viernes, 4 de agosto de 2017

EL MASAJE

"Llevas mala cara Lidia" "Tengo una dlor en la espalda que no me puedo mover. Estoy una semana tomando antinflamatorios, corticoides y relajantes musculares y tengo la sensación de ir a peor" "Eso es una contractura. Necesitas un masaje" "Todo el mundo lo dice. Pero en agosto no creas que es sencillo encontrar a alguien" "Hay un sitio en Blanca que es excepcional para los dolores de espalda" "Dame la dirección porque no aguanto" "La dirección no la sé, pero me han dicho que no tiene pérdida. Tienes que cruzar el puente sobre el Segura y pasar al otro lado del Azud, tomas dirección Ojós y a unos dos kilómetros hay una casa vieja restaurada de planta circular a la que se accede por un camino. NO está señalizado pero no tiene pérdida" "Voy ahora mismo" "No te apresures, sólo abren a partir de las diez de la noche" "Vaya un horario" "Trabajarán en otro lado, pero hablan maravillas"

Dejó la nacional de Madrid donde vio el desvío de Blanca y le sorprendió el paisaje del azud, un pequeño embalse entre las sierras de Ricote y del Oro. Llegó antes de la hora prevista. El sol se había puesto pero  pudo apreciar al fondo el pantano y al otro lado la casa que su amigo le recomendó. Bajó al pueblo. A la entrada en un bar paró a tomar algo. "Buenas tardes" "Buenas tardes ¿qué quiere usted?" Voy a picar algo" "Diga" "No veo nada, digame que tienen" "No tenemos nada, hoy cerramos pronto" "Un bocadillo sí me podrá usted hacer, y una cerveza sin alcohol" "Eso sí puede ser""¿Por qué cierran tan pronto en verano, la gente sale por la noche con este calor" "Esta semana sólo salen los forasteros" "¿Por qué?" "Da igual" "NO le haga caso a mi marido señorita. Es muy brusco. Le gusta nuestro pueblo" "No había estado nunca pero es un pueblo precioso" "Qué buena pinta tiene el bocadillo" "Qué te trae por aquí a esta hora" "No me ve. soy como un portedoro de futbolin. No puedo girar el cuello. Me han recomendado un fisoterapeuta de aquí" "¿Un fisioterapeuta?" "Sí me han dicho que es en la casa del otro lado del pantano" "Qué" "¡Deja ya de cotillear con esta señorita" "¿NO han oido hablar?,Pues en Murcia es muy famoso" "No sabía que fuese fisio. Es una casa donde siempre ha habido remedios y cuando digo siempre, me refiero a siempre desde que conocemos y conocían nuestros abuelos" "No me diga que me han mandado a un curandero" "No. Podías irte a tu casa. Estás a tiempo. Eso de la espalda se te quitará en unos días" "Oiga. Ahora que he echado el viaje" "Basta de hablar . Apurate eso que vamos a cerrar. Se hace de noche. Esta semana cerramos pronto. Te lo he dicho" "Ya termino gracias y perdone. Ya me voy" Salió. Subió a su coche y según recorría la calle mayor de Blanca, los comercios, los bares cerraban, la gente se arremolinaba a  la entrada de las casas con los últimos rayos de sol. Con la primera oscuridad, con la puesta de sol tapada por la Sierra de Ricote, Blanca era un pueblo desierto. Pasó el puente de hierro. Cogió a la izquierda dirección Ojós. Y en una curva, a la izquierda vio la sombra de la casa. No había ni una luz ni un letrero. Subió por un camino de tierra rodeado de almendros y olivos. FRente a la casa una pequeña explanada desde la que se veía el pueblo  y el lago. La casa estaba cerrada. Se había equivocado, pero a la luz de la luna llena no había duda que la casa que le describió su amiga era esa. Se acercó. Iba a tomar el aldaba cuando la puerta se abrió. Los goznes rechinaron. Entró. En la casa había un cuerpo central, al fondo un mostrador con dos velas. Una mujer con un velo oscuro que no hizo ningún gesto para llamr su atención, sin embargo estaba claro que la esperaba. Se acercó. "Buenas noches" "La esperabamos" Supuso que su amiga había hecho la reserva o quizás los propietarios del bar. "Le duele la espalda verdad" "Sí" "Acompañeme" Detrás del mostrador había una escalera de piedra. Bajó sólo con la luz de una de las velas. Calculó que estaban a la altura del nivel de agua del pantano. olía a humedad. Olía otro olor que no podía identificar. "Quítese la ropa" "Toda" "Sí" "Se desnudó" "Dejaré esta vela delante suyo. Esta vela y la luz de la luna llena por la claraboya del techo serán las únicas luces que tendrá, es una parte crítica del tratamiento.Ahora debe meterse en el agua. Agarrese al borde de la piscina. El agua le llegará al cuello. Antes del bajar se recogió el pelo en un moño  y se lo fijó con una alfiler. SE sumergió y se agarró al borde. El agua estaba fría. Confió que el tratamiento no fuese muy largo. Póngase este antifaz en los ojos. No debe ver nada. REcuerde no debe quitarse el antifaz" Fue lo último que oyó. los pasos ascendieron los peldaños, la trampilla se cerró y quedo sola en silencio sumergida en el agua helada. A su espalda sintió movimiento de agua. pequeñas olas se estrellaron contra su piel . Unas manos se posaron sobre sus hombros. Suave muy suave, alternando presiones con roces con estropajo o una espnja dura. Casi arañazos sin llegar a herirla. En la nuca sentía un aliento. Las presiones, los roces y exfoliaciones con la esponja recia se extendieron por toda la espalda. Sintió un gran placer. Segundo a segundo notó como sus vértebras se soltaban. Sintió la flexibilidad volver a la espalda, pero en el seno del placer volvió a su  mente el olor que la embargaba desde que había bajado. Era el olor a perro mojado. con ese pensamiento, el siguiente aliento, los siguientes roces presiones y exfoliaciones se erizó. NO pudo resistir, se quitó la máscara y sobre su hombro, en la oscuridad pudo ver una garra peluda, fue a gritar, se giró y unas fauces de lobo se avalanzaron sobre su garganta. Se palpó el pelo. cogió el alfiler de plata de la familia y se lo clavó en el rostro. La golpeó, pero el ser se quejó del dolor de  la herida y se retiró. Con la luz de la luna reconoció el canal que comunicaba con el azud. Dio dos brazadas y salió. nadó. Se acercó a los cañaverales. En esde momento se escuchó un aullido. Esperó el amanecer. DEsnuda se acercó al coche. Su ropa, su movil su documentación y las llaves estaban cuidadosamente doblados sobre el capó- El alfiler de plata no. Se vistió y se marchó. Vio el bar pero prefirió desayunar en casa.

No hay comentarios: