miércoles, 29 de noviembre de 2017

LLUVIA y MAR

A su espalda quedaban las huellas de sus pies descalzos. Las olas rellenaban los huecos y los pliegues de arena se desmoronaban. En el cielo nubes casi a ras de suelo. Siguió caminando confiado en la sensación de un rastro tan efímero. Poca luz. Plomo. Viento y silencio. Gotas finas de lluvia sobre el rostro. De Norte a Sur. Del espigón de San Pedro a la Encañizá. Al otro lado La Manga. Dos días antes caminaba al sol la misma ruta. Hoy cortavientos azul. A lo lejos viene alguien. Se acerca. Quien sino un loco como él se aventuraría al mar en un tiempo tan adverso. Un loco romántico. El viento arrecia. Las olas le empapan el dobladillo del pantalón. Los pies están ateridos pero no sepuede resistir al masaje. Se detiene y mira al mar. Tiene que inclinarse ligeramente hacia delante para mantener el equilibrio. A su derecha el otro caminante hace lo mismo. Emprende la marcha. A lo lejos hacia Cabo de Palos un rayo alcanza el mar.El trueno viene detrás. Va a terminar su ruta aunque el mar se deshaga en espuma. No está solo. Sigue caminando. La humedad le contrae el bajo vientre. Aunque está casi solo se esconde entre las dunas para orinar a favor de viento. Regresa a la orilla y observa al caminante volver tambien hacia la orilla. Las olas invaden cada vez más la playa. Se desplaza en su trayectoria hacia el borde de las dunas. Igual que el caminante del que le separan cien metros. Cortavientos azul pantalon remangado como él. Se acerca. Se saludan con un hola protocolario, sin dedicarse más que una mirada esquiva. El caminante es muy parecido a él. De hecho si no fuese por la duda de que uno no se reconoce a sí mismo en las imágenes, juraría que es él, su timbre de voz tambien le resulta familiar y la forma saltarina de andar. Se cruzan y cada uno sigue su camino. Se aleja. Se ha cruzado con su sosias o con su clon o consigo mismo. Imposible. Eso ocurre en los sueños o en las pesadillas. Nunca en las playas. Se vuelve. El caminante también se vuelve con el mismo gesto y la cadencia con que él lo hace. Sigue caminando. Dos pasos. Se vuelve. Había algo raro. No sabe qué es pero lo aprecia: las pisadas. Las pisadas que deja el transeunte llevan el sentido inverso al de sus pies. como si fuese caminando de espaldas de forma efímera porque el mar las devora. Se aleja. No desea más contacto con lo que no puede ser otra cosa que un delirio. Entre montones de posidonia llega al canal y divisa la encañizá. Ha refrescado. el cortavientos humedecido por las continuas gotas de lluvia ya no lo aisla de la humedad. Empieza a tener frío. Da media vuelta. Camina. más deprisa. Mira el mar que ahora se encrespa. A la izquierda el otro caminante regresa. le cuesta mantenerse en pie y se inclina hacia delante.  Sigue caminando. Presión en el bajo vientre. Ganas de orinar. Se pierde en las dunas. Cuando vuelve a lo lejos el otro caminante regresa tambien de entre las dunas. Se acercan el uno al otro. Es él. sín duda es él. Duda porque no está acostumbrado a verse. Se alegra de que no haya nadie más en la playa que le convenza de que está loco. Se cruzan. Un hola seco. y siguen caminando. Es el mismo. Es él que vuelve. Unos pasos más adelante vuelve a mirar, se encuentra con la mirada de sí mismo. Duda si mirar al suelo. Lo hace. Las pisadas efímeras en la arena que el agua deshace llevan el sentido contrario a sus pies desnudos. Levanta la mirada. No volverá a mirar atrás. Por fin el último montón de posidonia. El chiringuito abandonado . Los montones de sal. Su coche amparado en el espigón. le gusta que las últimas pisadas sean sobre posidonia. Imposible rastreas el sentido de su huella. Evita la arena. El asfalto. En el coche hay silencio. El zumbido del aire ha quedado afuera. REspira. Pone la radio. Un rayo un trueno y un chaparrón. Da al contacto. El motor duda con el viento y la humedad. Vuelve a dar el contacto. Arranca. Regresa solo.

lunes, 27 de noviembre de 2017

LUZ NARANJA

Salió del hotel donde le había dejado. No pasó la noche con él. Pasar la noche significaba compromiso. Necesitaba sentirse libre, por lo menos de momento. Sacó el coche por la rampa del parking. Llovia una lluvia fina como un aerosol. Calles húmedas sin charcos reflejaban las luces de los semáforos.Madrugada en una ciudad entresemana. Calles vacías salvo vehículos de policía o basureros. Era agradable despues de la tristeza de una despedida sin adiós sentir el aire fresco colarse por la ventana. La ciudad se muestra distinta con las luces led en la oscuridad. Sin tráfico en diez minutos estaría en casa. Pero no quiere llegar a casa. Todavía. Necesita sentirse libre un poco más. Más aire. Más tiempo antres de llegar a casa. SE había ido. No se arrepentía. Nunca lo hacía de sus decisiones.Siempre reflexionaba cada gesto y cada palabra. Controlaba todo lo que se pudiera controlar y lo intentaba con lo incontrolable. Déjate llevar le había dicho él. la hoja al viento. Deja algo al azar. Te perderás cosas con tu rigidez. Era la hora en quemuchos semáforos cambiaban de color. El ámbar quedaba intermitente por unas horas en los cruces menos peligrosos. Seguir el ámbar.Iba a ensayar con el azar. Así podría distraerse de sus pensamientos. Las gotas como puntas de alfiler se intercalaron en el parabrisas con otras más gruesas. Al final de la avenida un semáforo en rojo. En en siguiente cruce a la derecha ámbar. Giró. Dos hombres rebuscaban en el interior de un contenedor de basura. Ralentizó la marcha al pasar junto a ellos. Uno se acercó pensando que andaba perdida, pero ella temió que a esas horas fueran a asaltarla y aceleró. El hombre, que se había apoyado en el marco de la luna. Se trastabilló y tuvo que afirmarse al contenedor para no caer, le lanzó una naranja podrida que se estrelló en la luna trasera. Un semáforo en rojo. A la izquierda ambar. Giró. Miró por el retrovisor temiendo que la siguieses. Los dos hombres seguían en el contenedor. SE había sobresaltado. El corazón palpitaba en su pecho, sudaba ligeramente aunque la temperatura era fresca. Había olvidado sus pensamientos. Las luces ambar. Una tras otraiban a ser su guia. El control. Lo dejaría. Delegaría en los led de color naranja la elección de su destino. Él lo habia propuesto auque no estaba tan segura que sus elecciones fuesen tan azarosas como le manifestaba. El azar. Las decisiones. El deber y las dudas. El premio o el logro. La lluvia arrecia.. El asfalto hieve de gotas que se estrellan.Quédate. Por favor quedate conmigo, le había dicho. Pero desayuna con alguien después de haber dormido con él  y tendrás un contrato.Ella había decidido no firmarlo de momento. Era una buena decisión. Ambar a la izquierda. No conocía esos barrios. Lluvia fina. Un stop se detiene. saca la mano por la ventanilla para recoger algunas gotas pequeñas y heladas.El paseo le estaba resultadno grato. Sin destino. Sin trayectoria. Sólo disfrutar de los instantes y los lugare. Se alegraba de la decisión de marcharse. Se sentía libre. Salir y probar el azar. La lluvia. El sobresalto. Se sentía bien. Un semáforo en rojo. A la izquierda en ambar. A la izquierda. Al fondo. El hotel del quehabía salido. Enfrente la rampa del parking. No dijo nada. NO pensó nada. Pulsó sacó el tiket. Bajó dos plantas y aparcó en las misma plaza de la quehabí partido. Cerró el coche. Se dirigió al ascensor. Segunda planta. Habitación 21. Sacó de su cartera la llave magnética que iba a conservar. Abrió la puerta. Encendió la luz. El se sorprendió al verla llegar y cuando de nuevo se introdujo debajo de sus sábanas

AÑORANZA

Creo que son dos años. No estoy del todo seguro. La noción del tiempo es secundaria cuando los días se amontonan sin orden sin posibilidad de hacer distinción entre uno y otro. Muchos. Demasiados. Cien veces demasiados. Los primeros vivías la desesperación de sentir cada día como el último. Algunos salieron y no volvieron. Después deseabas ser tú el que salía para no volver. Evitar así la tortura del tiempo que se desgrana en un espacio tan limitado gota a gota. Al principio. DEspués nada. Calor si hacía frío. Comida si tenía hambre. Agua si sed. El pasado y el presente adheridos. El futuro convertido en espacios infinitesimales de un presente con el único rumbo de un barco encallado en un banco de arena de este desierto. Dos años. Mäs o  menos. Soy un ser humano. Tengo que repetirmelo de vez en cuando , un ser humano, una persona, no una cabra, ni una piedra ni una hogaza de pan. siempre llevé una foto tuya conmigo. Mi amuleto. Esta vez me falló. Me dijiste que si la llevaba siempre me traería suerte. Me falló. Pero la conservé. Te conservé escondia junto a mi cuerpo en el único bolsillo de mis calzoncillos. Hasta que decidieron despiojarnos con polvo desinfectanete y agua a presión. Te deshiciste en jirones.Desde entonces te convertiste en un recuerdo. Estático. Tan carente de vida como yo. Cerraba los ojos y trataba de recordar cada uno de tus rasgos de forma sistemática: el pelo, la frente, las cejas, los ojos, la nariz, los pómulos. el hoyuelo de tu barbilla. Pero cuando incluso se te priva de las luz del sol el recuerdo exacto es una quimera. Trataba de ser sistemático, hacer el recuento de las partes que había fragmentado en la memoria, continuamnete tenía que volver atrás ante la ausencia del recuerdo de alguna o de varias de ellas. Ya no sé  cómo eras. Recuerdo una sombra. Sin voz. Sin detalle salvo el hoyuelo de tu barbilla. Aun así. sin rasgos, esa silueta  ha ayudado a seguir vivo a lo que de ser humano queda en mi. Hoy se han oido combates. Disparos cercanos de artillería. La onda expansiva de los obuses ha llegado a agitar las paredes de mi cárcel. En cualquier momento el fuego amigo nos hará estallar en pedazos diminutos, un aerosol rojizo de huesos y carne. Mi cerebro ya estalló con el miedo primero y después con el aburrimiento. Una patada a la puerta. Me cobijo. Un soldado. americano. Me dice que no tenga miedo. Casi no oigo. Casi no comprendo lo que dice. Dos años sin hablar más que en sueños. Escuchando las mismas palabras simples de mis captores. Me dice que soy libre. Que me han rescatado. Que un helicóptero viene a por nostros. Vuelvo a casa. A casa. Vuelvo. ¿Por fin?.

Todos hablan muy fuerte. Me hablan despacio. Empiezo de nuevo a comprender. En el campamento me presentan a los medios. No dos sino tres años de captura. Los periodistas insisten en preguntarme. Sin orden. El general les explica que estoy bajo el estrés postraumático. No deben atosigarme. El muchacho , así lo dice sólo quiere llegar a casa. Intento sonreír, pero sólo siento miedo antes los focos que me deslumbran después de tiempos de oscuridad y silencio. Mañana vuelo a casa. Primero el presidente. Un avión y la visita al gobernador del estado. Allí estará mi mujer. Tengo un hijo, no recordaba tener hijos. Ella creía que yo había muerto. Me gustaría saber cómo es mi mujer. Su voz, el tacto de sus manos. su mirada. El color de sus ojos.

Estoy cansado. Bajo del avión. Llego a casa. No recuerdo donde estaba mi casa. Las banderas ondean. Llueve. Desde la multitud se acercan una mujer y un niño bajo los paraguas. Ella llora. El niño me mira aterrrado. Mi mujer y mi hijo. No la reconozco. Me abraza y me besa. Se gira y saluda, sin dejar de abrazarme por la cintura, a la multitud. Oigo mi nombre. Lo corean.  Miro al niño que me mira serio. Le tiendo la mano y la atrapa. No siento calor.  Mi mujer me mira y me besa. Le cojo la cara entre mis manos. No tiene el hoyuelo en el mentón.

