inesh a secas" "DE acuerdo. Inés. Yo soy el Dr Sebas. Soy el anestesista. La vamos a dormir. ¿Toma usted algún medicamento?" "No en absoluto" "¿Cómo es que ha venido a hacerse la colonospia con nosotros" "Eh. entre noshotrosh. NO se lo digan a nadie. No me fío de los médicos catalanes" "Mujer en CAtaluña hay grandes médicos. Seguro que a ese respecto la política no tiene nada que ver" "Shi Shi, pero la tranquilidad que da un Ast o un anestesista como usted Don SEbastián, no la dan un par de Jordis" "GRacias, pero le insito que allí hay médicos anestesistas y endocopistas  muy competentes. No debería usted criticar. Las elecciones son ya mismo. Podrían ofenderse. No estropee que hizo usted unos discursos muy buenos, pero la gente se enfada" "Esh igual. Yo shiempre digo lo que pienso" "Inés no parece usted tan alta en la televisión" "Shi esh que Rivera siempre obliga a que la perspectiva me muestre más bajita . Je je" "Claro cosas de la imgen" SEbas al oído "Ast,has visto como camina, parece un camionero. Cuando la ha traído el celador venía echada hacia delante y a pasos muy rápidos y desgarbados" "Con lo elegante que se ve en la tele" " Siempre nos engañan con el fotoshop" ."Bueno señora piense en algo bonito. Si quiere verse presidenta de la Generalitat es el momento" "Je je moltes grashies. Muchas grashias" "Ast está dormida puedes empezar" "Voy . Lubrico el tubo y empiezo. A ver. Hostia Sebas. No sé que está pasando" "Ast no me asustes. La tensión el oxígeno . Todo está estable" "Si es el culo que se le deshace" "No seas burro Ast" "Es literal. SEguro que está bien. A ver si tiene una infección. En cuanto he rozado tiene como ampollas" "No me digas, una sepsis por estafilococos, pero está estable no es posibe" "Se deshace Sebas, el cuelo se deshace" "Ponle un gramo de Vancomicina y 4 g de piperacilina tazobactam. A ver, dejame ver. Que esta tía tiene que estar mañana en sus elecciones. Es cierto. el culo se deshace" " Se nos muere. ¿Está por ahí Cañadillas el plástico?" "Está haciendo unas mamas en el cinco" "Dile urgente que venga" Entra el plástico. TRanquilo con aplomo. "¿qué pasa aquí que me llamáis tan urgente.? Es una VIP. Inés Arrimadas, AST ha empezado con la colonoscopia, el culo ha empezado a arrugarse y se han formado unas ampollas. Está estable pero nos tiene muy preocupados. Parece que la infección se extiende" "Déjame ver. sí tiene el culo arrugado" "¿qué haces?" "ESto es silicona mala,casi de los chinos . Mira tiro y me quedo con ella y no hay sangre ni nada" " En una funda de silicona en el culo.Con razones le hacía ese culito respingon" "Allá cada cual AST. tú haz tu colonosocopia"

En el despertar. "Señora Arrimadas" "Llamenme inesh a shecas" "Inés se le ha roto el culo de silicona. Tenemos que pedirle disculpas" "Basta de dishimulo" "Se le ha puesto la voz más grave" "Shi. Esto era una estrategia que propuso la coshpedal para desprestigiar a esha muchacha. déjenme que me quite toda esta silicona. Me estoy ashfishiando. ¿La colonoscopia eshtaba normal?" "Sí Don Mariano todo bien y muy bien preparado" "Lo que hay que hacer por la estrategia de partido, pero así la colonoscopia ya la tengo hecha. Muchas graciash señor SEbas, Muchas gracias ASt. Sean ushtedes discretosh por favor las sigientes horas. Ya después de las elecciones lo que quieran. Estoy a shu dishposición." "GRacias Don Mariano" " A ver shi losh independentistas se quedan fuera del gobierno una temporada. Lo dicho muchash graciash" "ADiós don Mariano" "

lunes, 18 de diciembre de 2017

MUERTE Anemia 5ª temporada 5ª entrega

A Vlad no le gustaba postrarse ante sus propios impulsos excepto su necesidad por la sangre. No le gustaba detener su vuelo en busca de presas y posarse en lugares que le traían recuerdos, aunque fueran recuerdos tan especiales. No le gustaba posarse en la cima de una colinacontemplar el mar y el reflejo de la luna y quedarse extasiado.  No le gustaba. Un todopoderoso débil es una paradoja.Pero era de la clase de debilidad que ni un todopoderoso puede o quizás ni siquiera desea evitar. Después de décadas, de siglos dedicados a peseguir la sangre de su eternidad, tener algo más que lo distrajese, era un regalo. Miel y hiel. Almibar y almendras amargas. Visitó los lugares en que estuvieron juntos. Cada noche en la esperanza de repetir las circunstacias que los unieron. La imagen del cazavampiros lo atormentaba. Estaba continuamente en sus retinas, en sus sueños diurnosos y en sus pesadillas despierto. Sabía que no podía ser hombre. Los tratados lo aseguraban, ser hombre implicaba morir, y pocos hombres han resucitado. Sería fácil. No esquivar la estaca que ella, siempre que habían tenido algún contacto le había lanzado. O podía convertirla a ella a la eternidad que le era propia. Un vampiro que acompaña a otro vampiro dos seres eternos y maldtos. No le apetecía. Le gustaba la temperatura de su piel el tacto trémulo cuando le había acarciado. El aliento fresco de su juventud humana y no el vaho putrefacto de los condenados en los aledaños del infierno. No deseaba el cambio. No. Le gustaba como era, humana. Le gustaba como era, una amenaza cada vez que coincidían, cuando ella, al menor descuido, al menor rastro de cordura en su mente intentaba destruirlo.

Santi dormía en su dúplex de la Alberca. Sintió una presencia en su ventana. El frío de la noche invadió su estancia. Oyó la corredera cerrarse. Sintió unos pasos alrededor de su cama. No se movió. Sintió el colchón hundirse bajo el peso del intruso. Miró de reojo. Era una figura familiar. Se quitó los zapatos y se metió debajo del edredón. Afirmó su cuerpo al de ella. Ella sintió sus manos frías sarmentosas en su vientre. No esquivó el contacto de su cuerpo. Cerró los ojos yse concentró en cada centímetro de piel de aquel ser eterno. Sintió el vaho de sus besos en el cuello. Apartó su rostro para evitar la tentación que para un vampiro supondría una yugular. Sin volverse se dejó hacer. Un jadeo de hombre. había terminado. Vlad dijo. Estiró la mano al suelo cogió la estaca y la empujó contra el pecho. La madera blanca de limonero se incrustó en su pecho. Vlad no te has ido. Un nuevo jadeo a la vez que una mancha negruzca se formaba en las sábanas que unos segundos antes habían sido testigos del amor. Vlad volvió a decir. Estaba segura que te ibas a ir. Vlad.

