sábado, 31 de marzo de 2012

EL LUGAR ADECUADO

Desde hace una hora me oprime la muñeca y el brazo izquierdo. Es un dolor variable en intensidad pero fijo. Sacudo la mano y la articulación parece estar bien. Estoy en la segunda planta de la Arrixaca. El ascensor no llega. Subo el primer tramo de escalera y el dolor se agudiza. Me estoy preocupando. Comienzo a sudar. Me detengo. No me puedo quedar ahí. Estoy solo. No me encuentro bien. Me encuentro muy mal. Subo el tramo de escaleras que me queda para la tercera. Debo tener mala cara porque dos pacientes con aspecto de delincuentes me miran extrañados. Una bocanada de aire es un esfuerzo que no consigo. Miro a los pacientes en el banco y me miran. Mis latidos son lentos. No puedo pensar. Estoy débil. Me flaquean las piernas. Necesito ayuda. Me apoyo en el marco de la puerta y me desplomo.

 Quedo boca arriba. Un hilillo de saliva se desliza por la comisura de mi labio. Los dos pacientes de mal aspecto me miran de muy cerca. Aunque me estoy muriendo siento su aliento. Con sus dentaduras espero que no sean ellos quienes inicien la reanimación. No, me cogen por los brazos y me arrastran hacia la puerta donde a las 8:30 han visto entrar muchas batas blancas. Está cerrada y la llave es electrónica. Me dejan caer y golpean la puerta. La puerta se abre. En cuatro minutos más sin latido mi cerebro será una gacha irrecuperable.

 Es la sesión de trasplante hepático de cirugía. Como mi cabeza cuelga los veo boca abajo. Hay un paciente con pijama azul en el centro al que todos miran. El profesor Parrilla le pellizca el brazo y camina alrededor de él. Sacude la cabeza. Es apto. Le iba a tender la mano cuando ve entrar a mis salvadores y a mí. Me ponen en una mesa pequeña que apenas me sustenta el tronco mientras cabeza y extremidades cuelgan, y eso que no soy muy alto. Sólo veo a algunos pero todos me miran. Hay silencio. Se dan cuenta de la gravedad. Reconozco a mis compañeras Narvin y Magui pero no alcanzo a ver sus caras.

 El profesor Parrilla da una vuelta a mi alrededor . Nadie se mueve. Nadie habla. Se lleva el puño a los labios. Guiña los ojos. Piensa. Concentrado. Un silencio absoluto.

 “¿Alguien sabe cómo se llama este chico?”. Dice con esa voz profunda que transmite tensión y seguridad . Desde mi silencio le agradezco lo de chico. Seré un cadáver con buen aspecto. “Profesor Parrilla ,es ast, Antonio, bueno el Dr Sánchez Torres” Es la voz dulce de Narvin mi residente. Se me nubla la visión. Intento recordar, pongo una última imagen y me entrego a mi destino.

 “Antonio, levántate y anda”. 

A lo lejos un latido, y otro y otro. Las fuerzas regresan poco a poco a mi cuerpo. Me levanto. Camino y me abrazo al maestro.

 Se escucha una ovación cerrada. El paciente a trasplantar regresa a su habitación , ya sabe que él también está en el lugar adecuado.

Wherter GOETHE


"Una hora llevarían así juntos y a Lotte se le iba ensombreciendo cada vez más el ánimo.Sabía qué difícil iba a ser descubrir a su marido lo que yacía en su corazón, aun encontrándose éste del mejor humor. Se apoderó de ella una melancolía que iba haciéndose más angustiosa cuando intentaba ocultarla y tragarse las lágrimas"

"¡Mira Lotte! No me estremezco al tomar en mis manos el frío y terrible cáliz del que he de beber el delirio de la muerte. Tú me lo  ofreciste y no vacilo. ¡Todo!¡Todo!¡Todos los deseos y esperanzas de mi vida se han cumplido!"....

"Quiero, Lotte, que me entierren con la ropa que llevo puesta; tu la has tocado y santificado; también se lo he pedido a tu padre"....."Que no se registren mis bolsillos"..."Aquel lazo rosa que tu llevabas en el pecho, cuando te vi por primera vez"..."Este lazo quiero que lo entierren conmigo"

Cuando en 1774 se publica el Wherter, fue un éxito editorial sin precedentes a nivel europeo. El amor puramente platónico de un hombre por una mujer casada. Un amor correspondido con disimulo pero imposible. Un silogismo que lleva a Werther a , una vez reconocido su amor, no tener más salida que terminar con su vida.

Muchos se burlan del amor romántico de Werther como algo trasnochado. En su tiempo fueron también múltiples las sátiras que lo tildaban de ridículo, suspiroso e hiperbólico. Pero fue un éxito enorme y hoy es un clásico que describe ese amor que si te toca te hace con muy poco ( una caricia, un beso ) elevarte a los más alto y súbitamente ( un gesto o una palabra) te desploma a los abismos más oscuros. Un amor que otorga el trato de reliquia sagrada a un lazo rojo, un mechero gastado, una llave de hotel o...

Mientras haya hombres y haya mujeres habrá Werther y habrá Lotte. Afortunadamente.

Lo terminé de leer el 31/3/2012

Calificación 9/10 





viernes, 30 de marzo de 2012

CAFE AMARGO

Esta mañana he bajado a tomar un café a la cafetería de la Arrixaca. Me he puesto frente a la pequeña barra que está pegada a la cristalera. Al fondo Sierra Espuña. A la izquierda el Carrascoy. Dos espacios naturales que te permiten romper la monotonía de la luz de fluorescentes.

 La mayor parte de las veces dejo la mirada perdida en el horizonte. Hoy he mirado al suelo. Bajo mis pies había una bola de papel arrugado. Me he agachado y lo he cogido. Era un folio color crema. Lo he desliado. Y sí, lo he leído. Omitiré por discreción los nombres. Transcribo íntegramente el texto a mano de una caligrafía clara con los márgenes bien definidos.

 “Murcia 30 de Marzo de 2012” 

“Querida……..” 

 “La semana ha sido terrible. Me acuesto soñando contigo y me despierto con la pesadilla de que te pierdo. Pero la pesadilla es real. Sé que fue mi culpa. Pero no por eso encuentro consuelo. “

 “No he regresado a ninguno de los lugares que nos vieron. Creo que colapsaría si lo hiciera sin ti. No sé qué hacer con mis manos cuando no sujetan las tuyas. Sorbo mis labios buscando un resto de tus besos. Huelo el asiento de mi coche como un sabueso buscando trazas de tu perfume. Escudriño los rincones buscando un cabello. Nada. No tengo ese minúsculo consuelo”

 “Intento evitarlo pero paso las horas mirando la única foto tuya que tengo. No tenemos ninguna foto juntos. A veces llego a dudar de que lo nuestro haya existido, pero cuando te veo, aunque ya no me mires, se me vacía el estómago, mi sangre entra en ebullición y con tu indiferencia me muero. Sin ti, mi vida es un estorbo para mi felicidad. ………,voy a terminar con ella si tú no me quieres”

 “No es un chantaje. Si no me quieres no me llames, pero si aun sientes algo llámame al ………………. A las 12:00 de hoy si no he recibido en cinco minutos tu llamada he decidido despeñarme desde la Cruz del Bojal. Te entregarán la nota a las 11:45, en quince minutos no podrán subir a rescatarme”

 “Te amo más que a mi vida”


 Eran las 12:45. He llamado al teléfono con #31# para ocultar mi número. Tres tonos y ha saltado un buzón de voz con la voz de quien había escrito la carta. 

 He llamado al 112.

jueves, 29 de marzo de 2012

EL HUECO DE LA ESCALERA

La puerta del hueco de la escalera de la planta menos uno del Rafael Méndez siempre había estado allí. Todos pensábamos que era un trastero que aprovechaba un espacio vacío.

 Puri Salmerón es la mejor lectora que he tenido nunca. Hay alguna persona que ha compartido la sensibilidad de lo que escribo, pero Puri tiene una mente analítica que es capaz de detectar una incoherencia en una novela de trescientas páginas. Además es un poco bruja ( en el mejor de los sentidos). Igual que lee tiene una sensibilidad para percibir “cosas”.

La puerta había estado siempre. Una puerta vieja un poco desvencijada para un edificio en general nuevo. Estoy hablando de antes del terremoto. Cada vez que pasábamos de camino a la cafetería Puri miraba de refilón. Si sonreía, su sonrisa se cortaba, miraba de reojo sin girar el cuello. Sin querer nos hacía mirar. “¿Pasa algo Puri?” “Nada” Unos metros y volvía a sonreír.

Un día Puri no pudo resistir más y le preguntó a Pepe el de mantenimiento que qué había en ese trastero. Pepe le dijo que ahí no había ningún trastero, que esa puerta no estaba en los planos del hospital, que ya estaba en el campo de la Torrecilla donde se construyó el Rafael Méndez y que el maestro de obras o el arquitecto habían decidido conservarla.

En 2008 los que hacíamos muchos kilómetros para llegar al hospital conseguimos el traslado. Puri tuvo que permanecer varios meses desolada pendiente de su traslado a su destino actual. Tal vez el estrés, o el sufrimiento, incrementaron su sensibilidad. La puerta ejercía sobre ella una atracción que no podía resistir.

 Una noche de guardia, cuando subía de cenar vio que era el momento. La puerta literalmente la estaba llamando. Se acercó. El candado estaba abierto. Retiró la cadena. Abrió las dos alas de madera. Una corriente de aire la succionó. Estaba oscuro. No era un hueco sino una galería. No había más luz que los brillos de humedad de las paredes. Calculó que había caminado una hora cuando al final del túnel vio una luz y escuchó música de cítara y flauta dulce. Se pegó a la pared. Se asomó y vio un mundo pequeño de elfos que caminaban entre bosques enanos de musgo a la luz de luciérnagas y pastoreando ratones y murciélagos. Las hadas volaban de un lugar a otro. Minúsculos faunos tañían la música que escuchaba. Alrededor de un riachuelo que escurría de una de las paredes abrevaban lirones. Los topos avenaban las tierras de labor de los elfos. El cielo, una gruta de pirita que refulgía imitando al sol. Puri respiró lento lento y se dio la vuelta. Llegó a la puerta. Puso la cadena. Cerró el candado. El residente y Paco López, su compañero de guardia la habían estado buscando. “He ido a dar un paseo”.