Una casa de las afueras con porche y jardín. ¿donde están mis fotos? Cariño. Pensamos que habías muerto y las subimos al desván. Quiero verlas. Un tornado se llevó el tejado y desaparecieron nuestras fotos. ¿Y el hoyuelo de tu barbilla? . ¿Mi barbilla nunca tuvo un hoyuelo querido? Ella no es mi mujer lo sé. Mañana celebramos Acción de Gracias"

sábado, 25 de noviembre de 2017

SABORES anemia 5ª temporada 3ª entregaa

Quizá los testigos de Jehová tienen razón. La sangre no es sólo un transportador de oxígeno, nutrientes y defensas a los distintos tejidos. No es sólo un órgano o un tejido. Es algo más. La sangre se impregna de los sentimientos, de las pasiones, de los deseos, de las creencias de los anhelos que otros llaman alma. Para un vampiro, esos matices se convierten en un bouquet, un aderezo, una sazón que hace que la libación de una yugular sea un placer o simplemente un sustento necesario para permanecer eterno. Quizás había sido mala suerte, una racha desfavorable, pero las últimas semanas, la sangre a Vlad le había sabido insípida. Grandes expectativas en los vuelos, los acechos o los acosos y decepciones enormes de sangres desabridas sin sentimiento, sangres pútridas de zombis sin contenido. Los humanos deleitándose con estrellas michelín con programas de televisión con chefs profesionales o aficionados, niños o adultos, con  mil y una delicadezas y él, un todopoderoso, con una dieta cada vez más desabrida. El paladar sutil de un vampiro capaz de diferenciar matices de trazas de sustancias, de sentir el sabor dulce melifluo de la sangre enamorada, el áspero de la venganza, el acre de después del amor apasionado, el amargo de la tristeza, el toque efervescente del deseo, y su favorito, el más egregio de los sabores con un toque de nuez moscada, un punto cítrico del jejibre, regusto a frutos rojos, en una confitura de mora y pétalos de rosa el sabor de la melancolía. Esa era la sangre que anhelaba. El sabor delicado de la melnacolía sí. Quizás las otras no eran sangres zombis sino que su paladar se negaba a apreciar sabores distintos del que apetecía. Cuando vives la eternidad tus sentidos a veces tienen esos caprichos. Eso es lo que buscaba. Esta noche preferiría volver y ayunar aunque envejeciese treinta años en un día a tomar otro sorbo insípido. Cuentan que alguien lo vio volar poco después de la media noche alrededor del Cristo de Monteagudo. Sobrevoló centros comerciales, teatros, cines paseos y bulevares. Se acercó a la costa los puertos, los espigones y los malecones casi desiertos. Volvió al interior. Cruzó la cordillera. La Cresta del Gallo, el Garruchal y el Miravete. Torreagüera y muy cerca de allí Beniaján. Descendió. El olfato le llevó a una casa conocida. Un dúplex alrededor de una zona ajardinada. El olor familiar. El lugar conocido. Quiso convecencerse que le llevaban lo sentídos agudos del vampiro más que los deseos ocultos de las trazas de hombre diluidas en los restos de su sangre prestada. Se posó en el suelo protegido por las sombras. Una voz conocida, la ameba, el hombre insípido que la acompañaba. Lejos, muy lejos a años luz de su altura. Olfateó con la nariz del lobo y olió en la sangre la melancolía. Escuchó su silencio. Escudriñó en un rincón y vio su  mirada perdida. Él hablaba. No paraba de hablar mientras los ojos de ella, de Santi, la cazavampiros dibujaban el círculo de la Luna llena. La excitación de Vlad era irresistible. Caminó por la calle trasera y saltó la tapia. Escaló al terrado. Desde allí la vio dando la espalda a su acompañanate. En su mano un Martini con un  hielo y dos aceitunas. La vio sorber con delectación. Vio una honda melancolía en el gesto. Olió el sabor que quería degustar. Se abalanzó sobre el hombre al que derribó. Quedó en el suelo conmocionado. La alcanzó en la yugular. Sorbió un sorbo sutil. Santi se ladeó, sacó una estaca de la mesa y trató de ensartar a Vlad. Rodó. Intentó pincharle otra vez. Pero se escapó. El sorbo sutil le había llenado de energía. Se elevó en el cielo estrellado. Relamíéndose una gota que se deslizaba. la vio tocarse las dos pequeñas heridas. La vio acariciar con el índice el punto donde él le había mordido. La ameba se acercó a auxiliarla. Ella lo rechazó, y siguío con el masaje mientras él daba vueltas en el cielo. Alta cocina. SAbor intenso en pequeñas cantidades. Un éxtasis de sabor, una recompensa de muchas decepciones. Desde arriba sonrió. Le hizo un gesto. Ella le devolvió el saludo con la mano. Se marchó. Ella despidió a su visitante y se acostó. Si Vlad hubiese olido, de su sangre había desaprecido el bouquet de la melancolía. 

viernes, 24 de noviembre de 2017

EL MUNDO DE AST

Siempre he tenido una extraña relación con las puertas automáticas. No sé si porque camino muy deprisa o porque las abordo de forma lateral, pero con frecuencia tengo que frenarme con riesgo de golpearme. Más de una vez me he golpeado. Alguna incluso he dejado una puerta bloqueada al sacarla de su raíl. Hoy estoy de guardia. En mi hospital La Arrixaca. Un lugar mágico que regala salud a los cuatro puntos cardinales. Algunas veces en la forma de trasplantes, otras no. Si me incomodan las puertas automáticas, también me incomoda tener consulta el día que tengo la guardia. La consulta masiva me hace comenzar la guardia exhausto. Así, después de la sesión clínica de la mañana me he dirigido directo hacia el edifico anejo de las consultas. Respirando hondo. con la mente en blanco del mismo modo que cuando en una carrera llevas cuarenta kilómetros y te quedan otros tantos.  No puedes estar más cansado, simplemente te olvidas del cansancio y sigues. Adelante. paso a paso al siguiente objetivo. Me gusta pasar por el pasillo de endoscopias. Así salgo cuarenta metros a la calle antes de volver a entrar. Unas bocanadas de aire fresco. La puerta automática y de nuevo el aire viciado del policlínico. La puerta. Iba despistado por pelos. No me voy a golpear. La abordo frontalmente y más despacio de lo habitual. Extiendo la mano y la puerta no se abre. Sus alas no se despliegan. No puedo parar. Estúpida puerta, voy a chocar otra vez con el hall lleno de gente. Cierro los ojos.He pasado. Ningún dolor. Ningún ruido. Ningún chasquido. Estoy en el interior del edificio. Mi marcha no se ha alterado. Miro a mi alrededor. dondequiera que veo luces, me rodean irisaciones. Otras veces he tenido jaquecas, ver como pixelado en un cuadrante de la mirada antes de empezar con el dolor de cabeza me estresa. Estiro las manos y las irisaciones se mueven. Las levanto y se agitan como una ola. Estoy en una burbuja. Al atravesar la puerta, mi cuerpo ha tenido el efecto de atravesar una superficie jabonosa. Estoy en el interior de una burbuja de cristal o de plástico. Puedo oler el aire de la calle en lugar del acondicionado del interior. La gente me mira pero no se sorprende. Al fondo a la izquierda está mi consulta. Hoy viernes paso yo solo. Saludo a todos. Me saludan. Las voces se escuchan con un ligero eco pero no es difícil adaptarse, los timbres desagradables quedan retenidos en el exterior. Camino despacio. El interior es confortable y no lo quiero desgarrar. Pedro el enfermero del equipo me advierte de pacientes que han llegado sin cita. le digo con el gesto que no importa. Mis movimientos son más lentos casi como si estuviese dentro del agua. Entro a la consulta. Hoy la tres y la dos porque la uno está de reformas. Salgo a llamar a los pacientes. Veo a uno mientras el otro espera. No se extraña de ver a su doctor como si hubiese sido parido en un parto velado con una membrana amniótica íntegra. No se sorprende de los movimientos más lentos, el habla más escandida. Se alegra cuando los resultados de los análisis y las pruebas indican su salud. uno detrás de otro, casos sencillos y casos desesperados, todos recuperan la salud. A Pedro le sorprende que un médico como Ast que cura tan poco haya tenido hoy tanto éxito en curaciones milagrosas y sin un sólo trasplante. A mediodía empiezo a ver que la parte inferior de la bolsa está deteriorada. No quiero romper la magia. Me descalzo para ver a los últimos pacientes. Además en la planta Gonzalo atiende a los ingresados. Tenemos algunos casos desesperados. Me llevo los zapatos en las manos. Camino descalzo. Subo la escalera que comunica con el hospital por el interior pero me doy la vuelta. La puerta automática está en la misma planta. Me dirijo a ella descalzo con  los zapatos en la mano. Camino pausado y frontal hacia ella. La puerta. No desliza. NO chasquea. NO cliquea. No me duele. cierro los ojos. La atravieso. Al otro lado siento el viento. Abro los ojos. No hay irisaciones. Me calzo. No hay nada que preservar. Los enfermos en la planta tendrán que conformarse con la ciencia, la magia del mundo de Ast se ha quedado en el policlínico y en el blog. Si lo llego a saber habría dicho que  me los bajasen. Pero quien podía suponerlo.

jueves, 23 de noviembre de 2017

LA ULTIMA REGLA

"¿Qué te pasa?" "Estoy que  me retuerzo de dolor" "¿Quieres algo?" "Gracias. Es la maldita regla. Me ha bajado y tengo me da unos retortijones queme dobla" "¿Has tomado ibuprofeno?" "Y nolotil y paracetamol y buscapina y nada. Ah" "A los tíos no les pasa"" No. Cabrones. Todo ventajas y de serie, ni siquiera un extra" "Y el humor. Arriba y abajo en cuestión de minutos" "¡Qué gana de tener mi última regla! El sexo que desee sin temor a embarazos y nada de dolor" "Luego vienen los sofocos, los kilos, y también hay alteraciones del humor" "Ese será otro problema, pero no habrá dolor. Ojalá fuese este retortijón la´ultima regla. Por todos los diablos. Me voy a casa.. No puedo más" "Hasta mañana"

Tomó una salva de analgésicos antes de acostarse. Aun así le costó conciliar el sueño más de una hora. De un lado a otro hasta que el sueño superó al dolor y la tristeza. De madrugada el dolor la despertó. Un dolor intenso distinto sin el ritmo espasmódico de las contracciones de la tarde anterior. El dolor se le extendía a la vulva y a los labios. Un dolor pulsátil como si los tuviese inflamados. Se sentía reventar por dentro. Las cuatro. Aunque era pronto tomó otra andanada de analgésicos y las cinco fue la última hora que vio en el despertador. Un nuevo dolor intenso la hizo arquear el cuerpo entre los talones y el occipucio como una poseída. Su bajo vientre parecía querer estallar desde dentro. REspiró. hondo y ritmico y consiguió controlarse. Miró los anal´gesicos pero a penas habían pasado dos horas de los últimos. Podía entrar en dosis tóxicas. Siguió con la respiración. Pronto amanecería, con la luz del día se encontraría mejor. De día, con todo el mundo despierto, incluso el dolor se diluye. Giró de un lado a otro. Se pasó al borde contrario de la cama. notó en el costado que algo se le clavaba. Palpó , tiró de un hilo y de entre las sábanas salió un tampón limpio. No sabía como había podido llegar ahí. Lo dejó en la mesilla para no tener que levantarse. Se acomodó y se durmió. Esta vez durmió plácida. A mediodía se despertó. TEnía que cambiarse el tampón. Tenía que estar empapado el primero era el día mas fuerte. Se levantó con los ojos guiñados, legañosos, no se lavó la cara. Se bajó el pantalón del pijama. Buscó el hilo y no lo encontraba. Se acercó y notó sus genitales terriblemente hinchados. En una vulva tan hinchada que sin embargo no le dolía fue incapaz de encontrarse la vagina. Abrió los ojos miró y vió entre sus piernas un pene enorme y dos testículos. Se restregó los puños por la cara. Se pellizcó para despertar. Estaba despierta y no era un sueño. Tenía entre las piernas lo que había visto. Se palpó la cara:suave. Tocó sus pecho: prominente. Pero su entrepierna por la noche, entre dolores había cambiado. Tenía ganas de orinar, pero no se atrevía a usar su nuevo aparato. Poco a poco relajó y sintió con alivio salir el chorro. Funcionaba. Su metamorfosisnocturna había dado lugar al menos a un órgano operativo. NO tenía nada de dolor y estaba de un humor magnífico. El fin de semana lo pasó en casa familiarizándose con sus nuevas formas. El lunes se levantó para ir a la oficina. Dudó si falda o pantalón. Decidió que falda era una mejor opción con unas braguitas con culotes. Un tanga ni hablar.

Cuando llegí decidió confesar a su amiga lo que le había ocurrido. Como no la creía le pidió que la acompañara al baño y se la enseñó. Quedó estupefacta, insistió que si no le molestaba quería tocarla por si era de pega. Dio fe de la transformación. Le preguntó que qué iba a hacer. Si pensaba operarse o tomar hormonas, aquello debía ser una enfermedad. El hecho de perder la salud la asustó. Acudió a su ginecólogo de siempre que quedó tan sorprendido como ella, pero le aclaró que le seguiría revisando el pecho, pero para aquello, lo mejor era que visitara al urólogo. Y lo hizo.  El urólogo no creyó que fuese una mujer. Pensó que se trataba de un hombre travestido. Sólo cuando el ginecologo le telefoneó creyo la versión. Lap róstata estaba bien, era un órgano potente completamente normal. Le dijo que a disfrutarlo señora y sonrió. A ella no le hizo mucha gracia la broma.

Se acostumbró a su nuevo aspecto. Fue razonablemente feliz, Nuca imaginó que su última regla fuese a ser así

miércoles, 22 de noviembre de 2017

EL BOMBERO.