"Hola Santi" "Vlad. No eres tú" "Me preguntas a mi. Metes a cualquiera en tu cama y me preguntas" "Pensaba que eras tú. Lo siento" "Lo siento y me has matado, bueno. Lo has matado" "Es cierto he matado a  alguien" "¿No te alegras de no haber acabado conmigo?" "Es distinto" "Ah es distinto. Acabar conmigo está bien y acabar con un intruso mal. " "No. No. No me líes. Eres un bastardo" "He matado a alguien pensado que era un vampiro. Matar a un vampiro no es matar a alguien en un sentido estricto. Un vampiro está ya  muerto" "Pues gracias entonces" "¿Estoy perdida?" "¿Por qué?" "He matado a un hombre" "Él semetió en tu cama" "Pero lo he matado. Iré a la cárcel" "Te puedo ayudar" "¿Puedes devolverlo a la vida?" "Por supuesto que no. Ni puedo ni me apetece" "¿Entonces?" "Si no hay cadáver no hay delito. Puedo hacerlo desaparecer" "¿Harías eso por mi?" "Si tú quieres" "Por favor" "Aparta" Centenares de ratas invadieron la habitación. devorarron el cadáver. DEjaron el esqueleto. DEspués royeron uno a uno los huesos hasta que en la habitación no quedó un sólo resto" "Ya está" "Ha sido asqueroso" "Y eficaz" "Claro. Supongo que tengo que agradecertelo" "Me has salvado la vida. Ja Ja ja" "Me alegro de que no hayas sido tú Vlad" "Gracias" "No te preocupes. REcuerda que si hubiese sido yo no me habría descuidado" "Lo sé. ¿Vlad que hacías por aquí?" "Daba un paseo. Me voy. a amanecer" "¡Vlad!"

Luna llena. Vlad tuvo tiempo de dar dos o tres vueltas. Le gustaba verla dormir a través de la ventana.

sábado, 16 de diciembre de 2017

MINDFULNESS

"Queridos papás y mamás. Llega un momento muy especial en la función de Navidad de nuestro colegio. Todos nuestros niños son realmente especiales, pero algunas veces los profesores tenemos la suerte de tener entre diamantes alguno excepcional. Y ustedes y yo lo vamos a disfrutar. Alex Salar alumno de segundo de primaria va a interpetar para ustedes una obra que, para los que de ustedes sean melómanos, es de una dificultad extraordinaria incluso para violinistas profesionales: La Danza de los Duendes de Caspara FRanz. Les ruego encarecidamente que guarden, que guardéis, vosotros también niños un absoluto silencio. Les presento a Alex Salar". Sale un niño  pequeño, con un pantalón corto de espiga, un chaleco con camisa blanca y una pajarita. Camina despacio muy concentrado. No sonríe. Se dirige al lugar donde está su violín y el atril . Se pone delante. Mira al público. Hace una ligera reverencia. Abre la partitura. Se coloca el violín en el hombro. Coge el arco . El pecho henchido.El silencio absoluto. Comienza  a interpretar notas quebradas. Su cuerpo pequeño parece que se va a quebrar en uno de los movimientos. Silencio y notas. Una obra difícil. No todos la entienden pero guardan silencio. Muchos anhelarían que fuera su hijo. Otros prefieren que sus hijos sean buenos en el fútbol. "¡Eres un hijo de puta y un ladrón!" Alguien ha gritado. Una niña de cinco años al fondo de la sala. Con el silencio su vocecita aguda a atronado. Varios adultos contienen la risa. Los padres del violinista desde la primera fila fulminan a la niña con la mirada. La profesora se acerca. El violinista se calla. Apoya el violín en el suelo. Le han roto la interpretación. Ahora sí mira al público. A todos, y después a sus padres. Se pone rojo.Sus manos regordetas hacen pequeños espasmos. Sus ojos se humedecen, un mechón del flequillo engominado le cuelga enmedio de la frente después de los espasmos. Tensión. La profesora, después de controlar la situación, se acerca a los padres del pequeño prodigio. Les pide disculpas. La niña tiene problemas. Sus padres se divorcian. No es el mejor de los ambientes. La niña no comprende. Los padres asienten y vuelven a mirar deseando fulminar a la niña que ha hecho que su hijo permanezca en un estado catatónico. Las lágrimas del niño siguen prendidas en los lacrimales. A la niña la han desalojado una pareja de alumnos de secundaria. Al jardín a jugar. Cuando la puerta se cierra se escuchan sus caracajadas. En la sala hay cuchicheos. El joven violinista no llega a llorar. Mira a su madre. Le sonríe. Entonces cierra la partitura. Apoya el violín y deja el arco en el estuche. Muy despacio. Se sienta en el suelo con las piernas cruzadas, separa las manos con los índices al aire. REspira hondo hondo. Cierra los ojos. La profesora reclama silencio. Algunos adultos lo imitan otros se aburren. Afuera la niña sigue riendo a carcajadas. El niño abre los ojos. Sonríe. Se levanta. Sus ojos se han secado. Las profesora presentadora sonríe. Mira los rostros de sus padres que se han relajado. Le pregunta a Alex si desea seguir. Asiente Retoma su rictus de joven maestro. Prepara la partitura. Coge el arco, el violin. Y vuelve a interpretar la pieza. Cuando termina todos aplauden. Entre los aplausos no se oyen las carcajadas de la niña en  el parque.

viernes, 15 de diciembre de 2017

CATARATAS

"Qué raro verte por aquí" "Tengo buena salud, hasta ahora no  he tenido motivos para venir" "Pero habrás oído hablar de la prevención" "Desde el cariño, no me gustan nada lo médicos. Siempre sacáis algo" "Pero si llegas tarde puede que lo lamentes" "O no. Ahora vengo por algo" "Dime lo que te ocurre" "Desde hace un par de semanas veo como destellos, sobre todo por la tarde. Me deslumbro con mucha mayor facilidad a partir del ocaso" "Amigo me temo que tengo tu diagnóstico" "Me alegro. ¿Y tiene cura?" "Sí. Tienes cataratas" "Eso es de viejos" "Tú ya no eres un niño. No es grave. Es una cirugía rápida que ni siquiera precisa de ingreso. Te mando al oftalmólogo" "Me da cosa que me operen los ojos" "No es nada.

"¿Tiene usted destellos en los ojos y se deslumbra por la tarde?" "Sí señor" "Resi ¿Cual es el diagnóstico de este señor?" "¿Cataratas?" "Sin interrogación" "¡Cataratas!" "Exacto. Pásalo a la lámpara" "Venga conmigo. Siéntese ahí. Apoye la barbilla y mire la luz" "¿Qué inspirador?" "¿El qué?" "Mirar la luz" " Ah sí" " Mire. Ahora el otro o jo" "Qué ¿y esas cataratas?" "Nada" "¿Cómo que nada? Esos síntomas no pueden ser otra cosa" "Le he dicho que nada" "Déjame ver. Es verdad. Nada" "SE lo he dicho" "¿Entonces no tengo cataratas?" "Baja la persiana y apaga la luz. Aquí veo algo pero muy tenue. Mira" "Sí. Pero no es fijo" "Quizás esté en el vítreo" "Son pequeñas sombras. Móviles" "Doctores me están asustando. Tendré que operarme" "Creo que no" "¿cómo que cree?'" "Espere un momento que tengamos un diagnóstico. Vamos a grabarlo y luego lo ampliamos y lo presentamos en sesión. Me ha oído . Hemos hecho una grabación. Iremos a sesión clínica y le diremos algo. Parce curioso, pero no grave."

"¿Has hecho el montaje de las imágenes del paciente de ayer?" "Sí" "Prepara la sesión para mañana" "No sé si debemos" "Tú estás tonto. Soy tu jefe y te he dicho que prepares la sesión para mañana" "No se sulfure. Venga véalo y usted decide. Pasemos aquí" "¿Por qué cierras la puerta?" "Lo entenderá. Atento a la pantalla" "¿Esto qué es? ¿Qué bromas es esta? Eres un depravado" "Es lo que grabaos ayer, punto por punto y sin editar" "¿Esto?" "Sí . Eso no es una película subida de tono. Es lo que grabamos ayer en el cristalino del paciente" "Es como una película" "Es una película de imágenes visuales entrecortadas que sólo he aumentado" "Dejame que lo piensa. se ha proyectado del fondo de la retina en la parte interna del cristalino" "No veo otra manera" "¿un microproyector en la retina?" "Yo no vi nada" "Llámalo. Que venga mañana y suspende la sesión. NO podemos mostrar esto"

"Ya tienen el diagnóstico. Les advierto que estoy mejor. Me dijeron que eran nervios y fui al psicólogo- Ya no veo  las nubes" "Acérquese a la lámpara. Mire a la luz. En la retina no hay nada y las sombras ya no están" "Han desaparecido" "Les he dicho que estoy curado" "¿Le importa que le mostremos una cosa?" "En absoluto" "Pase. Cierra la puerta" "Mire la pantalla" El paciente se puso rojo rojo "Por favor guarden el secreto" "No se preocupe. Tenga la grabación" "GRacias"

miércoles, 13 de diciembre de 2017

El gato come gatos

"Ven bonito. Ven aquí" El gato de pelo lustroso daba vueltas alrededor de la mesa."Vente conmigo. ¿Te vienes a mi casa?" "Déjalo. Te va a arañar" "No lo va  a hacer" "No creo que esté así de lustroso de comer basura. Quizás coma muchachas" "Muchachas no. Es un gato comegatos" "¿Y como lo sabes?. ¿Acaso los bigotes que tiene no son los suyos sino los de otro gato que acaba de devorar?" "Los bigotes son suyos. Yo lo llamo así porque es un gato  lustroso. Un superviviente entre los suyos" "Entrañable" "Hay que sobrevivir" "No me gusta" "Es la naturaleza" "Una naturaleza humana en el mundo animal" "¿A qué te refieres?" "El hombre es un lobo para para el hombre. Quienes prosperan, quienes mandan devoran la vida y milagros de sus subordinados" "Sí, y a su vez la mayoría son devorados por otros más grandes y voraces, hasta la escala que quieras imaginar"

El gato se marcha. Con los cuartos traseros rezongantes. La cola enhiesta. Se acerca al contenedor de basuras. De un salto se pone en el borde, trajina entre las bolsas los residuos del restaurante. Y come. Desde el tejado un gato color beis manchado de tizne de pelo ralo lo observa. Se acerca al alero más cercano al basurero. Se eriza. Maulla llamando la atencion del gato lustroso. Se miran y se amenazan mostrandose los colmillos.Se acercan. "Tu gato va a comer" El gato sucio se acerca. El comegatos no recula. Cuando se acercan más lanza un zarpazo que el blanco esquiva. Contraataca. Dos  zarpazos certeros que lo hacen perder el equilibrio. Cae al suelo panza arriba. Se da la vuelta y corre. El blanco corre en pos suya. El gato lustroso lleva el ojo hinchado. Deja en su carrera algunas gotas rojas en el suelo. Va herido. El comegatos va a ser comido por un gato callejero de mucha peor planta. Saltan a toda velocidad unas escaleras. Zigzaguean.Se persiguen en una lucha a muerte. El blanco lo ha arrinconado contra la pared. Muestra los dientes. El otro aguanta y no se humilla. Le lanza un zarpazo que no le alcanza. Lo empuja y sube por las escaleras en dirección a la carretera. "Tu gato comegatos va a ser derrotado por un sucio gato callejero. Todo ese brillo. Todo ese señorío que mostraba, esa elegancia y el otro lo va a destrozar. No has elegido a un buen púgil" "Espera. Espera. Esto no ha terminado" "Está apunto" "Déjalos" "Acaba de darle otro zarpazo en los cuartos traseros. Cojea" "Tiene tiempo" "Permíteme que sea un poco incrédulo" Los gatos corren. El herido, el comegatos, da Un quiebro anclando la pata coja y corre por el lateral de la carretera. Viene un coche. El otro lo alcanza. Cruza al otro lado. El otro gato lo sigue pero no consigue atravesar la carretera. La rueda trasera del vehículo le aplasta la mitad posterior del cuerpo. El gato perseguido baja del árbol. Coge al otro del cuello, lo arrastra fuera de la carretera mientras las patas delanteras aun se mueven, y debajo del árbol comienza a devorarlo.

"¿Ves?" "Qué asco" "Pura supervivencia, para lo que pasa en la oficina eso no es nada" "Visto así"

LA MANCHA DE ACEITE

El mando a distancia del garaje volvió a fallar. Hacía frío. Buscó en el departametno lateral de la puerta la llave de contacto. La introdujo. Pasó de nuevo al coche. Un chasquido y la puerta se fue abriendo poco a poco. Volvió a arrancar y bajó la rampa de dos tramos que la aterrorizó al principio de tener la casa. Un tramo de culo y metió el coche en su plaza. Entre su plaza de garaje y la puerta de aluminio que daba acceso al ascensor había seis metros. Un golpe de mirada le mostró una mancha de aceite en el suelo a mitad del trayecto. La luz del garaje se apagó mientras ella agrupaba sus enseres, lapiz de labios, clínex, pinturas de emergencias ... Todo. Salió del coche. Sólo veía los pilotos que guiaban el paso en la oscuridad. Se acercó al pilar más cercano. En su superficie un interruptor. Pulsó y la luz de fluorescentes llenó todo el espacio. Cogió la bolsa que había dejado en el suelo para pulsar. Miró al suelo, miró la puerta que daba acceso al ascensor. La mancha de aceiteya no era redonda sino que ocupaba todo el arco que podía ser su trayectoria. Pisar una mancha de aceite con unos zapatos de tacón de aguja amarillo claro es arriesgado, por el riesgo de caída y por el riesgo de estropear quien sabe si  definitivamente los zapatos. Si rodeaba el coche por detrás , caminaba junto a la pared trasera y después por la lateral hasta el final ,accedería por el aldo contrario a la entrada. Esa era la solución.La luz se fue de nuevo. No había dado un solo paso. Se giró. El piloto naranja estaba de nuevo allí. Dejó la bolsa en el suelo. Estiró el índice. Pulsó. Escuchó el mecanismo que contaba el tiempo hasta una nueva oscuridad. y la luz se hizo. Miró al suelo. La mancha había llegado a la pared. No sólo eso, desde ella  se había extendido hacia el pilar y llegaba a rozar la bolsa que había dejado en el suelo. Bajó la mano para cogerla, pero cuando vió el contacto con la mancha abrió la palma y la dejó allí. Se incorporó. Lo que al principio fue un círculo, era ahora una especie  de ge mayúscula enorme con ella en el centro y una pequeña salida en la zona abierta. No había avanzado nada, nada desde que salió del coche. No había avanzado y además había perdido la bolsa que había quedado en contacto con el rizo de la G. El móvil. En el bolso. Lo iba a llamar. Si estaba en casa podría bajar y ayudarla. La luz se fue. Encendió la pantalla. Marcó el número secreto. La pequeña esfera de luz exageró la oscuridad del espacio alrdedor. No había cobertura. El rincón donde la mancha la había dirigido no tenía cobertura. Apagó. En un instante volvió el silencio. Poco después pudo volver a ver, desaparecido el reflejo de una luminosidad tan efímera. El piloto de la luz. Segiró y rozó la bolsa en el suelo Sintió un escalofrío. Apartó el zapato. Caminaba de puntillas. Evitaba al máximo el roce con el suelo con la sustancia viscosa. Extendió la mano de nuevo. Encendió la luz. La G se estaba cerrando aunque como cada vez que había encendido la luz, cada vez que había oido el tac tac del temporizador, la macha del suelo aparecía en silencio inmóvil. Sin luz. Otra vez sin luz. Estiró la mano. Elnuevo cierre la había alejado lo suficiente como para no llegar al interruptor. La bolsa quedaba enmedio. Supo que tenía que pensar. Organizar los arrestos que le quedaban y buscar una solución. Engullida por una mancha oleosa en el suelo.Quien sabe si reducida a otra mancha similar, a casi una sombra en un garaje a oscuras. Relax.Respiración. Su cartera. De piel. La cartera anhelada que encargó a distancia, que le proporcionó tanto placer descubrirla, la cartera que era su fetiche en los asuntos de trabajo y personales. En el suelo. Sobre el aceite, perdida, irreparablemente perdida, pisarla y saltar con los zapatos de tacón amarillos en la mano hasta el escalón que daba acceso al descansillo del ascensor. Dejó la cartera en el suelo. Sintió como si fuese en su propoa piel el aceite recorrer la piel delicada, sintió cómo el aceite empapaba los poros de la cabritilla. Se subió. No era alta, pero el contenido no era regular. Dudó, osciló. Separó los brazos a los lados buscando recuperar el equilibrio... pero caía. Cayó.Un pie. Mejor perder un pie que los dos. Los zapatos cayeron al suelo. el aceite amortiguó su rebote. Quedó de puntillas sobre una sola pierna haciendo equilibrios con las manos para no caer. No aguantaba más. Estaba agotada. Estaba perdida.
Se encendió la luz. Su novio vio su cartera, sus zapatos en el suelo y a ella de puntillas, aterrada sudando buscando mantener el equilibrio. Le  preguntó que haces. Ella le respondió que protegerse de la mancha de aceite. El le preguntó que de qué mancha de aceite hablaba. En el suelo no había nada.

