martes, 30 de mayo de 2017

Sandalias romanas

"Hola. Dame una abrazo""Cunato tiempo" "Varios años, cinco, seis" "Ocho" "¿Ocho? ¡Qué barbaridad!" "¿Y el viaje?" "Perfecto. Con los nervios no he dormido nada. ¡Cuanto he pensado en ti!¿ Cómo hemos dejado pasar tanto tiempo?" "Se pasa un día, otro. Las obligaciones. Pero es igual estamos juntas. Es como si hubiese sido ayer cuando te marchaste a Chicago" "Sí. Qué miedo tenía. Recien terminado el máster de Dirección de empresa y una oferta así" No lo aparentabas" "Estaba aterrada" "Pero todo bien" "Sí. Llevo ocho años, pero ha habido momentos duros. No tener el abrazo de tu padre o un cafe como una amiga es duro, aunque sea en Chicago que es la más europea de las ciudades americanas" "Tengo el coche aquí afuera, me he traido el pequeño. De Valencia aquí no hay tanta distancia. te llevo al hotel, cogemos la acreditación de la convención y nos vamos a Cartagena" "¿Y tú como vas?. Bueno la crisis de la banca aquí ha sido duro, pero ya vemos la luz, no me puedo quejar. Vamos a coger tus  maletas, te duchas y nos vamos a Cartagena a cenar y de copas, no me pongas excusa de jet lag ni nada" "Pero no nos acostaremos muy tarde. Mañana me toca exponer" "Y a mi".

"Qué elegante te has puesto" "Quizás demasiado" Tengo ropa demasiado formal. Al trabajo trajes cruzados y si hay alguna fiesta es aun más de trabajo que el despacho. Tú sí que vas elegante. El Mediterráneo es un privilegio. Tu vestido. Estás estupenda por donde te mire. Espera. Esas sandalias. Esas sandalias son..." "Sí. las mismas" "Todavía las conservas. Están impecables" "Acuérdate que nos costó mucho encontrarlas y cuando las encontramos valían un dineral, eran muy buenas, piel muy bien trabajada" "Qué bien te quedan. siempre has tenido tanto estilo. combinar lo vintage y lo nuevo" "Tú tambien lo hacías de maravilla, eras nuestra experta en mercadillos" "Sí pero estoy desentrenada.Qué bien lo pasamos las tres" "Si. Irnos recien licenciadas a Ibiza, y salir cada noche con una toga blanca, corta corta, je je je" "Tú no te podías agachar" "Al principio, con dos copas me agachaba perfectamente" "ja ja. Y las sandalias, con cinchas hasta la rodilla, perfectas, como las llevas tú ahora. Tienes las piernas tan bonitas" "GRacias" "Ana era la más tímida de nosotras" "Sí. Y la más bonita" " Desde luego¿Sabes algo de ella?" "No la he podido localizar, ni a nadie de su familia. Sé que poco después de volver de Ibiza tuvo de novio a un tipo raro, pero nada más. Pasa un día y otro , como nosotras" "Me habría gustado verla" "Vamos el taxi nos espera. A la plaza de Cavite daremos un paseo por el puerto y hacemos tiempo para cenar".

"Qué cambiada está la ciudad" "Ha mejorado mucho y verás lo bien que vamos a cenar" "Hum. Me he vuelto muy tragona. Espera no vayas por ahí que viene alguien dando tumbos con muy mala pinta" "No temas que esto no es Estados Unidos" "Quizás me he vuelto como los americanos" "Señoras me dan un euro para un bocadillo. Duermo en la calle y no me he llevado nada a la boca en todo el día" "No llevamos nada mujer" "Tome cinco euros y tómese algo" "Gracias señora" "Para qué le das nada. Te ha pedido para drogarse. ¿Crees que comprará un bocadillo?" "¿Qué más da? Además. Espera. ¿TE has fijado?" "¿En qué?" "Esa mujer lleva las mismas sandalias que tú" "No" "Sí, son las mismas,  con algunas cintas rotas, sucias pero son las mismas. Esas sandalias eran únicas en España" "Las habrá conseguido en cáritas de segunda de tercera o quien sabe de qué mano" "Son las mismas. Ven conmigo. ¡Señora! ¡Señora!" "Déjadme en paz. Me lo habéis dado. Dejadme en paz" "No no es el dinero" "¿Puede decirnos de donde ha sacado esas sandalias?" "Son mías. Siempre han sido mías. ¡Tambien me las quieren quitar!" "Ana... tú eres Ana. ¿Qué te ha pasado?. Somos tus amigas. ¿Te acuerdas de nosotras?. Lo bien que lo pasamos la última vez en Ibiza" "Ven con nosotras. Te ayudaremos" "Sí, me llamo Ana. sólo necesito cincuenta euros. Debo algo de dinero, con cincuenta euros me harías un gran favor, fuimos amigas" "Ven con nosotras" "Dejadme veinte . Tengo que irme" "Toma es lo que tengo encima" "Vale. Está bien . Dame. Tengo prisa. Otro día" "Ana..." "Ana..."




lunes, 29 de mayo de 2017

El acuario

"El pez grande se come al chico. Eso siempre es así" "No siempre" "Siempre he criado peces y siempre ha sido así" "Yo tambien lo creía" "¿Y qué te ha hecho cambiar de idea?" "Hace un mes. Fui a la orilla la orilla del Mar Menor, en las Salinas antes de llegar a los Urrutias. Pongo un salabre fino , lo echo varias veces y vierto el contenido en una garrafa. Así obtengo camarones, pequeños peces que empleo para dar de comer a los peces de mi acuario marino" "Eso lo hacemos todos. Y los peces grandes se comen esos peces chicos" "Sí. Eso pasaba y quizás debería pasar, pero hace un mes eché el agua con el alimento como siempre al acuario, mis peces se pusieron locos agitando la cola con los camarones, pequeños gusanos hasta que se saciaron, hasta ahí todo normal. Pero el día siguente, en el fondo arenoso, vi unos pequeños montículos con un poro en su parte lateral. De los montículos salían pequeñas burbujas." "Cogiste alguna almeja y te aguantará unos días en el fondo" "No era una almeja. No soy un novato. No me interrumpas. Dos días después cuando eché la comida, mis peces sólo comían en el lado opuesto al de los montículos, que además parecían algo mayores y se fusionaban entre sí" "Los peces se acercan al calor que desprenden las burbujas de aire" "El aire estaba en el lado de los montículos. El caso es que casi dos semanas después empecé a ver que muchos de mis peces tenían heridas. Lon montículos se habían hecho más complejos, se intuía una red entre ellos y en el centro algunas ramitas y hojas de algas" "Deliras" "Hace una semana, uno de mis peces apareció en el centro de lo que parecía una fortaleza" "Murió" "Por la mañana no quedaba más que la raspa" "Lo devoraron los otros" "No se acercaron en ningun momento. Los huesos estaban mondos. sólo quedaba parte de las entrañas y de la cabeza, yo tambien creía que eran los peces, a lo largo del día observé y no encontré ningún movimiento, por eso por la noche instalé una camara y la conecté a mi ordenador. Y no vais a creer lo que apareció" "Nos lo estamos imaginando" "De los agujeros salieron centenares de peces, con el tamaño de un gusarapo. Tensaban una ramita de las algas y la lanzaron sobre los peces que se arremolinaban aterrados. Uno de los peces quedó malherido en el fondo del acuario. y los pequeños seres se avalanzaron sobre él, tendieron otras algas sobre otro de los peces y lo obligaron a arrastrar al moribundo a su poblado" "Ja ja ja" "Sabía que os íbais a reír" "Una civilización en tu acuario" "NO sé si tanto. Anoche me oculté . Esperé a que comenzaran su actividad, me acerqué y de nuevo los vi. Diría que tenía un torso humano diminuto, pero me descubrieron. Se pusieron en formación mirándome y huyeron a sus refugios" "¡Amigo has bebido demasiado! Toma tu gorro. Toma tu abrigo y vete a casa. toma un café fuerte y a dormir" "Si yo tuviera una civilización así en mi casa echaría lejía al agua para desinfectarla ja ja ja" "Tira para tu casa" "No me empujeis ya me voy"