" ¿Quien es? ¿Se ha vuelto usted loco? Me va a romper la puerta. No golpee más. Ya le abro. ¿Quien es usted?" "¿Donde está el fuego señora?" "Aquí no hay fuego . Y yo no he llamado a los bomberos. No pienso pagarles" "Señora nos han llamado de este domicilio que había un fuego en la cocina""En este piso vivimos mi marido y yo. Yo tengo ochenta años y mi marido ochenta y cinco y tiene alzheimer" "¿Puedo pasar? Me han dicho que había fuego y no es por dudar de usted pero debo comprobarlo" "Pase pase. Pero lleve cuidado. No rompa nada. Con ese hacha""¿Donde está la cocina?" "Ahí la tiene. Este apartamento es muy pequeño" "No hay fuego" "Se lo vengo diciendo desde que ha entrado" "Pero nos han avisado" "¿quien les ha avisado?" "Alguien desde esta casa ha llamado a la central. Ha dicho que salía una gran cantidad de humo negro y que dos ancianos estaban atrapados" "Aquí solo estamos mi marido y yo" "¿Me puede decir su telefono?" "nueve seis ocho cero cero dos uno cero cero cero" "Exacto. Nos han llamdo de aquí" "Yo no le he llamado" "Habrá sido su marido" "Es muy mayor y tiene Alzheimer" "Déjeme que hable con el . Si ha sido el debe saber que esas bromas tienen consecuencias" "No creo que se de cuenta de nada. Aunque hubiese llamado no se acordaría" "Dígame donde está" "Pase a la habitación. Ahí lo tiene sentado en su sillón" "Pero el teléfono lo tiene a su alcance" "No sé siquiera si sería capaz de marcar" "Señor ¿ha llamado usted a los bomberos? " "Los bomberos" "¿Que si los ha llamado?" "Llamar. ¿quien es usted?" "Soy un bombero, uno de los que usted ha llamado" "¿Yo he llamado? Yo no he llamado a nadie" "Quizás no lo recuerda. Ha llamado y ha avisado de un incendio en la cocina" "¿En la cocina? ¿quien es usted? Váyase o llamo a mi padre" "Es inútil señor. Si ha sido él ha sido sin mala intención. No se acuerda de nada" "¡Papá echa a este hombre de la casa que me quiere pegar" "Creo que es el momento de que se marche.¿señor?" "Soy Pepe señora" "Pepe márchese por favor. Me lo está poniendo muy nervioso y luego no hay quien lo relaje. Ya te doy tus madalenas" "Y el vaso de leche" "Y el vaso de leche claro" "Lo siento señora. NO la molesto más adiós"

El bombero bajó la escalera sacudiendo la cabeza. Estaba cabreado por acudir a un incendio en balde. Entendía que el anciano era un demente, pero eso no se hace. Mientras, en la casa, la anciana había olvidado la olla al fuego. eL agua se había consumido. Del borde de la tapadera salía una densa humareda blanca. La mujer olió a quemado. entró en la cocina y se echó las manos a la cabeza. Quitó la tapa para verter más agua pero la entrad de oxígeno precipitó la llama. prendió primero en las cortinillas y en el rollo de papel. la cocina se llenó de humo. Intentó respirar pero no pudo. Cayó al suelo desvanecida. El humo se deslizaba por el techo de escayola hasta que llegado a un punto crítico se produjo una deflagracion que llenó de llamas la cocina. En anciano olisqueó. Vio el humo colarse por las rendijas de su habitación. Descolgó el teléfono como había echo antes. marcó emergencias. Cuando la operadora descolgó le dijo que no sabía donde estaba su mamá que estaba solito, el humo del incendio de su casa se colaba ya en su habitación debían enviar a los bomberos a ayudarle. Le tomó nota. Le pidió la dirección. Cuando la escribió comprobó y cotejó elnúmero de teléfono que era el mismo de la llamada anterior. Llamó a los bomberos quienes confirmaron que era una broma o un delirio de un anciano cn Alzheimer. Le pidieron que no hiciera caso. Y no hizo caso hasta que las llamadas de otras viviendas del barrio alertaron del humo que salía de una de las fincas. Tocó ahora sí la alarma. Montaron en el coche. Y sal lugar del último aviso. El fuego había  consumido la casa.

LENTEJAS

Más de las tres de la tarde. Un autobús repleto de quinceañeros con un olor intenso a sudor. Salió de casa a las seis de la mañana. con los ojos pegados todavía. Un poco de almuerzo a media mañana. De eso hace ya mucho. Con la cabeza apoyada en el cristal. Adormecida por el traqueteo del autobús. Pasan las paradas. El estómago ruge.Se lleva la mano a la tripa para silenciar los ruidos de su intestino. Se le cierran los ojos. Está llegando. Al final de la calle la torre de la iglesia. En la plaza la parada. Doscientos metros bajo un sol de final de primavera antes de llegar a su portal. Abre. Llama el ascensor. Sube. Gira el bombín de la puerta. ¿A qué huele?. Lentejas. Lentejas para comer. Cansada. Triste. con sueño. Premenstrual y lentejas para comer. "En la olla tienes las lentejas. échatelas tú misma que yo tengo que marcharme al trabajo" "Mierda" "¿Qué has dicho?" "Nada" "Has dicho algo. Dime que has dicho" "He dicho mierda. No me gustan las lentejas. Lo último que me apetecía comer hoy son lentejas" "¿Qué cree la señorita que esto es un restaurante?" "Venía soñanado con pasta o pizza" "Hay lentejas""No pienso probarlas aunque me muera de hambre" "¿Es tu última palabra?" "No las pienso probar. Me darían náuseas. Son asquerosas" "Las he guisado yo. Las he comido yo. Están deliciosas" "Habértelas comido todas" "A tu habitación. Veo que no tienes hambre hoy" "De lentejas no" "Hoy hay lentejas para comer. Y si no te las comes habrá lentejas para cenar" "¿Por qué me hace esto?" "Esto se llama educar" "Me marcho. No se te ocurra comer otra cosa. Me daré cuenta y te quedas sin viaje de estudios" "No me hagas eso" "Me voy a trabajar cariño"

Se acostó en la habitación. No llegó a llorar. Sabía que el hambre al final se pasa. La rabia no. Se durmió. Una siesta ligera. Despertó con más hambre con la que se había dormido. Abrió el frigorífico. El embutido los quesos. Todo tenía las señales, las pequeña trampas que ponía su madre para averiguar si lo asaltaba. sólo podía coger con disimulo una rama de apio. Era odiosa. Tan meticulosa en el control. Cerró y se dio la vuelta.  Miró la olla. Las lentejas. Introdujo la cuchara. Removió la costra espesa de grasa de un guiso que su madre hacía contundente. Otras veces las había comido y no estaban malas. en algún momento le habían gustado. Pero hoy no. Para güevos los suyos. No tenían mal aspecto. les dio dos vueltas más. Encendió el hornillo para calentarlas. La costra se disolvió. Alguna pompas comenzaron un hervor. Encendió la luz de la campana. observó. Cogió el cucharón y sacó una muestra. cogió una cuchar pequeña y hurgó entre las legumbres. Arroz. Su madre nunca echaba arroz a las lentejas. No arroz nunca. La abuela sí, pero la abuela murió hacía muchos años y se llevó con ella sus recetas. Volvió a mirar y sonrió. Se acostó de nuevo. Tenía hambre pero tenía una enorme satisfacción. Durmió un par de horas. Vio tres capítulos de sus serie favorita. el bombín de la puerta de la calle se movió. su madre regresaba del trabajo. Cargada de bolsas de la compra que había hecho antes de llegar.

"Mamá" "Sí cariño. Has comido" "Lo he intentado mamá . De veras que lo he intentado" "Cómo que lo has intentado. ¿Es tan dificil encender el hornillo y calentar las lentejas" "Lo he hecho, pero no he podido. ¿Tú les echas arroz como le echaba la abuela?" "Arroz no" "Ven mamá. Mira. Eso que es. Y mira la bolsa. las lentejas tienen agujeritos. Y de esos agujeros han salido pequeños gusanos" "Aj. Qué asco" Corrió al baño. Sintió nauseas. "Lo he intentado mamá. Las lentejas tenían tan buen aspecto" "No vuelvas a nombras las aj aj" "Estás bien. siento no haber las probado pero no podía" "Aj Aj . No vuelvas a nombrarlas. Tíralas. Aj aj" 

Cada vez que regresaba del instituto volvía cansada. Con calor, asqueada por los malos olores, pero de lo que estaba segura es de lo que no iba durante mucho tiempo a encontrar en su mesa para comer.

lunes, 20 de noviembre de 2017

APOTEMNOFILIA

"Dejen paso por favor. Dejen paso" "¿Qué son estas prisa?" "Doctora un amputdo" "A ver" "La pierna. Un corte limpio. El torniquete está bien puesto. No hay mucha sangrado" "Claro que está bien puesto. Me lo he puesto yo mismo" "Ha tenido mucha entereza, hacerse usted mismo un torniquete después de sufrit un accidente" "No doctora. No ha entendido nada. El torniquete me lo he hecho yo, pero la pierna también me la he coratdo yo con un serrucho no ha sido ningún accidente" " Eso es imposible. ¿Cómo se va a cortar su propia pierna?" "No era mía" "Está usted sangrando. Se ha cortado su propia pierna" "Le repito que esa pierna no era mía. Le agradecería que me curasen el muñón" "Ya hemos llamado al traumatólogo. Poned la pierna en hielo per protegida por una bolsa para que los tejidos no se dañen" "Oiga. Tiren la a la basura si quieren. NO permitiré que me la vuelvan a reimplantar" "El trauma dice que lo mandemos a Valencia. Cavadas hace milagros en estos casos" "¿Y yo no tengo nada que decir?" "Le va a ver el psiquiatra. Permitame que dude de la cordura de quien se amputa su propia pierna" "No entienden nada. Esa no era mi pierna. No era la mía y no la quiero" "Llama a psiquiatría" "Son ustedes unos asesinos" "Ponedle algo para relajarlo"

"¿Qué ha dicho el psiquiatra¿" "Que el paciente está perfectamente cuerdo, aparte dela manía de que la piernano era suya" "¿Entonces no lo mandamos a Valencia a que intenten reimplantarla" "Hemos de llamar al juez"

"Dice el juez que actuemos en beneficio del paciente. Le he dicho que el tiempo en que podemos decidir es limitado y me ha madado un auto con las instrucciones. Lo llevamos a Valencia. Tendrá su pierna quiera o no"

"Señor ¿cómo se encuentra? Soy el doctor Cavadas: la operación ha sido un éxito. Está teniendo una recuperación asombrosa, la más rápida que hemos tenido nunca. En menos de veinticuatro horas el comportamiento vascular es óptimo, y está recueprando sensibilidad a ojos vista" "Doctor CAvadas es usted un santo. Le agradezco su trabajo y sus desvelos, pero esto ha sido un lamentable error. Esa pierna no era mía. Es por eso por lo que la amputé. Me han hecho un gran perjuicio reimplantándomela. No es mía. Me producirá mucho sufrimiento" "¿De qué habla usted?" "Sé que es raro, muchos me trataron de loco, pero hice lo que debía y ahora, ya le difo lo siento por su trabajo, no ha servido para nada. Mi pierna sigue estando ahí" "¿De qué habla? su pierna llegó en muy malas condiciones. Anoche falleció un paciente que insistió en vida en donar cualquier parte de su cuerpo aprovechable. Usted estaba inconsciente. Pedimos autorización a su familia, la racabamos del juez y le hemos trasplantado la pierna de un donante difunto" "Entonces la otra no" "No estaba en buenas condiciones. Los restos están en formol Hay personas que quieren enterrarlos en su tumba" "No por mi lo pueden tirar o quemar. ¿Me puede destapar que vea?" "Mire. Es increíble cómo ha cicatricado" "Claro. Yo tenía razón. Esta sí que es mi pierna. Ahora está todo en su orden. Es usted un genio doctor" "hago mi trabajo"