 Miró la puerta cada día hasta que se marchó pero no volvió a entrar.

El terremoto cerró la puerta para siempre. Ahora hay un muro.

miércoles, 28 de marzo de 2012

ANEMIA ( V )

Es más allá de la media noche. Por el carril bici desde Puente Tocinos llega a La Fica un perro negro de ojos grises y pelo brillante. Cabizbajo. Orejas gachas. En la explanada a la derecha coches parados. Arriba la luna. A la izquierda el río. Los cristales de los coches están empañados. Al otro lado del río una decena de putas se exhiben. Sería sencillo saciar su sed en esa carne alquilada. Pero no le gusta el olor viscoso del perfume barato. Camina a la derecha. A su izquierda la Fama. En sus plazas hogueras, cante flamenco,  chocolate y chinos. Está cansado y tiene hambre. Antes de llegar al Nelva, en la gasolinera,  un taxista lo amenaza con un palo. Gruñe. Detrás de la gasolinera una cristalera. Un local en los bajos de un edificio de cristal. Lounge café bar. El perro desaparece. Por la primera puerta se filtra el humo. Aparece un hombre de edad media en un traje negro Armani.

En el interior la camarera de aspecto eslavo. En la barra una mujer. Rubia teñida. Falda marrón de cuero. Blusa ceñida como un corpiño. El escote generoso cubierto por un pañuelo que le cubre el cuello. A Vlad le gustan los pañuelos. Le gusta el recato que disimula la yugular. Se sienta en la barra. Deja dos bancos entre la mujer y él.

-¿Qué va a tomar?
-Un Bloody Mary.

La mujer lo mira. Es hermosa de una belleza en declive. Tiene la mirada triste que da la soledad reciente. Vlad conoce esa mirada aunque no puede mirarse a un espejo. Se acerca.

-¿Te importa que me siente? - se sienta sin esperar respuesta - ¿Cómo te llamas?.
-Vlad, Vlad Tepes. Soy rumano - aclara al comprobar su extrañeza.
-¿Esperas a alguien?
-Siempre esperas a alguien, pero esperar algo que no llega es muy triste.
-Y si llega puede ser triste e incluso desesperado. Eso lo sé bien.
-Pero es difícil decidir cuando dejas de esperar.
- Si esperas para nada es el momento de dejarlo.

Vlad sorbe un trago del cóctel. Es rojo pero no es sangre. Un gesto de asco.

-Podríamos dejar de esperar juntos - Vlad no responde y la mujer continúa - aunque sólo sea por esta noche

Vlad la mira y se levanta. Ella también se levanta. Juntos. Ella hace ademán de tomarle la mano. Él no se la ofrece. Las dos sombras se pierden en dirección a la puerta del colegio de Monteagudo.

Vlad está muy hambriento. Sabe que ella no va a sobrevivir

martes, 27 de marzo de 2012

JAQUECA

Rosa tiene unos ojos grises que envidiaría cualquier hipnotizador. Esta mañana venía a hacer su guardia en la Arrixaca. Le molesta coger el coche para ir a trabajar. Normalmente no lo hace, su Hospital es el Morales y va andando.

 Ha bajado a coger el coche al garaje. Los sensores de movimiento han encendido los fluorescentes. Un fogonazo multicolor, como una imagen pixelada la ha cegado un instante. Termina su mes la jaqueca amenaza de nuevo. Otro fogonazo igual en el lado contrario. Es distinto al aura que precede a la jaqueca, pero la causa sin duda es la misma.

Se ha sentado en el coche. Diría que la imagen gira entorno a su cabeza, no sólo acompaña a su mirada. Desaparece. Arranca. Sube la rampa. No hay sol porque han cambiado la hora. Hay mucho tráfico por la huelga de autobuses. Toma hacia la Redonda , gira hacia Díez de Revenga. De ahí a Ronda Norte. Al final un subterráneo la guía hacia la A-30 con dirección Cartagena.

 Escucha El Cigala. En Ronda Norte comienza con Dos GArdenias. El semáforo se abre. Desciende el paso subterráneo. El sol sale a su espalda. De nuevo el fogonazo, mil colores la ciegan un instante pero la cabeza no le duele. Sale del túnel. Algo raro. Tiene el sol de frente. No confronta la Autovía sino el edifico Alba. No se lo explica. De nuevo en Díez de Revenga vuelve hacia la autovía. El sol a su espalda. El semáforo. El túnel. El fogonazo. Mil colores. El sol de frente. El edifico Alba. El cedé lee Compromiso. Está de nuevo en Díez de Revenga. No es posible. Es un sueño. Está en casa y no se ha despertado. Se pellizca el brazo y le duele.Vuelve a girar. Ronda Norte. Semáforo. Paso subterráneo . Fogonazo. El día que nací yo. El sol de frente y el edificio Alba. No es posible ser como Bill Murray en Un día interminable. El meteorólogo que retransmite el día de la marmota. Allí el tiempo se repite. Rosa sabe que el tiempo pasa por las canciones. Está nerviosa. Tiene ganas de llorar. No es posible lo que está ocurriendo. Un nuevo giro.

 Ronda Norte. Semáforo. Subterráneo. Puente sobre la autovía y dirección Cartagena hacia la Arrixaca. Avanza dos kilómetros. Ahí todos los coches están parados. Un accidente. Algo grave. La policía la desvía por la carretera de Alcantarilla. Pone la radio. “Hace 30 minutos un camión cisterna ha cruzado la mediana de la A-30 y ha estallado. Milagrosamente no hay víctimas”. Ella habría pasado por ahí. De nuevo el destello. Da una vuelta alrededor de su cabeza y se aleja. Cree que ha visto unas alas.

lunes, 26 de marzo de 2012

GRACIA

-Javi.Te dije que no iba a salir bien.
 -Pero no entiendo por qué
. -Esas cosas nunca resultan.

 Cuando un año antes Javi aun residente se fue a hacer un rotatorio al CIPA (Centro de Investigación Paranomal Aplicada) amparado por la Junta de Extremadura, nadie, ni siquiera los profesores que allí impartían su magisterio tenían mucha fe en los resultados. Se habían copiado modelos del ejército americano que investigaban sobre telepatía, telequinesia y sanaciones. Se intentaba liberar aquel cuerpo de conocimiento, por lo general poco riguroso, de toda la panoplia de creencias y sugestiones que influían sobre todo en el efecto placebo.
 A pesar del enorme esfuerzo público (eran todavía tiempos de bonanza económica) los resultados obtenidos hasta el momento eran, según opiniones, entre escasos y nulos, pero los estudios realizados eran de una indudable y altísima calidad. Los profesores eran los máximos expertos de una materia que nadie más en el mundo trataba.

 Cuando Javi llegó para dos meses se encontró el centro cerrado. Todos los miembros iban a estar de congreso en Cuba dos semanas. Solo la biblioteca estaba abierta. Había tratados muy antiguos de brujería y sanación que le parecieron exóticos pero de gran interés. De día y de noche se empapó de aquel conocimiento. A la tercera semana la escuela cerraba por la proximidad de la Semana Santa. A la vuelta de vacaciones los profesores estaban de baja. Javi siguió en la biblioteca. Una semana antes de marcharse pudo hablar con un profesor que le dijo con desgana , Javi sospechaba que algo bebido, que aquello era una poca vergüenza y un cobijo de aprovechados y mangantes. Pero Javi había sacado partido a su tiempo. Estaba seguro que los conocimientos adquiridos le serían de mucha utilidad.

 De vuelta a la Arrixaca, decidió discretamente poner en marcha las habilidades adquiridas. Cuando le mandaban un tumor de hígado para una ecografía, él ponía las manos, transmitía su energía como había estudiado. En esos meses los efectos de la quimioterapia sobre tumores y sus metástasis en oncología mejoraron de una forma notoria, los requerimientos de trasplante para tumores desaparecieron. Todos estaban muy contentos, nadie asoció la mejoría con el paso por la ecografía. Tampoco Javi pudo comprobar la eficacia de sus tratamientos, de los que tenía algunas dudas, hasta que un día una oncóloga le comentó los espléndidos resultados que estaban teniendo. Javi revisó las historias y todos los casos milagrosos habían pasado por sus manos.

 Como era el último en llegar al servicio, cuando un adjunto veterano se cogió un mes sin sueldo, tuvo que bajar al ambulatorio de San Andrés a sustituirlo y lo hizo sin rechistar. Allí comprobó que, sin la ecografía, su capacidad como sanador era nula.

 Pasó el mes. Regresó a la ecografía, aplicó las manos del mismo modo pero su don había desaparecido.

 Sólo me lo ha contado a mí. Si le preguntáis él lo negará.

domingo, 25 de marzo de 2012

PROPOFOL

Acabábamos de llegar al comedor cuando el cirujano pediátrico con acento andaluz se acercó a nosotros. “Tenemoh un niño con un cuerpo extraño en esófago” “¿Qué es?” “Se ha tragado un ratón “ “¿De juguete?” “No un ratonsito" En la mesa de al lado estaba Daciano el anestesita con una residente de anestesia morena de ojos profundos. “¿Cuando cumple el ayuno?” “El ratón se lo tragó anoche y después nada” “Cuando terminemos de cenar lo hacemos” “Los padres han insistío musho en que se tienen que llevar al niño ante de media noshe pa darle una medicasión” “Si no hay problemas estará”.

Era un niñito de tres años rubio y fornido. Estaba asustado en la cama rodeado por enfermeros y facultativos. Abrazaba su corderito de peluche.

Carmen y yo salimos a informar a los padres. El padre tenía el tronco encorvado casi gibado, con el cabello crespo que le nacía muy cerca de unas cejas muy pobladas. La madre muy blanca con el pelo lacio algo grasiento. Nos insistieron en la necesidad de llevarse a su hijo antes de la media noche. Vivían aislados en el campo a varios kilómetros de una pedanía del Noroeste, El Sabinar.