De camino a casa pensó que sí. Lejía al acuario. Limpieza desinfección y pondría peces nuevos, o adoptaría un gato. Compró la lejía y dos estropajos para retirar las algas del cristal. Una botella de leche para el desayuno. Sacó la llave de la puerta. Giró. Entró. Encendió la luz de la cocia. Buscó sus zapatillas que no había dejado donde siempre. Descalzo avanzó al salón. Casi no apreció un pequeño charco de agua salada junto al interruptor, tampoco que el cable estaba pelado hasta que pulsó el pie con el interruptor, la corriente atravesó su cuerpo detuvo sucorazón y la luz de la lámpara se fundió. Con la mirada fija, su última visión fue un reguero de humedad desde el acuario y centenares de ojos fosforescentes pegados al cristal . sus peces supervivientes estaban agrupados en la esquina contraria.

domingo, 28 de mayo de 2017

El bebé

"Sí señor juez. Esa señora pérfida robó al hijo de esta familia. Les hicieron creer que su hijo había nacido muerto. Y este señor que se hace llamar médico fue el cómplice, si no el inductor. Una madre sola en lugar de una familia como Dios manda. La prueba genética no admite dudas. Este niño tan hermoso es el hijo de estos padres ejemplares" "Doctor ¿tiene usted algo que decir?" "Les contaré la verdad, pero ya les anticipo que no la van a creer"

*****
 "Señor, señora. Lo que tengo que decirles es muy dificil para mí. Nunca antes me había ocurrido y no he encontrado algo similar" "¡¡Doctor!!" "Todo iba bien en la revisiones. todo. He visto las ecografías mil veces, todo" "Iba" Sí iba. Su ...hijo... ha nacido sin cabeza y si extremidades, ni siquiera un esbozo, Incompatible con la vida. Lo siento" "Todo iba bien" "Lo siento. Es como si se hubieran disuelto antes de nacer" "Dios. ¿Puedo verlo?" "Por supuesto pero no es agradable. Mire" "Aparte eso de mi vista" "Ni siquiera ha llegado a respirar"

Por la tarde la limpiadora, una señora de casi sesenta años, muy gruesa. cogió el cubo de los restos quirúrgicos que se llevaban a la incineradora. Era muy pesado. En el silencio de la sala sintió un frémito, o quizáss fue simplemente un pálpito. Abrió el contenedor que ya estaba sellado. REmovió los restos y encontró un torso pequeñito. En su interior un corazón palpitaba. Lo cogió , le limpió las natas y las heces que nadie se había preocupado de quitarle después del parto y lo escondió debajo de su bata entre sus dos enormes senos. Al término de su jornada, cuando llegó a casa. lo sacó y el torso empezó a gemir. Volvió a introducirlo entre sus senos y calló. Notó un cosquilleo. Cenó como debe hacerlo una madre primeriza. Se acostó, se puso una pelota a la espalda para no aplastar a la criatura que de una forma tan tardía y accidentada le había traído la naturaleza. Por la mañana la desperó la sensación de un cosquilleo en uno de sus senos. Abrió el escote del camisón y vio que en el torso se insinuaban dos brazos, dos piernas  y una cabeza no mayores que la cabeza de un alfiler. Llamó al trabajo y dijo que estaba mala. Cogió la baja por una gripe que no sufría, y aprovechó los días para ver crecer a la criatura. Al séptimo día era ya un bebé muy hermoso, con su cabeza sus deditos y sus genitales de varón muy bien proporcionados. Fue entonces cuando pensó que debía inscribirlo. Era muy gorda. vivía en soledad. Diría que había parido pero que lo había mantenido oculto.

"Mujer eso no pude ser. Usted no tiene reglas desde hace ocho años. soy su ginecólogo, y además la acabo de reconocer y no hay señar alguna de un útero grávido. ¿De donde ha sacado al niño?" "..." "Dígamelo o tendré que informar a la autoridad y será peor para usted" "Lo cogí del cubo de los residuos. Nadie lo quería. Ni siquiera estaba completo" "¿cómo?" "Sólo era un cuerpecito sin cabeza, sin brazos y sin pies, en mi regazo se recompuso" "Eso es una locura" "No se fijó en las marcas que tenía al nacer. Cuatro antojitos en forma de media luna en  los dos hombros y en las dos nalgas" " A ver. Es cierto" "Pero son sus padres. Tiene que dejarlo en el nido. Mañana les avisaré"

Por la mañana la enfermeda avisó al doctor. El bebé de la noche anterior había sido sustituido por un torso inerte con cuatro antojos en forma de media luna en hombros y nalgas. El médico llamó a la mujer que estaba librando. La metió a su consulta. Cogió al niño y se lo entregó. Ella se colocó el torso en su regazo, lo acarició y el tórax empezó a latir, y delante de los ojos del doctor aparecieron la cabeza, las manos gorditas los pies y los genitales. No salía de su asonbro. Mantuvo a la criatura otra noche en el nido. Por la mañana instó a una enfermera a que lo acunase, sin resultado , inerte. Llamó a la limpiadora. Y el niño, de nuevo se recompuso. Un niño muy hermoso. Era evidente que el niño no deseaba o no podía vivir de otra manera. emitió la documentación del nacimiento, y la limpiadora lo inscribió como hijo suyo. el médico grabó con su cámara el desarroyo apresurado del bebé con el calor de su nueva madre.

****

"Y esa grabación es la que he entregado señor juez" "Patrañas señor juez. Cine fantástico de serie B para enmascarar un delito" "Ya he dicho que no me iban a creer pero no tengo otra verdad, desde hace dieciocho años mantenía el secreto".



sábado, 27 de mayo de 2017

El banquete.

"¿A qué mesa vamos?" "La catorce. Con tus compañeros" "Qué bien. Estará el faro de occidente" "Ese quien es" "Lo adivinarás. Es como un juego. Un juego muy fácil" "Ya me dirás" " No tendré que decirte nada, se delatará él mismo. Y si toma dos copas, más fácil todavía" "Me estás intrigando" "Te daré una pista" "Junto a él habrá otro tipo que le reirá las gracias, compartirán gustos musicales, aficiones y lujos y se halagarán mutuamente: su mamporrero" "¿Qué es un mamporrero?" "Un trabajo decente de campo" "Dime qué es" "El que ayuda a los caballos a montar a las yeguas, los caballos no tienen mucha precisión, y hay fluidos muy cotizados" "Me hago una idea" "Pasa" "Me estás condicionando, ahora si me hablan no sé que decirles" "Actúa con naturalidad. Lo harás bien" "Pero no me das ninguna recomendación" "Depende" "Eres muy vago. ¿De qué depende?" "De si quieres caerles muy bien o simplemente ser educada" "Me gusta caerle bien a la gente" "Entonces simplemente tienes que reírle todo y subrayarlo con frases del tipo : cuanto sabe usted, y si dejas caer un poco la e mejor; o cuanta razón tiene, ..." "No sé por quien me tomas , pero ese no es mi estilo" "No te enfades. Me has dicho que te gustaba caer bien a la gente. Con esta gente es sencillo" "No te burles" "Entonces actúa con naturalidad. Te lo he dicho" "Es cierto".