Un mes después le retiraron toda la inmunosupresión, como si le hubiesen reimplantado su propia pierna

domingo, 19 de noviembre de 2017

TOC TOC

"Miguel ¿Qué vamos a cenar?" "Hoy no he preparado nada Juan" "Yo tengo hambre" "Toma. Y yo" "No queda nada en el frigo" "Nada" "¿Encargamos unas pizzas?" "Vale. Pero llama tú" "Dice que vendrá en media hora. Que tiene muchos encargos" "Esperaremos.¿Quieres una cerveza?" "Vale" "Sólo queda una. ¿la compartimos?" "Pero dame un vaso" "¿Qué asqueroso eres? Si somos pareja. Ahora con remilgos" "Déjame y dame mi vaso" "¿Has dejado la luz del pasillo encendida?" "No. Este mes hemos padado mucho de luz" "Cuando venga el repartidor irás tú a abrirle. Yo no puedo pasar por pasillos a oscuras" "¿Qué manías tienes?" "Mis manías son mis manías. Me conociste con ellas. Sé que un día cambiaré , pero no pienso hacer ningún esfuerzo por cambiarlas" "Deberías ir al psiquiatra" "Quien habló" "¿Qué me pasa a mi?" "Mi vaso para la cerveza.¿Qué pasa si nos la bebemos juntos a morro?" "No es higiénico" "¿Y si nos comemos el morro directamente?" "Eso es otra cosa" "No lo entiendo" "La higiene" "La higiene, la higiene..." "No has oido hablar de que a través de las latas se han transmitido enfermedades terribles como la liseria" "Listeria" "Las ratas hacen sus cositas en las latas y si chupas como lo haces tú te enfermas" "Un caso a nivel mundial y un mucho de leyenda urbana, para vender durante un tiempo esa especie de tapaderas para botes" "A quien le tocó no le haría tanta gracia" "Toma un sorbito" "Ah déjame" "Qué tonto eres. Y si doy un sorbo y después te doy un besito. Mira, con espumita y todo" "Límpiate por favor" "Venga" "No no y no. Limpiate por favor. Me van a dar náuseas" "Llaman al telefonillo, debe ser el repartidor. La cerveza me ha levantado más aun el apetito. Corre a abrir" "¿Limpiaste el pomo de la puerta de entrada esta mañana?" "Creo que no" "Me dijiste que ibas a hacerlo. Ayer tuvimos visitas. Sabe Dios qué habrán tocado" "No lo he limpiado. Lo siento. Lo olvidé" "No seré yo entonces quien abra" "Vuelven a llamar. Tienes que ir. Yo no puedo. Has apagado las luces del pasillo. Me daría una crisis. Me ahogaría, se me dormiría todo, sentiría náuseas, perdería todo el apetito y tendrías que llevarme a urgencias". "SE va a marchar. Eres un maniático" "¿Y tú? Por el maldito pomo. Estoy tan hambriento. Esas pizzas deben estar deliciosas" "¿Qué podemos hacer? Se va a marchar. Estoy hambriento. Tengo ganas de llorar" "Pensemos. Debe haber alguna solución" "Se va a marchar" "Ya está. Trabajemos en equipo" "Lo que sea pero ya" "Tú no quieres tocar el pomo infecto, según tú" "Ni lo mientes" "Yo no pasaré por el pasillo a oscuras. Entonces sólo hay una solución" "Rápido que se marcha" "Tienes que ser mi lazarillo" "¿lazarillo?" "Véndame los ojos con el pañuelo de seda negra negrísima. Me llevas por el pasillo de una oscuridad tenebrosa que me dan escalofríos pero que no veré y seré yo quien habra el pomo". Así lo hicieron. Giró el pomo y el repartidor estaba desesperado. La puerta se abrió. Vio a dos hombres uno delante con los ojos vendados y otro detrás agazapado.Intentó entregar la factura al que tenía los ojos abiertos. Pero cada vez que lo intentaba esquivaba el gesto con la mano. Hasta que cogió la mano del vendado y se la prendió. "Pero no puedo leerla" "Digame usted qué le debemos" "Déjeme ver. VEintidós euros. El tiempo de espera no se lo cobro. No tengo taxímetro""¿Cómo?". "Es broma" "¿Donde llevas el dinero?" "Lo he dejado en el salón" "Voy". "No no me dejes solo en este pasillo oscuro. Creo que llevo algo en el bolsillo de la chaqueta." "Sí treinta euros. Tenga" "Su cambio. No. No. Monedas manoseadas por nadie sabe quien, no" "Gracias" "Si quieres las cojo yo" "No tú tienes que coger las cajas de las pizzas que a mi me dan no se qué. Te guío. ¿Y usted qué mira. Buenas noches? Cierra la puerta cariño" "Tengo las pizzas en la mano. Cogélas. No, déjalas en el suelo" "Vale" "Ahora media vuelta y te guío al salón. Qué hambre" "Te quito el antifaz""Hemos trabajado en equipo. Un éxito" "¿y cervezas?" "Se nos ha olvidado" "¿llamamos?" "Mejor no. Hoy agua"

viernes, 17 de noviembre de 2017

EL HELADO

"Maestro ¿Qué le parece este sabor?" "Eres muy osado. Llevas muy poco tiempo y te atreves a hacer sabores nuevos""Me divierto" "No es la diversión, sino el trabajo, la experiencia, el ensayo lo que te convertirá un día en un maestro" "Pero está muy rico" "No me gusta que hagas eso. Tienes que seguir elorden de las cosas" "Pero ¿no lo va a probar?" "No" "Premiaría que has perdido el tiempo jugando en lugar de hacer los sabores con los que deleitamos a nuestros clientes" "Antes he hecho mi trabajo" "Rápido. A cada cosa su tiempo" "Me he esmerado" "No me repliques" "Pero" "Basta ya" "Lo siento" "Eso está mejor" "Deja el recipiente ahí con los otros sucios y sigue trabajando" "Sí maestro" "Hazme caso y llegarás tan lejos como yo" El muchacho entró cabizbajo en el obrador de los helados. El maestro siguió con su tarea revisando cuentas y albaranes. Cuando el chico desapareció olisqueó el ambiente. Canela. Chocolate. Vainilla. Un toque de armagnac. Y no sabía que más ingredientes de un olor excelso. Siguió el rastro del olor. Se acercó a los recipientes sucios. Se acercó al que el muchacho había dejado. Un color de trufa. Un aspecto cremoso. Ese aroma. Se acercó. Miró la puerta por la que el muchacho había desaparecido. Cogió una cucharita. La introdujo. Disfrutó arrastrandola por la superficie. Paseó el helado por la nariz. Canela, chocolate, vainilla, armagnac y un poco de arandanos. Hum. La saliva inundó su paladar. Se llevó la cuchara a la lengua. Apretó el contenido helado y untuoso contra el paladas, impregnó la lengua de aquel sabor delicioso, con los ojos cerrados. Nunca había sentido un placer así con ningun de sus helados. Tendría que recordar otras experiencias más carnales para encontrar un sabor tan evocador a lo largo de su vida. Pensar que a punto había estado de despreciar aquella delicia, una ambrosía digna de paladares de dioses. Cogió el cubo con el helado y lo guardó en el refrigerador, lo cmabio a otra caja más pequeña y lo disimuló con otras cajas. Cada rato, de la mañana y de la tarde, se acercaba al refrigerador a coger una pequeña muestra con una cucharita. Gozaba. Llegaba al éxtasis. Llegó la hora de cierre de la fábrica. Observó el puesto de trabajo del muchacho. Cuando se marchó, registró entre sus cosas buscando alguna nota con la receta. miró cada rincón. Encendió su ordenador. REgistró las notas, los últimos documentos nada. Volvió al frigorífico a coger una ración cada vez más pequeña para no agotar las existencias de una sustancia que se le antojaba ya imprescindible.Apagó las luces. REvisó las dependencias del obrador. Bajó la persiana. La volvió a abrir y entró a por una última gota de aquella delicia. Se marchó. En casa no quiso cenar para no contaminar el sabor del que aun se relamía. Tardó en dormirse. tuvo sueños y pesadillas con el helado siempre como protagonista. por la mañana se despertó cuando el sol ya estaba fuera. Había olvidado absorto en el sabor poner el despertador. Corrió a la tienda. Temía el desastre. Desde el final de la calle puedo ver el tumulto que se arremolinaba delante de la puerta de su heladería. ´SE acercó. NO le dejaban pasar todos querían ser los primeros en acceder al interior, pero cuando vieron que era el artesano le dejaron pasar. "¿Qué ocurre? ¿Qué pasa?" "La gente se ha vuelto loca. Esta mañana como siempre hemos colocado los cubos de helado. De uno de ellos quedaba la mitad. Hemos dudado pero lo hemos puesto. Por cierto delicioso. Un cliente se lo ha llevadoy al instante ha vuelto a llevarse más y otros que lo han visto han hecho lo mismo" "¿SE ha acabado?" "Sí. Estamos buscando más , pero no encontramos en el cubo la referencia. la gente empieza a ponerse disgustada" Se llevó las manos a la cabeza, Lamentó no  haber catado cuando su aprendiz se lo ofreció. Pasó a la trastienda donde el muchacho trajionaba con la marcona y el azucar para el helado de turrón. "Oye. Tengo que pedirte disculpas por lo de ayer. Si quieres dámelo a probar hoy" "Tenía usted razón señor. Lo tiré. No lo haré más" "Pero un poco de iniciativa está siempre bien" "Lo tiré señor" "Pero tendrás anotad la fórmula" "NO hay fórmula señor. Fui apurando restos de ingredientes" "Pero sabrás cuales son" "Más o menos" "Podrías hacer un poco más" "Lo intento". Prometió a los clientes que sacarían más de aquel helado maravilloso que tanto había agasajdo sus paladares. Dos horas después el muchacho le trajo un cubo de helado. "Aquí está señor" NI el color, Ni el sabor. Ni el olor ni la textura tenían nada que ver."No es lo mismo" "Lo siento" No tuvo fuerzas ni para despedir al público. Ordenó cerrar las puertas. Tuvo que pedir ayuda a la policía para que se dispersaran los más levantiscos. Echó a todos, tambien a los empelados y se quedó solo. Cogió el cubo vació en una esquina. Rebañó con el dedo los últimos restos que otros dedos de alguno de sus empleados ya había rebañado. Invirtió una fortuna en laboratorios que pudieran identificar de aquellos restos la fórmula de aquella delicia. Donde los laboratorios fallaron acudió a mediums y charlatanes. Nada. El sabor que había obtenido el hacer no pudo conseguirlo la ciencia. Dicen que se retiró a vivir a una aldea apartada. Dicen que sólo se alimentó de hierbas hasta el día de su muerte. Cuentan que nunca quiso un plato distinto del cubo que contuvo el helado que le proporcionó el último placer que disfrutó.

LA SERVILLETA

Se había hecho tarde para comer. En todas las mesas había restos de consumiciones previas. A esa hora los camareros no daban avasto. Se quedaban en la barra y, como mucho, limpiaban las mesas del interior. ël tampoco llevaba nunca la bandeja. En un país con salarios tan bajos, recoger las bandejas y cubiertos de una mesas era un trabajo tan digno como cualquier otro. Alguna vez lo había llevado y se había sentido culpable. Una especie de intruso, una competenncia desleal a un trabajador en el paro. No había mucho hueco. Iba solo. No necesitaba mucho espacio. El justo para comer deprisa. Acomodarse un rato en al silla y respirar antes de salir. Hacía frío. Buscó un lugar con sol. Los sitios al sol estaban especialmente cargados de residuos. Los clientes de esos puestos eran especialmetn sucios o a él se lo parecía. Miró al cielo. El sol se ocultaría en media hora detrás de una columna. Ese cálculo le señaló el sitio donde tomar asiento. apartó dos bandejas. Tapó con su bandeja un amasijo de ensaladilla que no le apetcía quitar. cuidó que la masa chafada no sobresaliera del borde de la mesa para no mancharse la ropa de trabajo. Suficiente espacio. Estiró la mano hacia el servilletero. lo acercó. DEbajo había pegada una servilleta plegada. La cogió de una esquina. iba aplegarla para tirarla. Pensó que estaba manchada de salsa o aceite o quizás un chicle o un trozo de carne masticada que alguien no había podido tragar. No estaba manchado. Solo un circulo húmedo en una esquina  de menos de un centímetro, la impresión de la pata del cajetín. lo cogió de la otra esquina, lo sacudió en dirección a la brisa que empezaba a soplar y lo dejó desplegarse. Uno dos tres cuatro dobleces, en el centro alguien había escrito con un lapiz de carboncillo una letras y  un número. Intentó leer. pero lo bajó. Esa intromisión en las vidas ajenas no le pareció adecuada. Lo agachó. Lo encerró en el puño y lo arrugó. Mantuvo el puño cerrado. Localizó una canasta, un vaso, un plato, una papelera donde arrojar el papel y su contenido. Una jarra de cerveza a medio apurar. Levanntó el brazo. Afinó la puntería. En su retina la imagen del papel de las letras. En el cerebro la curiosidad. El anhelo de espiar aquellas notas. Relajó el brazo. Mantuvo cerrado el puño. Lo puso encima de la mesa. Lo abrió. Desplegó la servilleta poco a poco. Estiró sus cuatro esquinas. Le dio la vuelta. Una caligrafía rápida y angulosa con poco detalle y comiéndose sílabas. Tres palabras, apenas líneas ilegibles, con sentido para el calígrafo. Una hora las doce y media, una fecha el día que estaba comiendo. Nueve dígitos. Un número de teléfono. Le resultaba familiar. Marcó. Comunicaba. Iba a colgar antes que la operadora le indicara que el número estaba a apagado o fuera de cobertura. Un clic. Una centralita le manteía a la espera. Una mujer de una voz familiar identificó el nombre de una compañía le pidió que qué deseaba. ERa la oficina de su mujer. Le preguntó por el nombre de ella. Le dijo que había salido hacía una hora, que si quería que dejara algún recado. REspondió que no era nada importante, que no le dijera nada. Colgó. Se guardó el papel en el bolsillo. Se levantó, agotado el tiempo que gastaba para comer. Entró por una puerta lateral al taller de mantenimiento del complejo. REcibió una llamda por el busca. le notificaban un aviso en uno de los pisos superiores. Abrió el maletín. Sacó la carpeta de los albaranes. Buscó uno de los papeles autovopiables. El clip que sujetaba los que ya estaban hechos cayó al suelo. Vio el último albarán, de unas horas antes, su compañero que le había dado el relevo, una letra casi ilegible sin terminar las palabras. Sacó la servilleta. comparó. Era la misma letra. Le había dado el relevo unas horas antes.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