 El niño estaba muy entero cuando lo situaron en la camilla. Carmen colocaba en posición el endoscopio pediátrico. En el monitor de la pared, el cirujano pediátrico me mostró las radiografías. En el esófago se distinguía el esqueleto entero del ratón. La residente morena de anestesia hizo un mohín de asco.”¿Cómo es posible?” Nadie respondió.

“¿Estamos Antonio?” Daciano quería empezar. Comenzó a infundir el líquido blanco lechoso centímetro a centímetro, el propofol. El niño se relajó primero. Lo intubaron. Siguieron infundiendo. Las constates se dispararon, la frecuencia cardiaca superó los doscientos cuarenta, la tensión se fue a doscientos, el oxígeno de su sangre bajó. Daciano me hizo el gesto de que esperara. Al pequeño empezaron a salirle granitos por todo el cuerpo, de los granos salieron pelos fuertes y muy densos, sus venas se engrosaron, su nariz se acható a la vez que los labios se pronunciaron y entreabiertos dejaban ver unos grandes colmillos. En las manos las uñas se habían hecho cilíndricas.

 El niño abrió los ojos y arrancó las sujeciones de los brazos. Fue necesario el concurso de dos celadores , de un enfermero y el anestesista para reducirlo. “¡¡Suspended el propofol!!. Sevo y anectine ya” La residente de anestesia a la cabecera del enfermo había conseguido mantener el tubo en su sitio esquivando por pelos las dentelladas del niño. El efecto del propofol desaparece en cinco minutos. El niño volvió a su normalidad, quedó dormido, rubio de ojos claros como un angelito. Carmen con ayuda de la cesta sacó el ratón entero, salvo una dentellada en el cuello, sin problemas. Eran las diez cuarenta y cinco.

Todos nos mirábamos. “Daciano ¿Qué ha pasado?” Preguntó la residente. Daciano encogió los hombros.”En cuanto se despierte se lo entregáis a los padres” “Informo de este efecto secundario del propofol” “¡NO!”.

Había escuchado la conversación. Salí a informar a los padres. “¿Todo bien Doctor?” “ Sí. Tenía un ratón enterito en el esófago. Intenten que mastique bien” “Siempre le explicamos que come muy rápido, pero es muy pequeño. Tenemos prisa ¿nos lo van a dar enseguida?” “ Sí ya sale”

En el vestuario DAciano sonrió, me miró, sacudió el rostro “ Antonio no vuelvo a poner propofol en días de luna llena” “¿Tienes balas de plata?” “Sólo un crucifijo” Nos reímos

sábado, 24 de marzo de 2012

ANEMIA IV . The end





Vlad habías aprendido a controlar el apetito de un vampiro por la sangre. Regresaste. Debías quedarte con un poco de hambre en cada toma para envejecer al ritmo de un ser humano. Así 10 años. Después cambiarías de hospital. De ese modo la eternidad, tan larga, se fragmentaría.

Volviste a la existencia casi humana de una criatura sin luz. De noche salías con sus compañeros. De día te recluías en tu ataúd o en el hospital.

 Una mirada. Una conversación. Una sensación extraña similar al deseo de perforar la yugular de aquella mujer. No querías hacerle daño. Reías y reía. Comenzasteis a salir. Siempre de noche. Le confesaste tu naturaleza. Al principio no te creyó. No podía vivir sin ti. Le daba igual. Deseaba pasar su vida contigo. Nada importaba que la vida en presencia de un vampiro pueda ser tan corta. No le importaba que cuando estabais con gente vigilases obsesivamente los espejos y evitases las continuas fotos de grupo para no delatarte. Todo estaba bien. Todo era perfecto. Todo se arreglaría con el hombre de su vida.

Ella quería salir de día. Alguna vez, contigo. Ir a los parques y las montañas. Un día que una tormenta se acercaba con el cielo gris plomo a punto de desgarrarse paseasteis. Con el paraguas entre la lluvia y el aguacero. Solos. Los rayos y los truenos. El calor de su mano con la frialdad de la tuya.

 No era suficiente. Quería tus días. Tenía padres, tenía amigos que querían conocerte. No era posible. Debías dejar de ser vampiro. Regresar a tu condición humana. No sabías si es posible. Revisaste tratados milenarios, oráculos perdidos, leíste los astros y cuanta magia conocías. No había respuesta distinta de la muerte real. Polvus etis et polvus reverterius. Cegado por la angustia te pusiste un plazo para una solución. Un traje, un peinado, una máscara que te ocultase del sol. Era ridículo. Llegó el día. Te esperó al salir. Te llamó y no saliste. Todo terminó.

 Después tiempo de silencio . Algunas palabras escritas sembradas de ultimátum. Y silencio.

 A mediodía te despertaste en la oscuridad de tu cripta sobresaltado por la punzada de tu corazón. Un cazavampiros te había localizado. La estaca ponía fin a tu vida. Por fin. Tocaste tu pecho. No había nada. Era una estaca profundamente humana de la pústula ardiente en tu víscera exangüe. Dolor urente. Desánimo. Descuidaste tu alimento y tu aspecto avanzó cinco años.

Miraste en la distancia y la viste con otros hombres. Buscando un futuro sin ti. Aullaste y todos los perros de la ciudad aullaron contigo. Desplegaste tus alas membranosas enormes. Encrespaste las uñas. El poder que te presta el diablo había vuelto. Podías hacer una masacre con ella y todos esos hombres con solo desearlo. Saciarte de sangre y bañarte en la que sobre. Estuviste a punto. Pero aun quedaba algo. Siempre queda algo.

 Te elevaste con tu batir de alas abatido. Recto hacia la luna llena. Tus alas membranosas sobre el blanco son una bonita estampa. La estampa de un todopoderoso, de un muerto viviente, de un perdedor enamorado.

 Vlad se marchó de urgencias de la Arrixaca pero puede estar en cualquier lugar esperando para saciar su apetito.

viernes, 23 de marzo de 2012

EL TRASPLANTE

Bibiano pasó la siguiente cama. Una mujer joven con las conjuntivas de un color anaranjado verdoso. Sus iris eran verdes. Un cuerpo menudo, cara fina, nariz pequeña y expresión de cansancio, de tristeza pero de resignación. En sus manos una foto.   El ecografista la esperaba sentado frente al ecógrafo."¿Quienes son esos?" "Mis hijos"" A ver si te pones buena y los ves"Sonrió. " Estoy esperando un hígado si no..". El ecografista a veces pensaba que empatizaba demasiado con los pacientes. Sufría y sufría luego en casa.

Dos días después cuando sacaba el coche del parking, en el edificio de enfrente había mucho revuelo. Policía bomberos, ambulancias. Detuvo el coche en la acera y se dirigíó a un protección civil "¿Necesitan algo? Soy médico" "Ya no . Una mujer ha enloquecido. Ha matado a sus hijos y con una escopeta ha  herido a dos policías". Salió del coche. Del portal de la casa sacaban una camilla. La sangre goteaba de la cabeza. A su cabeza llegó la imagen de la joven. "¿Está muerta?" "Lleva dos balas en el cráneo de hace 5 minutos" "Dejen la camilla en el suelo soy médico y avisen una ambulancia" Una bala había destrozado el globo ocular, la otra entraba por la sien. El cuerpo aun estaba templado. Se agachó y comenzó a insuflar aire por los labios gélidos y a masajear el corazón. Cada poco palpaba hasta encontrar un latido. Sudaba. Llegó la ambulancia. "¡A la Arrixaca, puede ser donante!"

La estructura de cuerpo, el grupo sanguíneo fueron compatibles. Un milagro. El órgano donado empezó a funcionar. Desapareció la ictericia. no hubo infecciones o rechazo. En planta el funcionamiento del órgano era como si se hubiese trasplantado entre gemelos homocigotos. La mujer estaba feliz. Su hermana la notaba rara. Se lo atribuyeron al estrés. En quince días estaba en casa. El récord. Viernes.

El lunes, cuando el ecografista llegó, encontró a todo el mundo agitado, sorprendidos y con gritos inhibidos. "¿Qué pasa? ¿Qué pasa?" "Mira"  Leyó: Un mujer joven recien transplantada mata a sus tres hijos y tiene que ser abatida por  la policía.

jueves, 22 de marzo de 2012

EXORCISMO

Eliana y yo bajamos a urgencias a valorar a una mujer joven que llegaba con vómitos negros después de convulsiones. Un paciente sangrante más. Las once de la noche, tocaba agilizar

 Endoscopias de la Arrixaca, por la noche es un pasillo solitario sin salida flanqueado de salas a derecha e izquierda. La puerta de entrada, un cortafuegos, permanece cerrado y hay que avisar a seguridad para entrar.

Mientras Eliana preparaba el endoscopio yo introducía en el ordenador los datos de la paciente. Desde que la muchacha empezó a encontrarse mal los médicos de urgencias la encontraban aturdida. Era una chica agraciada, con una cara triangular a lo María de Medeiros, ojos enormes y una melena larga muy negra. Con muy poca sedación Eliana exploró su estómago que fue normal.

 “Vete a urgencias. Mira si queda algo por ver y mientras hago el informe” La enfermera prestada también se marchó y me quedé solo. La paciente en su cama adormilada dándome la espalda.

El ordenador se colgó cuando metí los datos. No sorprendía. Que la pantalla empezase a emitir destellos blancos, fogonazos era más raro. Los dos monitores a mi espalda, que estaban apagados, también comenzaron a destellar. Electricidad estática o una tormenta pensé. Me volví. La paciente acostada me miraba fijamente con los ojos muy abiertos las pupilas muy cerradas, a pesar de que había poca luz, y en su cara una risa helada.

Detrás de mi el ratón del ordenador comenzó a moverse. En la pantalla aparecían trazos sin sentido. En el ordenador y en los monitores cesaron los destellos y se vieron los ojos fijos de la muchacha que a la vez cayó desplomada con la boca expulsando borbotones de saliva.

Unas manos me aplastaban el cráneo. Unas uñas arañaban la duramadre. Mis pensamientos, mis movimientos estaban siendo invadidos. Mis manos se extendían, los tendones del dorso tensos, las venas prestas a estallar. Las yugulares ingurgitadas. La visión borrosa. No podía pensar. Me resistía. Las manos me giraron, me forzaron a mirar la pantalla. A un ritmo frenético pasaron imágenes de cuerpos hermosos que se ofrecían, manjares, dinero, coches de lujo, poder. “Será tuyo”. Palpitaciones. Sudor. Pánico.

