viernes, 8 de julio de 2016

El frío ( una historia de Vlad Tepes)

El frío ralentiza el metabolismo, también de los muertos. Vlad Tepes había averiguado algo tan sencillo que omitían los tratados de vampirismo. Le hastiaba transformarse cada noche y salir a buscar algún alma desesperada para sorber su sangre. Recordaba sorbos muy amargos. Una casualidad, una duda de último minuto le había impedido acabar con su existencia, le había hecho toparse con el día lejos de su guarida. Evitó desintegrarse en una nave de refrigeración de El Pozo en Alhama. 40 días y 40 noches de oscuridad entre canales de reses. Sopor. Ese sueño agradable que cuando vivo llamaba siesta. Ese duermevela, esa caída de la consciencia seguida del despertar. El frío le ayudó a abrazarse a la vida eterna. En el frío no necesitaba salir cada noche a alimentarse. Adquirió una camara frigorífica de segunda mano y la instaló en el sótano. el día del estreno la abrió, se suspendió boca abajo y habría permanecido así cien años...si no hubiera sonado la puerta. Estúpidos vivos.
-Sr Tepes. Abra por favor.
-....
-Señor Tepes sabemos que está ahí. Abra por favor.
-Déjenme en paz. Si nos abre le dejaremos en paz para toda la eternidad.
-¿Pensáis acabar conmigo y pretendéis que os abra? - "No tengo fuerzas para comenzar con otra obra en un lugar remoto. No lo voy a hacer. Me dejaré atacar . El fin. Ha llegado".- Pasen hagan lo que tengan que hacer.
-No podemos verle.
-Déjenme disfrutar de un último  momento de oscuridad. Contaré tres y me lanzaré a la luz del sol. Uno, dos ...
La puerta se cerró de golpe con los intrusos dentro.
-No queremos acabar con usted. Le necesitamos. Soy Alonso, el Ministro de Sanidad.
-Un ministro en mi casa.
-Crea que hemos barajado con Pedro Antonio y la consejera Encarna mil posibilidades pero ninguna fiable, y ahora para colmo sin mayoría absoluta estamos con las manos atadas.
-Está usted loco. No sé de qué habla pero sí sé que no me interesa.
-Usted trabajó en la Arrixaca, sabemos por los relatos que circulan que incluso intentó hacerse humano por amor...
-De eso hace mucho tiempo.No me interesa.
-Pero a nosotros sí. Déjeme que le cuente y luego decida.
-Vamos.
-En todos los medios de comunicación se refleja que el programa de trasplante de ese hospital es modélico.
-¿Y qué tengo yo que ver con eso?
-No tenemos heredero. El profesor Parrilla se hace mayor y no conseguimos un heredero que continúe su legado.
-¿Han pensado en mi? Un vampiro en cirugía. Ja ja ja ja... En todo caso en Hematología..
-ja ja ja . eso ha tenido gracia. Pero no habíamos pensado en usted.
-Me tranquiliza. ¿En quien, porque eso era ya un gran secreto?
-En el propio profesor Parrilla, pero en otra condición.
-¿cómo?
-No se lo hemos propuesto, pero si usted le diese un mordisquito, tendríamos Jefe de Cirugía para toda la eternidad.
-A los vampiros nos gusta la oscuridad.
-Eso lo podemos resolver con tecnología.
-A mi me resultó difícil contenerme y no atacar el banco de sangre...
-No conoce usted a ese hombre, es muy frugal, sería un coste asumible. El presidente y yo contribuiríamos a satisfacer su hambre.
-¡Esto es una broma! Váyanse.
- Espere, no ha escuchado nuestra oferta.
-Que se vayan.
-Piénselo le dejo mi tarjeta...

De nuevo en la oscuridad, con la temperatura bajo cero, antes de entrar en un nuevo sopor, poco tiempo antes de huir de sus escondite sintió un dolor en el costado que hacía mucho que no sentía desde que salió de aquel hospital donde quiso ser humano. Pero eso es imposible.