"Hola" "Hola" "Habéis venido hace mucho" " Acabamos de llegar" "Hemos venido en el nuevo coche de Miguel" "No sabía que habías cambiado de coche" "Un amigo del concesionario me llamó y me dije es momento de cambiar y aquí estamos" "Un cochazo. Un señor coche. elegante. Nada rumoroso. Un señor coche. Lo mejor del mercado" "Pues sí. De lo mejor. Y con todos los extras que a mi Cuqui le llaman la atención" "A mi me dan igual. El caprichoso de los coches eres tu" "¿Has visto el broche que lleva Cuqui?" "Lo compré en Milan me costó una millonada" "Elegantísmo" "Como para no verlo" "Vamos a sentarnos que enseguida vienen los novios"

"Señores ¿Blanco o tinto?" " ¿Qué tinto?" "Vega Sicilia Único" "Entonces tinto. Un paciente me regaló seis botellas. Es un vino delicioso.Afrutado con tientes cereza y un buquet almidonado" "Exacto lo has descrito de una forma espectacular" "Gracias. La cultura del vino" "¿Tú que dices?" "¿De qué?" "Del vino" "No lo he probado" "Por Dios un Vega Sicilia Único" "Supongo que será un buen vino" "Ja jaja . Qué huertanico eres. Es quizás el mejor vino" "Bien. Cariño, voy un momento al baño." "No me dejes sola con esta gente.No estoy cómoda"

En el baño reservó un poco de orina en  un frasquito. Al salir vio la mesa donde el camarero recogía los servicios de la mesa catorce. La botella de tinto estaba descorchada. En un descuido la rellenó con un poco del frasco, la movió arriba y abajo y regresó a la mesa. Se sentó. "cariño no tomes tinto" "¿Qué?" "Que no tomes tinto"

"¿Tinto señores? Lo probará el señor" "Claro, pruebalo tú" "Por favor. Hum huele a bosque. Sabe a frutos rojos, cereza un suave toque de limón y canela. Extraordinario. No me puedo resisitir. un poquito de queso. Relleneme la copa por favor" "Delicioso. Exactamente como lo has definido. Un poco de queso. Relleneme la copa a mi tambien. Delicioso" "Perdón yo tambien tomaré vino tinto. Gracias. Disculpe. Este vino no está bueno. No huele bien. No está en condiciones" "Señor estos señores lo han probado" "si tiene alguna duda llame al sumiller" "Qué cosas dices, si el vino está bueno" "Extraordinario. Tú que estás poco acostumbrado" "señores soy el sumiller. Me permiten. Puf. Este vino no está bien. Retira inmediatamente la botella.Se la repongo enseguida" "Si ya decía yo que le faltaba algo" "Sí lo estabas diciendo tú. ¿Esa es tu pluma nueva?" "Sí me la ha regalado un paciente" "Qué maravilla. Es el último modelo" "Qué te parece a tí" "Un bolígrafo de metal" "tú no entiendes" "Laverdad. no. Ni de vinos"

miércoles, 24 de mayo de 2017

La bodega

Hemos salido de Trípoli de madrugada. Casi un mes vagando por las afueras de la ciudad. Retrasos y mentiras. Hasta esta noche. Una llamada. La señal. Al puerto. Una puerta dejada abierta por descuido en la terminal de contenedores. Una luz amarilla parpadea en la popa de un pesquero. De la oscuridad en grupos de dos o tres aparecen treinta personas. La luz de un coche de la policía portuaria se aleja. Un hombre encapuchado nos hace el gesto de apresurarnos. Subimos. Miro los rostros. No hay compañeros de viaje. Nadie mira a nadie. Las miradas directas están prohibidas a los apátridas. Hace frío aunque llevo mi última ropa limpia. La rampa apenas tiene unos listones que nos impiden resbalar. En el interior del barco hay que saltar. A empujones marcan el camino entre cabos y montones de redes. Una puerta estrecha que hay que pasar de lado. Una escalera gastada con dos peldaños rotos. Y la bodega. Huele a pez. A salitre y a mar. Al principio. La puerta se cierra. Todo queda a oscuras y huele a sudor. Huele a miedo. Ya no queda ni un rastro de la esperanza que provocó la huida. Afortunados de estar embarcados destino a Italia. Al llegar un futuro, En FRancia, en Alemania, en España o Inglaterra. Un futuro. LLegar y pisar una nueva tierra de paz. Ya sé que no será un recibimiento con los brazos abiertos. Pero al menos será un principio.

Un tirón brusco. El barco zarpa. El espacioo no alcanza para ir acostados. Espalda con espalda descansamos. Al menos quince horas. Cerca de Sicilia se espera mala mar. Ahora navegamos sobre aceite. Una mujer pide hacer sus necesidades. Sube la escalera a trompicones, sacudida por un mar que empieza a encresparse. La puerta se abre, un marinero le grita que se arregle en un pequeño rincón separado por un panel del resto de la bodega. Llora pero obedece. Después tres, tal vez cuatro personas van al mismo rincón. El hedor de personas hacinadas dificilmente puede empeorar. Las sacudidas son cada vez mayores. En algunos el barco cruje como si fuera a ser aplastado por las aguas. En el suelo charcos de un líquido oleoso se mueven de un lado a otro. Las gotas que salpican los tobillos o los dedos descalzos escuecen. El barco se escora. Unos ruedan. Otros permanecemos agarrados con dificultad a algunos asideros improvisados. Un hombre sangra. Está consciente. Apenas alcanza a tapar la brecha de su ceja. Miro el reloj. Cada minuto me sitúa más cerca de Italia, o al menos de Lampedusa. Suelo firme. Agua dulce. Tengo sed. He dejado mi botella en la mochila. Y mi mochila en el montón de mochilas que ahora ruedan por la bodega. El barco vuelve a su posición. El viento, el oleaje amaina. Un espejismo. Aulla. las tablas se tensan. El barco se mueve como un sonajero. Asciende. Se pone vertical. Caemos hacia la popa. Son varios los que sangran. Se mantiene en vilo un instantes.....

Ha volcado. El casco está ahora en nuestra cabeza. Por los resquicios de la puerta que nos dejó entrar se cuela agua a presión. El barco ha zozobrado. Nos vamos a pique. No vamos a llegar a ninguna costa. Quietud. Nos miramos unos a otros. Esperamos la ayuda de la tripulación. Si están a salvo no se van a ocupar de nosotros. Somos carne para peces. Abono de un inmenso acuario. Esto termina ya. Me siento. Algunos gritan. Otros intentan abrir la puerta y se quedan con el pomo en las manos. No me voy a mover. Recordaré a mi familia. Imaginaré mi pueblo. De niño fui feliz. Este agua esta más fría. como la de la alberca de mi casa.Gritan. No puedo gritar. Me gustaría abrazar a mi madre. TEngo frío. Mucho frío. No puedo respirar.....

lunes, 22 de mayo de 2017

EL CLARINETE

"Estos son los que van a actuar en el certamen y los reservas. ¿Luisito?" "Perdón, no he oído el final. ¿Voy de reserva?" "No Luisito. Tienes que ensayar más. Has mejorado mucho, pero necesitas más práctica. El nivel será muy alto"

Siempre igual. Fuera. Horas y horas de estudio para el mismo resultado: ensayos sí actuaciones no. Así no voy a progresar nunca. Si tuviera uno de esos clarinetes relucientes quizás sería de otro modo. Pero éste es muy viejo. Un clarinete viejo que nunca fue muy bueno. Yo tampoco soy un virtuoso. Soy realista, pero mi banda tampoco es la filarmónica de Viena. Tocar alguna vez. Alguna. No pido un solista. Sólo una actuación. La respuesta a mi esfuerzo siempre igual. Estudia. Estudia. Me gusta tocar. Se me pasan las horas sin contar tocando, pero si alguien me escuchara, eso sería ver el resultado del mi afán. Pero este cacharro es muy malo y yo soy muy torpe. Tengo que conseguir un nuevo clarinete. Uno que suene bien. Que me motive a seguir estudiando. A progresar. Dar un salto.

