martes, 6 de junio de 2017

El ladrón

Poca cosa. Un monedero con algunos euros y un billete de diez. Dos alianzas y una pulsera de oro. Una primera planta de un piso de vecindario es fácil de escalar. Con el calor la gente deja las ventanas abiertas. De madrugada duermen. Es fácil. Ningún escondite es completamente original. El sigilo se aprende. Rutinas. Que a veces se rompen. No sé por qué toqué la cabeza de aquel hombre grueso. No es algo lógico tocar a la víctima de tu robo antes de marcharte. Soy bueno en lo mío. Escalar casas ajenas y huir, descolgarme por paredes verticales. Muy bueno. Cualquier artista desea firmar su obra. Una firma. Tocar la frente de los durmientes. Sabía que era un estupidez, pero extendí  la mano y crucé los dedos de una a otra sien, lento, ida y vuelta. Un flash en mi propia mente. Me asusté. Mientras desescalaba sentí hambre, ví en mi mente comida, pizzas de beicon y queso, hamburguesas y helados regados de una cocacola enorme fresquita. Cogí el coche. Me detuve en un restaurante de comida rápida y  a las seis de la mañana pedí pizza , hamburguesa, una cocacola enorme, y de postre un helado de nata y browni de chocolate. El vendedor se asombró al ver a un hombre pequeño y fibroso engullendo aquel banquete. Después estuve cuatro días sin comer. Sentía náuseas.

Cambié de barrio. Una edificio en las afueras. Un primero. Las rejas del primero ayudaban la escalada. Una casa con niños. Muchos tiestos por enmedido. Un hombre y una mujer jóvenes.El se levantó en un sueño inquieto. Fue al baño. Me detuve pegado a la pared. Bostezó. El sueño llegaría. Cinco minutos de respiración pausada y accedí a la habitación. La cómoda. Debajo de la ropa interior de ella. Un sobre. Seiscientos euros en billetes de cincuenta, billetes nuevos. Buen botín. Media vuelta y a la ventana. me detuve. Pasé los dedos por la frente de una sien a otra y de nuevo el flash. Vi a un hombre que mostraba unos recibos. Pude leer el nombre del deudor y veinte números de una cuenta, el banco de la esquina del barrio. El hombre de los recibos se alejaba. Sentí la angustia del durmiente. Bajé. veinte digitos. El banco. Volví en direccion contraria a donde había dejado el coche. Entré en el cajero. cerré los ojos. Introduje el dinero en el sobre del banco, anoté uno a uno los números de la cuenta. Anoté el nombre del deudor y lo introduje en el buzón. Sólo al llegar a mi garaje fui consciente de lo que había hecho. Lo recordaba, pero no recordaba la voluntad de la acción. MI afán por rubricar me estaba costando caro. Esto había sido peor que el empacho.

Dejé una semana de reposo antes de seguir con la temporada de verano. Elegí una vivienda de un barrio residencial. El alumnio y el cristal de un edificio nuevo no evitaron mi asalto. Un apartamento pequeño, sin niños, excelente. Un hombre  un amujer  jovenes desnudos. Las llaves de un Audi en la mesilla con las del garaje. Junto a tarjetas de crédito doscientos euros. Suficiente; por las piezas del coche obtendría un dineral. Intenté irme sin la rutina de la firma, pero no lo pude evitar. La sien izquierda a derecha, derecha izquierda. Quizás en realidad quería que ocurriera. El flash. Veía con lascivia a una mujer espectacular, vestía unas mallas ajustadas y un top de deporte que le sujetaba un pecho operado. Morena de ojos negros. Miré a la mujer de lotro lado del lecho y era rubia. El hombre se acercó a la otra mujer que le sonrió, se abrazaron y la sintió, sintió su deseo y el de ella. Salió de la casa. Accedió al garaje. Abrió el coche. Le hizo el puente. La puerta del garaje se abrió. Entró una moto de gran cilindrada . Aparcó. Cuando se quitó el casco reconoció a la mujer morena, la deseó. Salió del coche directo a ella. Al principo ella permaneció indiferente, despué  le miró, le esperaba. El la deseaba como si la hubiese deseado decenas de veces. Estuvo cerca hasta llegar a sentir su aliento, su corazón palpitar como tantas veces. Se acercó a besarla. Un movimiento brusco y se encontró en el suelo boca abajo sin posibilidad de moverse sin romper su propio brazo.

"Soy Guardia Civil queda usted detenido".

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