lunes, 11 de diciembre de 2017

EL FARAÓN

"Hombre Manolo.Por fin te has decidido a reformar tu piso" "Sí más o  menos" "Estos pisos tienen una buena distribución pero se hace necesario reformar. Más de treinta años. Los tiempos cambian" "Sí muchos cambios. Demasiados" "No serás tú uno de esos contrarios a la innovación" No" "NO te molesto más.¿necesitas ayuda para descargar?" "Gracias. Me arreglo bien solo".

Su piso tenía una buena distribución. Bien iluminado, pero nunca entendió por qué para un piso de ciento veinte metros, el salón cuadrado tenía más de cuarenta. sólo hacía poco tiempo que lo había comprendido.
Se acercó a un almacén de materiales de construcción. Miró la lista. Arena. Cemento. Ladrillos del siete. Una plana, una caldera y dos paletas, una grande y otra pequeña. Un martillo para romper los ladrillos y así poder encajarlos en los huecos. Lo cargó todo en el coche. Lo descargó cuando llegó a casa y lo dejó en el centro de su salón. Puso unos regles y entre ellos tendió unos hilos. en el interior del cuadrado se situó él y situó todos los materiales. Llenó un barril de agua. en una caldereta hizo una primera masa de cemento. Un pegote de cemento y un ladrillo. Otros pegotes tapando la junta entre uno y otro. Se asomaba para ver si el borde exterior no sobrepasaba la línea. Las cuatro paredes de ladrillos ascendieron a su alrededor aislándolo del resto de su salón. Tan alto que tenía que subirse a un taburete para colocar la última hilera de ladrillos, la que lo fundía con el techo. Prepararó un cemento más claro, y con la plana se dedicó a enlucir el interior de los ladrillos. Un foco en la frente le permitía advertir y corregir las irregulares de la pared. No había dejado ventanas, ni puertas ni respiraderos. El aire no era un problema, el cemento siempre deja poros. La salida imposible una vez el cemento fraguara, salvo que decidiera golpear su obra, algo que no tenía pensado. Antes de cerrar había traído consigo diez de sus libros favoritos. Una radio que escuchó mientras le quedaron pilas. Un reloj, Unos gemelos . Una esclava y una cadena con una Cruz de CARavaca. y fotos. De personas y momentos queridos. Había terminado. Escuchó la radio, leyó el libro que estaba deseando empezar. Comió unas galletas y se sentó. Permaneció sentado mucho tiempo. Primero con luz y después sin ella cuando las pilas del foco se agotaron. Al principio con música de la radio, y después en silencio. Un día se cansó de descansar sentado y se acostó, con las manos enlazadas sobre su pecho. Acomodó el suelo con un hueco entre los ladrillos que sobraron, quitó los trozos de cemento que habían raspado para alquilar la casa los anteriores propietarios. Puso la esterilla y se tumbó. Durmió a ratos porque al interior del cubo cerrado no entraba la luz. Cruzó las manos sobre un pecho que cada vez se agitaba menos. Los ojos se fueron hundiendo en las cuencas. Las manos sarmientos. La ropa redundaba en los pliegues de su cuerpo reseco.

Dos meses después el portero usó su llave para meter en la casa un paquete. Llamó y no le respondió nadie. Sabía que era un hombre ordenado. Le sorprendió la suciedad. Curioseó en la casa. Llegó al salón. en el centro un habitáculo sin ventanas de ladrillo sin enlucir. Se acercó y olía mal. Llamó a la policía, quienes llamaron al juez y a los bomberos. Abrieron un boquete y sacaron su cuerpo reseco reducido a la mitad o menos de su volumen. Admiraron el perfecto acabado del interior.

EL CURA

Desde el púlpito veía las cabezas de todos los feligreses. Podría cerrar los ojos y repasarlas de memoria. Cada día las mismas personas en los mismos asientos. Ancianos jubilados en su mayoría. Algún retrasado. Le costaba encontrar la motivación para la homilía. Intentaba no repetirse por respeto al Dios cuya fe le había llevado a hacerse sacerdote. Predicar Su Palabra. Un momento le emocionaba, cuando bajaba a dar la comunión. Descendía los tres escalones despacio para no tropezar con el borde del alba fijado por una casulla que le estaba grande. Se situaba en el centro del pasillo y miraba a sus feligreses ingerir el cuerpo de Cristo. Se volvían y se arrodillaban o permanecían de pie. Siempre igual, menos esa semana.

Un feligrés nuevo siempre es una fiesta. Un muchacho algo menor de su edad. Con pelo anillado y ojos claros. Se puso en cola, casi el último, para comulgar. Llegaba con la cabeza agachada, el pelo anillado quizás disimulando una tonsura precoz. Levantó el rostro, abrió los labios, poco, mostró ligeramente la lengua y abrió un instante los ojos, azules grisáceos, sin llegar a levantar el rostro lo miró. Se fijó en su barba de tres días de pelo negro y recio. Apartó la mirada.Se dio la vuelta y volvió a su asiento donde se arrodilló. La anciana que le seguía tuvo que demandar la atención del cura para recibir su comunión. Se disculpó y la entregó. Volvió al altar y tomó su propia comunión. Limpio la bandeja y el cáliz y los guardó en el sagrario. Esperó el silencio de la meditación después de la comunión. Terminó la misa y los despidió. Lo vio salir. La escena se repitió todo el mes. Idéntica. Salvo en su interior. Palpitaciones, sudor,  temblores, la lengua se le trababa al mirar esos labios y esa lengua apenas insinuada. La misma lengua y los mismos labios, la misma cabellera anillada que le acompañó en sus sueños. Estaba pecando de pensamiento. Lo sabía. Y estaba agravando su pecado cuando no lo confesaba al otro sacerdote de la parroquia. Y estaba agravandolo en su conciencia con su secreto. Anhelaba la misa del día  siguiente. Ansiaba dar la comunión y ver esos ojos, esos labios y esa boca que le estaban prohibidos. El secreto le hacía sentirse solo. Llegó la Semana Santa, ni los cofrades, ni la música sacra ni las procesiones le sacaban de una sensación cada vez mayor de soledad. Soledad entre gente, entre multitudes de devotos. Su secreto no compartido ni siquiera con el objeto de su deseo le hacía sentirse solo. Pasó la Semana Santa. Despertó el Domingo de Resurrección. No había dormido. Era un día alegre.Vistió la Casulla rosada. Se miró en el espejo para atusarse. Se arrepintió de la presunción. Entró en misa. Los feligreses se pusieron en pie. El agachó la cabeza. Antes miró el lugar donde solía estar el muchacho y no estaba. Cerró los ojos. Más fuerte que en otras ocasiones. Los abrió. Miró a los feligreses. Miró la iglesia. Miró las vidrieras. Los santos en sus hornacinas. Abrió y cerró los ojos. Se asustó. Todo y todos, los hombres y las cosas se mostraban a sus ojos en una escala de grises, sólo percibía el color en las ropas y en su propio cuerpo. Celebró la misa. Dio la comunión, pero le faltó el feligrés más esperado. Terminó la misa, se cambió y salió al parque. En primavera recargado de flores, que a sus ojos reducían su cromatismo a una triste escala de grises,  sus zapatos sin embargo eran marrones, sus calcetines azules, su jersey amarillo. El cielo Gris, las montañas negras, la noche y el día anécdotas. El mundo gris a la escala de sus ojos. Un castigo. Una condena y  un alivio. Prefería que el recuerdo de esos labios, de esa lengua insinuada y los ojos quedase en colores, antes que hubiese vuelto a su iglesia en un mundo gris para sus ojos.

sábado, 9 de diciembre de 2017

EL PISO

Novecientos treinta y siete. Exactos. Ni uno más ni uno menos. Y sin contar dos trasteros y cuatro bajos reacondicionados que habían hecho pasar por pisos. Varias semanas, varios meses en realidad y acercándose al año. En la mayoría no había pasado del hall. Abrir la puerta husmear y echar a correr escaleras abajo o si el ascensor estaba en el descansillo de la planta, bajar por él. sin pensar, sin despedirse del propietario o del agente inmobiliario. En la calle debía vomitar o intentarlo, dejar brotar las arcadas que le producía tal cúmulo de sensaciones. Fue tan fuerte en una ocasión, que simplemente con teclear la información le desencadenó el cuadro más intenso.

No sabía que le pasaba eso. Siempre había vivido en un mismo lugar al que había llegado directamente desde el vientre de su madre y de su propio parto nadie recuerda nada. Fue un parto normal y sencillo. Fue un niño sano y se comportó con bondad. Una crianza sencilla llena de sensatez. Pero tocaba la universidad. Fuera de su ciudad. No había otra. sí una residencia de estudiantes, pero el barullo, el trasiego de personas, los horarios impuestos le aturdían. Un piso en soledad , sin duda, la mejor opción. Pero iban novecientos treinta y siete sin trasteros y sin garajes.

Le habrían la puerta, si el producto no era muy bueno el vendedor se ocupaba en las virtudes antes de abrir, si el precio era muy alto callaba y esperaba el efecto deslumbrante del interior antes de hablar de dinero. La primera vez fue una sorpresa. No sabía en realidad que ocurría cuando el ambiente se hacía denso, se enturbiaba, a veces, si era de día la luz era de la noche. Brillos luces, sonidos, chirridos chasquidos sin orden, superpuestos como varios aparatos de voz hablando al mismo tiempo. Al principio una amalgama de sonidos y luces que le mareaba y tenía que salir. El vendedor le preguntaba y él negaba con la cabeza y salía. Poco a poco, las luces, los sonidos, las sensaciones se iban concretando, llegó a identificar formas, llegó a reconocer palabras. Después de una treintena de casas ya sabía que lo que veía eran escenas de una vida cotidiana ajena a la suya. Personas que hablaban, gatos perros que corría por el pasillo o comían en los rincones de la terraza. Personas que gritaban, discutían hablaban o hacían el amor sin sentir su presencia. Poder convivir con las imágenes pululando a su alrededor se le hacía insufrible y su cuerpo, su cabeza, su frente, sus intestinos se revelaban y corría.

Un vendedor,bien informado de su solvencia y por puro prurito profesional se atrevió a preguntarle directamente sin rodeos  por lo que le ocurría. Se sinceró. Le dijo que veía las imágenes que escuchaba los sonidos que se mantenían en las casas y que eso le hacía totalmente imposible pensar simplemente en vivir allí. El vendedor no parpadeó. Asintió y dijo entonces la solución es fácil. Tenernos vivienda nueva que también le podemos ofrecer en otras zonas. Claro como no había caído en solicitar que le mostraran viviendas que no eran usadas.

En las afueras de la gran ciudad en barrios a medio hacer. Llegaron a una torre de doce plantas. Séptima izquierda. Puerta blindada. Olor a pintura y madera en todo el edificio. Acabados impecables no como en los tiempos de la crisis. Abrió la puerta. Era medio día y la luz se puso como a media noche. La voz y la figura del vendedor se difuminaron. No sintió la necesidad de huir. A su lado una figura negra, un hombre encapuchado registrando cajones. Al fondo una puerta. Se encendió una luz detrás de la puerta. De la puerta salió él mismo. Se encontró cara a cara con el ladrón. No se sorprendió de verlo como si ya supiera lo que iba a seguir. Sin una sola palabra el ladrón disparó. Él calló al suelo sangrando. Volvió la luz de mediodía. Hacía calor. El vendedor le preguntó qué le parecía la casa. Él le respondió me la quedo.


jueves, 7 de diciembre de 2017

PUTA NAVIDAD

Una cosa en común:ninguno tenía en sus vidas un solo instante que le invitase a celebrar la Navidad. Para ellos la Navidad era la época en la que se veían. Se juntaban, pasaban un tiempo salvaje en la playa junto a un mar helado. Todo el mundo ponía árboles. Guirnaldas. Musgo. Decorados que parpadeaban por la noche. Luces que algunos rezagados dejaban hasta el verano. "Puta Navidad" " Sí . Puta Navidad" "Podríamos poner un abeto" "Un abeto. Déjalo plantado en el bosque" "O uno artificial" "Peor, plásticos que se amontonan en el mar" "Pues no he dicho nada" "Yo creo que no es tan mala idea" "Vomitiva" "Pésima" "No sé por qué sois tan negativos. Navidad o no. Nosotros nos juntamos ¿No es cierto?" "Sí" "Sí" "Somos amigos. Desde hace mucho tiempo, y eso es un buen motivo para celebrar" "Reconozco que no es tan mala idea. Pero ¿Qué podemos hacer para no traicionar nuestros principios de una época que nos ha dado tan poco?" "Aparte de la amistad" "Aparte de la amistad sí" "Eso no es poco" "No lo he expresado bien. La amistad es mucho. Puta Navidad. Celebremos la Puta Navidad" "Ja ja ja. sí" "¿Qué hacemos?" "Dilo tú que eres el ocurrente" "Un Belén prostibulario" "No. Eso no me hace gracia. Demasiado sacrílego. No me gusta que nos burlemos de eso" "Eres una blanda" "Hagamos algo con el árbol que es más pagano y así no te enfadas" "Me parece muy bien" "Un árbol con neones" ""De colores" "Sí. En casa guardo dos docenas de fluorescentes de cuando los cambiamos por luces led" "Te los traes y los pintamos con espray de colores. Los montamos y quedará muy bien"