Cuando llegó a casa consultó catálogos. Los instrumentos de marcas más codiciadas se escapaban de su presupuesto, por mucho. Ni siquiera podría adquirir nuevo el que su padre le compró cuando entró en la banda. Segunda mano. Mucha gente se deshace de sus antiguos instrumentos, bandas que progresan, personas que heredan instrumentos de sus padres pero no el amor por la música. Ël amaba la música. Su vida se construía de notas a pesar de no ser un virtuoso. El tiempo sin tocar era una anécdota, un apéndice de una existencia musical a pesar de ser mediocre. Un instrumento usado. Había una gran oferta. Morralla. Instrumentos estropeados. Pero algunos eran buenos y seguían siendo caros. En el buscador encontró un blog. En él se ofrecía un único clarinete. Una belleza. La mejor calidad. En el blog escuchó el sonido de grabaciones con él como solista. Mozart. Suspiró. Esa era su música. El artículo era antiguo. 7  años antes, y después silencio. La cantidad ridícula. Asequible. El riesgo alto. El dinero debía enviarse a un apartado de correos y el instrumento se recibiría por vuelta de correo. Envió hasta él último céntimo de sus ahorros y una pequeña cantidad que le adelantó su abuela. Esperó.

Tres días y recibió un paquete. Lo abrió. Deslió el papel de periódico. La caja de cerezo. El clip del lateral. Su clarinete, con sus accesorios originales. Lo acarició. Pasó los pulpejos de los dedos por sus orificios y sus llaves. Lloró. Por fin. En la parte superior de la caja encajado entre dos listones había un sobre como media cuartilla. El papel amarilleaba. Años oculto en el terciopelo del cajón. lo abrió.

"Te he encontrado. Este clarinete te ha encontrado por mi. Estoy muerto. Soy DS Elliot. Mi vida fue la música. La música fue mi vida. Perdí la salud, dejé de poder tocar y la vida dejó de interesarme. Terminé antes que acabara conmigo. Sin música ya no había vida. Poco antes dejé preparado el blog. Deseé que un músico como yo lo encontrara. Con mi instrumento, yo volvería a vivir con la única vida que me interesaba, la música. Cuando toques la boquilla, nuestro contrato se habrá sellado. Tu música será mi música a cambio tú poseerás mi clarinete mientra vivas" DS Elliot

¡DSElliot! Su clarinete tendría un valor incalculable y ahora él lo poseía. Cogió la boquilla.

"Luisito. ¿Eres tú? . No te detengas. Continúa. Luisito es maravilloso. Cómo has progresado"

Lo seleccionaron para el siguiente certamen y le dieron papeles solista. Le ofrecieron una beca prestigiosa en Berlín. Su afición se estaba convirtiendo en una carrera. Su profesor le enseñó un artículo de una revista cultural prestigiosa. Luis que ya no era Luisito sonaba como el sucesor de DS Elliot, el gran maestro desaparecido del clarinete. El artículo le abrió los ojos. Tenía éxito, todo el éxito que se podía tener, pero no tenía música. NO sentía la música. En cuanto tocaba aquel instrumento maravilloso él desaparecía. Era DS Elliot.

Visitó a sus padres. En un estante de su antigua habitación estaba su antiguo clarinete. Lo tomó. Sintió de nuevo la música. Dejó la joya en el estante y nunca más lo volvió a tocar. Su profesor no se explicaba la caída de su rendimiento. Lo atribuyó al miedo escénico. En la misma revista que se le ensalzaaba se lamentaba de lo que esperaba un eclipse de una carrera tan prometedora.

Siguió disfrutando y sintiendo cada nota.

domingo, 21 de mayo de 2017

LA CAFETERA

"Hola abuela.Dame un besito" "Qué alegría que hayas venido a verme" "He terminado los examenes y antes de las vacaciones me he acercado a tomar un cafetito contigo. Nos vemos poco. Un día por otro y creo que hace más de dos meses" "Tenéis que hacer vuestra vida. Voy a hacer el café" "Estate ahí. Lo hago yo. La cafetera italiana esa de dos tazas la he visto al entrar en el poyete de la cocina. Dime donde está el café y yo lo hago" "No te voy a decir que no porque tengo las rodillas muy malas. Con el cambio de tiempo he pasado mala noche. Si no te importa , claro" "Cómo me va  a importar. Soy  yo quien se ha ofrecido" "El café está en uno de los armarios sobre el lavaplatos" "Voy"

Qué montón de cacharros y de frascos. Y encima con tan poca luz. Una bombilla incandescente de veinte vatios. Este es. La cafetera. Aquí. Está dura.La enjuagaré. El último cafe se quedó aquí. El cacillo. Una cucharada, dos, tres, al ras para que salga fuertecito. Ese café es raro. Muy molido. Espero que no esté estropeado. En cualquier caso la máquina lo destila. todo lo que pude pasar es que sepa mal. El hornillo. No se enciende. Ah, la espita de gas. Un fósforo y ..ahora. La rejilla y a esperar. Voy con mi abuela.

"Me encanta esta butaca" "Era de tu abuelo" "Te he puesto triste" "No. No te preocupes...Creo que está saliendo el café. Ve , si no se pondrá todo perdido que la goma está un poco gastada"


"¿Qué es esto? Todo el humo que sale de la cafetera. ¡Va a estallar!.¿Qué? El humo se arremolina. Es..Es un genio. ¡Ha salido un genio de la cafetera!" "No soy un genio. soy tu abuelo" "Eres mi abuelo. Pero.. Tú estás muerto. ¿cómo has salido de ahí?" "Por ti , siempre fuiste más zoquete que tu hermano. Te has confundido. En vez del bote del café has cogido la urna de mis cenizas" " ¿Pero en la cocina?" "La abuela nunca fue muy ordenada" "Abuelo. Has aparecido como un genio. ¡Me concederás tres deseos!" "No" "Abuuuueloooo.." "Te pondré tres tareas" "Vaaale" "Primera. No grites que eres muy escandalosa y la abuela se va a enterar" "Sch.. Hecho" "Segunda. Cuando te vayas llévate las cenizas que has dejado y las echas entre los rosales. Nunca quise que me quemaran. Compartir un espacio tan pequeño con los restos de mi propio ataúd no me apetece. Quiero aire y luz" "¿Y dejo la urna vacía?" "La rellenas de café. Así si vuelves otra vez ya lo tienes a mano" "No te burles. Vale. Y la última" "Llévale el café o lo que sea a tu abuela con esas galletas de jenjibre que son sus favoritas" "Abuelo qué asco" "Las galletas de jenjibre están muy buenas" "No. Darle a la abuela esa tisana de ti mismo" "No me malinterpretes, pero de algún  modo quiero sentirme muy junto a ella. Por favor. No le pasará nada" "Vale" "Dame un beso" "Uy eres como un holograma" "Adios. El café de la abuela se enfría.Vamos. No te olvides luego mis cenizas"

"Nena ¿tú no quieres café?" "No abuela. Estoy un poco nerviosa""Y unas pastas" "Unas pastas sí" "Qué bueno te ha salido. Este café me trae tantos recuerdos" "Me alegro" "Uy qué sensación jijiji" "Abuela. Te pasa algo" "Jijiji" "Abuela ¿dime que te pasa?" "Por un instante me han venido recuerdos muy íntimos.jijiji" "¿Del abuelo?" "¿Cómo los sabes?" "Intuición. me marcho que tengo que hacer algunos recados" "Ven pronto. Te dejaré hacer el café" "Abu hay cafés que sólo salen una vez en la vida"

Al  salir esparció las cenizas entre los rosales.

viernes, 19 de mayo de 2017

El columpio.