Un hombre sin fé no se puede resistir a la posesión del diablo. No hay cruces ni rezos que puedas improvisar. No es posible invocar a un dios en quien no crees. Mi voz ya era suya. Mis pensamientos casi. No quería su tentación , imposible evitarla. No cabía el amor a Dios. Pero…

Tenía el móvil debajo de la mano. Una pulsación, mensajes. Otra pulsación, recibidos. Un último esfuerzo de tres milímetros y tu mensaje. Tu último mensaje. Lo leí como un mantra. Lo leí sílaba a sílaba. La voz volvió a mi garganta. Las fuerzas a mi cuerpo. La presión desapareció de mi cabeza.

 La chica dormía.

“¿Antonio?” Eli volvía de urgencias.”¿Estás bien?” “ Sí”

miércoles, 21 de marzo de 2012

CUANDO LA TIERRA TIEMBLA

Un terremoto es una de las peores experiencias que puede vivir cualquier ser humano. La tierra que nos sustenta se agita. El suelo no nos apoya. Las casas se quiebran. Las cornisas caen. Hay muertos y heridos. Nuestras casas quedan inservibles. Nuestra historia dañada. El futuro comprometido. Cuando termina paseas de un lugar a otro sin saber qué hacer.

Lorca tembló. Su patrimonio quedó dañado. Iglesias, colegios, casas particulares. En el Hospital RAfael Méndez aparecieron grietas en varios paños, cayeron alicatados, algunas escaleras quedaron inservibles. En uno de los pilares que sostiene la planta de cirugía se abrió una grieta.

Comenzó la valoración de los daños. La grieta del  pilar de cirugía parecía comprometer la firmeza del edificio que se había ampliado en tres plantas. Un arquitecto voluntario hizo una cata y dejó una señal con la fecha para comprobar si se seguía separando.

Mi amigo Gerardo Alonso, internista me ha contado que desde el terremoto, en las habitaciones de los médicos de guardia ocurren cosas extrañas. Ël mismo, la otra noche despertó cuando sintió que la sábana se movía. Se dio la vuelta y la sábana seguía tirando. En su duermevela notó el roce de una mano con la planta de su pie, un tirón más que un masaje. Se levantó. Encendió la luz y vio con claridad como la sábana en la esquina inferior derecha de la cama, junto a su pie, se había plegado como si hubiesen tirado desde ella del colchón hacia abajo. Tocó el colchón y la sábana bajera estaba indemne Palpó y el tacto era helado y húmedo como de escarcha. Apagó la luz y en el pasillo que llevaba a la puerta había marcadas unas pisadas de unos pies menudos, descalzos que despedían una curiosa fosforescencia que se iba mitigando . Las pisadas se encaminaban a la puerta. GErardo se levantó. Abrió la puerta y las siguió. Perdían intensidad rápidamente. Acababan justo delante del pilar de la planta de Cirugía.

Hace poco mi cuñado que es arquitecto me contó  que alguien le había contado que un operario de la empresa que tenía la subcontrata de la reparación del RAfael Mëndez había creído ver en la grieta producida por el terremoto en un pìlar una mano pequeña descarnada. El hombre se lo dijo a su jefe."¿Qué hacemos jefe?" " "Échale yeso"  Y después se enlució,  se le echó gotelé y se pintó.
Era el pilar agrietado de la planta de cirugía.


martes, 20 de marzo de 2012

CÓDIGO ICTUS

Nunca pensé que el lugar más seguro de mi Hospital fuese el depósito de cadáveres.
 Hacia las once de la noche llamaron de Cieza porque enviaban un posible código ictus de un hombre joven. A las doce llegó la ambulancia con el paciente atado a la camilla, su madre y un enfermero que llevaba la mano vendada rezumando algunas gotas de sangre. Los pasaron a las camas.

“¿Qué le ha pasado?” “No lo sé pero cuando ha regresado del trabajo caminaba con las piernas separadas y los brazo colgando, tenía la mirada perdida y ha mordido a varias personas en el cementerio” “¿El cementerio?” “Es enterrador. La policía local del pueblo lo ha reducido y lo ha llevado al hospital ”. Luis Muñoz el coordinador de puerta tomó el informe: sospecha de apoplejía de tronco cerebral. “Avisad al neurólogo” “Luis me voy que esta noche vuelo a Nueva York” Se despidió el enfermero de traslado que llevaba mala cara.”Cuídate eso” “Ya me he hecho una cura”

“Este escáner es muy raro. Es como si el cerebro se hubiese secado.” La neuróloga estudió las imágenes, pero ante la duda decidió la arteriografía para romper el coágulo que presumiblemente había producido el daño. Ahí empezó la catástrofe. Mientras el anestesista le cogía una vía, le apartó una de las correas y el paciente le mordió en el brazo al enfermero. La correa se terminó de soltar y uno a uno el neuroradiólogo, neurólogo, enfermeros, residentes celadores y auxiliares fueron mordidos. Caían rendidos al suelo. Se levantaban a trompicones. Miraban a su alrededor buscando una mirada límpida todavía. Sucesivamente cayeron todos los radiólogos, después laboratorio, cafetería y servicios centrales. Muchos salieron en dirección al Palmar y a Murcia. Subieron planta a planta buscando cerebros que sorber y vísceras que comer.

 Era la una cuando la residente de guardia me avisó de ruidos. Salimos y de la sexta llegaban alaridos. Por la escalera de incendios del fondo de las dos séptimas aparecieron compañeros ensangrentados convertidos en no sabía qué. Gritos. Alaridos. Algunos esperaban mudos el ataque. “Tenemos que huir”. La seguí. Los seis ascensores subían a la vez. El montacargas estaba parado. Ahí. Bajamos al segundo sótano . Corrimos. La salida a la calle estaba bloqueada. Anatomía patológica. El depósito. Sus cadáveres habían muerto antes del desastre. Nos encerramos. El frío impedía salir nuestro olor. Oímos ruido fuera. No intentaban entrar. Respiramos el aire helado acurrucados el uno al otro. Nos quedamos dormidos.

 A mediodía nadie nos socorría .Cada uno con un auricular conectado a su iphone escuchamos la radio. Pocas emisoras funcionaban y con mensajes automáticos. El mal se había extendido por todo el mundo. Por la tarde internet dejó de funcionar.

 Quizás estábamos solos en el planeta. La voracidad de aquellos seres les llevaría en unas semanas a su extinción. Había que esperar. No había más comida que los cadáveres. Teníamos agua. Y nos teníamos el uno al otro para un nuevo renacer de la humanidad.

Fue entonces cuando me di cuenta que una vasectomía podía haber dado la puntilla a toda la humanidad.

lunes, 19 de marzo de 2012

ANEMIA TRES

Vlad había encontrado en la Arrixaca una mina. Alimento fácil y con poco riesgo. La segunda incursión es verdad que fue un poco más peligrosa con la celadora sospechando de su verdadera naturaleza. Nuevas incursiones podían resultar más peligrosas. Podía emplear el mismo método con otros hospitales, pero le gustaba Murcia y le daba pereza viajar.
 ¿Por qué limitarse a la noche? Porque los vampiros tienen miedo a la luz, pero en urgencias de la Arrixaca no entraba luz o ventilación por ningún sitio. Además por urgencias pasa lo más joven del hospital. Sangre fresca y saludable siempre renovada, de varias nacionalidades y razas, sin hablar de los pacientes. Falta de luz natural y sangre: el paraíso para un vampiro.
 Al día siguiente un joven Médico, Vlad se presentó al jefe de urgencias. Una presencia espectacular, aplomo y un curriculum a prueba de toda duda. En cuanto hubiese una baja le llamarían.
Dos días después se presentó la ocasión. A una adjunta se le había detectado una misteriosa anemia . Tenía para tres meses.
Todos estaban encantados con el nuevo adjunto de puerta. Tan buena planta, con esos modales de otra época, tan seguro y a la vez tímido. Y tan trabajador, le encantaba el triaje, la primera atención donde además era capaz de hacer las extracciones de análisis de las que siempre se quedaba una módica comisión. Nunca iba a tomar café, ni a comer, ni a dormir y cuando acababa su guardias jamás se iba antes de la puesta de sol. El enlace sindical llegó a llamarle la atención, pero en balde.
Estaba muy feliz. Nunca antes un vampiro había estado tan bien integrado en la sociedad.
 “Vlad cada día estás más joven” Cristina la residente de digestivo le dijo lo que todo el mundo había apreciado. Sus rasgos eran ahora los de un joven de diecisiete años. Una barba rala y una voz a medio madurar. Los vampiros no se ven en los espejos. Los vampiros no se ven nunca . Estaba sobrealimentado. Nunca había tenido tanta sangre a su alcance. No sabía la tasa exacta para mantener su edad. Intentó restringir su dieta, pero es muy difícil no comer cuando tienes apetito, y aquí no había cirugía o ejercicio posibles. Cuando los zapatos le quedaban holgados dejó de ir, a riesgo de que le llevaran a pediatría como paciente. Al día siguiente la adjunta de la anemia comenzó a recuperarse con rapidez.
 Vlad echó de menos su trabajo y el contacto diurno con los humanos.

