domingo, 6 de agosto de 2017

EL SAPO

Estaba en medio de la primera cuesta. Hacía calor aunque era de noche. Silencio. Sólo el ruido de los pasos y el golpeteo de los bastones en las piedras de la pendiente que lo llevaba a la cima. A la luz del frontal era una piedra más, pero lo miró y se miraron. Una mirada fija .Un duelo. Un desafío. Se detuvo . Miró al batracio arrogante. Desvió su dirección a la derecha. El sapo se movió a su izquierda y le tapo el paso. A la izquierda y el sapo hizo lo mismo. Era una noche sin luna. Pulsó la luz del frontal para que emitiese destellos y enfocó al bicho. Hizo un amago a la izquierda un amago a la derecha y corrió. El sapo había quedado aturdido. Avanzó treinta o cuarenta metros por la pendiente. El esfuerzo y el calor lo hicieron detenerse y avanzar lento para recuperar el resuello. Llegó a la primera curva. Le gustaba ver su ciudad, las luces que llenaban todo el valle. Unos pequeños golpes a su espalda. El sapo le seguí a saltos. Se le acercó. Era quizás el momento de ensartarlo y acabar el duelo. Los sapos te escupen a los ojos y pueden dejarte calvo lo sabe todo el mundo. Guiñó los ojos. Lento elevó el baston. Empujaría la punta de titanio hasta llegar a la tierra después de atravesar su cuerpo.
"Dame un besito" Oyó una voz escandida. Miró a los lado. El sapo y él. "Dame un besito" Y silencio"Soy yo el sapo. Me tienes enfrente" "Los sapos no hablan" "Los sapos encantados sí. No me hagas daño. Soy la mujer más bella que había por todos estos alrededores de Beniaján a Zeneta. Una malvada curandera me hizo un hechizo porque me fui sin pagar. Me fui a pasear al monte y me convertí en lo que soy" "A mi  los sapos me dan mucho asco. Si depende de mi olvídate" "Debes hacerlo" "¿Por qué?" "Es tu destino. Lo dijo la hechicera" "Me da mucho asco. Ni por todo el dinero del mundo" "Mira que en mi estado natural soy una mujer muy hermosa te lo he dicho. DE hecho si no estuviera cmo estoy ni te miraría" " Vas ganado puntos.No me convences. Vete a comer mosquitos que yo sigo" "Ya he cenado" "Adios" "Si no lo haces la maldición caerá sobre ti" "No creo en maldicones" "NI en que los sapos hablen y mira" Trotó unos metros cunado  la pendiente se hizo más suave. El sapo lo seguía. Se detuvo. Le lanzó destellos de la luz frontal pero esta vez no tuvieron exito proque cerró los ojos. Levantó el bastón para trincharlo pero no pudo. Si había una mujer dentro del bicho una cosa es no darle un beso que la sacase de su condena y otro muy distinto asesinarla. Siguió el ascenso por la pista del Miravete y el sapo no cejaba en la persecución. Era persistente la condenada. SErá realmente tan hermosa como dice se preguntaba, pero la imagen de un beso a un sapo le despertó la náusea.  Cuando ya faltaba poco para coronar, en una zona llana rodeada de pinos tupidos empezó a sentir la ropa holgada. Subió la última cuesta. Giró. Trepó los ultimos metros hacia la cruz. Tocó la cruz como está mandado con el bastón y de repente sintió una inmensa manta sobre su cuerpo.  el frontal no funcionaba, en realidad ya no estaba en su cuerpo. Salió como pudo y vio su  camiseta en el suelo, el frontal, enorme, como la mitad de su tamaño encendido. Miró sus manos y vio unas manos membranosas , miró hacia abajo y una panza gris y unas ancas. "Sí. Eres un sapo. Tú te lo has buscado. Podías haber disfrutado al menos esta noche de una mujer hermosa y aquí estás, desnudo como un sapo" Era un sapo. La maldición era verdad. Trató de hablar y consiguió croar. Miró al sapo que la había seguido. " La verdad es que eres muy bonita. Si quieres te doy un besito y acabamos con esto" "Sí. ¡Ahora!Has tenido tu oportunidad, y has desperdiciado la tuya y la mía" "Dame un besito" "Ahora te comes una mierda" "Vayamos a cazar moscas juntos" "No y no Adiós. Voy a hacer un hoyo y ocultarme que ya sale el sol. Adios. NO me sigas" "Somos sapos. Ya te llamará el instinto" "Ya veremos. Adios" "Croac" "CRoac"

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