"Ha quedado genial" "Sí. tiene más neones que el puticlub a la entrada del pueblo" "¿ABrimos una botella de champán?" "Tenéis todos copa" "Sí" "Por la Puta Navidad" "No no no" "Por nuestra amistad. Porque sigamos viéndonos muchos muchos años" "Por la amistad" Los neones fucsia, rojos, violeta, amarillos comenzaron a parpadear con una frecuencia creciente, con un ritmo alternante como si alguien estuviese tocando una melodía asincrónica en un teclado multicolor. El ritmo se hizo estroboscópico. "Me estoy mareando" "Los cebadores tienen que haberse estropeado" "Qué le has echado a las copas¿ mescal?" "No les he echado nada" "Todo se mueve a mi alrededor. No siento mi cuerpo" "¿Qué me pasa?" "¿Qué te pasa?" Uno a uno cayeron rendidos. Pasaron de ver las luces parpadeantes a reconocerlas inconexas y fusionadas como en la paleta de un pintor, después sombras y después todos los colores fusionados en una luz blanca cegadora. Después el sueño. Un sopor profundo que los depositó a uno junto a otro en el suelo del salón.

Despertaron. Hacía mucho frío. Se arrebujaron unos a otros y se cubrieron con mantas. Miraron a su alrededor buscando una explicación a lo que había ocurrido. Debajo de lo que quedaba del árbol, entre un reguero de cristales de tubos fluorescentes explosionados, había varios regalos envueltos en papel de periódico. Uno para cada uno. En cada uno un nombre. No preguntaron quien lo había traído. Lo abrieron, y uno a uno encontraron aquel juguete que esperaron en balde en la infancia en otra puta navidad. Salieron de la casa. Desde el porche vieron un cielo blanco cubierto. Un viento helado del norte. El suelo cubierto de una fina capa de nieve tan rara en esa zona de la costa. Desde el porche, en el jardín se reconocían claramente las líneas que dejaba un trineo al deslizarse. entre ellas las cagarrutas de los animales que hacían de tracción. Juntos corrieron. Las líneas llevaban al borde del acantilado. Miraron abajo y no había nada. Miraron al horizonte donde se fundía el blanco de las nubes someras de nieve y el azul profundo del mar y les pareció distinguir un punto rojo,pero después de lo de la noche anterior no se atrevieron a afirmarlo. volvieron a casa y no sintieron ningún rubor en jugar  los juegos que les faltaron de alguna puta navidad.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

EL BELEN VIVIENTE

"No me gusta la Navidad" "Cada año estás igual" "Es una época sólo de consumo y nosotros somos poca familia y algunos ya faltan" "Si es por eso lo entiendo" "Pero tú no estás mejor que yo. Tus padres murieron y vives sólo, y sin embargo seguro que ya has puesto el árbol enorme de todos los años, lleno de aderezos, tendrás velas en cada rincón y el enorme Belen" "Es cierto. El árbol ya lo tengo puesto, los aderezos me queda la mitad y el Belén viviente se pone esta noche" "¿Se pone? ¿Has contratado a alguien para que lo instale?" "No. La estructura, las casitas y los decorados los pongo yo cada año" "Pero tamibén hay figuras" "Eso es otra cosa" "Y hablas de Belén viviente y , que yo recuerde, sólo se movía la noria y el agua del río" "Así es" "Entonces no es un Belén viviente" "Es complicado" "¿TE ríes de mí?" "Nada más lejos de mi intención. Ven luego a mi casa. Sólo por favor" " ¿A qué hora?" "Al filo de la media noche. No traigas nada"

Llegó a la hora fijada. Una noche fría y seca de diciembre. Llamó a la puerta y no tardó en abrir. "¿Has cenado?" "He tomado algo en casa" "Es pronto. Te apetece cafe o te" "Un té" "Te lo sirvo" "Si quieres te ayudo con los preparativos" "Está ya todo preparado no es necesario... sólo ...esperar" No llegaron a entablar conversación. Diez minutos. No merecía  la pena el esfuerzo "Sólo faltan cinco minutos" "¿Vamos a ver el Belén?" "Lo veremos desde aquí" encendió el televisor. Seleccionó la fuente de imagen. La mitad del despacho apareceía  ocuapado por tablones. sobre ellos dibujados con regueros de tierra y musgo caminos y huertos. Casas. Pero no había figuras. sólo el movimeinto del agua de la fuente. y cajas en los ricones, en el suelo sobre los muebles. El carillón dió las doce campanadas. "Fíjate atentamente" Nada nuevo. En una de las cajas parecía bullir las tiras de papel de periodico que acolchaban su contenido. Enseguida en el borde aparecieron unos manos minúsculas y unos brazos. El bullir se extendió a las otras cajas y decenas de manos y cabezas se asomaron. Su amigo le instó a guardar silencio. cuando regueros de figuritas móviles trepaban por las patas de la mesa, escalaban por los cables de luz o por las sábanas que delimitaban el perímetro del belén. La superficie se llenó de mercaderes, ovejas, caballos, dolorosas, lavanderas, camellos, cabras, romanos y judíos. San José tirando de la mula donde María sujetaba al niño en el vaivén del paso de la mula. Una vez las figuras se situaron en sus posiciones, desapereció el movimiento del Belén.

Había quedado con la boca abierta. "Mañana recogeré las cajas hasta pasado el día de reyes que vuelven a ellas a descansar" "Ha sido increíble" "Te dije que se ponía" "NO me esperaba esto. Lo habrás grabado" "No nunca lo grabo temo que se vuelvan inmóviles del todo y no sabes el trabajazo que llevaría" "Lo supongo. Pasamos a verlo ahora" "Vamos"

No podía evitar sentirse observado por cientos de ojos que inmóviles seguían su paso. El niño abrió los ojos justo en el momento en que se acercó para ver el nacimiento, Le hizo un gesto con la mano, pero ya no estaba seguro ni de lo que veía. Había pensado poner un belén este año. Uno pequeño , un nacimiento y poco más, pero este año no iba a ser. Le daba muy mal rollo tener decenas de espías en su casa