domingo, 18 de marzo de 2012

ANEMIA DOS



Bordeando las doce de la noche el celador que custodiaba la puerta de acceso de urgencias de la Arrixaca pensó que se estaba resfriando al sentir un escalofrío en su espalda. No vio cómo una niebla se colaba por la rendija de la puerta corredera, giraba sobre sí misma y se perdía en un rincón. Del mismo lugar salió un hombre de mediana edad muy alto en un traje negro Armani.
 “Tarjeta sanitaria” “Estoy de paso””¿Nombre?””Vlad Tepes””Vlaad Teepes Equis. Rumano. Estuvo ya en urgencias. Tiene que acercarse a su centro de salud a hacerse la tarjeta sanitaria y que le corrijan lo de la edad Je je salen más de quinientos años” ”¿Abren de noche?” “Nooo” “Entonses impossiple” “Tire pa la sala de espera que ahora le llaman”.
“Vlad Tepes al uno” Entró“¿Qué le pasa?” “Estoy cansado crreo tenerr anemia” Le extrajeron un tubo de sangre levemente anaranjada y lo dejaron aislado por si era contagioso .
 Poco después llamó el hematólogo: la muestra casi no tenía glóbulos rojos.
 Esther nuestra residente dominicana escuchó la conversación y recordó lo que una semana antes le habían contado sus compañeras “El día de la desaparición de la sangre vino un señor igualito, pero de aspecto más mayor.” Vlad a pesar de que estaba a veinte metros la miró y los pensamientos de Esther se tornaron confusos. Esther comenzó a caminar con la mirada perdida hacia Vlad que ya comenzaba a salivar. “¿Esther estás bien?” Su compañero Daniel pensó que estaba mareada y la acompañó al estar. Vlad intentó intervenir el cerebro de Daniel, pero la sangre de la bolsa entró de nuevo en sus venas, el placer le detuvo.
Después del robo del banco de sangre y los tres pacientes anemizados se había hablado de vampiros en un comité de dirección. Se barajó entre risas y veras colocar ristras de ajo en cada una de las salas de urgencias y en el banco de sangre, pero no daría buena imagen ni cumpliría los estándar de calidad . Alguien habló de crucifijos, pero eso es imposible en un hospital laico.
 Una celadora un poco bruja sintió al maligno en Vlad y puso un crucifijo en la puerta del reconocimiento para impedir su salida. Cuando Vlad vio el crucifijo gritó, se tapó los ojos y exigió su retirada cuando ya empezaba a humear. El enfermero lo quitó diciendo que no era para tanto. La transfusión había terminado. Vlad salió airado con el alta y la cita de la colonoscopia en la mano. La celadora lo escoltó con una cabeza de ajo en el bolsillo. Vlad puso una reclamación en atención al usuario por lo del crucifijo. Dobló la esquina de salida y la celadora vio un ovillo de niebla y después un murciélago.
A la mañana siguiente el banco de sangre amaneció hecho un solar. Se corrió el rumor de que las protestas por los recortes habían llegado demasiado lejos. Otros culpaban a un grupo violento de testigos de Jehová. La reclamación del Vlad se contestó por escrito.

sábado, 17 de marzo de 2012

LA CHICA DE AYER


"Es una desgracia no poder dormir con luz. Arrebujado en la manta necesitarías echar un sueño. Ya casi puedes cerrar los ojos pero no puedes dormir. La luz. Sabes que de nada sirve cerrar la persiana. Las briznas, los reflejos que se filtran son suficientes para apuntalar tu vigilia. La depresión de la luz. El amanecer inesperado después de trasnochar . Fotones dolorosos sujetan tus pestañas. Imposible claudicar al sueño. Ondina te llama pero estás atado a un destello. Incluso Robinson Crusoe durmió en la playa cuando el mar lo devolvió de su naufragio. Y Juanche anoche naufragó. De nada sirvieron las cartas de navegación ni el cuaderno de bitácora. Surgió un arrecife desconocido y su barco reluciente se transformó en un pecio hundido en un mar de alcohol y una resaca de chocolate. Juanché en el amor hay que romper el timón y navegar al pairo, dejar que el impulso de las olas o el soplo del huracán te mezan a su antojo. Después quizás también naufragues, pero la singladura será más intensa , una aventura en la que será el caos quien guíe a su voluntad equívoca tu rumbo"


Fragmento de la novela sin título que me inspiró  hace nueve meses una buena amiga ,que espero terminar en unos meses.

El mundo de ast

Ast alias ash ( ceniza en inglés) es un autor romántico, melancólico y un poco pesimista.
Hoy ha recibido  una lección. Una lección provechosa .Antes recibió regalos.
Ast procesa lentamente,meses o años, algún día compensará todo lo bueno que ha recibido,  mucho más de lo que merece, del único modo que conoce: con palabras .
Gracias.Saldaré mi deuda. Intentaré que sean palabras muy hermosas

Addendum: Mañana, del mismo modo, tropezaría en la  misma piedra sin dudarlo

viernes, 16 de marzo de 2012

CRUZ

Al niño le contaron que un hombre viajaba con su borrico cargado de paja. El animal, viejo y cansado se atrasaba y se abatió la noche sobre ellos sin llegar a su destino. Su dueño le increpó y maldijo al animal. Miró la luna que en aquellos tiempos era blanca y pronunció su maldición. ¡Ojalá la luna te tragase! Y se cumplió. Si alguien se fija en la luna se ve el perfil de un borrico y su dueño.
 Envidiaba el destino del ganadero y su pollino. Subir a la luna y cada noche salvo los días nublados quedar expuesto a la visión de todos los hombres.
 Una noche de luna llena el niño salió con su perro al campo. Miró a su perro. ¡Ojalá la luna te tragase! Nada ¡Ojalá la luna te tragase! De nuevo nada ¡¡Maldito ojalá la luna te tragase!!!
El campo amaneció en la noche una luz perlada. El niño y su perro desaparecieron.
 Cuando sus padres lo buscaron agradecieron la luz de la luna llena donde se veía el burro y su dueño. Si hubiesen mirado desde el otro lado del universo habrían podido reconocer a su hijo y su perro.

jueves, 15 de marzo de 2012

LA MUJER EXCEPCIONAL

La mujer que entraba por el pasillo de endoscopias era una mujer excepcional. Alta, de tez pálida pero tersa, rubia con melena larga disimulada por su porte. Nariz pequeña respingona, ojos verdes , labios carnosos, cuello largo, cintura estrecha y hombros no demasiado marcados. Los hombres la deseaban. Las mujeres la envidiaban y escrutaban en busca de algún defecto. Preguntó y le indicaron el lugar de su cita: una colonoscopia en la sala dos.
 La auxiliar la invitó a pasar al cuarto donde debía quitarse todo de cintura hacia abajo y ponerse un pijama. Dentro la esperaba el endoscopista, Gonzalo, a quien todos se apresuraron a envidiar.
 La chica salió del cuarto con el pijama abierto por detrás . Unas gafas negras de concha ancha cubrían sus ojos. Se tumbó. “Soy el Dr Gonzalo Antón y le voy a hacer una colonoscopia. ¿Qué le ocurre?” “Doctor. Tengo molestias…ahí abajo” respondió sin quitarse las gafas. Gonzalo se enfundó el guante. Separó las nalgas y cuando iba explorar el recto con su índice apreció algo extraño. Donde debía estar el ano había un ojo, o él veía un ojo y el ojo le veía él. Un ojo verde esmeralda muy claro y muy transparente con la conjuntiva algo irritada seguramente por las irrigaciones. ¿Y qué hace un endoscopista neófito cuando ve un ojo donde espera encontrar un ano? Soltó las nalgas. Se incorporó. Parpadeó. Miró alrededor para comprobar que no estaba mareado y volvió a mirar, y el ojo le volvió a mirar a él. Necesitaba un experto y llamó al enorme Dr Molina.
 El Dr Molina llegó renqueando con su muleta. Levantó a la auxiliar de su asiento para sentarse él. Gonzalo le dijo simplemente que no podía canular. El Dr Molina separó la nalga, miró y sentenció “Es una almorrana”. Enfundó su dedo enorme y lo introdujo en lo que él creía una almorrana. La muchacha se quejó, y un reguero de gotas transparentes empapó la sábana. El doctor siguió empujando y Gonzalo temió que fuese a enuclear un ojo tan hermoso si seguía así. La chica gritaba de dolor. Bajo la nalga apoyada había ya un rodal húmedo de lágrimas.”No puedo reducir la almorrana. Llama al anestesista que le ponga Propofol” Con el concurso del anestesista el ojo parpadeó como un aleteo de una mariposa y se cerró. Gonzalo le dio las gracias al Dr Molina y le dijo que él seguiría. El Doctor Molina abandonó la sala. Gonzalo buscó un ano, pero sólo veía el ojo dormido. Pascuala la auxiliar, le sugirió que si no había agujeros, que usase el gastroscopio pediátrico para ver el lacrimal. Gonzalo así lo hizo y vio que en el lacrimal había un grano de uva que lo obstruía. Lo retiró y culminó la prueba. 
Hizo el informe sin fotos como un veterano: Asa rígida. Exploración incompleta. Se recomienda comer uva sin pepitas.
La bellísima muchacha pasó al despertar. Una vez vestida volvió a preguntar a Gonzalo por su mal. Gonzalo miró al cielo con gesto de niño inocente le dijo que era muy difícil de explicar, pero que tenía el tratamiento. 
Nadie comprendió por qué le prescribió un colirio y lágrimas artificiales. El tratamiento fue muy eficaz.

TEMPUS FUGIT

Los granos de arena del reloj
arrastraron momentos, palabras, silencios
Al fondo de una ampolla de cristal

No se puede alcanzar el fondo
con las manos desnudas
ni con buenos deseos

Pero nuevos momentos, palabras y silencios
se vivirán mañana
y se someterán a la arena del tiempo



miércoles, 14 de marzo de 2012

ANEMIA


Al filo de la medianoche, cuando en urgencias se trabajaba todavía con intensidad, María Muñoz estaba haciendo la clasificación de entrada de los pacientes. Tomó el papel siguiente. Marcó el 55 y llamó por megafonía “Vlad reconocimiento número uno” No aparecía nadie “Vlad al reconocimiento uno” Caminando lentamente apareció un anciano que a María que es muy alta le pareció alto, muy pálido, escuálido en un traje negro cruzado de Armani. “¿Habla usted español?” "Un poco” "Viene solo” "Siempre” "Luego diga en admisión que revisen sus datos, dicen que nacio usted en 1431, tiene usted 581 años, Je je” "Tonterías” "Pero cámbielo que luego hay follones ¿Qué le pasa?” "Estoy muy cansado” "Vamos a hacerle unos análisis y un electro, pase a la sala de al lado que le van a tomar la tensión” "Grasias”.

