viernes, 17 de abril de 2015

EL SILLON VACÍO

"Nadie me ha visto llorar y piensan que por eso soy una roca. Cuando me pongo triste me levanto, respiro... dos veces, vuelvo el rostro, si el mentón se contrae contra mi voluntad , me voy a la habitación y ordeno el arcón. Saco las colchas y las sábanas, las pongo sobre la cama, las sacudo, las pliso, las pliego y las vuelvo a introducir en el mismo orden cuidando que si alguna lágrima se escapa no humedezca la felpa" "Pues si te pones triste tómate alguna pastilla" "Yo no quiero pastillas. Prefiero mis colchas" "O llorar. Llorar no es malo. Las lágrimas son una válvula de escape" "Ni pastillas ni llorar...delante de nadie, ya es muy tarde para cambiar: mis colchas" "Las tendrás muy ordenadas" "Perfectas" La mano, quieta, se desliza hacia el brazo del sillón vacío. La pupila la ve y recula. Los dedos de ambas manos se abrazan sobre sus muslos. Todos miran las manos, el brazo y el cojín vencido sobre el asiento del sillón." Qué poco molestó" "Y fue largo" "Sí" "Se apagó a peldaños. primerouno a uno con largos tramos de descanso que le daban tiempo a adaptarse. Primero balbuceaba, pensaba que los tratamientos le perjudicaban. Dejó de tomarlos y se sintió  mejorar. Poco, yo creo que era más su deseo." "La esperanza en conservar una vida que se desmorona" "No. La vida no se desmorona. La vida, la pasada queda hecha y construida para siempre, los recuerdos están ahí " "¿Aunque no pueda recordarlos?" "Alguien los recordará por tí. La esperanza fue inútil. Las palabras se agolpaban detrás de sus pupilas. Sus ojos chispeaban de rabia tratando de pronunciar las palabras con una lengua que no hacía más que muecas. El silencio" "Él siempre fue callado" "Y sin haber malgastado las palabras se quedó sin ellas" "Pero por lo menos leía" "Al principio. Sólo al principio, después se le negaron todas las palabras. Abría el libro para ver, sólo para ver. Buscaba sobre todo libros que había disfrutado hacía mucho tiempo. Miraba sus palabras, sonreía, quizás las recordaba, del todo o en parte, con ese recuerdo engañaba la pérdida de las palabras" "No sigas que te vas a tener que ir a por las colchas" "Me gusta hablar. Me gusta romper desde el mismo sillón que me mantuvo tantas horas en silencio esa condena muda, aunque él ya no esté" "Y al final un cáncer se lo llevó" "El cáncer vino cuando él le abría las puertas. Estaba cansado de vivir una vida sin palabras, sin letras, muy cansado. Abrió las puertas. Fue rápido. NO sufrió" "Lo echas de menos" "Mucho" "¿Dios mío has visto?" "¿Qué?" "Juraría que el asiento del sillón estaba hundido y se ha levantado" "Era la hora de su merienda" "Una puerta se ha cerrado" "No te asustes".