"No lo puedo soportar. Cada noche igual. Ese chirrido" "Relájate. Aun nos estamos adaptando a la casa. Si te relajas casi no lo oirás. Duérmete cariño" "No puedo. No puedo. Se me clava el chirrido del maldito columpio" "La cancela del jardín está abierta. Mañana entras y lo lubricas" "Le eché aceite ayer, y anteayer, pero por la noche siempre es igual. El columpio se balancea, y a cada oscilación el chirrido me revuelve las tripas. No sé cuanto más voy a aguantar" "Acabamos de mudarnos" "Voy a salir. Si no puedo arreglarlo lo destrozaré" "No seas bruto que no es nuestra casa" "Está vacía. la hierba tiene casi un metro. Me visto" "Son las tres de la madrugada. ¿Donde vas?" "Tengo que solucionarlo" "Espera" "No".

Luna llena en una urbanización de las afueras. Silencio. La portezuela del jardín de la casa se desprende de sus bisagras cuando intenta abrirla. Los matorrales que llenan lo que fue un parterre frenan la caída. En el centro el columpio oscila. Oscila. Chirría. No hay viento. Calma. El columpio oscila. Sin brisa. Las hojas de los arboles más altos están quietas. El columpio se mueve. las ramas chascan bajo sus pies. Las espinas le arañan las pantorrillas. Las barras de metal que sujetan el columpio al suelo están oxidadas. fue azul o violeta. Ahora es casi blando o marrón, con el hierro desconchado. Se mueve delante y detrás. Se pone delante, sujeta el resplado con las dos manos. El columpio se resiste. Nota en su dedos los impulsos que tratan de perpetuar su movimiento. Cada vez más débiles. Débiles. Se detiene. De nuevo un impulso que a punto está de escapar de sus dedos. Lo sujeta. Lo detiene. Lo fija. Ha traído una cuerda. Ata el respaldo a una piedra del suelo. Suelta la mano. La cuerda se tensa. Vibra. A intevalos regulares. Por fin . Podrá descansar. El ruido ha terminado. Esta noche no se preguntará porqués. Sólo quiere dormir. Antes que amanezca. Sale del parterre. La cuerda vibra con cada tirón. Cruza la calle. Hace frío. Introduce la llave en la puerta. Arriba se enciende la luz de su dormitorio. Ella le espera. Abre la puerta con cuidado. Escucha la cuerda tensarse. Los dos cabos desgarrados restallan en el aire. Con el vaivén del columpio comienza el chirrido. No puede ser. Se vuelve. Mira la casa. el columpio. Va y viene. En la casa. en la puerta principal una cortina se abre. Alguien espía sus movimientos. Es una broma. La broma pesada de un  mal vecino. Cierra la puerta. Se da la vuelta. Cruza de nuevo la calle. Resopla. A su espalda escucha a su mujer bajar la escalera. Atraviesa la puerta derribada. Su objetivo no es ahora el columpio, sino la mano que lo mueve, la misma mano que ha movido la cortina. El camino hacia la puerta no existe. Se llena de rozaduras de rosales. Se trastabilla en las enredaderas. Sube los tres escalones de ladrillo. Uno se desmenuza con la pisada. Coge la barandilla y deja su huella en el polvo del pasamanos. Los cristales de la ventana dejan ver los visillos que ha visto moverse. Su mujer le chista desde su portal.  La casa parece estar vacía. Un animal, un gato. Se acerca al cristal. Se estremece. Respira . Su aliento empaña el cristal. Con el vaho aparce delante de su rostro la imagen de una mano. Se separa.No es un animal. Tendría que ser un simio o un primate para dejar una huella así. Mira el interior. Es el de una casa deshabitada. Muebles desvencijados, humedades, telarañas. Nadie. Se vuelve. El columpio se sigue meciendo. Baja los tres escalones. Tropieza en el ladrillo deshecho, se lía en las enredaderas y cae. Queda boca arriba cara a la ventana en la que el visillo de nuevo se ha apartado. Tiene frío. Pero ahora es frío por dentro. No le apetece acabar con el chirrido sino huir. Corre . Tropieza aun dos veces antes de salir del jardín. Cruza la calle. No mete la llave porque su mujer le abre. Le echa el albornoz por encima. Tirita. suben al dormitorio. Suda.. Esta´empapado. Afuera el chirrido , en la casa de la ventana que le observa. Respira despacio. Su mujer le abraza preocupada. Respira despacio. Se duerme.

Un patio amplio con cesped  cuidado. Una casa con acabados de madera. Una puerta con cristales cegados por dos visillos. Un columpio. Dos muchachos . El chico le empuja para balancearla. Ella se ríe y él ríe con ella. Él bromea y le dice que le empujará más fuerte. Que la hará dar la vuelta por el eje superior. Ella le dice que lo deje que tiene miedo. El amaga un empujón al respaldo. Ella aterrada se apoya en los brazos y se baja con el columpio en marcha. Las manos se resbalan y su nuca golpea contra el asiento de metal. Se escucha un chasquido. Una convulsión, Un cuerpo joven que cae a plomo sin una sóla respiración más. El chico se acerca. No se mueve. No respira. El cuerpo está vacío. Se echa las manos a la cabeza. Se levanta. Los ojos inyectados. Abre la puerta. Entra en la casa. Coge su cinturón. Lo ata a la lámpara de la escalera. Se lo rodea al cuello y salta.

"¿Qué te pasa cariño?" "Ah Ah Ah. Se ha tirado " "¿Quien se ha tirado?" "El muchacho" "¿Qué muchacho? Adonde vas. Estás loco. No me asustes"

Baja en pijama. Corre con las pantuflas. Abre la puerta de su casa. Cruza la calle. Pisa la puerta derribada. Sube los escalones cuidando de no tropezar. Se acerca a la puerta. Coge una piedra. Rompe uno de los cristales. A su espalda el columpio chirría. Gira el pomo interior. Abre la puerta. Siente una presencia pasar a su lado. Ve las hierbas moverse con una brisa que no siente.  El columpio se detiene. Silencio. Silencio. El horizonte se aclara. Vuelve a casa. Se acuesta. Respira aliviado. "Cariño. El chirrido ha desaparecido" "Sí"

miércoles, 17 de mayo de 2017

Avispero

"Lola vive aquí" "Está todo sucísimo, el jardín tan descuidado y los cristales parecen de madera" "El embarazo le sentó fatal. Una depresión postparto o algo así. Hace casi dos años que dejó el trabajo" "¿Pidió excedencia?" "Desapareció. De un día para otro desapareció" "Cuantan cosas muy raras de ella" "La gente es maledicente" "No sé. Dicen que en sus últimos meses fue, era un poco... ¿Cómo te diría?" " Un poco puta lo puedes decir, si lo sabe todo el mundo. Se tiraba a todo el que se vistiese por los pies" "No quería decirlo porque si fuese un tío le reirían la gracia" "Eso sí. Pero es nuestra amiga. Quizás podamos hacer algo, aunque no sea más que acomapñarla. Llama de una vez" "Empuja. la puerta está abierta" "¿Qué es esto?" "Mesas, lámparas, sillas , cuadros todo de papel gris de tacto áspero" "Huele fatal" "Pasa. Dentro se oye algo".