BARRO

Un día importante. Por fin después de muchs humillaciones había llegado. Dieciséis. A las doce de la noche podría entrar a los locales de moda, con su propio carnet, sin copias trucadas o la documentación de amigas más o menos parecidas. Y coincidiendo con una de las fiestas más señaladas. Había pasado el mes comprando prendas por internet, y la semana diseñando de las de su propio armario, de lo nuevo y del fondo de armario el atuendo que debía llevar. Más de cien combinaciones. Tuvo que ser metódica para eliminar lo que detestaba y elegir lo que le quedaba no bien, espectacular, su dieciséis cumpleaños, la mujer acababa de llegar, irresisitible ,distante, intocable, impresionante, altiva, diva. Su día. Convocó a sus amigas en casa. Sacó su tocador y marcó el estilo de maquillaje que le gustaba para cada una de ellas, refinado y elegante, agresivo y coordinado con el que ella pensaba lucir. Se rieron mucho con carcajadas en salvas difíciles de parar. Cuidaron de no llorar para que la base de maquillaje en el rostro y el perfilador y el rímel de los ojos no se deslizase. Terminaron. Espléndidas. Alguna casi no se reconocía. Sesión de fotos. Postureo. Morritos. Todo estaba listo para la noche. Salieron. El padre de una de ellas las esperaba en la calle. Desde el  ascensor se escuchaban sus risas. Bajó sin despedirse.

El botellón de la puerta de la discoteca era ya considerable. No era una muchedumbre pero casi. El padre les preguntó si las dejaba en medio del parking como otras veces o si las dejaba en otro lugar. En la puerta. Hoy querían quedar en la puerta de la discoteca. Divinas iban a entrar por la puerta grande. Una a una netraron contoneándose haciendo alarde del documento que acreditaba su edad. Hasta la última. El guardairó el document y le dijo que no podía pasar. "Es mi cumpleaños. Dieciseis" "Mañana" "En menos de una hora" "Mañana. Mañana podrá pasar. hasta entonces la invito a que espere" El guardia había sido un grosero. Que más le daba. Sus amigas habían entrado "Esperaos que hasta que no sea la media noche este tío no me va a dejar pasar" "Esperate un rato y ahora pasas" "Mira a tu espalda está Nico" Sí Nico ji ji ji" Nico no era un chico popular, no le caía mal, pero un compañero de clase y poco popular no era lo que más le apetecía para cumplir dieciseis años. Unos chicos mayores bebidos comenzaron a molestarla. MIró a Nico decidió dirigirse a él. Mejor eso que estar sola en un parking como una fulana borracha. El muchacho se había alejado. SE dirigió hacia el por una parte no iluminada de la pared de la discoteca. El suelo estaba mojado. El tacón se clavó en el barro y la arcilla que lo retuvo se quedó con el tacón. Cojeaba. Se iba a manchar los pantalones. Al intentar levantar la otra pierna se resbaló y calló patas en arriba. De culo sobre el barro rojizo que tiño su pantalon blanco. La blusa beige estaba llena de salpicaduras. Lloró. Las zorras de sus amigas la había traicionado. No habían podido esperarla a ella que cumplía años. Su madre no la recogía hasta la madrugada e iba echa un desastre. Tendría que ocultarse en un rincón y esperar aterida el paso del tiempo. Nico se dio cuenta. De que estaba en el suelo. Se acercó. " ¿Te has hecho daño?" Iba a llorar pero empezó a reír a carcajadas." ¿Qué hora es?" "Las doce en punto" "Es mi cumpleaños. Dieciseis. Esta es mi maravillosa fiesta. Dame un abrazo" No dudó y la abrazó."Tonto . Te has manchado" "¿Y qué?" "Nos vamos a divertir los dos. Alcanzame ese bote" Lo llenó de aguachicle. "Ven conmigo" "Vamos muy ducios. No nos dejarán pasar" "No voy a entrar. Ayúdame a trepar los troncos de las enredaderas. Así. Un poco más. Silencio. Ahí están . Dame el cubo" Subió un poco más. Esperó a que sus amigas se acercasen y las baldeó con el barro. Lloraron. "os he traído un poco de tarde de cumpelaños por ser mismejores amigas. Nico vamonos. Corrieron hacia la playa. En luna llena la playa estaba vacía.  Se metieron con las ropas y  después se las quitaron. Se rieron mucho. "Feliz cumpleaños" "Gracias. Jaja ja"

martes, 14 de noviembre de 2017

CHICLES

"¿Quieres un chicle?" "De sandía. Te has vuelto muy moderno" "Lo compré ayer" "No lo entiendo. Ahota tomas chicles continuamente. Antes no tomabas. Te has hecho adicto. Es como si acabaras de dejar de fumar" "Yo no he fumado nunca" "Lo sé. Por eso se me hace más raro" "Es difícil de explicar" "No te preocupes. Come Tus chicles. Jeje" "Ja ja ja"

No era tan sencillo. Una cosa es hacer algo porque te gusta, porque lo deseas por encima de muchas otras cosas, otra muy distinta es no poder dejar de hacerlo, porque si dejas de hacerlo no sabes exactamente las consecuencias. Y ese era su caso. Una mañana se había despertado cansado. Era temprano. Un madrugón. Se levantó y se encontró débil. Caminó hacoa el baño y encontró el suelo más duro, el baño más lejos y la taza del váter más alta. Sensaciones. Sensaciones estúpidas después de una noche de resaca. Le escocía el dedo. Por la noche se había pinchado. La espina de una extraña enredera le había atravesado la suela y le había herido el pulpejo del dedo gordo. Nada de importancia. el susto al quitarse el calcetín de encontrar algo más grave. Pero por la mañana el cansancio, la distancia, la altura y en el espejo las arrugas. En el rostro y en la espalda, en los brazos y en los muslos. Arrugas flaccidas que habían aprecido por la noche. Era joven. Envejecer veinte o treinta años en una noche no era algo agradable. O quizás la que pensaba que habia sido su vida no era más que un sueño del que acababa de despertar. Arrugas. Por todos lados, y sib enbargo se observó y no encontró una sola cana, ni una entrada, todo alrededor de su casa estaba en el orden del instante previo al despertar. El había cambiado pero el tiempo permanecía inmutable. Le habría afectado una forma tardía de progeria, esa enfermedad de los genes que te hace anciano en plena juventud. Es una enfermedad lenta y progresiva. Nunca súbita. Se duchó rápido. Evitó que un exceso de agua hiciese con él como un garbancico puesto a remojo. Rápido y seco. Tenía que ir al médico. Confiaba que todavía pudiese ser reversible. O al menos pararse, si se seguía encogiendo, los pliegues harían desaparecer sus rasgos se imaginaba como un montón informe de pellejo. La idea le aterró. Salió de casa a la consulta de un experto dermatólogo. Cuando le recibió, calculó que su talla ya habría dismininuido unos diez centímetros., sin embargo se pesó y su peso era exactamente el mismo. "Digame que le pasa" "Doctor míreme tan arrugado" "No sé no le conozco, pero sí, sí que está usted arrugado. ¿No usa crema hidratante?" "Es que ha sido de ayer a hoy" "Y a qué lo achaca" "No lo sé. Estoy muy sorprendido" "¿Alguien en su familia ha padecido de algo similar?" "Que yo sepa no. Todos muy longevos" "Tomó algún medicamento" "Nada" "Drogas. Todos ustedes toman drogas" "Yo no doctor" "Y no le pasó nada. Haga memoria" "No sé" "Esfuércese" "Ahora que lo recuerdo. Pero es una tontería" "Puede ser importante" "Ayer me pinché con la espina de una enredadera. Me atravesó la suela del calzado y me pinchó el pulpejo del dedo gordo del pie" "Descálcese" "¿Puede ser una infección doctor?" "Descálcese. Infectado no parece. Este es el lugar de la punción. A ver. Ya. Lo que pensaba" "Doctor. ¿Tiene un diagnóstico?" "Déjeme que le ausculte. En efecto. Se ha pnchado usted" "ya lo sé doctor. ayer  mismo" "Se ha pinchado y se está deshinchando" "Doctor" "Un poco de Roacutan en spray y quedará sellada. Lo que no sé es cómo podremos volver a inflarlo" "Si consigue pararlo señor algo es algo"

El sellado no había sido muy eficaz. sentía ,auqnue a menor velocidad, desaparcer su volumen. habló con su vecina quien le preguntó si estaba nervioso porque le notaba la boca seca. Le ofreció un chicle. Se fue a casa. Mientras masticaba el chicle sintió en la encía del incisivo superior derecho un flujo de aire que lo rehinchaba. Muy lento, pero él se había vuelto terriblemente sensible a los cambios de presión en su interior. Compró chicles y enguyó uno tras otro hasta que unas semana después alcanzó un volumen mayor que al principio. Le hacía muy feliz hincharse más y tener así un cierto grado de flotabilidad, se sentía muy muy ligero. Nunca más le faltaron chicles.

lunes, 13 de noviembre de 2017

LA IGLESIA anemia 5 ªtemporada segunda entrega

Descolgarse de la luna. Planear alrededor de la torre. Las campanas quietas. La cruz del tejado a dos aguas derribada. Las hojas de los tilos deslizándose con los remolinos del viento de otoño. Los bananos de ciudad desnudos, Sólo algunos naranjos extendían el aroma de sus frutos en una noche despejada pero húmeda. Se posó frente a la escalera de la puerta principal, cerrada. Antes las iglesias eran lugar de refugio de foragidos. Una última oportunidad de escapar de la justicia o de la tiranía o de un vampiro. Vlad se posó en la escalinata. Subió la escalera uno, dos, tres escalones. Alcanzó la puerta. Extendió la mano hacia la puerta. Estaba fría pero no sintió el relámpago que en otras ocasiones le expulsaba a diez o doce metros. El mundo estaba raro. El clima cambiaba. Las cazavampiros le perdonaban la vida a los vampiros, les insinuaban la duda de su determinacíón. Subió el último escalón y abrió la puerta lateral. Una vaharada de aire fresco salió del interior. Caminó con paso firme y atravesó el umbral de lo que en otro momento habría sido su final. Dos hileras de bancos. Las vidrieras desde el techo dejaban pasar un poco de luz de luna que multiplicaba las sombras. Vlad giró sobre sí mismo desde el pasillo central de la iglesia. Hacía tanto tiempo que no entraba en un espacio sagrado. Desde que accedió a la inmortalidad. Después solo sus presas. Ahora él. Sería acaso la victoria definitiva del dios de los católicos, ese dios porfiado y perseverante, o acaso sería su derrota. No sabía si entraba en una iglesia victorioso o derrotado. Una entrada lenta cada vez más segura. Paso a paso hacia el altar. Dos escalones. Miró alrededor. El edificio había sido esquilmado. Cualquier cosa que oliese aunque fuese remotamente a arte o de valor había desaparecido, las cruces, y del sagrario los cálices y las hostias, Miró. Apartó restos con la mano.A su derecha con una vela salió un anciano.Lo miró y se ocultó. "No te vayas. Sé quien eres. Te estaba esperando" "¿A mi?" "Si Vlad. ¿Crees que has podido entrar a mi iglesia sin trampa alguna para vampiros por casualidad?" "No. Pero no pensaba que fuese la obra de un viejo cura" "Ya lo  sabes he sido yo" "¿Por qué razón me has permitido pasar? ¿Una trampa? ültimamente caigo en todas." "No es una trampa" "¿Por qué debo creerte?" "Puedes hacer lo que quieras. Pero te ruego que me escuches" "Di" "El mundo se muere" "Eso son cuentos de la prensa" "El mundo que yo conozco agoniza si es que no ha muerto ya" "Los tiempos cambian" "Pero no deberían hacerlo a peor" "Unas cosas mejor y otras peor. Siempre fue así." "¡Todo va mal! Los hombres se alejan de Dios. El relativismo moral acaba con las reglas que hacían sencillo vivir" "Y que pretendes de mi.. ¿Clavarme una estaca y escarmentar con eso a los humanos?" "No. Justo al contrario. Tú eres lo único puro que queda sobre la faz de la tierra" "¿Puro yo? Ja ja ja" "Puro sí. El bien o el mal. Qué más da. Dos vueltas de la misma moneda. El bien se acabó. Quizás es el momento de que tú seas el señor todopoderoso. ACepta mi oferta" "¿Qué me ofreces? Que cambie de bando" "No.no lo entiendes. Necesitamos un Dios vivo que camine entre nosotros, y lo más parecido eres tú?" "Y qué quieres, ¡que mi cuerpo se convierta en pan y mi sangre en vino'" "Si quieres, pero podemos pensar otros símbolos" "Un pimiento" "¿No te interesa ser un Dios de la nueva religión?" "No un pimiento como símbolo.ESto es Murcia" "Eres gracioso, pero el humor no es lo que define a los malditos. Tendrás que contenerte" "No me apetece contenerme. De los pocos vicios que me quedan aparte de chupar sangre es el de la risa" " No quieres que funde entorno a ti mi propia iglesia" "La verdad no. Trabajo solo. No soporto que me halaguen ni que me adoren. Prefiero el odio y sobre todo la indiferencia. La tranquilidad de una vidad anónima en Murcia" "Conviérteme a mi en inmortal. Seré yo en tu nombre quien haga el trabajo" "No te lo recomiendo" "Por favor" "No. Trabajo solo. Nada de adoradores. Nada de fieles. Sólo- ¿me oyes?. Que la paz sea contigo. Me voy en paz" "Amén. Piénsatelo!" "Todo pensado padre. Me marcho" "Harás que me vuelva loco" "Los designios del señor son inexcrutables. Haz lo que quieras".