 “María la tensión está muy baja pero la frecuencia cardiaca es normal” ”¿Se encuentra bien señor?” ”Cansado. Hace días que no como” ”Cuando le saques sangre pásalo a sillones que no me gusta la pinta que tiene”

“Esto no lo había visto nunca” Diego le enseñó el tubo de extracción cuyo interior tenía un color amarillento ”Habrá reaccionado con algún conservante”

“María el hematólogo pregunta por ti, dice que casi no hay sangre en la muestra” ”Envíale una nueva  muestra y crúzale cuatro bolsas” ”Elena Pregúntale al hombre si ha defecado negro” ”Dice que hace semanas que no va al baño” ”Que le pongan un enema y llama a Belchí para hacerle una gastro, parece una hemorragia”

“María en el estómago aparte de un aliento apestoso no tiene nada. ¡Lo que nos ha costado ponerle la boquilla! No entraba,  hemos tenido que poner la del infantil. Le he hecho un tacto rectal y aparte de tener el ojete helado no había restos de sangre. Avisa a los cirujanos y pídele una eco por si es una hemorragia interna” ”Vlad esta noche se queda en observación transfundiéndose” ”Me hase falta”.

Cerca de las cuatro cuando la puerta se quedó tranquila apagaron las luces de la sala de sillones con Vlad y tres pacientes más.

Por la mañana cuando María preguntó por él, el anciano había desaparecido sin recibir el alta. Los otros tres pacientes que lo acompañaban presentaron inexplicables anemias. Las bolsas de sangre estaban desgarradas y el plástico sin un solo resto. La cirugía mayor se tuvo que suspender porque el banco de sangre había sido saqueado. Se revisaron los vídeos y el sospechoso fue un hombre joven y fornido muy alto que salió de urgencias a las cinco vestido con un traje negro cruzado de Armani .

A los tres pacientes con graves anemias se les hicieron gastroscopias y colonoscopias sin hallazgos.

La Azohía

El sol que se puso aquel día no podrá ya ser más que un recuerdo.
El tiempo siempre es corto.
Los recuerdos son dulces o amargos.
El futuro es incierto.
Los lugares quedan marcados por los momentos
El  pasado se fue para siempre.
El reencuentro quedó en un amago.
Cuando algún día regrese
El sol que veré desde el muelle
Será un sol derramado


martes, 13 de marzo de 2012

LA FAMA CUESTA

Elena,cuando ayer te pregunté si habías ido a ver la historia clínica que habías pedido para el artículo no pretendía que lo hicieses inmediatamente."Tengo guardia, cuando se despeje me acerco a ver si las han dejado en la sala de lectura".
La guardia ha sido espesa. El selene se cuelga con frecuencia. Los análisis no han venido con fluidez. la noche ha llegado sin darte cuenta y no habías podido verla.
Casi a las tres de la madrugada el primer turno tenía todo el trabajo hecho."Isica te vienes a coger una historia a la sala de lectura""Ya voy""¡Isa cúbreme en el triaje que tengo que ir al baño!"
Has tenido que salir sola por el pasillo de urgencias donde los neurocirujanos aun no habían terminado con un accidentado. Has tomado a la izquierda las escaleras. A cada peldaño el silencio era más profundo. El silencio te gusta pero cuando estás a solas con tu ordenador o con tu música, ahora no. Para romperlo golpeas con el anillo que todo el mundo piensa que es de casada el gotelé de las paredes. Esa tibia percusión te acompaña. Cruzas entre las dos filas de ascensores y a la izquierda el pasillo larguísimo cuesta abajo donde al final a la derecha aislada está la sala de lectura.
Te falta poco para llegar y tienes la sensación de que alguien te sigue. A media luz de fluorescentes. Tienes la tentación de volverte pero no quieres siquiera mirar atrás. En tu mente suenan los acordes de la sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak a muchos decibelios. Llegas a la puerta. Miras hacia arriba, de donde has venido. Estás sola. Hace frío. No atinas con la llave. Giras y cierras a tu espalda. Das la luz. Una nueva puerta da a la sala de lectura donde las historias se distribuyen sin orden por los anaqueles y las lejas. Está oscuro. Una respiración. Es la tuya. Un latido. Tu corazón. A la derecha el interruptor. Dos fluorescentes parpadean. Buscas la historia. Algo ha caído a tu espalda. Al fondo en la mesa de despacho los bolígrafos se desparraman por la mesa. El cubilete de loza rueda y se estrella contra el suelo. Elevas los hombros.Cierras los ojos. Te llevas las manos a los oídos. A tu izquierda una historia única cuyo número coincide con la tuya. Te agachas. La pones en la mesa. La luz se apaga. El extremo de un fluorescente sigue parpadeando. En la esquina opuesta una sombra. Se oculta detrás de un estante. No puede ser. Te vuelves. Le das a la luz. Los cuadernillos de la historia están desparramados por la mesa. Tu mente necesita a Dvorak a todo volumen. De nuevo se apaga la luz. En la misma esquina dos ojos rojos o naranjas o violetas. Corres hacia la puerta. Tropiezas y caes. Sin mirar atrás te levantas. Das un portazo y corres el largo y solitario pasillo que lleva urgencias. Isa te pregunta qué te pasa. Jadeas y pides agua.

lunes, 12 de marzo de 2012

NOCHE DE GUARDIA

Cuando esta mañana me ha despertado mi residente José Castillo, no estaba en la cama que está encastrada en un armario prefabricado que es la habitación del médico titular de la guardia.Por detrás del sillón bajo me ha tocado el hombro y le he cogido con todas mis fuerzas por la muñeca y la he apartado de mí. "Antonio soy Jose" me ha tranquilizado. Mi frente se ha poblado de gotas de sudor. "Qué haces aquí ¿no has dormido?""No encontraba la postura y me he salido". 
Yo duermo fácilmente en cualquier lugar salvo que mi cabeza dé demasiadas vueltas. Cuando a la una de la  madrugada he dejado a Jose terminando un ingreso en urgencias, me he echado. Dormir vestido aunque sea con un pijama no es agradable. El sudor pega las costuras de la ropa interior a tu piel. Me he echado boca arriba. El sueño ha llegado.
He sentido dos manos que me acariciaban el pecho suavemente. Un dulce sueño. Creo que soñaba contigo. No quería despertar. Simular el sueño cuando alguien te incita al amor es muy placentero. Dejarse hacer. Dejarte hacer y gozar. Después despertar y seguir jugando.
Las caricias se han hecho espesas. La piel se ha tornado áspera. Las uñas me han rasgado la piel. El olor almidonado de la colcha se ha hecho ocre y sulfuroso como el aliento de muerte tras una larga agonía. He intentado gritar y una de las manos me ha tapado la boca. Me ha sujetado la cabeza. "Sch silencio" me ha susurrado al oído con su voz aspirada áspera. El pecho me escocía. Mi corazón redoblaba de arriba abajo en el tórax pugnando por una huida que a mi me estaba vetada. Una de las manos que antes me acariciaba ahora me asfixiaba. Me ahogaba. No iba a sobrevivir a la guardia.
En un último esfuerzo me he impulsado, he extendido el brazo y he pulsado el interruptor, la luz se ha encendido y estaba solo.
He mirado a los lados y no había nadie. Me he sentado en la cama y he respirado. ¿Ha sido un sueño?. Tenía sed. He ido al baño me he levantado el pijama y en mi pecho los arañazos de diez uñas sangraban. Me he lavado. Escocía. He vuelto al cuarto. No lo he pesando y he mirado debajo de la cama. Nadie. He vuelto a la cama, He extendido la mano al interruptor. No me he atrevido. He salido a la sala grande donde me ha despertado Jose.

domingo, 11 de marzo de 2012

LA CANCION MAS BONITA DEL MUNDO

Cuando era feliz comenzó a rasgar notas con su guitarra. Acopló algunas palabras a las notas. Tenía un estribillo pegadizo. Se atascó. De un arranque eficaz pasó a días y días donde nada de lo que hacía le parecía suficiente para subrayar su estado de ánimo. La aparcó sin olvidarla.
Pasó el tiempo. La felicidad más rápida aun que había llegado se fue. En un instante. La esperanza verde se había cubierto de una pátina mohosa gris. La desesperanza sin embargo era de un verde brillante. La soledad azul, la congoja que brotaba de las pústulas de su estómago, que le atenazaba desde dentro arañando las vísceras cercanas, sorbiéndole gota a gota las ganas de vivir.
De vuelta a su cuarto. con los ojos húmedos, pero con lágrimas que se evaporaban antes de salir, como las gotas que se desprenden de las nubes gastadas de agosto, cogió su guitarra. Rasgó las cuerdas primero con rabia, después suavemente, y la notas se enlazaron con las palabras. Obtuvo estrofas que interpretó juntas. Grabó y se escuchó.
Sintió placer y sintió tristeza al escuchar la canción más bonita del mundo. 
La guardó en un cajón.

La cigarra y la hormiga 2012

La cigarra pasó su vida cantando y divirtiéndose. Hacía continuos propósitos de enmienda pero siempre recaía. Todos la querían porque aunque perezosa era muy simpática y contaba chistes muy divertidos.
La hormiga desde muy pequeña era muy estudiosa y responsable. Sus padres estaban muy orgullosos, nunca les dio un solo disgusto, también sus profesores.
La cigarra, de mayor vivía igual que de pequeña , una vida relajada acomodada a lo que cada día podía conseguir. Cuando conseguía un trabajo, como era perezosa sus jefes siempre la ponían en puestos cómodos para que no estorbara
A la hormiga que era muy trabajadora cada vez le daban más trabajo, aun así no rechistaba. Al final de la jornada, rendida se iba a casa mientras la cigarra se tomaba unas copas.
La cigarra tomando copas se hizo amiga de un jefe que llegó a consejero de la comunidad autónoma, tanto que cuando su partido ganó las elecciones la nombraron jefa. Como era tan necia, además de su trabajo la hormiga hacía ahora también las labores de coordinación.
Pero día a día, poco a poco, la hormiguita se fue pagando una hipoteca, un plan de pensiones y unos ahorros en el banco mientras que la cigarra se pulía lo que ganaba y lo que las tarjetas le daban.
La hormiga no aguantaba más física y psíquicamente, una vez estuvo a punto de gritar, pero se calló esa y mil veces. Desde ese momento todos la vieron físicamente más decaída, pero nadie se ofreció a ayudarle porque siempre salía adelante sola. La hormiga no llegó un día al trabajo. De su ausencia sí se dieron todos cuenta. Llamaron a su casa y nadie contestaba.Sabïan que había pasado algo. Una hormiga vecina la encontró muerta en su hormiguero con la fregona en la mano. Como no tenía familia y la cigarra una vez fue su amiga, la cigarra recibió toda la herencia, con lo que pasó un año estupendo.
Cuando unos años después hubo de nuevo elecciones y cambió el partido de gobierno, la cigarra era tan simpática, había hecho tantos amigos, muchos de ellos con el dinero herdado, que a nadie se le pasó por la cabeza cambiarla de lugar.