"Pasad. no os quedéis ahí. Me alegra tanto vuestra visita. Estoy siempre tan ocupada" "¿Lola?" "¡Lola!" "Sí soy yo dadme un abrazo" "Lola. ¿Qué te ha pasado? Estás enorme ¿cómo has engordado tanto? Debes pesar doscientos kilos" " O más" "No me peso nunca. Tengo tan poco tiempo. Mis niños me tienen tan ocupada" "¡Qué hedor!" "¿No te duchas nunca?" "La verdad. La verdad... lo dejo de un día para otro...Mis niños me tienen tan ocupada" "No puedes parar de hacer esas cosas de papel" "Es muy divertido. Mira qué bonitas quedan en las paredes" "Hexágonos de papel por todos lados. Son horribles Lola" "Lola deja de hacer eso"." Es muy divertido" "A mis niños les gusta. ¿A qué os gusta niños?" "Zi mamá" "Uno dos tres cuatro cinco seis siete y ocho de la misma edad" "¿Ocho niños Lola?" "Pero no pueden ser todos tuyos. Un chinito, tres negros, cuatro blancos y dos gitanos. No pueden ser tus hijos" "Ji. ji . sí lo son. Eso pensaron los doctores pero sí lo son. Mïos y de sus padres  ji ji" "No puede ser" "La merienda pequeñines. toma toma toma." "Lola . ¿Les das trozos de carne cruda a los niños? Tú no estás bien. Todos estos hexágonos, tu aspecto, tu higiene, tu peso. Vamos a llamar a alguien que te ayude. ¿De donde has sacado a estos niños?" "Los he parido yo" "Ocho de la misma edad de distintas razas . Es imposible" " Mi trabajo me costó en un solo parto" "¿Distintos padres y un sólo partos?" "Sí" "TEdemos maz mami" "Sois unos glotoncillos. Tendréis que esperar a la cena" "Bua.Bua" "A vuestra celda, que mami tiene que trabajar. Quedan muchas celdillas por hacer" "¿Queréis ayudarme amigas" "No" "Ya nos vamos. Enviaremos ayuda" "Ayuda ¿para qué?. No  necesito nada. Tengo reservas para semanas y comida hasta que mis niños salgan a buscarla" "Lola. Por favor" "No llores" "Ah. El niño me ha mordido en el pie" "Niños no mordáis a los invitados. Se ponen muy nerviosos cuando viene gente" "Estoy sangrando" "No es nada" "Pero estoy sangrando" "Vamonos" "Sí vamonos" "Enviaremos a alguien" "Adios guapas. No estéis tan delgadas así nunca seréis fértiles"

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"Me han dicho que estuvisteis en casa de Lola" "Sí. Aun me conmueve recordar. Es todo tan extraño" "Cambió un día que salió al campo. Dicen que en el transcurso de un juego se escondió en una piscina abandonada. Un trozo de pared cayó y quedó al descubierto un nido de avispas. Ella lo golpeó y lo aplastó. Las avispas la atacaron. Ingresó grave en el hospital, pero a los pocos días, cuando salíó, algo había cambiado, los hombres la encontraban increiblemente hermosa y además, ella que antes había sido tan recatada, se entregaba con una facilidad que hizo el deleite de casi todos los hombres del barrio. Ella que se lamentaba de ser estéril quedó embarazada. Ocho niños. Cuando nacieron, lo habréis visto, eran de varias razas, en varios sacos gestacionales. Sorprendidos, los médicos les hicieron analisis genéticos,  y cada uno de los niños era de un padre distinto" "Qué locura" "Cuando parió, comenzó a comer a todas horas, salvo dos horas que dormía. Fue en aquella época cuando se recluyó en su casa a construir esas extrañas estructuras hexagonales: nunca sale y se rumorea que algún visitante ha entrado a su casa y no no ha salido, pero no se han encontrado restos" "Qué cosas" "Pues sí"

martes, 16 de mayo de 2017

ESPEJO.

 Apoyado en el contenedor azul. Rodeado de basura. Inestable como para oscilar cuando alguien metía una bolsa en cualquiera de los contenedores. Podría haber caído si no lo tuviera entre sus manos. Coger un objeto de la basura no lo habría pensado. Un brillo. Entres las bolsas. Miró atrás. Miró a los lados. Nadie lo vigilaba. Lo cogió. Redondo. Con un borde de hierro . Hojas de laurel. Dorado. Sólo desconchado en una o dos de ellas. El cristal limpio, sin la pátina del polvo de un trastero, límpido  y refulgente. Su brillo atrajo su atención. Lo cogió con menos asco del que coger un objeto del montón de la basura le habría producido. No le gustaban los espejos.Decoración de puticlub. Maquillaje de cuartos pequeños. sin embargo tendría un hueco en su alcoba.

Un dormitorio minimalista. Blanco, Negro. Hormigón. Pocos cuadros. Pocas figuras. Un espejo viejo. Marco de metal oxidado dorado. Le buscó un lugar.La habitación tenía un rincón detrás de un muro de hormigón. Retiró los estantes. Colgó el cuadro. Le pareció más ligero. Se separó y le gustó. Colocó debajo su butaca de lectura y orientó la lámpara de pie. Salió a cenar.

De madrugada, antes de acostarse encendió la luz de lectura y miró el rincón. Sonrió. satisfacción. Abrió las sábanas . Se arropó.

Se despertó. Era de noche. En la habitación se percibía apenas un pequeño zumbido. El zumbido de un equipo eléctrico. Suave.  Un bisbiseo o un ligero quejido. No tenía objetos eléctricos en la habitación salvo las lamparas. NI móvil. Ni televisión. Ni radio . Ni despertador. Abrió los ojos. el zumbido le guió a la esquina de su alcoba. El rincón de donde pendía su espejo parecía ligeramente más claro. Zumbido y brillo. Casi imperceptibles. Retiró el nórdico. Se sentó en  la cama y cuando se calzó.  el zumbido y el brillo desaparecieron. O..nunca existieron. el alcohol, el tinnitus y la resaca. Ruido y brillo.

El día después de fiestas le pesaba. Llegó a casa. Se acostó pronto.

El zumbido. La vibración ligera. Abrió los ojos. En la esquina de su butaca había de nuevo un brillo mate. No había dudas. El zumbido era claro y el brillo más intenso. Palpitaciones. Retiró el edredón. Puso los pies en el suelo y cesó. Respiró y se acostó. La fatiga.

Por la mañana. levantó la persiana que daba al balcón. Con la habitación llena de luz se acercó al rincón. La butaca. La lámpara. el espejo. El espejo, el espejo, estaba distinto. Se fijó. Escudriñó. De lo general al detalle. El óxido casi había desaparecido.

Un nuevo día malo. Regreso. Rutinas. Limpieza. Hambre. Sueño. Antes de dormir leyó, pero no en la butaca. Estaba demasiado cansada para la butaca. Poco tiempo.Despertó de madrugada con el zumbido y la vibración más claros, Se estremeció. Se subió el edredón hasta  los ojos. Se giró y miró el rincón. El brillo más que una fosforescencia parecía el reflejo de una antiguo televisor en blanco y negro. Luces grises que se movían, tomando cuerpo con las partículas del aire. Dudó. Retiró la sábana y se sentó, tan rápido que se sintió desvanecer. Los pies en el suelo tanteando las zapatillas y el zumbido , los brillos se silenciaron. Se dejó caer en la cama. Sudaba. Durmió.