Salió corriendo hacia la calle. Se lanzó  desde la escalinata y emprendió el vuelo. ¿Para qué quería él a nadie? Tenía todo el tiempo del mundo. Hasta el final de los tiempos. El mismo día del juicio. Que prisa tenía. El día del juicio o el día que la cazavampiros Santi, que le perdonó la vida, atravesase con su estaca su corazón. Hasta entonces soledad. Y sangre.

domingo, 12 de noviembre de 2017

MICROCIRUGIA

A Nacho le pareció raro ver salir a dos guardias civiles del despacho del profesor Parrilla. Les saludó. Entró. Saludó a la secretaria que no paraba de repiquetear con un bolígrafo en la mesa y no terminaba de posar la mirada en ningún lugar. "Buenos días. ¿El Dr Robles?" "El Dr Robles...." "Sí vengo a que me firme el cuaderno de prácticas de cuarto de Medicina" "El Dr Robles... no está" "¿Cuando puedo verle?" "No te lo puedo decir" Cada vez que nombraba al doctor Robles, la secretaria miraba a la esquina del despacho del profesor donde en el suelo había una enorme casa de muñecas. Instintivamente Nacho tambien miró y a través de las ventanas le pareció ver algunos movimientos. La secretaria advirtió su mirada se levantó y cerró la puerta del despacho. Nacho mi hijo subió a la séptima a buscarme. "Ast, no encuentro a Robles y me tiene que firmar las prácticas" "No sé. habrá algún congreso. Se lo digo a Vargas y te las firma. Déjamelas luego nos vemos" "Hay algo raro Ast. Salían dos guardias civiles del despacho y la secretaria estaba nerviosa" "No sería nada. No seas paranoico que para eso ya estoy yo. Luego te llevo el cuadernillo".

"Vargas¿ puedes firmarle las prácticas a mi hijo?" "Si las tiene hechas claro" "Es que no encuentra a Robles y no saben decirle donde está" Vargas se sonrojó "Y dice mi hijo que la guardia civil salía del despacho" Me hizo con el dedo el gesto de callar"Ven conmigo al despacho" "¿Qué pasa?" "ASt no digas nada. Todo se sabrá pero por el momento todo es absolutamente confidencial" "Me intrigas" "No te lo vas a creer" "Dime" "El equipo de trasplante, menos Pablo Ramírez está desaparecido" "Coño" "Bueno desaparecido no, digamos no operativo pero ha habido un problema con un ensayo. Un problema muy grave" "¿Han huido?. Son gente muy profesional. Una complición siempre puede ocurrir" "No. Si no es nada que ataña a algún paciente" "Sigue que me he perdido" "En el centro de investigación transversal aplicada han estado investigando en microcirugía para la mejora de las suturas biliares y vasculares en los trasplantes. Comenzaron con  microrobótica en animales. Pequeños robot endovasculares" "No sabía nada" "Lo financiaba Fuertes el de El Pozo. Pero fue un desastre. El resultado de las suturas por robots era muy inferior a otros procedimiento mecánicos guiados por humanos. Se paró la investigación" "¡Qué pena!" "Y se reformuló la pregunta. Si el robot no podía, el cirujano si que podría" "¿Como?" "Sí. Imagina que una sutura microvascular toma el tamaño de una pared a alicatar para el cirujano" "Un cirujano muy muy pequeño" "Por supuesto. Buscaron una tecnología para reducir al equipo quirúrgico, e introducirlos a Ricardo en la arteria hepática, mientras que el Dr Parrilla suturaba desde dentro la vía biliar y Sánchez Bueno se ocupaba en la porta" "Eso es una broma" "Eso quisieran ellos. SE llegó a hacer.  Se metían en unas escafandras. Se reducían. ¿Has visto el local que supuestamente era para una resonancia?" "Sí" "Pues es un reductor de materia orgánica. Ahí se les reducía y se introducían en el receptor del hígado en el interior de la víscera del donante. Después se les sacaba por vía digestiva al Dr Parrilla y por extracciones arterial o en los plexos hemorroidales a los dres Robles y Sánchez Bueno" "¿Llegó a funcionar?" "En los cerdos sí. Pero cuando llegó el primer trasplante humano, el trasplante fue un éxito, las suturas fueron preciosistas, el rescate anal, hemorroidal y endovascular fue un éxito pero..." "Pero la máquina se ha estropeado y no puede devolverlos a su tamaño normal. Y no se va a reparar antes de un año" "Pobres ¿donde están?" "Comodamente instalados en una casa de muñecas en el despacho de Ricardo. No quieren que se sepa. Es una tecnología militar" "¿Y no habrá sido un sabotaje?" "¿Por lo de Cataluña?. Je je" "No Por lo de la sucesión del servicio" "No creo..."

viernes, 10 de noviembre de 2017

EXTRANJERO.


De piel aceitunada. Ojos negros. Completamente calvo, ni un solo vello en todo su cuerpo. Alto y delgado. Bien parecido a juicio de todos de pero de una edad indefinible entre los treinta y  pocos y los cincuenta años. Lo encontraron solo junto a una gasolinera. Medio desvestido. Con el pelo desgreñado. Tumbado de lado pero agitándose entre voces de un lado a otro. Cuando le oías tenías la sensación de comprender lo que decía, pero cuando escuchabas comprendías que no habías entendido nada. El operario de la gasolinera llamó a la ambulancia. Todo parecía estar bien de constantes, pero aquel hombre tenía un abdomen prominente, de batracio junto a unas piernas delgadas. El médico dictaminó que era un alcohólico con una cirrosis. Lo trasladaron a la Arrixaca. Entre gritos lo pasaron a las camas. Nadie fue capaz de poner un nombre. XX1 según dictaba el protocolo. Mientras le atendían en la hemodinámica un residente se detuvo en poner uno a uno casi cincuneta traductores en el móvil , ninguno fue capaz de adivinar una sola palabra. Luis Muñoz apresuraba a todos que quería un electro ya. El paciente no le gustab aun pelo. Le cogieron vías en los dos brazos y comenzaron a ponerle analgésicos. Sin éxito hasta que por fin se relajó. El electro está normal. Ni siquiera va rápido. Déjame LUis que le hago una ecografía. El Dr Nova puso la sonda del transductor sobre el abdomen. Me temo que va a ser un abdomen agudo. Tiene líquido en todo el abdomen. No consigo identificar bien los órganos pero seguro que tiene líquido. Un traumatismoa abdominal. Lo han encontrado en la carretera . Lo deben haber atropellado. Y lo han dejado aquí. Que preparen el TAC vamos para allá.

A los pocos minutos volvieron del TAC, cunado empezaron a captar imágenes un  cortocircuito había estropeado el aparato. El radiólogo contrariado había repetido la ecografía y confirmaba los hallazgos de Dani Nova. El celador informó que había sido imposible obtener los resultados. Luis y Dani se acercaron al ordenador buscando los resultados de los análisis. Transaminasas por las nubes, coagulación por los suelos y la bilirrubina empezaba a estar alta. Parece una hepatitis. Avisaron a AST que estaba de guardia . Miró al paciente. Lo vio raro. Pero sí los analisis eran con claridad de una hepatitis aguda. Lo ingresamos, pero mantenedlo en o bservación, porque el dolor no me cuadra.
El paciente se despertó y de repetente empezó a gritar. Le hicieron gesto de tanqquilidad pero nadie estaba tranquilo. Pidieron resultados y descartaron infecciones. Sin TAC y con eco complicada no pdemos ver alteraciones de la irrigación hepática. Luis la ictericia ha subido está cada vez mas amarillo sin anemia. Es raro, ponedle cortisona y hablemos con Rosa la coordinadora de trasplante. Rosa llamó a Pablo Ramírez. Sacaron analisis que confirmaban un fallo hepático fulminante. El paciente pasó de quejarse a quedar en coma arreactivo. Rosa lo ponemos en códogo cero. Pablo justo ahora hay un donante en la UCI. Pues miel sobre hojuelas.

Estaba muy inestable durante la intervención. Abrieron la piel por debajo de las costillas. Debajo apareció otra piel. Volvieron a seccionar y una nueva piel. Así hasta 25 veces. La que hacía veintiseis un borbotón de líquido amarillento salió por la incisión. Debajo algo se movía. El paciente se paró. Mientras el anestesista realizaba la reanimación, ampliaron la incisión y en la ciavidad que había ocupado el líquido encontraron un niño en una bolsa rota. La abrieron. Le aspiraton las coamas y le estimularon. Rompió a llorar. Mientras el anestesista seguia intentadon reanimar al padre. sin éxito.

Se llevaron al niño a la UCI infantil.  Al padre lo dejaron en el depósito de cada´veres pendiente de la autopsia judicial que nunca llegó a realizarse. Esa misma noche el cadáver y el niño desaparecieron de la Arrixaca y nadie ha vuelto a asaber de ellos. Hay quien dice que de madrugada vieron unas luces alrededor del hospital, pero en un hospital como la Arrixaca, lo más probable es que fuesen ambulancias

jueves, 9 de noviembre de 2017

PAVÉS

Si la policía cargaba no los encontrarían con las manos vacías. Había traído del taller una pata de cabra con la que desmontaría el adoquinado de la calle. Los adoquines son buenos proyectiles u obstáculos. Los adoquines antiguos eran de mampostería, talladosuno a uno por cantero. Ahora son bloques de hormigon y arena que se colocan sobre tierra. Se oía el ruido de las cargas policiales en la distancia. Su corazón empezó a palpitar. Si ya habían empezado. Iba con retraso. Introdujo la cuña de la pata de cabra entre dos adoquines uno amarillo y otro granate. Agitó ligeramente hasta que el amarilo comenzó a sobresalir. el primero era siempre el más complicado. Siguió agitando hasta que se desprendió. DEsencajó dos o tres mas y los otros salian con facilidad.. Formó un montón para bloquear el paso. La faena le cundía. Estaba en tiempo. Si la policía avanzaba por esa calle  se encontrarian con la barricada y los proyectiles. El ruido se acercaba. Cogió otro adoquín. La arena que había prensada de abajo comenzó ahundirse como si fuese la ampolla superior de un reloj de arena. Primero poco a poco después se hizo un enorme socavón. Se detuvo. Vio pasar policías corriendo por la calle perpendicular. Uno se detuvo. Lo vio. Avisó a algunos que ya habían pasado que regresaron y corrieron hacia él. cogió un adoquín. Lo iba a lanzar pero cuatro hombre fornidos con rabia por la reyerta ya en marcha corrían hacia él. Sintió miedo. Tenía munición. Tenía fuerza. Elmontón de adoquines no los iba a detener. A su espalda el agujero hacia el que se había deslizado la arena. Desapareció el valor de su entrenamiento de guerrillero urbano y emergió el instinto de supervivencia. Saltó al interior del oyo que había devorado la arena. Mejor una alcantarilla que ser golpeado. Se deslizócomo en un tobogán tres o cuatro metros. Miró arriba y se ocultó en las sombras. Vio la botas de los policías pasar sobre el agujero como si fuese un cristal. Vio a uno de ellos detenido justo encima del hueco por el que él se había deslizado. Después los otros volvieron. De sus pisadas dedujo que miraban a las paredes pensando que había huido por los tejados. Se fueron. Esperó. NO había prisa. Despué saldría. Se hiría a casa. Sintió un poco de vergüenza por no haber puesto en práctica las instrucciones que había recibido.Se sentó. Anochecíó enseguida. Antes de lo que pensaba. Miró el hueco o el cristal y no consiguió localizarlo. Escuchó una voz que le dio la bienvenida al mundo subterráneo. Los ojos cerrados y una mano deforme con dedos encallecidos y uñas gruesas le ofreció algo de comer. Lo cogió. Los gusanos aun se movían. Tuvo nauseas. El ser hizo un gesto parecido a una risa. Le extendió raices unas frescas y otras más secas. Tenían buen sabor, sobre todos las tiernas aunque después le gustaron las leñosas. En el silencio de la oscuridad escuchó el modo apresurado y rápido de masticar del ser. Te acostumbrarás. Se acostumbró. Poco a poco. Su cuerpo se adaptó. Dejó de abrir los párpados ignoraba si era ya caoaz de ver. Sus manos a base de heridas hicieron callos. Las uñas casi pezuñas. Comezó a apetecer la frescura untuosa de los gusanos. Bebió el agua de las alcantarillas. Y de vez en cuando. Muy de vez en cuando miraba con los ojos cerrados hacia arriba esperando algún reflejo que anunciase una nueva e inesperada visita.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