lunes, 4 de diciembre de 2017

METAMORFOSIS

Abrió la puerta con el mismo giro que la había abierto cientos de veces. La cerró del mismo modo que la había cerrado otras tantas. Se descalzó y caminó de puntillas como siempre para no hacer ruido. Sintió sed y bebió un sorbo de agua. Sintió hambre y comió dos  magdalenas. Se lavó los dientes y se acostó. De madrugada porque trabajaba de noche. Y fue la última vez que todo le pareció lo mismo. Se levantó a la hora  a la que todo el mundo come. Desayunó cuando todo el mundo almuerza. Comió lo que todos se desayunan. Hasta ahí lo de todos los días, pero cuando fue al baño, a partir de levantarse de hacer sus necesidades todo empezó a ser distinto. Se lavó la cara y el agua le pareció más fría, el lavabo más bajo, la toalla más áspera, el jabón de peor aroma. Se secó, se miró al espejo y no reconoció a quien estaba allí. Esos ojos, las entradas, la barba de tres días, la tez morena no sabía de donde habían salido. Las encontraba ajenas a sí mismo. Volvió a la habitación aterrado. Cogió su móvil. Abrió los álbumes de fotos, en  todas había un hombre igual que el que se reflejaba en el espejo pero que no era él. Se vistió con ropas a su  medida que no le parecían adecuadas. Calzó unos zapatos comodísimos que no reconoció. Bajó, cerro los ojos y dejó que sus pasos lo guiaran hasta el que debía ser su vehículo. En efecto la llave lo abrió. El contacto y al trabajo. Si se concentraba en no pensar, en dejar que su cuerpo, que su mente actuasen de forma automática, todo ocurría de acuerdo a una rutina que no reconocía como tal. Si pensaba, si involucraba al mundo racional en sus actos, su entereza se derrumbaba y comenzaba con opresión en el pecho y una diaforesis que le empapaba las axilas y le regaba la frente. Mostró la identificación a la puerta de la fábrica. El guardia lo saludó afable. Devolvió el saludo aunque no lo reconocía. Aparcó. Se dejó llevar por su cuerpo prestado u opresor a la puerta donde otros operarios se ponían monos de color plata. Uno lo saludaba. Otro le daba un cachete. Otro más le palmeaba el hombro. Era un hombre popular. Sintió el impulso de hacer algunos gestos similares, pero consiguió contenerlos ante el temor de la respuesta de alguna de aquellas personas que reconocía como extraños. Uno le dio un abrazo y le dijo que se alegraba mucho de verlo, que acababa de volver después de una baja de tres meses. Le dijo que se alegraba, pero que le perdonara que no recordara su nombre. Pensó que estaba de broma y le insistió que se lo decía muy en serio.Le dijo un nombre que no le resultaba familiar. Se lo llevó a un rincón. El otro le dijo que no lo asustara. Sólo inquirió si encontraba algo distinto en él. le dijo que no, pronunció su nombre y le dijo que lo encontraba como siempre. Desde la confianza le dijo que estaba seguro de que no era el mismo. Algo había cambiado en él , que le pedía le perdonara, que si le trataba así no era por descortesía sino simplemente porque era otra persona. No sabía como había ocurrido pero era otra persona totalmente distinta, se temía que en el chasis de la persona anterior. El otro huyó. Aterrado. No se le volvió a acercar. No lo lamentó,

De madrugada regresó a casa. Abrió la puerta como nunca la había abierto. La cerró como nunca la había cerrado. No se descalzó porque el suelo estaba frío. Se hizo un bocadillo y bebió una cerveza. Miró la cama pero no se quiso acostar. El día le parecía demasiado importante para desperdiciarlo. Cogió un bolígrafo y cogió papel y empezó a escribir. Dejó fluir historias basadas en recuerdos que venía de los tiempos anteriores a su metamorfosis humana. Y le gustó. Llegó la hora de su trabajo nocturno. Miró el reloj. Se duchó y se quedó en casa. Por la mañana conocería gente y sitios nuevos.

domingo, 3 de diciembre de 2017

MALAS SENSACIONES

A veces sales a correr, pasan los minutos y tus músculos, tus articulaciones, tu mente no van rodados. Tienes la sensación de series de movimientos inconexos y desacompasados que malgastan la energía. Puede ser que vayas incluso rápido, pero sin ritmo. No llegas al momento de la inconsciencia del esfuerzo que te permite avanzar unos kilómetros cómodamente. Eso son malas sensaciones. Pero tambien puede tener otra acepción que es de lo que trata el relato que habla algo que ocurrió hace no mucho tiempo.

Fue un día de superluna, como hoy. Una luna llena gigante que apoca las luces artificiales. Una luna llena en suma. Salió a correr de noche. No era tarde pero el sol se pone muy pronto en diciembre. Hacía frío. Mallas largas, camiseta y cortabientos. Y el frontal para iluminar sus pasos. Había dudado en lo del frontal, porque cuando llevas luz, se produce la paradoja que ves la zona iluminada pero te vuelve inseguro con la periferia de penumbra o absoluta oscuridad. Decidió llevarlo para acostumbrarse. Una ruta de diez kilómetros por la mota del río a un ritmo tranquilo. Pensando. Soñando y fabulando. Llegó a la parte final del recorrido . Se dio la vuelta. Enfrente la luna. Una claridad que producía sombras en la noche. Nadie en todo el recorrido. Domingo. El frío. En el suelo chasqueban las hojas con sus pisadas. Se rompían. Pasó por una zona arbolada. Escuchó el chasquido de las hojas a un ritmo distinto del de sus pisadas. Un corredor más rápido. Sin frontal a sus esplada no había ninguna luz. Se concentró, siguió. No se detuvo porque el entrenamiento no se para. Volvió a escuchar, se le antojó más cerca, le pareció que muy cerca el sonido del movimiento de las hojas con las pisadas. Aprovechó una curva del meandro del río para mirar hacia atrás. No le seguía nadie. Vio las hojas moverse con la brisa suave. Escuchó el ruido en todo similar al que había escuchado. Sonrió. En el pulsómetro la frecuencia cardiaca comenzó a recuperar el ritmo ajustado al esfuerzo que estaba haciendo. Siguió escuchando las hojas, pero ahora sabía qué las producía. Dejó de oírlas.Dejo de oír todo. Silencio. Se setuvo la brisa. Las rnas dejaron de croar. Los murciélagos buscaron cobijo. Silencio absoluto. Sólo sus pisadas y el ruido pausado de su respiración. Tenía  malas sensaciones. Y su cuerpo rodaba. La meta estaba cerca. El silencio se profundizó. Ya divisaba las luces a lo lejos. El puente que debía cruzar  para llegar al pueblo. Un aullido al que no siguieron otros aullidos. un quejido y un nuevo aullido. Los perros de un solar no ladraron a su paso como siempre hacían. giró el frontal sin aminorar la marcha y los vio agazapados debajo de uno de los camiones. Otro aullido más cercano y otro quejido. Silencio. Brisa. Giró a la izquierda. Entró en las calles del pueblo. ESquivó las zonas de sombra. Corrió por el centro aprovechando la ausencia de coches. Llegó al banco donde solía estirar y prefirió no hacerlo. Se sacó las llaves del bolsillo de atrás de las mallas. Las manos le temblaban no encontraba la llave. Cuando la encontró no alcaanzaba a introducirla. Cuando la introdujo se atrancó. Le pareció escuchar un jadeo. Abrió la puerta. la cerró a su espalda y encendió la luz. Miró el reloj. La frecuencia cardiaca se había disparado. Respiró hondo y se controló.

Por la mañana poco después del amanecer oyó ruidos de sirenas por las calles del pueblo y por la huerta. Bajó. Tomó el café antes de comenzar a trabajar. Por la noche en muchas casas de la huerta junto a la orilla del río, muchos perros y ganado habían amanecido degollados y algunos descuartizados. Junto al río. entre las hojas de los tilos unas huellas de unas garras que nadie había sido capaz de indentificar. Pasó el tiempo. El rumor desapareció y nadie dio una explicación satisfactoria que tampoco nadie reclamó. El siguió corriendo por las noches aunque no es su hora favorita. Quiere pensar que tuvo algo que ver con la superluna, pero no es seguro. Si otro día tiene malas sensaciones se volverña a casa