El arte de la sabiduría DALAI LAMA


Recopila una serie de conferencia para iniciados ofrecidos por el Dalai Lama. Cuando algo es para iniciados, ya sabes que si no lo eres eso no es para tí. Del libro me he enterado de la mitad o de la mitad de la mitad. Tiene un carácter muy metafísico. Después de cada capítulo propone ejercicios para la reflexión.

Sí hay una idea que he entresacado. Como en todas las filosofías religiosas, proponen una vida tibia. Esa vida es cómoda, sin altibajos, donde lo bueno y lo malo estarán atenuados por un ser superior. Una vida plana, donde a base de negar la existencia real de todo, se le resta importancia y no te produce tensiones negativas. Me parece muy morioso. La vida es riesgo, unas veces se disfruta y otras se sufre, es más cuanto más placer, después más dolor, pero eso momentos álgidos merecen la pena ( dentro de unos límites que no dejen daños irreversibles).

Prefiero la figura de un bon vivant a un budista morioso con una risa y una vida planas.

Poco recomendable si no sois iniciados. Terminé la lectura el 11/3/2012 y poque soy muy sacrificado

Calificación 5/10

FLOWERS DYING IS NOT SAD THING


Juan y Hakura se levantaron para tener un buen día. Una vida razonablemente feliz separada por siete años.
Juan tomó un tren. Hakura subió a su coche. Juan iba a la universidad. Hakura a su almacén de redes junto al puerto. Un ruido seco que Juan no supo interpretar. Un golpe inmediato. Semiincosciente sintió como la vida se le iba. Hakura sintió un temblor, uno más, después un rugido y luego la ola gigante saltó las defensas antitsunami y arrastró su coche.
El ruido de la explosión y el ruido de la ola. Muchos decibelios para una muerte inesperada. La ira de los hombres y la ira de la naturaleza. La muerte siempre detrás de la esquina.
Las flores se marchitan en los cementerios y los cerezos florecen y sus flores mueren después del desastre.
Flowers dying is not sad thing

sábado, 10 de marzo de 2012

LOCO AZAR

Algo dentro de mí me decía que debía matar a alguien. Las voces eran claras."Mátalo"."¿A quien?"Preguntaba. "Sal a la calle y te guiaremos". Salí. Enfrente había un anciano sentado en la parada de autobús. Me miró sonriendo mientras se comía un cruasán. "Es él". Miré a los lados. Un montón de adoquines a mi derecha. Tomé uno. Crucé la calle. No le miré para que no huyera."Date prisa se va a marchar""No se va a marchar" Me miró raro. Le golpeé la cabeza con el adoquín. Cayó al suelo convulsionando y después se quedó quieto. Las voces se acallaron. Me fui caminando. Los transeúntes se aparataban aunque no tenían nada de qué temer.

NADA

Abrió la puerta y el mundo que conocía había desaparecido.No había nadie. No había nada. Ni siquiera él estaba seguro de seguir existiendo. Se pellizcó el brazo. Le dolía. Vivía en un escenario monocromo de un estudio de televisión que nadie iba a filmar. Solo su imaginación podía superponer imágenes en aquel vacío. Gritó y no había eco. Habló y su voz se escuchaba en sus pensamientos.  Alargó la mano al suelo, a las paredes y no encontró ningún tacto, ni áspero ni suave, nada. Cerró los ojos.Se sentó y esperó.

DESPUÉS

Sus fotos seguían apareciendo regularmente en facebook Sus SMS ya no llegaban. El was app guardaba silencio.En los correos de contactos del hotmail no aparecía los suyos. Por la mañana se habían visto dos veces y no habían hablado. Quizás mañana.

viernes, 9 de marzo de 2012

ASCENSOR NÚMERO SEIS

En el ascensor número seis de pacientes y personal de la Arrixaca no quiere montar nadie. Nadie lo dice con claridad pero ocurren hechos extraños que muchos denominarían a las claras como Poltergeist. De día, cuando el ascensor comienza a marcar la planta 8 y 9, en un edificio de sólo 7 sonreímos. cuando se para de forma brusca y deja un escalón de 30 cm con la puerta entreabierta culpamos a la mecánica. Si no inicia su marcha y hay que forzar la puerta y  abrirla un poco para que se cierre de golpe nos sentimos Mc Gyver sobre todo si hay alguna muchacha a quien impresionar. Nadie se ha preguntado por qué no se enciende la luz del segundo sótano. Yo tampoco me lo había preguntado hasta ayer en mi última guardia.
Mi cabeza daba vueltas a las preocupaciones que últimamente me aturden. A las dos estaba despierto, me levanté y bajé a urgencias antes de echarme e intentar dormir. Salí al descansillo, doblé a la izquierda. A esa hora con las luces encendidas todo el hospital estaba en silencio. No recuerdo haber introducido la llave para llamar el ascensor, pero la puerta del seis se abrió delante mío. Entré. No recuerdo haber pulsado y la puerta se cerró dando un golpe seco. Las luces se apagaron. Por las rendijas se colaba un aire helado que bajó la temperatura más de diez grados y me hizo tiritar. Intentaba pulsar los botones, pero cada vez que  me acercaba un tacto helado me apartaba. Sentí alguien a mi espalda donde la puerta. No quería darme la vuelta. Quería salir. Debería estas durmiendo o atendiendo a algún enfermo. La presencia que tenía detrás me empujó, me adelantó o pasó a través  mío no lo sé. Casi caigo. La pared del fondo se tornó fosforescente entre esmeralda y grafito. No veía a nadie delante mío, pero un vaho fue empañando la luminosidad tenue del fondo. No sé si me había meado ya o si fue después. Sentía náuseas. En el vaho, de derecha  a izquierda aparecieron unos caracteres árabes que iban ligeramente hacia a bajo. El ascensor comenzó a bajar como si se hubiese desprendido de sus anclajes. Me preparé para el impacto en posición fetal en una esquina. No hubo impacto. Se encendieron las luces. Se abrió la puerta. Segundo sótano. Me tranquilizó el ruido de una camilla. Ver a un celador y a un paciente me tranquilizaría. Pero la camilla se conducía sola. Sobre ella un sudario con lo que parecía un cuerpo. Se detuvo enfrente de la puerta abierta. Me acerqué. Empezó a rodar lentamente con el chirrido de un rodamiento falto de lubricación. Caminé detrás hasta que enfrente del pasillo que conducía a anatomía patológica, la camilla y el sudario se evaporaron sin dejar rastro. Un aullido o un quejido desesperado, ruidos de rascado sobre metal . Movimientos cada vez más lentos y al final silencio. Corrí hacia los ascensores. El seis estaba abierto. Con el móvil eché una foto al texto dibujado en el fondo y me fui a urgencias, salí y por la calle me dirigí a la cafetería del maternal donde me tomé una tila.
Por la mañana en la sesión le enseñé la foto del rótulo sobre el vaho a nuestra residente Narvin. Leyó: "Todavía estaba vivo ".

Asco

El gusano horadó la manzana pero ya estaba ocupada. Centenares de gusanos bullían en su interior. Sintió asco de comer una manzana podrida.

jueves, 8 de marzo de 2012

FANTASMAS

Vivimos rodeados de fantasmas.
Los fantasmas no ululan como los búhos, sino que claman a los cuatro vientos sus hechos.
Los fantasmas viven en apartamentos de sesenta metros pero cuentan que viven en castillos.
Su ignorancia les hace poseedores de todos los secretos.
No arrastran cadenas pero siempre te enseñan su último reloj.
Son adivinos, antes de salir de un viaje ya saben de lo que van a alardear a la vuelta.
Llevan las sábanas con grandes logotipos y marcas.
Para ellos la duda es debilidad, los aciertos suyos, los errores son de otros.

Afortunadamente estamos rodeados de fantasmas, pero si no existiesen no habría mas remedio que inventarlos

miércoles, 7 de marzo de 2012

MUERTE CAPRICHOSA

Hoy a muerto mi tía. Ha muerto del todo porque un trozo muy grande de mi tía Josefa murió hace muchos años cuando su hijo mayor murió a los 25 años en un accidente de tráfico. Hoy mi primo cumpliría años. Mi tía Josefa en la UCI desde hace 4 semanas ha elegido el día que parió a su hijo para abandonar del todo este  mundo. D.e.p.

Hace años en Lorca, mi antiguo hospital, estaba de guardia. A mi cargo dos pacientes con un alcoholismo muy grave, una tía y su sobrino. Yo ignoraba que fuesen familia hasta el momento en que tuve que firmar el parte de defunción de uno y otra en un intervalo de unos 15 minutos. La tía estaba en la misma cama en la planta de abajo que su sobrino.

Mi amigo Antonio Marín fue médico de un pueblo de la sierra de Cádiz llamado el Castor. Vivía a las afueras del pueblo en una casa aislada. Como médico rural atendía las urgencias. Un día a las 4:00 de la madrugada se despertó al escuchar que le llamaban a la puerta. Salió y no habia nadie. Volvió a la cama. pocas horas después le avisaron que un paciente con el que tenía una gran relación había fallecido alrededor de esa hora suplicando la ayuda de su médico.

La muerte es caprichosa. Un día estará en nuestro camino. Bailaremos su danza al ritmo que nos marque. Esperemos estar preparados

Leopoldo María Panero,. C BUNBURY, JM PONCE, B GALINDO

Leopoldo María Panero es o era ( no sé si vive) un poeta. Un poeta loco que vivía encerrado en un manicomio cuando a búnbury y otros artistas se les ocurrió editar este disco libro. Leopoldo machacó su cerebro con drogas y alcohol, pero su locura le da una libertad astística cuando menos curiosa que musican en este disco libro Bumbury y Ponce y Galindo.