SILENCIO

Se despertó. No recordaba haberse dormido. El olor a salitre del montón de redes sobre el que había desacnasado había impregnado su ropa. Ya había amanecido, del todo. A esa hora tendría que estar de regreso con el pescado descargado en la lonja, sin embargo, las redes seguían desplegadas, el barco navegaba recto con el motor a baja potencia y la tierra no se veía. Zurdo, extendió la mano a la palanca pra detener el paso y la mano no le respondió. Debía haber dormido sobre ella, pendía fláccida del hombro, apenas alcanzaba a sentir alguna sensación más de deseo de moverla que de movimiento. La derecha, su mono torpe frenó la navegación. Varias horas. Mar adentro. Quemando combustible sin sentido con las redes desplegadas. Antes de dos millas el combustible avisaría de escasez. Quedar al pairo enmedio del mar aunque sea un mar en calma nunca es una buena idea. La radio. El sol está en su cénit. Es mediodía. La  luz pronto va a declinar. Si han de rescatarle cunatas más horas de día mejor. La mano no mejora. dormida, torpe, apenas algunos pinchazos. Pienda en coger el micrófono de la radio pero no  hay respuesta ni movimiento. La mano izquierda, fuerte pero torpe, la extiende, pero le resulta difícil manejar los botones laterales. Lo consigue. Un chasquido eléctrico un chirrido. Ahora dirá la clave alfanumérica de su radio. Abre la boca. Mueve la lengua. Balbucea. Vuelve a intentarlo, de nuevo balbucea, sabe lo que quiere decir pero no comprende lo que dice. Su cuerpo articula fonemas ininteligibles. ´Suelta el botón. escucha una clave alfanumérica y leen tambien la suya. Le instan a que hable . Le dicen que se mantienen a la escucha. Lo intenta de nuevo, pero su lengua no interpreta los sonidos que necesita para que alguien venga a rescatarlo. Pulsa y gopea el micrófono contra la mesa. Morse. Ya nadie conoce el morse. No hay respuesta. Maniobra el barco. Lo enfila a al costa. El viento es terral. pone el motor en marcha. REcoge las redes, observa la pesca que ahora no le preocupa. Escasa como siempre últimamente. No se molesta en ordenar los peces qeus altan enredados en los hilos. Se siente mareado. No recuerda como se dormió, pero sí sabe que no se quiere dormir ahora. Despertó del otro sueño. Si se duerme ahora el sueño sería quizás definitivo. Se sienta. Toma una botella. La abre con dificultad con los dientes y sorbe. Una ola eleva la popa, Otra ola en sus fauces se cuela en los broquios. Tose. Tos seca con chapoteo de agua como si los pulmones se fuesen a poner del revés. De nuevo el mareo. Se resbala . Intenta retreparse con la pierna pero la pierna no le soporta. Se apoya en las redes y se deja transportar al sueño. LO último que vio fue el reflejo de la puesta de sol. en el cristal de la cabina.

Un golpe le hace rodar. Despierta. Es de noche. El barco ha chocado con algo. Mueve la pierna pero sin fuerza, el brazo sigue dormido. Quiere gritar y farfulla. si son arrecifes está perdido. El barco se escora. Unas cabezas aparcen por la borda. Le preguntan que qué dice pero no comprende lo que está diciendo. En unos minutos los destellos de una ambulancia. unos días de hospital y se recupera. Al segunda día despertó y volvió a escuchar su voz con una cierta torpeza. Le gustó

lunes, 6 de noviembre de 2017

EL CLAVO

"Me alegro que te hayas quedado con la casa del pueblo de tus abuelos. Le veo tantas posibilidades" "No te parece un poco aisladas. Yo a ti te veo más de ciudad" "Se puede cambiar" "No estás obligada" "Me gusta la ciudad, pero si enfrente las posibilidades de un lugar enorme como este, con varias plantas y un terreno alrededor me vuelvo loca" "No digas eso que en esta familia ya ha habido varios casos de locura" "En la tuya" "En la mía y en algún consorte" "No me vas a hacer cambiar de opinión" "No va a ser barato" "No he dicho que lo vaya a ser. Soy consciente. Conservaremos algo de lo viejo pero le daremos un toque moderno, minimalista. Blanco y negros, respetando las maderas y las partes nobles" "Hazlo a tu gusto" "Claro" "Bueno sólo una excepción" "Ya empezamos con las pegas" "No sólo te pondré una excepción que todo el mundo ha respetado en los trescientos años que casi tiene de antigüedad el edificio" "Dime. Lo intentaré" "El clavo del salón" "¿Un clavo cuadrado que sobresale unos diez centímetros de la pared?" "Tenía previsto pintarlo o quitarlo. Está herrumbroso" "No. Ese clavo ni se quita ni se pinta. Son las reglas de la familia" "Pero ¿por qué?" "Son las reglas. No se me dio un porqué pero sí una instrucción clara. El clavo no se toca" "Sois supersticiosos en tu familia ¿Eh?" "No soy supersticioso, pero no voy a ahcer algo quemismayores mehan indicado que no haga y no lo han hecho durante siglos" "En el siglo pasado las mujeres no podían tener un préstamo sin el consentimiento de su marido. Ni podían votar. Hay cosas que cambian. No seas antiguo" "No tiene nada que ver. Pero ¿Qué necesidad tienes de que nos compliquemos la vida? Quizás no es un problema de superstición sino simplemente de estructura. Quizás el clavo interviene en la estabilidad de la casa" "Sé de estructuras y no es así. De todos modos. Déjame que lo piense" Piénsalo pero no empieces a cambiar nada sin decírmelo... por favor" "Vale"

Las siguientes semanas fue a la casa cada día. Se sentó. Repasó la distribución del moviliario, la reforma de la cocina de leña, el pulido de los suelos de barro, dos paredes de hormigón para distribuir el espacio del salón en ambientes. Pinturas blancas o cal para contrastar con el hormigón y los suelos. Las puertas de su color. Todo lo tenía claro y planeado en la mente y sobre el papel. Todo un continuo perfecto sin una falta. Lo viejo con lo nuevo. Lo restaurado con el diseño más audaz. Un ambiente desenfadado pero a la vez pulcro y ordenado. Pero fuera cual fuera la distribución el clavo, el dichoso clavo oxidado siempre estaba enmedio arruinando cualquier perspectiva, anulando cualquier modificación ambiental. Se encerró en su despacho, colocó sobre su mesa las fotos, la imagen en tres dimensiones, metió los datos en su programa de diseño gráfico. El clavo. Siempre el clavo. La única condición siempre estaba enmedio. Pensó que se estaba obsesionando. Quizás tomando un poco de distancia podría pensar algo. Nada. Si por lo menos pudiese pintarlo. Decidió hacer la reforma. Pidió a los constructures que lo taparan mientras no terminasen. Pero la obra terminó. El efecto fue aun peor de lo que había sospechado. Se encolerizó. Cogió un martillo y unas tenazas y lo sacó. La casa no se derrumbó, pero perdió la razón. No llegó a asistir a la inauguración.


domingo, 5 de noviembre de 2017

El ciprés

"El ciprés se ha secado" "¿Qué ciprés?" "El de la familia" "¿Acaso tenemos un ciprés?" "Claro. El ciprés que había a la puerta del panteón" "Ah el ciprés del cementerio. Era muy viejo. El tronco era muy grueso. Yo siempre recuerdo haberlo visto cuando en todos los santos nos llevaban el cementerio" "Ya no lo verás más, se ha secado y lo van a talar porque es un riesgo si se cae. Es muy pesado" "Parecía tan sano" "Sí. La última vez que revisaron los árboles del camposantodijeron que estaba en muy buenas condiciones" "Oye" "Dime" "Es una tontería lo que te voy a decir..." "Seguramente la misma tontería que he pensado yo. Este año hemos enterrado a la abuela ahí" "Es una casualidad" "Sí. Desafortunada" "O el abuelo" "El abuelo murió hace mucho tiempo y ha convivido sin problemas con el árbol creo que hasta dos décadas" "Pero no estaba la abuela" "Eso sí" "Él y la abuela no se llevaban bien" "Discutían" "Y algo más. Yo creo que se odiaban. Tenían una de esas relaciones de destrucción mutua. Pero él murió antes" "Por causas naturales" "No he dicho que la abuela fuese una asesina" "Del ciprés sí" "Ja ja ja. Las evidencias en ese sentido no están claras" "Los abuelos se llevaban mal. Tú hermano eres más pequeño, pero ahora que recuerdo en una ocasión el abuelo le dijo, creo que en una cena de Navidad a la abuela que se olvidara de enterrarse en el panteón, y si no  me equivoco lo dejó en su herencia reflejado que su mujer, incluso decorado con una lindeza , no se debía enterrar allí, Una vida había sido suficiente para agunatar la por toda la eternidad" "Sin embargo la abuela cuando se supo enferma sin vuelta atrás bien que insistió en que la debían enterrar allí, que el abuelo y ella se habían querido mucho auque discutiesen, que lo que el abuelo dijo fue una broma que cómo no iba a querer recibir la eternidad con su mujer. Y se enterró allí" "Y además ahora que recuerdo hizo que sacaran sus restos y los pusieran en el nicho debajo de donde pusieron su caja. Dijo que eso sería como poner una cama limpia a su esposo, ella como siempre la usada, él la limpia. Creo que lloró cuando dio las instrucciones. Así quien se iba a negar" "¿Tú crees que lo hizo por bondad?" " Es nuestra abuela. Supngo que sí" "Supones" "Hombre" "¿Vamos al cementerio?" "Ahora oscurece pronto, son las cuatro y  media. Si vamos. Vamos ya"

"Mira el ciprés . Tan espiritual, tan recto y seco del todo" "No veo agujeros de perforadores" "Y el resto de cipreses del cementerio están sanísimos. ¿Has traído la llave de la reja?" "Sí" "Vamos a quitar las flores que están mustias ya que estamos aquí" Abren la cancela. Quitan las flores de los búcaros. De repente un ruido como si el panteón fuese a colapsar sobre sus cabezas. Salen corriendo." Un terremoto" "No no ha sido un terremoto. sólo ha sido nuestro panteón. Vamos al llamar al enterrador" "Mira ahí viene" "Buenas señores . Qué ha pasado que he oído el ruido desde el cuarto de las herramientas a cincuenta metros" "No sabemos" "Hemos entrado a quitar las flores. NO hemos tocado nada. y se ha oído el ruido que usted refiere" "A ver. Tienen cupado dos nichos, de esta hilera de tres, su abuela arriba y su abuelo abajo el inferior está libre" Percutió las lápidas. "Me permiten que eche una mirá" "Claro. si se ha roto algo habrá que arreglarlo" cogió una palanqueta. " "la caja de su abuela está casi entera. Este está bien" tiró de la lápida de abajo y salío una nube de polvo " Coño ¿Qué ha pasado aquí? Se ha ido los trozos de caja y de su abuelo al nicho de abajo. El ladrillo se ha podrido, y el caso es que el de arriba está perfecto" "Restáurelo pero deje a mi abuelo donde está. Con un niño de por medio con mi abuela. Corte el ciprés y plante otro" "Vale" "No mejor lo restarua pero va a poner a mi abuelo en la otra hilera de nichos, algo me dice que el ladrillo de debajo de mi abuela se va a empezar a cuartear rápidamente" "Lo que ustedes digan"