Por la mañana. Abrió la ventana. Subió la persiana. y se acercó al rincón. El dorado del espejo era de una amarillo claro casi blanco como recién bruñido o incluso forjado. Lo tocó buscando mecanismos eléctricos, enchufes, interruptores, pilas. Nada. Le pareció mucho más ligero que cuando lo trajo.

De camino al trabajo, con disimulo, lo abandonó en otro contenedor. No miró atrás. 



domingo, 14 de mayo de 2017

TEATRO

"Deberíamos haber suspendido" "Una vez que en ventanilla se ha vendido una entrada no podemos defraudar" "No tendríamos que haber abierto la taquilla. Una venta anticipada de cero es un desastre. Un cartelito de disculpen las molestias y se habría evitado que se vendiese esa entrada" "Podría haber sido un grupo, ventas de última hora" "Tenemos una entrada vendida. Una" "A tiempo estás si dices que no sales a hacer el monólogo, le decimos que estás enfermo, se le devuelve su dinero y sanseacabó" "Salgo. Está decicido" "Pues vamos preparando, menos mal que es un monólogo y la música de lata, si no me arruino"

Un solo espectador. Una persona delante de otra persona durante un mónologo de una hora dividida en dos actos. Alguien anónimo a quien con las luces del escenario sólo verá cuando caiga el telón y se enciendan las del patio de butacas. Debe concentrarse, actuar pensando en la obra y no en quien le escucha. Declamar. Sentir cada palabra. Crear cada gesto con decisión pero sin exageración. La mente está en blanco. Respira, despacio. Mueve las articulaciones entumecidas. Se vacía de su yo y se llena del espíritu del personaje. Que nadie le hable. No está. Está poseido hasta dentro de una hora y cuarto. Bebe un sorbo de agua. Poca para que las ganas de orinar no le traiciones en medio de la representación.

"Silencio" "Empezamos. Arriba el telón".

Sube el telón. Un telón rococó de un teatro pequeño de butacas rojas con ribetes dorados. Los focos no le permiten distinguir más que el brillo de dos ojos en la fila siete. Se entrega, se exprime, se vacía, llora y gime con las contorsiones vitales del personaje. Sufre con su dolor. Grita con su ira. Goza con su pasión. Fin del primer acto. Cae el telón. Silencio.

"Tu espectador ha tomado una botella de agua y se ha sentado de nuevo" "¡Sabes que no me gusta que me hablen!" "Lo siento. A escena"

Sube el telón. Un bosque. NO hay tanta luz. En momentos en los que finge montar a caballo, mira con la comisura a su espectador. Sigue ahí dos ojos brillantes en un mundo negro. Le gustan los versos que recita. Ha tenido que evitar que le conmuevan. Interpreta, no enjuicia a su personaje. Es un actor y no un lector. En el teatro es el espectador el que enjuicia, al personaje agonista y al actor que lo encarna. Un grito final. El personaje cae herido, muere en escena y el telón cae. Detrás del telón comienza de nuevo a ser el mismo disfrazado de su personaje. Delante del telón se encienden las luces del patio de butacas. Silencio. Ni un ruido. Espera. Nada. Nada. Se ha vaciado para un sólo ser humano y la respuesta es el silencio. Indiferencia. Un nudo en la garganta. Exhausto se siente frustrado. Silencio. Silencio. Silencio. angustia. Ridículo. Debía haber suspendido. No la función debe seguir aunque sólo haya un espectador. Se levanta. Rechaza el albornoz que su asistente le intenta echar por encima. Un ruido al otro lado. El repiqueteo de unos pasos que se alejan pisando el parqué. Aparta una de las alas del telón.

"Señor. Señor" "Es a mí" "No hay otro espectador" "Sí" "¿No le ha gustado la obra?" "Sí. Mucho" "Pero no ha aplaudido" "No. Estaba sólo. Un aplauso de una sólo persona suena ridículo, casi una burla. El aplauso es una llama que prende de unas manos a otras. Una aplauso de una sóla persona no tiene sentido." "Sí. Claro. Perdón que le haya molestado" "No me ha molestado. Espero no haberle molestado yo" "No. Gracias. por haber venido" 

EStá cansado. En su mente recrea aplausos cerrados de un teatro lleno. Tiene una semana. Si no mejora el aforo,  la función se cancelará.

miércoles, 10 de mayo de 2017

ESTACIÓN DE TREN

"Perdone señor" "Señorita ¿en qué puedo ayudarla?" "Ese señor que está sentado en el banco con una maleta de cuadrada de cartón. Le veo cada vez que voy o vuelvo, pero nunca le he vist montarse o bajar de un tren. No tiene pinta pero quizás es alguein peligroso" "Ja ja ja.En absoluto. No es peligroso. Pobre demente" "¿Está loco?" "Loco o algo así. No sé los años que lleva llegando poco antes que amanezca a la estación, toma un cafe con leche por la mañana, un bocadillo a mediodía y otrocafé con leche por la noche , y a medianoche toma su maleta y se va" "¿Quien es?" "No lo sé. No molesta. No se mete con nadie. Está aseado. Una estación es un lugar público. Cualquiera puede estar aquí. Desde luego no temas. No es peligroso" "Gracias. Soy una paranoica. Perdone" " No hay de qué muchacha".

"Buenas noches señor" "...·""¿Puedo sentarme?" "..." "Gracias. Estoy esperando el nocturno a Madrid. Estudio allí" "..." "Habla usted poco. Bueno, me callo. No le molesto más" "No...pasa...nada" "No quiero molestarlo" "No...me ...molestas" "¿Cual es su tren" "No...lo sé" "Está en una estación de provincias ¿Y no sabe cual es su tren?" "No lo sé" "Eso es raro" "Quizás" "Lleva usted años viniendo a una estación y no sabe cual es su tren" "No" "Quizás necesita usted ayuda. Si quiere..." "Cuando venga lo sabré. Lo sabré. Mietras tengo que venir" "Uf. Uf. lleva años viniendo sin saber si llegará. ¿Y como sabrá cual es?""Lo sabré" "¿Y cómo lo sabe?" "Lo sabré. En la vida viene un tren para cada persona. Uno. Hay que estar atento" "Eso es un dicho" "Mi tren vendrá. Vendrá. Y si no estoy pasará, se irá sin mi. Los trenes pasan una vez en la vidad. sólo una. Si no estás, el tren no espera. Sólo una no espera. Nunca. una vez. Mi vez" "Hay miles de trenes" "El mío sólo una vez" "Miles de trenes. Si una se va vendrá otro más moderno y mejor" "No. Un sólo tren. Una vida. Si se va adiós." "Y no sólo trenes. Escuche. Si se v aun tren . Se coge un avión, o un barco o una bicicleta. O mil aviones o diez mil barcos o diez mil bicicletas. No debe limitarse" "Sólo uno. muchacha. Sólo uno lo sé. Quizás no quede mucho" "Años esperando. Años. Coja cualquiera. súbase y experimente, Viaje. Cambie e aires" "Esperaré. Debo esperar" "Usted mismo.Llega mi tren. Quizás es tambien el suyo" "Podría" "Coja su maleta y venga conmigo al andén hay que pasar el subterráneo. Tengo ganas de domir en el asiento. Si es el suyo haga el viaje conmigo. ¿Qué mira?" "No" "No ¿qué?" "No es el mío" "Suba. No es pero por el camino lo será. Lo pasaremos bien. Páseme la maleta." "No es el mío. Buen viaje. Me voy a casa hoy ya no vendrá" "Adiós señor. Si lo es lo que quiere"