Cito uno de los poemas.-

LA ALUCINACIÓN DE UNA MANO O LA ESPERANZA PÓSTUMA Y ABSURDA EN LA CARIDAD DE LA NOCHE.

Una mujer se acercó a mi y en sus ojos
vi todos mis amores derruidos
y me asombró que alguien amase aún el cadáver
alguien como esa mujer cuyo susurro
repetía en la noche el eco de todos mis amores aplastados
y me asombró que alguien lamiese en las costras todavía
tercamente la sustancia que fue oro,
aquello que el tiempo purificó en nada.
Y la vi como quien ve sin creerla
en el desierto la sombra de un agua,
la amé sin atreverme a creerlo.
Y le ofrecí entonces mi cerebro desnudo,
obsceno como un sapo, como una paz inservible
animándola a que día tras día lo tocase
suavemente con su lengua repitiendo
así una ceremonia cuyo sentido único
es que olvidarlo es sagrado.


Emoción y sentimiento puros incluso desde la demencia.
Recomendable. Una rara avis


MÚSICA

Cuando buscaba entre sus discos siempre encontraba uno que sintonizaba sin fisuras con sus sentimientos. Algunos los había comprado hacía mucho tiempo. 
La música almacenada esperaba el momento oportuno para compartir su soledad.
En la tienda de discos escudriñó los anaqueles. Se puso los cascos y escuchó. Tenía que elegir con cuidado, era esa música la que  marcaba su futuro.

AÑORANZA

Desde su ventana se veía la luz de luna.Su reflejo evocaba tiempos felices. Tiempos de anhelos y deseos.
Bajo la luna, sobre la almohada, una noche de vueltas y de insomnio, donde hubo un sí brotó un no cultivado por el abono del miedo. Y después silencio. Y después palabras, pocas. Siempre anhelo y añoranza. La ausencia había hecho la presencia en sus sueños constante. La luz de luna que veía desde su ventana iluminaba un camino entre sombras por donde algún día esperaba el regreso.

lunes, 5 de marzo de 2012

Xerófilas

Son plantas que aguantan bien los ambientes secos. Son capaces de florecer y dar frutos incluso en tiempos adversos. Si hay lluvia son discretas, pero en tiempo seco, unas simples gotas de rocío las hacen reverdecer.

domingo, 4 de marzo de 2012

EL BOSQUE FELIZ

El gnomo regresaba de cortar leña. Había caminado mucho para conseguir ramas secas. Las últimas semanas en el bosque las lluvias habían anegado los prados.Sólo las raíces más recónditas en madrigueras de conejos habían evitado la humedad. Afrontaba la última pendiente desde la que se divisaba el poblado con la euforia de los últimos metros. La comida caliente. Un baño de flores. Olor perfumado de la almohada.
Pero vio algo distinto. Los trols habían asaltado el poblado, habían masacrado a los gnomos que no habían podido huir, a otros se los habían llevado para devorarlos, y habían destrozado las casas para emplearlas como leña seca en su propio poblado.
El  gnomo se hundió. Desesperó y blasfemó contra los dioses del bosque. Se sentó en una piedra. Cerró los ojos muchas veces esperando cada vez que la pesadilla se convirtiese en sueño y el sueño en realidad. Ineficaz. Clamó venganza. Era pequeño y débil pero listo. Los gnomos tenían una larga historia. La humedad hacía fácil encontrar setas venenosas que con un trozo emponzoñarían la fuente del poblado de los trols y acabaría con la vida de todos ellos.
Llenó el morral no con un trozo sino con cinco de aquellas terribles setas. Empezó su camino aunque era de noche. Si se apresuraba podía llegar aún amparado en la oscuridad.
Terminaba la senda, culminaba el ascenso de la última pendiente, cuando vio a un trol sentado en una piedra con sus brazos peludos sujetando su cabeza y gimiendo .
Abandonó el camino. Desde lo alto pudo ver el poblado de los trols arrasado . En medio de sus tierras fangosas estaban instalando una torre de prospección petrolífera. Vio un bulldozer arrastrando cadáveres de trols para echarlos a una zanja.
El gnomo se dio la vuelta. Cogió ramas secas por el camino. Buscó supervivientes y reconstruyeron el poblado. Secó y guardó las setas.

sábado, 3 de marzo de 2012

EL DEMONIO EN LA OREJA


Antonio Sánchez Torres, ast alias ash, cuando tiene la cabeza trabajando a demasiadas revoluciones se va a correr. Hoy 3 de Marzo se ha levantado a las 7:00 ha desayunado y ha decidido hacer una ruta que hacía tiempo que tenía en mente. Subida al Miravete sin llegar a la cruz y después seguir por sendas de montaña hacia la Cruz del Bojal. Un recorrido de 22,5 km con 800 metros de desnivel. Una panzada de correr.
El paisaje estaba muy agradable después de las lluvias de ayer.
Cuando Antonio ha cubierto el objetivo de la ida, La Cruz del Bojal y se ha hecho a sí mismo la foto de recuerdo, como podéis apreciar en la imagen un rayo ha caído sobre él desde el cielo. Al principio ha pensado que podía ser la virgen, como en Fátima, pero Antonio no está en edad de ser pastorcillo, ni podría guardar un secreto con tantísimo ahínco. No era la virgen. Después el cielo se ha oscurecido y por eso no ha podido tomar más fotos del prodigio.
A pesar de la  oscuridad la temperatura ha subido mucho. Se ha dado la vuelta. Pensaba ver como se acababa el mundo, pero no, por  lo menos de momento. A su espalda, donde veis el árbol se ha aparecido el diablo. Era como son todos los diablos, tiznado, con alas de murciélago y patas de cabra.
"Antonio entrégame tu alma y te daré lo que me pidas". Se ha dado cuenta de que no es tan malo como creía, si no el diablo no le habría hecho esa oferta. "Si deseas a alguien, te lo puedo entregar inmediatamente"Antonio se lo ha pensado, pero el diablo no se ha esperado a la respuesta "¿Quieres dinero? Te haré rico?"Antonio se había quedado bloqueado en la primera pregunta pero no sabía si era cortés responder a la primera o a la segunda "¿Quieres tener tu propia unidad de gestión?" Ahí le ha tocado, porque entre el deseo y la unidad de gestión no sabía con qué quedarse. Con el diablo allí hacía calor y Antonio venia ya acalorado después de 11 km y varias subidas. Tenía la boca estropajosa. "¿Te puedo pedir yo algo Belcebú? Es que me has dado demasiadas opciones?""Adelante""Mañana me voy a arrepentir, pero te vendería mi alma si me das un tercio de Estrella de Levante bien frío""Eso está hecho"El diablo se ha sacado de una faltriquera el tercio. Antonio lo ha tomado. "Está caliente" Es que aquí en medio del monte y con la temperatura que tengo se calienta" "Apágate un poco""Si me apago yo se me apaga el infierno"" No la cosa no es para tanto. El  infierno cumple su función. Pero entonces no hay trato. Si me gano el infierno será por mis propios medios me bajo a Alquerías que quiero llegar para el aperitivo".
Antonio no se lo va a contar a nadie porque pensarían que está loco. Pero es todo cierto.

viernes, 2 de marzo de 2012

RUTINA

Después de cenar bajó la basura. La tapadera del contenedor estaba trabada. El siguiente estaba a dos manzanas. Humeaba, unos gamberros le habían prendido fuego.Dos calles y podría dejar al bolsa en el siguiente. Estaba lleno. Todos los vecinos habían convergido en él. No recordaba donde había más. Cogió la calle más larga del pueblo. De vez en cuando cambiaba la bolsa de mano. Lo vieron salir del pueblo. Hace ya 10 años.

INSTANTE

Una mirada. Una mirada devuelta. Una caída de párpados. Unos labios que se fruncen. Un adiós sin palabras. Un sueño para siempre.

jueves, 1 de marzo de 2012

SANTIDAD

Tu maestro no podía sospechar que aquel niño de la Algaida junto a Archena, listo pero distraído iba a crear un sistema operativo que iba a desbancar a Windows y poco después a Mac. Tampoco tú podías siquiera soñar Ginés que lo ibas a conseguir trabajando desde tu pedanía. Pero ocurrió. Cosas de internet. Tuviste tu portada en el Times. En cinco años ningún analista se atreve a calcular tu fortuna. Tú tampoco  lo sabes. Sí sabes que no hay cosas que no puedas comprar. Tu pueblo es ahora tu pueblo. En Murcia no se hace nada sin consultarte. Has despertado los celos de don Tomás Fuertes, pero su fortuna ya quedó muy atrás y se ha resignado. Lo negocios crecen y crecen, y tus asesores compran más compañías e innovan cada día. Pero ahora, en pleno éxito tú te aburres. Te has comprado un equipo de fútbol, te ha distraído un mes. Estudiaste comprar uno de la NBA, pero trasladarte a Estados Unidos te da pereza. Te has dado mil capricho Ginés, pero hay cosas que no pueden ser. Te has empeñado en ser santo. Llegas y le dices a tu secretario que quieres ser santo. Te pregunta qué tipo de ONG quieres que te organice. Tú le dices no. No quieres ser un filántropo sino un santo. Hablas con el cura del pueblo, se sonríe, dice que ser santo lleva tiempo y actitud. No te sirve. Quieres ser santo ya. Vas a Roma. Preguntas en el Vaticano. Te dicen que no suele haber santos vivos. Le dices que eso se puede solucionar. Lo consultan y no es una premisa que mueras,pero lo que sí necesitas para ser nombrado beato es un milagro y después de beato con el tiempo ascendido a santo. Como lo que quieres es ser santo también te dicen que se puede agilizar el trámite. Pero un milagro no es fácil. Vuelves a casa. En el pueblo entras al bar donde tu abuelo se tomaba los chatos. En la barra tu maestro jubilado borracho te dice que si no te parece poco milagro montar una empresa de investigación y rentable en Murcia que gane dinero y no reciba ayudas públicas. Te hacen el papeleo. Te aceptan el milagro y ya eres santo. Ser santo da mucha tranquilidad.