sábado, 2 de diciembre de 2017

LA CAZAVAMPIROS Anemia 5ª temporada 4 ª entrega

"Buenas noches. Eres Santi ¿verdad?" "¿Nos conocemos?" "Algo. Incluso nos hemos visto en alguna ocasión en que intentaste matar a uno de mis personajes" "¿A Vlad?" "Sí. en El pájaro Azul" "El mismo. en realidad tú también eres uno de mis personajes. Te preguntarás por qué te he citado aquí en la Terraza del REstaurante Las Cumbres del Cabezo de Torres" "No te equivocas. Me intrigó tu convocatoria" "Eres muy atractiva" "Gracias ast" "Uno de los personajes más redondos que me han salido. Una aguerrida cazavampiros en el corazón de Murcia" "Gracias de nuevo. Pero ya mi padre fue cazavampiros" "Sí pero tú padre sólo apareció para morir. Quizás en el futuro, si llego a tener algún éxito haga una precuela" "Ja ja como en la guerra de las Galaxias" "Como Star wars, pero algo más huertano, más de andar por casa que para encontrar maravillas no hace falta buscar agujeros negros, las hay más cerca" "VAs a hacer una precuela sobre mi padre" "No tengo tanto éxito Santi" "¿Entonces?" "Te me estás yendo de las manos" "Nadie me controla" "Así debe ser. Pero tu naturaleza es de cazavampiros y así debe seguir siendo" "Estás poniendo en duda mi voluntad" "No pongo en duda nada, pero tus últimas actuaciones..." "¿Mis últimas actuaciones qué?" "¿Van a tomar algo?" "Santi tú que bebes. ¿No te habrás aficonado a la sangría?" "¿Es un chiste? Je fe o creador o autor o lo que seas" "No es un chiste cazavampiros, cazamariposas o damisela" "Maldito" "Deja esa estaca. Empleala con quien la tienes que emplear. No conmigo. Yo soy humano. Si me matas..." "Iría a la cárcel" "No peor" "No hay pena de muerte en España" "Para un personaje sí Santi" "Eso es verdad. Lo siento" "No te preocupes el sarcasmo me pierde. Y me gusta que tengas fuerza. He sobreactuado. Ten en cuenta que soy yo quien escribe lo que tú hacer, ahora bien, tienes much apersonalidad me cuesta contenerte" "Gracias. Eso ha sonado bonito" "Te lo mereces" "Y entonces ¿Qué querías?" "¿Estás enamorada de Vlad?" "Dímelo tú. No eres tú el que escribe" "La primera vez que te vi fue yo quien salvó la vida a Vlad avisándole de tu presencia e intenciones. Después lo evitaste tú y entre vosotros han pasado ....cosas. ¿Te sonrojas?" "Me siento espiada. Eres un voyeur" "No  sé escribir con los ojos cerrados. He sido muy discreto. Nunca demasiado explícito en vuestros encuentros" "Te lo agradezco de nuevo" "No me importa si te enamoras, pero recuerda tu razón de ser. Si dejas de ser una cazavampiros, tu personajes perderá fuerza dentro de la historia" "Es muy complicado ast. Muy complicado. Detesto a Vlad. Detesto a los vampiros que prasitan nuestro mundo, pero a la vez..." "A la vez..." "Es misterioso. Es poderoso, pero es triste, tiene una aureola melancólica a su alrededor y sin embargo en ocasiones es apasionado como si aún quedara en él algo del humano que fue" "Pero es un vampiro" "Y tambien todas ess cosas. cosas que le hacen un..." "Ibas a decir un hombre" "Un...ser enormemente atractivo" "Un malote" "No. No simplifiques ast" "Lo siento vuelvo a ser sarcástico" "Pero no olvido quien soy" "Bien" "¿No temes que venga aquí y se vengue de ti" "No. Arriba , sobre los riscos azules hay una cruz. No puede venir. Y si fallara estás tú. Esta vez no fallarías. Se trataría de él o yo" "No estés tan seguro" "Si soy yo quien acaba se acaba todo. Te acabas tú y se acaba él" "Él descansaría. Está harto de eternidad. El tiempo sin vida no conduce más que al aburrimiento y a la melancolía, la moria de los eternos todopoderosos. En cuanto a mi. Habría cumplido mi objetivo. Acabar con Vlad y acabar con su condena" "Le amas" "Sí"

viernes, 1 de diciembre de 2017

BARBERÍA

Aun me sobra algo de tiempo. He quedado a cenar. He comprado algo de ropa. Es tarde. Llevo el pelo sin arreglar. Una barbería. Sería un lujo. Treinta minutos. La tarde ha cundido. Ignacio. A esa misma barbería ibamos mis hermanos y yo de niños. Un sólo cliente. Habitual según sigo sus conversaciones. Su padre ha envejecido. El corazón lo limita. Joven cuando el barbero tambien fue joven, ahora vive con dificultad con una sobrecarga de líquidos que no responde a sobrecargas de furosemida. Me muestro con timidez. Es tarde. Detesto molestar. Es el mismo barbero, octogenario avanzado.Tiene hora y me invita a sentarme. Mientras termina con el otro cliente veo los sillones sólidos, sin un atisbo de obsolescencia programada. Los buenos perfumes y masajes para después del afeitado. El cliente se va. Me invita a sentarme en el sillón central. Le digo lo que quiero. Y comienza a cortar. Suave. Tantea antes de inicar una conversción bien documentada de la que es experto. Clientes egregios. Personas señaladas en la historia de la ciudad. Termina. Me muestra con un espejito al que no miro cómo ha quedado el peinado. Le pago. Y salgo. Abre la puerta un hombre con dos niños. Ambos con pantalones cortos a pesar de que llega el invierno. Me vuelvo. Soy yo, mi hermano y mi padre. O al menos se parecen mucho. Voy a decir algo, pero qué voy a decirme a mi mismo cuando era un niño. Salgo. La calle es distinta. No hay zona azul , ni verde ni roja. Los coches aparacados son seat ciento treinta y cuatro, seiscientos, algún Gordini y algún citroen de los que se llamaban Tiburón. La Avenida de la Libertad. Un solar y enfrente Simago. Me marcho, pero ¿cómo irse cuando he dejado el coche en un parking que no existe. Me echo la mano al bolsillo. El móvil. Sin línea ni internet. Una cabina. Marco un fijo. Se pone mi suegra. con voz más joven pero con expresiones que no han cambiado. Se cansa de oírme y cuelga. En la relojería junto a la entrada del bloque de simago miro un calendario. Me lo temía. Muchos años atrás. Sin coche, sin posibilidad de que alguien me ayude. Regreso a la barbería. Ha terminado con uno de los niños, el moreno con un pantalón de tirantes muy corto y una camiseta de punto de rayas azules sobe fondo blanco. El otro espera en la silla con el uniforme del colegio. Tiene los ojos grandes. Una mirada que impone, El barbero podría ser el mismo, pero luce rejuvenecido. Le pido sentarme en el sillón. Lo rechaza. Insiste que espere mi turno. No tengo tiempo.Se vuelve me mira y me asevera que todos están esperando. Diez minutos para las nueve. El carillón golpea la campana. Tiene que volver a sentarse. Si cierra no tendrá otra oportunidad. No sabe por qué pero lo sabe. Cuando termina con el segundo niño se sienta en el sillón. El barbero le insite que no lo necesita. El le dice que sí, que claro que necesita volver al lugar que trastocó el día.  Pero el tiempo no se mueve. El barbero rejuvenecido le mira el cabello recien cortado. Reniega porque es tarde y le parece una burla. El barbero lo mira de reojo. Da rodeos y maniobras de dilación en la tienda. Quiero un corte a navaja. El barbero le rasura con la navaja.De mala gana . Se encuentra más joven. No le importa volver donde tuvo su barbería recien abierta. Si no es el sillón qué es. A su izquiera un cenicero con caramelos. Coge uno por instinto. la cabeza le da vueltas. Se vuelve el barbero. El barberto es viejo. Mi peniado ha terminado. Le gusta viajar para ir a bodas. Pero así no. El tiempo sólo ha de  viajar hacia delante. Sale a la avenida de la libertad. El parking está debajo. Simago ya no está .Enfrente el corte inglés. Paga en el cajero y se marcha