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"Hola señor. No sé si me recuerda" "Sí hace dos o tres meses" "Tres" "Subiste al nocturno a Madrid" "Sí. Y lepregunté  por un hombre sentado en el banco con una maleta. No está" "No hace algunas semanas que no viene" "No me diga que enfermó" "No" "No me diga que se marchó en su tren" "No se marchó" "Entonces" "Llegó un tren, un nocturno. Estaba casi dormido y entró en un estado de intsa excitación. Se movía de un lugar a otro sin acertar a qué hacer. El tren se detuvo. Corrió con su maleta al hall y sacó un billete" "Subió decidido, atropellándose con las personas que bajaban. Acomodó la maleta en un vagón vacío. A través de la ventana se le vio hablar" "¿Con quien?" "Gesticulaba mucho, pero hablaba solo" "¿Sólo?" "Sólo""Sí . Incluso parece que dio un abrazo muy afectuoso a la nada" "Y se marchó en su tren" "No, tomó su maleta y con una sonrisa plana bajó del vagón, cruzó el andén, el hall, tomó un taxi y se marchó. Desde entonces no ha regresado"

martes, 2 de mayo de 2017

SÉ DE UN LUGAR (tERcera temporada de anemia)

Loa humanos en Murcia tienen la costumbre de poner cruces en muchos de los picos que rodean sus ciudades por eso te gusta La Cresta del Gallo. Desde ahí hasta Carrascoy no hay cruces, ni ermitas en lo alto. Al otro lado, el Miravete, La Cruz del Bojal se alzan unos cientos de metros por encima de Torreagüera. Desde la Pañocha de la Cresta del Gallo observas las luces que se escalonan en la  montaña en la urbanización Montegrande. Es casi medianoche. De uno de los adosados sale una luz. Cierra la puerta. Se agita y corre. sube veloz la cuesta que lleva al cementerio. Despliegas tus alas. Planeas alejado de las cruces. Sientes el frémito de una sangre que se agita a ciento ochenta latidos por minuto. Una mujer. Una luz en su frente. Prendas ajustas. Sola. El cementerio con sus cruces la protegen.Sigue ascendiendo. Camina. Su pulso baja. Vuelve a correr por la senda empinada que sube al Miravete. Vas a alcanzarla antes que llegue a la cima. La esperas en una de las revueltas de la senda escarpada.
"¡coño! Me has asustado" "Lo siento" "¿Te puedes apartar?, estoy haciendo series en subida. No tengo mucho tiempo" "Yo tengo todo el tiempo del mundo" "Eres Vlad" "Sí ¿Me conoces?" "En Murcia te conoce ya todo el mundo, hay quien dice que eres una leyenda urbana pero yo sé que no" "¿Por qué sabías que era yo?" "Un tío de dos metros con un traje negro perfectamente planchado a mitad de la subida al Miravete...Te podías haber puesto un chándal y unos deportivos" "Eso no es elegante" "Pues en traje de chaqueta en el monte vas bonico.Vamos déjame pasar" "Sabe quien soy, pero ¿sabes a qué he venido?" "No has venido a nada" "Lo dices muy segura" "Me vas a dejar pasar" "Voy a cenar" "No. Hoy no. Tengo que entrenar. No me obligues a clavarte mi cruz de Caravaca" "¡¡Ah!!" "Gracias eso está mejor. Hoy cena en otro lado. Espera. No te vayas. En realidad siento curiosidad por lo que se siente cuando te muerde un vampiro, pero hoy no puedo. Tengo que hace dos Miravetes y con tanta conversación voy con retraso" "Cuando desees pero aparta esa cruz""Eres un vampiro. Puedes leer las mentes. Sabrás cuando podemos vernos. Sé de un lugar , sé de un momento pero has de esperar. Hasta la vista"
Te ha dejado intrigado. Tú un todopoderoso deberás quedar pendiente de una mujer que desee ser poseida por un vampiro.Tú un todopoderoso y ella elegirá el momento, Tú un todopoderoso y ella elegirá el lugar, como si fueses un simple humano. El poder de la cruz le da la ventaja. Te sublimas y planeas las callejas recónditas del las tascas de Murcia repletas de Erasmus de cabelloso dorados. Una cualquiera. Pronto va  a amanecer. Te retiras a tu cripta.

Un pálpito y tus párpados se abren. Aun es de día. Han pasado meses. El momento ha llegado, pero es de día. Abres una rendija de una ventana. El mundo exterior está casi más oscuro que el interior de la cripta. Una vaharada de aire húmedo y fresco se cuela en tu cripta. Nubes grises ocultan el sol lo suficiente para un vampiro. Ella te desea. Sales. En Carrascoy la nube se rompe en una cortina de agua que borra el horizonte. La lluvia se extiende. Vuelas. Algunas gotas gruesas. Rayos y truenos. Gris oscuro casi negro. Rachas huracanadas se arremolinan. Huele a humedad. Ella sube. Desea tu contacto. Se dirige por terreno excarpado al Puntarrón. Un monte sin cruz. Una tarde de tormenta. El sueño de un vampiro en una tierra seca como Murcia. Se posa en la terraza que corona el monte. Llueve con furia. Ella aparece con la ropa adherida a un cuerpo menudo. Entra en la pequeña terraza.

"Has venido" "¿Lo dudabas?" "Lo sabía" Te molesta mostrarte débil. "¿no temes la lluvia?" "Me encanta" "Y los rayos" "Me gustan las tormentas" Extiendes los brazos y un rayo estalla de tus brazos a la nube. "Eso te ha asustado" "Sí" Recuperas el orden natural tu presa debe temer. Tu apetito despierta. Te adelantas para morder su cuello desnudo. "Para para. Todavía llevo  mi cruz" El viento hace que a ella le cueste mantenerse en pie. La lluvia, que había aflojado , arrecia ahora. "¿Me has hecho venir para nada?" "No. Te dije que vendría, pero yo elijo el momento" "Puedes llegar a cansarme" "Puedes marcharte cuando lo desees" "Lo ...siento" Eso te ha dolido. "¿qué ?" "Que siento haber sido tan brusco" "Bien. Eso está bien. El momento se acerca. Te dije que sabia un lugar y un momento, y es este. Mira me meto la cruz al bolsillo" La espera te enerva. No sabes si vas a ser capaz de dejar algún sorbo de sangre es esas venas. La lluvia arrecia de nuevo. "Vamos ¿A qué esperas estoy deseando sentir tu abrazo?" Abres la boca . Mides la distancia. Si tuvieses saliva, brotaría a borbotones..."Mira Vlad. El arco iris" "Ah.Ah" Tu piel se quema cuando el techo del cumulonimbo en el poniente deja escapar unos tenues rayos de sol. Te abrasas. "Ja  ja ja jaja" Te retuerces en el suelo. En un último esfurzo saltas y te pierdes en los recovecos de la sima de lo alto del Puntarrón, para tu suerte a pocos metros de la terraza. Ella se marcha corriendo, chapotenando en los charcos, deslizándose por el barro a toda velocidad. De vez en cuando se ríe. El agua ya no se desliza por las grietas de la roca. Tienes frío. Esperarás la noche para llegar a tu cobijo. Por el camino comerás, con ansia, Matarás. Alguien pagará la burla. Has estado a punto de morir como cualquier humano. A punto de acabar con la eternidad. Quizás eso no habría sido tan malo. Quien sabe.