sábado, 4 de noviembre de 2017

CONFESION

"No puedo soportar más este secreto. Cuando miro a la gente a los ojos no puedo más que agachar la mirada concentrarme en algún objeto del suelo, un guijarro en el campo, una lata de bebida energética si es la ciudad. Vivir así con esta tensión se me hace ya desde hace algún tiempo imposible. Por la noche aunque esté cansado, aunque haya dado cabezadas en el sillón o la alfombra, el sueño no acude, los párpados cerrados escuecen, arañan, queman , al final he de abrirlos y cambiar de posición buscando un sueño que no llega o llega cuando dejo de buscarlo.Imposible vivir así. Por la mañana las náuseas, arcadas de un estómago vacío que rechaza cualquier alimento. Los párpados pesados, la nuca espesa, el cansancio que se acumula cada hora hasta el final de una jornada que conduce aun a un cansancio mayor y aun sin la esperanza de llegda la noche volver a reposar. Debo acabar. Con esto o con todo. Maldigo el día en que comencé este trasiego de palabras. Proyecciones de una vida. Deseos, decepciones, éxitos, fracasos,sensaciones, percepciones tamizadas hacia un universo de palabras, de frases, de sentencias con más o menos sentido, con más o menos gracia, con más o menos humor, con más o menos pasión, frases y palabras. Aciago el día que decidí experimentar con el blog. El placer de los primeros momentos, en los resultados en que alguien leyese las palabras, se ha convertido en dolor. Cada palabra una pústula, cada frase una llaga porque la verdad está oculta. Más de cincuenta mil lecturas, más para ahora confesar la verdad. Mucha gente me conoce, me aprecia y me dice ast como puedes con lo que trabajas por la mañana y por la tarde sacar tiempo para hacer historias. Me gusta respondía unas veces. Las palabras son una necesidad decía otras. Escribir es una terapia. Proyección me dijo una gran psicóloga, escritura proyectiva. Placer, mucho pkacer en suma, pero basado en una mentira que ahora me crea dolor. Enfrentarse a la primera palabra es siempre el reto más difícil. La palabra y la trama, sea cual seal. Después todo sale o salía rodado. Palabras, frases, introducción, nudo y desenlace con laguna sopresa para leer en la pantalla del móvil o en una tablet. Cinco minutos de placer, a veces desazón para personas conocidas o no tanto. Recuerdo cuando escribía a lápiz de carbón,sobre libretas, borrando con goma, tachando y llevando párrafos de un lugar a otro. Ahora en el blog la pantalla, el teclado, las luces, sin tachaduras pero con correcciones. Al principio. Las musas encantadoras y prolíficas siempre. Y el trabajo. La pereza. El cansancio. La pantalla vacía. Las musas sugiriendo y los dedos parados delante del teclado. Deseperación. Tristeza. Depresión. Proyectar la nada. Mi ordenador es lento. Tarda en encenderse y tarda en apagarse. Lo dejé encendido. Bajé a pasear a mi perro. Abrí el blog. Puse el tíutlo que  me habíasugerido la musa. El cuadrado en blanco. En blanco. Ni una idea. Y la angustia. Bajé la basura buscando idea aunque fuesen abyectas. en el suelo había una lámpara de brone desconchada con una pantalla blanca estab cjunto a otros enseres de una casa vieja deshabitada. La cogí. La subí. La puse en mi mesa. Un impulso, yo que n o suelo tenerlos. Dejé el ordenador encendido y me fui a cenar. Cuando volví. En la pantalla aparecían letras , a veces se detenía o borrabaa, las teclas se pulsaban. Se me hizo un nudo en el estómago. Me puse detrás de mi silla. Y dejé que terminara. Ese sí que era un buen relato. Pasé la mano por encima de mi silla y sólo noté un poco de frío. Apagué la lámpara y el frío desapareció. y así cada noche. Esta es la verdad que me corroe. El mérito es siempre de las musas que implican el título. La escritura es de esa presencia que la lámpara trajo de mi casas. Y ese es el secreto el secreto de ast. el por qué a pesar de lo que trabaja, del poco tiempo que tiene su obra es tan prolífica, una pantalla y una presencia. Espero que me perdoneis ahora que conoceís la verdad. Me gustaría deciros el título del espectro, el fantasma del autos, pero lo ignoro por completo. Estoy más tranquilo. Perdón. Esta noche por fin dormiré.

PD: Este relato también lo ha escrito con la luz encendida." 

viernes, 3 de noviembre de 2017

CABO DE PALOS. ANEMIA 5 ª TEMPORADA 1 ª ENTREGA

A partir del cambio de hora en octubre con las tardes cortas Vlad se traslada. Deja la huerta. Se aloja en un chalet de La Manga club justo en el borde del acantilado. Muy cerca de la carretera que baja unos doscientos metros más abajo a la cala de Atamaría. Una piscina al borde del acantilado. Bueno al borde mismo no porque la ley de costas obligó al antiguo propietario a dejar un paso por el que circula el sendero GR92. La piscina por la noche actúa como un panal de miel para los amantes. Un vampiro no es ruidoso en sus costumbres. El aparente descuido del vallado, permite las invasiones de amantes deportistas y caminantes. Al anochecer en las tumbonas la cena llega a casa. Sangre tierna y trémula. Le gusta la urbanización. Tranquila. Al sur el mediterraneo hacia Árica. Al norte las aguas cálidas de la laguna del Mar Menor Al este el Mediterráneo hasta Italia. Vuelos entre mares y montañas. Opciones de caza infinitas aun ahora en otoño sin el agobio de los veraneantes. A las ocho el sol se ha puesto. Sale a la terraza. Una leve brisa de sur húmeda condensa algunas nuebes en el MOnte de las Cenizas. Se arroja al vacío en vertical cincuenta, sesenta cien kilómetros. DEspliega las alas membranosas y planea en paralelo al mar. La espuma de las olas le empapa la cara. Se dirige a mar abierto. Vira y vuelve a tierra por Portman. Al este el FAro de Cabo de palos. Se posa en la explanada junto al faro. En lo alto la luna. En el mar la estela gris sobre las olas. Un día fue humano. Lejos. Cobra figura humana. Apoya la pierna en el poyete frente al acantilado. Un pesquero cruza la estela. Siente algo muy parecido a la melancolía. De repente en la espalda una punzada ácida, le funde las carne muerta, siente la ceniza sublimarse. Ha llegado el fin. No lo siente. Terminar la inmortalidad en un lugar así es un mal menor. Sus cenizas acompañarán a los fantasmas del Sirio. Pero la quemadura se detiene. El dolor se para. Seguirá siendo inmortal. El aguijón de su esplada se retira. Se da la vuelta. "¿Eres tú?" "¿Creías que por dejar la huerta iba  a dejar de perseguirte? Eres mi presa. Soy y seré una cazavampiros" "Me has sorprendido" "Creo que no" "¿Por qué crees que no?" "Demasiadas pistas en tu cripta, facturas en tu ordenador. Ha sido fácil" "Para tí" "Gracias" "Podías haberme matado" "¿Matarte a ti? Ja ja ja" "Ja ja ja . Acabar conmigo" "Eso sí" "¿Por qué no lo has hecho Santi?" "Eres un todopoderos. ¿ No se te ocurre nada?" "¿Compasión?" "Me gusta jugar. A ti también" "Sí" "Te he tenido. Diez centímetros más y todo habría terminado." "Sí. Me ha dolido" "No te has resistido mucho" "...." "¿Deseas que todo termine?" "A veces sí" "¿Hoy?" "Hasta hace cinco minutos no me habría importado" "GRacias de nuevo" "A ti por haberlo hecho posible" "¿Sabes que he recordado mucho el otro día en la Fuensanta?" "Sí" "Eres un soberbio. Podrías mostrar alguna duda al menos" "Se me olvidó dudar. Hace mucho" "Creo que no del todo" "Eh . No . No del todo" "La duda es muy humana" "Sí" "Quizás no es el único sentimiento humano que puedes llegar a sentir" "Quizás" "La otra noche me pareció....Eh. no te he dicho que me beses" "Haber empujado la estaca hasta el fondo" "No" "¿ Por qué?" "De momento" "¿Por qué?" "Tienes sentimientos. Lo sé" "Podría fingir" "No... Ahora eres tú la que me ha besado" "Soy humana. Tengo sentimientos. Reconócelo" "NO sé si son sentimientos humanos, pero a veces es algo muy intenso incluso para un vampiro" "Estaría bien cenar conrtigo y después..." "Mi menú es muy aburrido. Además cuando estoy contigo me obligas al ayuno. Te pondrías celosa" "Eres un idiota. Celosa yo de qué" "Pues espera. Mira esa chica que sube la cuesta haciendo footing, me encanta el sudor aderezando una yugular" "Vale. Vale. Ayunaremos los dos" "Me acompañas. Tengo una terraza magnífica sobre el acantilado. El chalet es mío. NO tendremos que invadir propiedades ajenas ni saltar por la ventana" "¿Vienes conmigo en el coche?" "Déjalo ahí. Yo te llevo. Te traeré antes que amanezca" "Vamos" "Olvidas tu estaca" "Tengo más" "Abrigate en las alturas hace frío" . Al sur el mediterráneo hacia África. El Norte el Mar Menor, La Manga y al oeste el Mediterráneo. En el chalet nadie diría que no eran dos humanos quienes lo moraban. De madrugada la devolvió  a su coche.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

HALLOWEEN

Treinta y uno de octubre de dos mil diecisiete. Once de la noche. Madrid. Llueve después de varios meses. Dos sombras se acercan a la puerta principal del Palacio de la Zarzuela. Van rodeados de varias decenas de niños en disfraces de brujas y demonios. Los policías de la seguridad solicitan instrucciones ante la multitud que se aproxima. REciben órdenes de no actuar. Abren las puertas de seguridad mientras los dos guardias de la torre toman posiciones para disparar ante el menor incidente. La dos sombras de adultos se adelantan de la comitiva de niños que se disponen estratégicamente a su alrededor. Tocan al timbre. Nadie contesta. El sujeto vestido de payaso malvado mira a su derecha al que viste de oso con el jersey rojo corto típico de Winnie de Pooh. "Uriol non y a persona en aquesta casa" "Aspeta quel Rajoy es muy ladino" Tocan una vez, dos veces, tres, diez veces, los niños muy disciplinados, comienzan a protestar, la formación ya no es tan ordenada como al principio. "Un momentito. Ya salgo. No she apreshuren que no puedo caminar" La puerta se abre. Un enorme dinosaurio amarillo con la cara de un señor repeinado con barba blanca de una semana y gafas sin  montura. "Buenash nochesh. Truuuco o Traaato" "Eh vosté. Nusaltres em de dir aisóo" "Te lo he dicho Honoraple quel Rajoy es muy astuto" "Yo lo he dicho primero. Deben elegir. Y ushtedes tambien niñosh" "Nens no fagan caso aquest señor yo soc el Honoraple" "Ustez ya no es honorable que fue destituido en el desarrollo del 155. Haré como que no le he oído, si no tendré que decírselo al juez" Los niños , unos doscientos, con los ojos húmedos se fueron acercando y dejando cada uno un caramelito en el bolsillo del pecho del dinosaurio del presidente. "Y ahora quedan ustedes. Repito con toda la firmeza de la noche de Halloween, TRuuco o Traato. ¿Señor Junqueras? Vamos que entre vizcos nos entendemosh." "¡Vicepresident! Que fas. NO tin por" "Si Puigdemont y vulen votar, pero esto se ha acabado" "Repito. Truuco o Traato" "Trato. Trato. Por favor. En Soto del Real se come muy mal. Haga lo que pueda" "La justicia esh la justicia. Hagamos un trato" "Prometo que seré bueno. Seré el mejor. Apoyaremos las elecciones autonómicas. si no vicepresidente por lo menos un escañito" "Con los jueces no puedo hacer nada. Montesquieu. Lo de losh poderesh y todo eso que explica Soraya" "Pero si es necesario, los indultos sí que los da el gobierno" "Eso es verdad. Tú silloncito y a cambio del indulto si esh necesario. Como decía Aznar en la intimidad. Mol bé" "Aisó es. Moltisimes grasies" "Junqueras mas traisionat" "Eh Puigdemont. pelito de Play móbil. Truco o Trato" "No faré ningún trato amb los castellans" "Truco entonces" "Junqueras no dises nada para salvar al honoraple" "Te estaba mirando con el ojo malo. yo....ya he arreglado lo mío" "Te voy a poner un truco muy bonito. Me ha pedido mi amigo Farreras que le demos un poco de cuerda a esto, que tenían los hoteles reservados hasta Navidad y los de la  cup les han decepcionado por lo modositosh. Ha estado bien la butifarrada y la protesta posterior de vegetarianos y veganosh je je. Soish muy buenosh. Me ha pedido que le demos un poco de vidilla a esto. En realidad me ha pedido que metamosh los tanquesh y las fragatash,pero eso esh muy caro. Mejor te vash a ir a Bruselas. Si `puede ser vestido de payaso. Y mantén un poco de lío. Que los periodistas tengan faena y cubran lo que habían presupuestado" "Y qué hago yo en Bruselas" "Ten me han dado los de Bildu las señas de un abogado que atendía etarras, pide asilo. yo que sé. Pero no seas diligente. Hasta el quince de diciembre" "¿Y si no quiero obedecer?" "Tú verash. Si te condenan, tanto me da indultarte como no hacerlo. DEcidete que este disfraz de dinosaurio me está achicharrando" "No te digo a mi el de Winnie de Pooh. El de payaso es más fresquito pero como él es el jefe" "Niños. Pasad que hay chocolate y churros" "Me encantan los churros. Puedo yo y ya me quito el traje de oso" "Claro" "Y tú tambien puigdemont. Después te llevan en coche a Marsella" "No me puedes enviar en Avión a BRuselas" "Eso sería lo normal. No . A Marsella y allí un vuelo a BRuselas. Ya ya sabes. Allí te quiero dando vueltas y montando lios hasta el 15 de diciembre" "No tengo otra" "Haber elegido trato"