lunes, 7 de agosto de 2017

SANGRIA. ANEMIA 8 ª ENTREGA y FINAL DE LA 3ª TEMPORADA

El calor es un buen aliado de un vampiro. El calor húmedo de agosto en Murcia es un cebo. Las terrazas, las calles estrechas del centro de iluminación tenue, las calles desiertas de los barrios de la periferia, la gente extraña de agosto que vaga deprisa por las calles aparentemente sin destino. Esa gente que parece oculta el resto del año. Salío de la cripta en los Urrutias. El mar parecía aceite ardiente, la brisa sofocaba. Eso a Vlad le daba igual, el calor del infierno o el frío de un témpano. Voló. Siguiendo la nacional hasta el puerto de la cadena. Por el camino tuvo que esquivar el helicoptero Pegasus que controlaba la velocidad de los conductores. Pasado el Puerto de la Cadena, todo el valle iluminado. Aterrizó en el Jardín Chino junto al Puente Hierro y enfrente de la Cruz Roja. Caminó. Avanzó por la calle San José hacia la calle Simón García. La plaza se abría . Se acercó a la terraza y se sentó. " Disculpe. Yo estaba esperando esta mesa" "Señorita hay otras mesas" "Estaba esperando ésta" "Señor. La señorita tenía asignada esta mesa. Le preparo otra en un momento" "Espere. ¿Va usted sola?" "Sí" "¿Espera a alguien?" "Creo que no le importa" "disculpe" "Pero no" "Podemos compartir mesa. Me llamo Vlad" "De acuerdo. Yo me llamo Santi" "¿Entonces van ustedes a compartir la mesa?. Me alegro. Hacen muy buena pareja" "Métase en sus asuntos""Sí" Perdonen. Les dejo la carta""¿Para beber?" "Para mí sangría, y para el señor Vlad traiga una jarra igual pero sólo con gaseosa, cáscara de naranja y hielo" "Por supuesto" "No me has dado opción. Te va a gustar. Créeme" "ES igual. Soy muy frugal. En lo que como y  lo que bebo" "Se nota que te cuidas" "No especialmente" "Y el calor no te afecta. Estar en una terraza de Murcia a las once a treinta y tres grados con humedad con un traje negro ceñido, camisa y corbata, ya no es una fricada sino una temeridad" "El calor me gusta" "Lo sé" "¿Lo sabes?" "No sudas. O no te afecta o estarías al borde de un golpe de calor" "Señora su sangría y la gaseosa con cubitos y corteza de naranja" "La mujer delgada, de cabello castaño claro largo, ojos verdes grandes y profundos entre treinta y trinta y cinco años, vestía una blusa con los hombros decubiertos que dejaba ver un escote un poco forzado por el sujetador.Un pantalón muy corto con las piernas cruzadas bajo la mesa. Cuando el camarero se marchó, bebió un sorbo de sangría y cogió la jarra de la gaseosa. Se la apoyó entre los muslos. Sacó del bolso un escalpelo y se dio tres cortes longitudinales en los pulpejos de los dedos de su mano de recha. La sangre titiló sobre el hielo, formando regueros que se mezclaron con el agua helada y las burbujas. La gaseosa se fue tiñendo de rojo. Vlad sentía un cosquilleo en el estómago, la saliva fluir en su boca reseca, y el deseo de succionar "¿Está bien así?" "Si para tí está bien, para mí perfecto. ¿Sabes quien soy?" "Un tipo elegante vestido de traje en una terraza en una noche tórrida tiene que ser un vampiro, si además se presenta como Vlad es el famoso vampiro solitario  afincado en nuestra ciudad, Vlad Tepes" Vlad tomó la jarra y la bebió de un trago mientras ella se ponía apósitos en los dedos. El camarero vió la jarra vacía. No reparó en los restos rojizos del borde. Pensó que le habrían añadido granadina."¿Le pongo otra? "NoSólo vamos a tomar un aperitivo. Después iremos a cenar" REspondió ella. Aquellas palabras sonaban muy bien. La sangría le había sabido a gloria. Aquella mujer le estaba resultando muy excitante."Si quieres vamos a mi casa. ¿quieres que nos vayamos ya? NO querrás que amanezca por el camino" "Por supuesto que no" De la terraza de enfrente, El Perro Azul salió directo hacia ellos un hombre de perilla canosa, pelo castaño despeinado, ojos verdes ocultos detrás de unas gafas negras de pasta. Llegó a Vlad por detrás. Se apoyó en su asiento "Vlad ¿puedo hablar contigo?" "¿Tú aquí ast?"" Puedes venir un momento. Perdone señorita. Se lo robo. Somos amigos de mucho tiempo" "No se preocupe" "Vlad ¿Sabes quien es esa mujer?" "No lo sé pero ha logrado amenizarme la noche y eso para un ser eterno es mucho" "Lleva cuidado. Llevamos tiempo juntos en esto. Santi es la nieta del cazavampiros de Beniel, el que se ensartó en su estaca en Semana Santa antes que le hiceses inmortal" "Gracias. Parezco un parvulito. El contacto excesivo con los humanos me está dañando" Vlad volvió a la mesa. Ast regresó a El Perro Azul donde estaba con unos amigos. Desde los ventanales siguió la escena. En cuanto Vlad se sentó la mujer, que estaba seria, se levantó y sacó del costado una estaca de limonero, se avalanzó sobre Vlad, quien apercibido le lanzó la mesa. Corrió hacia el Puente de Hierro. Subió por sus estructura reparó en el pesacador de bronce de su clave y saltó al vacío.Voló. Contrariado por no haber tomado más que un aperitivo de una sangre deliciosa, pero a la vez satisfecho de tener una enemiga así. Mejor que su abuelo. Le satisfacía la posibilidad de varios años de encuentros. Quien sabe si al final no haría de ella una eterna.
Ast respiró cuando vio huir a Vlad. ¿Qué es un tributo de sangre para un personaje así en una ciudd como Murcia?. Él mismo le había hecho un pequeño tributo.Los  murcianos son gente generosa. Un poco de sangre una minucia. Sonrió. Vlad el eterno seguía y estaba seguro que la nueva compañía le daría grandes momentos.

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